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viernes, 6 de enero de 2012

Lectura Hablada de La Santa Biblia R-V 2009 SUD: Dia 6: Génesis 20-22


Capítulo 20
Abimelec desea a Sara, quien es protegida por Jehová — Abraham ora por Abimelec, y Jehová bendice a Abimelec y a su casa.

1 De allí partió Abraham a la tierra del sur, y se asentó entre Cades y Shur, y habitó como forastero en Gerar.

2 Y dijo Abraham de Sara, su esposa: Mi hermana es. Y Abimelec, rey de Gerar, envió por Sara y tomó a Sara.

3 Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche y le dijo: He aquí, muerto eres a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido.

4 Mas Abimelec no se había llegado a ella y dijo: Señor, ¿matarás también a la gente justa?

5 ¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto.

6 Y le dijo Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocases.

7 Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido, porque es profeta y orará por ti, y vivirás. Y si tú no la devolvieres, sabe de cierto que morirás, tú y todos los tuyos.

8 Entonces Abimelec se levantó de mañana, y llamó a todos sus siervos y dijo todas estas palabras a oídos de ellos; y temieron los hombres en gran manera.

9 Después llamó Abimelec a Abraham y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿Y en qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan gran pecado? Lo que no debiste hacer has hecho conmigo.

10 Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué has visto para que hicieses esto?

11 Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi esposa.

12 Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y la tomé por esposa.

13 Y aconteció que, cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije a ella: Ésta es la merced que tú me harás, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es.

14 Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y se los dio a Abraham y le devolvió a Sara, su esposa.

15 Y dijo Abimelec: He aquí mi tierra está delante de ti; habita donde bien te parezca.

16 Y a Sara dijo: He aquí, he dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él es para ti como un velo ante los ojos de todos los que están contigo y para con todos; así fue vindicada.

17 Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec, y a su esposa y a sus siervas, y tuvieron hijos.

18 Porque Jehová había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara, esposa de Abraham.

Capítulo 21


Sara da a luz a Isaac — Él es circuncidado — Agar y su hijo son echados de la casa de Abraham — Jehová salva a Agar y a Ismael — Abraham y Abimelec se tratan honorablemente.

1 Y visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado.

2 Y Sara concibió y dio a luz un hijo a Abraham en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho.

3 Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac.

4 Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado.

5 Y era Abraham de cien años cuando le nació su hijo Isaac.

6 Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere se reirá conmigo.

7 Y añadió: ¿Quién le hubiera dicho a Abraham que Sara había de amamantar hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez.

8 Y creció el niño y fue destetado; e hizo Abraham gran banquete el día en que fue destetado Isaac.

9 Y vio Sara que el hijo de Agar, la egipcia, el cual ésta había dado a luz a Abraham, se burlaba.

10 Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con mi hijo Isaac.

11 Este asunto le pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo.

12 Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave el asunto a causa del muchacho ni de tu sierva; en todo lo que te diga Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.

13 Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu simiente.

14 Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua y se lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho y la despidió. Y ella partió y anduvo errante por el desierto de Beerseba.

15 Y cuando faltó el agua del odre, puso al muchacho debajo de un arbusto;

16 y fue y se sentó enfrente, alejándose como a un tiro de arco, porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y se sentó enfrente, y alzó su voz y lloró.

17 Y oyó Dios la voz del muchacho, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.

18 Levántate, alza al muchacho y sostenle de la mano, porque haré de él una gran nación.

19 Entonces le abrió Dios los ojos, y vio un pozo de agua; y fue y llenó el odre de agua y dio de beber al muchacho.

20 Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto y fue tirador de arco.

21 Y habitó en el desierto de Parán, y su madre le tomó esposa de la tierra de Egipto.

22 Y aconteció en aquel mismo tiempo que Abimelec, con Ficol, jefe de su ejército, habló a Abraham, diciendo: Dios está contigo en todo cuanto haces.

23 Ahora, pues, júrame aquí por Dios que no me tratarás falsamente a mí, ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que, conforme a la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo y con la tierra donde has peregrinado.

24 Y respondió Abraham: Yo juraré.

25 Y Abraham se quejó a Abimelec a causa de un pozo de agua que los siervos de Abimelec le habían quitado.

26 Y respondió Abimelec: No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo había oído hasta hoy.

27 Y tomó Abraham ovejas y vacas, y se las dio a Abimelec; e hicieron ambos un pacto.

28 Y Abraham puso aparte siete corderas del rebaño.

29 Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte?

30 Y él respondió: Estas siete corderas tomarás de mi mano para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo.

31 Por esto llamó a aquel lugar Beerseba, porque allí juraron ambos.

32 Así hicieron pacto en Beerseba; y se levantaron Abimelec y Ficol, jefe de su ejército, y volvieron a la tierra de los filisteos.

33 Y plantó Abraham un bosque en Beerseba e invocó allí el nombre de Jehová, el Dios eterno.

34 Y moró Abraham en la tierra de los filisteos muchos días.

Capítulo 22

Se manda a Abraham que sacrifique a su hijo Isaac — Padre e hijo se someten a la voluntad de Dios — La descendencia de Abraham será tan numerosa como las estrellas y como la arena — En su descendencia serán bendecidas todas las naciones — Betuel engendra a Rebeca.

1 Y aconteció después de estas cosas, que Dios puso a prueba a Abraham y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.

2 Y Dios dijo: Toma ahora a tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.

3 Y Abraham se levantó muy de mañana, y ensilló su asno, y tomó consigo a dos criados suyos y a Isaac, su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó y fue al lugar que Dios le había dicho.

4 Al tercer día alzó Abraham sus ojos y vio el lugar de lejos.

5 Entonces dijo Abraham a sus criados: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allá, y adoraremos y volveremos a vosotros.

6 Y tomó Abraham la leña del holocausto y la puso sobre Isaac, su hijo; y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y fueron los dos juntos.

7 Entonces habló Isaac a Abraham, su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, hijo mío. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña, pero, ¿dónde está el cordero para el holocausto?

8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.

9 Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y acomodó la leña, y ató a Isaac, su hijo, y le puso en el altar sobre la leña.

10 Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.

11 Entonces el ángel de Jehová clamó del cielo y dijo: ¡Abraham! ¡Abraham! Y él respondió: Heme aquí.

12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho ni le hagas nada, porque ya sé que temes a Dios, pues no me rehusaste a tu hijo, tu único.

13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí un carnero a sus espaldas trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham, y tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

14 Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar: Jehová proveerá. Por tanto, se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.

15 Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo

16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto y no me has rehusado a tu hijo, tu único,

17 de cierto te bendeciré grandemente y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.

18 En tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste mi voz.

19 Y volvió Abraham a sus criados, y se levantaron y se fueron juntos a Beerseba; y habitó Abraham en Beerseba.

20 Y aconteció después de estas cosas que le fue dada la nueva a Abraham, diciendo: He aquí que también Milca ha dado a luz hijos a Nacor, tu hermano:

21 a Uz, su primogénito, y a Buz, su hermano, y a Kemuel, padre de Aram.

22 Y a Quesed, y a Hazo, y a Pildas, y a Jidlaf y a Betuel.

23 Y Betuel engendró a Rebeca. Éstos son los ocho hijos que Milca dio a luz a Nacor, hermano de Abraham.

24 Y su concubina, que se llamaba Reúma, dio a luz también a Teba, y a Gaham, y a Tahas y a Maaca.


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