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domingo, 25 de marzo de 2012

Lectura con Audio de la Santa Biblia RV 2009 SUD: Día 79: Jueces 14-16


Jueces
..Capítulo 14
Sansón mata un cachorro de león con sus propias manos — Se casa con una mujer filistea, propone un acertijo, su esposa lo engaña y él mata a treinta filisteos.

1Y descendió Sansón a Timnat y vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos.

2Y subió, y lo declaró a su padre y a su madre, diciendo: Yo he visto en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos; y ahora, pues, tomádmela por esposa.

3Y su padre y su madre le dijeron: ¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas tú a tomar esposa de los filisteos incircuncisos? Y Sansón respondió a su padre: Tómala para mí, porque ella ha agradado a mis ojos.

4Mas su padre y su madre no sabían que esto venía de Jehová, porque él buscaba ocasión contra los filisteos, pues en aquel tiempo los filisteos dominaban sobre Israel.

5Y Sansón descendió con su padre y con su madre a Timnat; y cuando llegaron a las viñas de Timnat, he aquí un cachorro de león vino rugiendo hacia él.

6Y el espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien lo despedazó como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en sus manos; y no contó ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.

7Descendió, pues, y habló a la mujer; y ella le agradó a Sansón.

8Y volvió después de algunos días para tomarla, y se apartó para ver el cuerpo muerto del león, y he aquí en el cuerpo del león había un enjambre de abejas y un panal de miel.

9Y lo tomó en sus manos y se fue comiéndolo por el camino; y cuando llegó adonde estaban su padre y su madre, les dio a ellos y comieron, pero no les dijo que había tomado aquella miel del cuerpo del león.

10Descendió, pues, su padre adonde estaba la mujer, y Sansón hizo allí banquete, porque así solían hacer los jóvenes.

11Y aconteció que cuando ellos le vieron, tomaron treinta compañeros para que estuviesen con él.

12Y Sansón les dijo: Yo os propondré ahora un acertijo; y si en verdad me lo declaráis dentro de los siete días del banquete y acertáis, yo os daré treinta prendas de lino y treinta mudas de ropa.

13Y si no me lo podéis declarar, vosotros me daréis las treinta prendas de lino y las treinta mudas de ropa. Y ellos dijeron: Propón tu acertijo, y lo oiremos.

14Y él les dijo:

Del que come salió comida,
y del fuerte salió dulzura.
Y ellos no pudieron declararle el acertijo en tres días.

15Y al séptimo día dijeron a la esposa de Sansón: Induce a tu marido a que nos declare este acertijo, para que no te quememos a ti ni a la casa de tu padre. ¿Acaso nos habéis llamado aquí para despojarnos?

16Y lloró la esposa de Sansón delante de él y le dijo: Sólo me aborreces y no me amas, pues no me declaras el acertijo que propusiste a los hijos de mi pueblo. Y él le respondió: He aquí que ni a mi padre ni a mi madre lo he declarado, y ¿te lo he de declarar a ti?

17Y ella lloró delante de él los siete días que ellos tuvieron banquete, mas al séptimo día él se lo declaró, porque ella le presionaba; y ella se lo declaró a los hijos de su pueblo.

18Y al séptimo día, antes que el sol se pusiese, los de la ciudad le dijeron:

¿Qué cosa es más dulce que la miel?
¿Y qué cosa es más fuerte que el león?
Y él les respondió:
Si no hubieseis arado con mi novilla,
nunca habríais descubierto mi acertijo.

19Y el espíritu de Jehová vino sobre él, y descendió Sansón a Ascalón y mató a treinta hombres de ellos; y tomando sus despojos, dio las mudas de ropa a los que habían explicado el acertijo; y encendido en enojo subió a la casa de su padre.

20Y la esposa de Sansón fue dada a su compañero, el que había sido su amigo.

Jueces
..Capítulo 15

Sansón quema las mieses de los filisteos — Éstos queman a su esposa y a su suegro — Sansón mata a mil filisteos en Lehi con una quijada de asno.

1Y aconteció después de algún tiempo, en los días de la siega del trigo, que Sansón visitó a su esposa con un cabrito y dijo: Me llegaré a mi esposa en la alcoba. Pero el padre de ella no lo dejó entrar.

2Y dijo el padre de ella: Pensé que la aborrecías y la di a tu compañero. Mas su hermana menor, ¿no es más hermosa que ella? Te ruego que la tomes en su lugar.

3Y Sansón les dijo: Yo quedaré sin culpa esta vez respecto de los filisteos, si mal les hago.

4Y fue Sansón y capturó trescientas zorras, y tomó antorchas, y ató las zorras por las colas y puso una antorcha entre cada dos colas.

5Después encendió las antorchas, y soltó las zorras en los sembrados de los filisteos y quemó las gavillas, y la mies por segar, y las viñas y los olivares.

6Y dijeron los filisteos: ¿Quién hizo esto? Y les fue dicho: Sansón, el yerno del timnateo, porque le quitó su esposa y la dio a su compañero. Y vinieron los filisteos y los quemaron con fuego a ella y a su padre.

7Entonces Sansón les dijo: Ya que habéis hecho esto, ciertamente me vengaré de vosotros y después descansaré.

8Y los hirió en la pierna y en el muslo con gran mortandad; y descendió, y habitó en la cueva de la peña de Etam.

9Y los filisteos subieron, y acamparon en Judá y se extendieron por Lehi.

10Y los hombres de Judá les dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y ellos respondieron: Para prender a Sansón hemos subido, a fin de hacerle como él nos ha hecho.

11Y vinieron tres mil hombres de Judá a la cueva de la peña de Etam y dijeron a Sansón: ¿No sabes tú que los filisteos dominan sobre nosotros? ¿Por qué nos has hecho esto? Y él les respondió: Yo les he hecho como ellos me hicieron.

12Ellos entonces le dijeron: Nosotros hemos venido para prenderte y entregarte en manos de los filisteos. Y Sansón les respondió: Juradme que vosotros no me mataréis.

13Y ellos le respondieron, diciendo: No, solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos, mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos cuerdas nuevas y le hicieron subir de la peña.

14Y cuando llegó hasta Lehi, los filisteos le salieron a recibir con gritos; y el espíritu de Jehová cayó sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras cayeron de sus manos.

15Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres.

16Entonces Sansón dijo:

Con la quijada de un asno, un montón, dos montones;
con la quijada de un asno he matado a mil hombres.

17Y sucedió que al acabar de hablar, arrojó de su mano la quijada y llamó a aquel lugar Ramat-lehi.

18Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová y dijo: Tú has dado esta gran liberación por mano de tu siervo, ¿y moriré yo ahora de sed y caeré en manos de los incircuncisos?

19Entonces abrió Dios una cuenca que hay en Lehi, y salió de allí agua, y Sansón bebió, y recobró su espíritu y se reanimó. Por tanto, llamó el nombre de aquel lugar En-hacore, el cual está en Lehi hasta hoy.

20Y él juzgó a Israel en días de los filisteos durante veinte años.

Jueces
..Capítulo 16

Sansón se lleva las puertas de la ciudad de Gaza — Ama a Dalila, quien lo entrega a los filisteos — Destruye un edificio, se mata a sí mismo y al mismo tiempo mata a otras tres mil personas.

1 Y fue Sansón a Gaza, y vio allí a una ramera y se llegó a ella.

2Y fue dicho a los de Gaza: Sansón ha venido acá. Y lo cercaron y le acecharon toda aquella noche a la puerta de la ciudad. Y estuvieron callados toda aquella noche, habiendo dicho: Cuando llegue la luz de la mañana, entonces lo mataremos.

3Mas Sansón durmió hasta la medianoche; y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro, y se fue y las subió a la cumbre del monte que está delante de Hebrón.

4Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.

5Y fueron a ella los príncipes de los filisteos y le dijeron: Engáñale y descubre en qué consiste su gran fuerza, y cómo podríamos vencerlo para que lo atemos y lo atormentemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien piezas de plata.

6Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo se te puede atar para ser atormentado.

7Y le respondió Sansón: Si me atan con siete mimbres verdes que aún no estén secos, entonces me debilitaré y seré como cualquiera de los hombres.

8Y los príncipes de los filisteos le trajeron siete mimbres verdes que aún no se habían secado, y ella le ató con ellos.

9Y había espías en un aposento en casa de ella. Entonces ella le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y él rompió los mimbres como se rompe una cuerda de estopa cuando toca el fuego; y no se supo el secreto de su fuerza.

10Entonces Dalila le dijo a Sansón: He aquí, tú me has engañado y me has dicho mentiras. Declárame, ahora, te ruego, cómo se te puede atar.

11Y él le dijo: Si me atan fuertemente con cuerdas nuevas que nunca se hayan usado, yo me debilitaré y seré como cualquiera de los hombres.

12Y Dalila tomó cuerdas nuevas, y le ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y los espías estaban en el aposento. Mas él las rompió de sus brazos como un hilo.

13Y Dalila le dijo a Sansón: Hasta ahora me engañas y me tratas con mentiras. Declárame, pues, ahora, cómo se te puede atar. Él entonces le dijo: Si tejes siete mechones de mi cabeza con el hilo del telar.

14Y ella los aseguró con la clavija del telar y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Mas despertando él de su sueño, arrancó la clavija del telar junto con el hilo.

15Y ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces y no me has declarado aún en qué consiste tu gran fuerza.

16Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia.

17Le declaró, pues, todo su corazón y le dijo: Nunca a mi cabeza llegó navaja, porque soy nazareo para Dios desde el vientre de mi madre. Si soy rapado, mi fuerza se apartará de mí, y me debilitaré y seré como todos los hombres.

18Y viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los príncipes de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los príncipes de los filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero.

19Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas y llamó a un hombre, quien le rapó los siete mechones de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se había apartado de él.

20Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero no sabía que Jehová ya se había apartado de él.

21Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel.

22Y el cabello de su cabeza comenzó a crecer después que fue rapado.

23Entonces los príncipes de los filisteos se reunieron para ofrecer sacrificio a Dagón, su dios, y para alegrarse; y decían: Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a Sansón, nuestro enemigo.

24Y viéndolo el pueblo, alabaron a su dios, diciendo: Nuestro dios entregó en nuestras manos a nuestro enemigo y al destructor de nuestra tierra, el cual había matado a muchos de entre nosotros.

25Y aconteció que, cuando se alegró el corazón de ellos, dijeron: Llamad a Sansón, para que nos divierta. Y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de juguete delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas.

26Y Sansón dijo al joven que le guiaba de la mano: Acércame y hazme palpar las columnas sobre las que se sustenta la casa, para que me apoye en ellas.

27Y la casa estaba llena de hombres y mujeres, y todos los príncipes de los filisteos estaban allí; y en el piso alto había como tres mil hombres y mujeres que estaban mirando el escarnio de Sansón.

28Entonces clamó Sansón a Jehová y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y dame fuerzas, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos.

29Asió luego Sansón las dos columnas centrales sobre las cuales se sustentaba la casa y se apoyó contra ellas, contra una con la mano derecha y contra la otra con la izquierda;

30y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Y se inclinó con toda su fuerza y cayó la casa sobre los príncipes y sobre toda la gente que estaba en ella. Y fueron muchos más los que mató al morir él que los que había matado durante su vida.

31Y descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y le tomaron, y le llevaron y le sepultaron entre Zora y Estaol, en el sepulcro de su padre Manoa. Y él juzgó a Israel durante veinte años.




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