![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe5jE2WSjI9kV2NxlpI8pcL-DEamWXpcFLw7ZW8rLAQ0qi3WPak4rKbcCqnNqhFKqmBc4cBkjoKdmfjLLLjr1Ws56gV635xN2n69SFUQr0Pr0FPuOYgqf1ybZsI3J5Wxz04etNfSLY5ao/s400/salmo104orion-nebula-hubble.jpg)
Salmo 104
Jehová está vestido de gloria y majestad — Él hace a Sus ángeles espíritus y a las llamas de fuego Sus ministros — Con Su cuidado Él sustenta todas las formas de vida — Su gloria permanece para siempre.
1
Bendice, alma mía, a Jehová.
Jehová, Dios mío, ¡qué grande eres tú!
Te has vestido de gloria y de majestad.
2
Tú eres el que se cubre de luz como de vestidura,
que extiende los cielos como una cortina,
3
el que pone las vigas de sus altos aposentos en las aguas,
el que hace de las nubes su carroza,
el que anda sobre las alas del viento,
4
el que hace a sus ángeles espíritus
y a las llamas de fuego sus ministros.
5
Él fundó la tierra sobre sus cimientos;
no será jamás removida.
6
Con el abismo, como con vestido, la cubriste;
sobre los montes estaban las aguas.
7
A tu reprensión huyeron;
al sonido de tu trueno se apresuraron;
8
subieron los montes, descendieron los valles,
al lugar que tú les fundaste.
9
Les pusiste límite, el cual no traspasarán,
ni volverán a cubrir la tierra.
10
Tú eres el que envías los manantiales por los arroyos;
van entre los montes.
11
Dan de beber a todas las bestias del campo;
mitigan su sed los asnos monteses.
12
Junto a ellos habitan las aves de los cielos;
cantan entre las ramas.
13
Él riega los montes desde sus aposentos;
del fruto de sus obras se sacia la tierra.
14
Él hace crecer la hierba para las bestias,
y las plantas para el servicio del hombre,
para sacar el pan de la tierra,
15
y el vino que alegra el corazón del hombre,
y el aceite que hace lucir el rostro,
y el pan que sustenta el corazón del hombre.
16
Se llenan de savia los árboles de Jehová,
los cedros del Líbano que él plantó.
17
Allí anidan las aves;
en los cipreses hace su casa la cigüeña.
18
Los montes altos son para las cabras monteses;
las peñas, para madrigueras de los conejos.
19
Hizo la luna para los tiempos;
el sol conoce su ocaso.
20
Pones las tinieblas, y es la noche;
en ella corretean todas las bestias de la selva.
21
Los leoncillos rujen tras la presa,
y buscan de Dios su comida.
22
Sale el sol, se recogen,
y se echan en sus guaridas.
23
Sale el hombre a su labor,
y a su labranza hasta la tarde.
24
¡Cuán numerosas son tus obras, oh Jehová!
Las has hecho todas ellas con sabiduría;
la tierra está llena de tus creaciones.
25
Éste es el grande y ancho mar,
en donde hay seres innumerables,
seres pequeños y grandes.
26
Allí surcan las naves,
y el leviatán que hiciste para que jugase en él.
27
Todos ellos esperan en ti,
para que les des la comida a su tiempo.
28
Tú les das y ellos recogen;
abres tu mano y se sacian de bien.
29
Escondes tu rostro, ellos se turban;
les quitas el aliento, fenecen
y vuelven a ser polvo.
30
Envías tu espíritu, son creados,
y renuevas la faz de la tierra.
31
Sea la gloria de Jehová para siempre;
regocíjese Jehová en sus obras.
32
Él mira la tierra, y ella tiembla;
toca los montes, y humean.
33
A Jehová cantaré en mi vida;
a mi Dios cantaré alabanzas mientras viva.
34
Sea mi meditación agradable a él;
yo me regocijaré en Jehová.
35
Sean consumidos de la tierra los pecadores
y los malvados dejen de ser.
Bendice, alma mía, a Jehová.
¡Aleluya!
Salmo 105
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS_rckD39sBMN7XJUzyiX4QJQnG_Wyiq42amS5-pC6lqEzj13xf9T6ociETcz-tg525FOVAerWkyoYrTfw6Rckzzi4xb5fGZXmA-VwyuntOz05ChF6H3LfSB3tmNGxO80x-tC37ZOwJgU/s400/salmo105joseph_reveals_himself_jean_charles_tardieu_1788.jpg)
Dad a conocer las obras de Jehová entre todos los hombres — Recordad Su convenio con Abraham y Sus tratos con Israel — No toquéis a Sus ungidos, ni hagáis mal a Sus profetas — Israel deberá guardar Sus estatutos y cumplir Sus leyes.
1
¡ Alabad a Jehová! Invocad su nombre;
dad a conocer sus obras entre los pueblos.
2
¡Cantadle, cantadle salmos!
Hablad de todas sus maravillas.
3
Gloriaos en su santo nombre;
regocíjese el corazón de los que buscan a Jehová.
4
Buscad a Jehová y su fortaleza;
buscad siempre su rostro.
5
Acordaos de las maravillas que él ha hecho,
de sus prodigios y de los juicios de su boca,
6
oh vosotros, descendencia de Abraham, su siervo,
hijos de Jacob, sus escogidos.
7
Él es Jehová nuestro Dios;
en toda la tierra están sus juicios.
8
Se acordó para siempre de su convenio,
de la palabra que mandó para mil generaciones,
9
el cual concertó con Abraham,
y de su juramento a Isaac.
10
Y lo estableció a Jacob como estatuto,
a Israel como convenio sempiterno,
11
diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán,
como parte de vuestra heredad.
12
Cuando eran pocos hombres en número, sí, muy pocos,
y extranjeros en ella,
13
y andaban de nación en nación,
de un reino a otro pueblo,
14
no consintió que hombre alguno los agraviase,
y por causa de ellos castigó a reyes.
15
No toquéis, dijo, a mis ungidos,
ni hagáis mal a mis profetas.
16
Y trajo hambre sobre la tierra,
y quebrantó todo sustento de pan.
17
Envió a un hombre delante de ellos,
a José, que fue vendido como esclavo.
18
Afligieron sus pies con grilletes;
en hierro le pusieron.
19
Hasta la hora en que llegó su palabra,
la palabra de Jehová le probó.
20
Envió el rey y le soltó;
el señor de los pueblos le dejó ir libre.
21
Lo puso como señor de su casa,
y como gobernador de todas sus posesiones,
22
para sujetar a sus príncipes como él quisiese,
y hacer sabios a sus ancianos.
23
Después entró Israel en Egipto,
y Jacob fue extranjero en la tierra de Cam.
24
Y multiplicó su pueblo en gran manera,
y lo hizo más fuerte que sus enemigos.
25
Cambió el corazón de ellos para que aborreciesen a su pueblo,
para que actuasen astutamente contra sus siervos.
26
Envió a su siervo Moisés,
y a Aarón, al cual escogió.
27
Puso en ellos las palabras de sus señales,
y sus prodigios en la tierra de Cam.
28
Echó tinieblas e hizo oscuridad,
y no fueron rebeldes a su palabra.
29
Convirtió sus aguas en sangre,
y mató sus peces.
30
Hizo pulular ranas en su tierra,
hasta en las cámaras de sus reyes.
31
Habló, y vinieron enjambres de moscas
y piojos en todo su territorio.
32
Les dio granizo por lluvia,
y llamas de fuego en su tierra.
33
Destruyó sus viñas y sus higueras,
y quebró los árboles de su territorio.
34
Habló, y vinieron langostas
y pulgón sin número;
35
y se comieron toda la hierba de su país,
y devoraron el fruto de su tierra.
36
Hirió de muerte a todos los primogénitos en su tierra,
las primicias de todo su vigor.
37
Y los sacó con plata y oro;
y no hubo entre sus tribus quien tropezara.
38
Egipto se alegró de que salieran,
porque su terror había caído sobre ellos.
39
Extendió una nube por cubierta,
y fuego para alumbrar la noche.
40
Pidieron, e hizo venir codornices;
y los sació con pan del cielo.
41
Abrió la peña, y fluyeron aguas;
corrieron por los sequedales como un río.
42
Porque se acordó de su santa palabra
dada a Abraham, su siervo.
43
Y sacó a su pueblo con gozo,
con júbilo, a sus escogidos.
44
Y les dio las tierras de las naciones;
y los frutos de las labores de las naciones heredaron,
45
para que guardasen sus estatutos
y observasen sus leyes.
¡Aleluya!