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domingo, 30 de enero de 2011

Lectura de la Santa Biblia RV 2009 SUD Día 74 Josué 22-24


Josué
..Capítulo 22
Las dos tribus y media son despedidas con una bendición — Éstas edifican un altar de testimonio a orillas del Jordán para mostrar que son el pueblo del Jehová — No es un altar para sacrificios ni para holocaustos.

1Entonces Josué llamó a los rubenitas y a los gaditas, y a la media tribu de Manasés,

2y les dijo: Vosotros habéis guardado todo lo que Moisés, siervo de Jehová, os mandó, y habéis obedecido mi voz en todo lo que os he mandado.

3No habéis abandonado a vuestros hermanos en estos muchos días hasta hoy, sino que os habéis cuidado de guardar los mandamientos de Jehová vuestro Dios.

4Ahora, pues, que Jehová vuestro Dios ha dado reposo a vuestros hermanos, como lo había prometido, volved, y regresad a vuestras tiendas, a la tierra de vuestra posesión que Moisés, siervo de Jehová, os dio al otro lado del Jordán.

5Solamente que con diligencia cuidéis de poner por obra el mandamiento y la ley que Moisés, siervo de Jehová, os mandó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y os aferréis a él, y le sirváis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.

6Y bendiciéndolos Josué, los envió, y se fueron a sus tiendas.

7También a la media tribu de Manasés le había dado Moisés posesión en Basán; mas a la otra media tribu le dio Josué heredad entre sus hermanos de este lado del Jordán, al occidente; y también a éstos envió Josué a sus tiendas, después de haberlos bendecido.

8Y les habló, diciendo: Volved a vuestras tiendas con grandes riquezas, y con muchísimo ganado, con plata, y con oro, y con bronce, y con mucha ropa; compartid con vuestros hermanos el botín de vuestros enemigos.

9Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, se volvieron, y se apartaron de los hijos de Israel, de Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de sus posesiones, de la cual eran poseedores, según la palabra de Jehová por medio de Moisés.

10Y llegando a los límites del Jordán, que está en la tierra de Canaán, los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, edificaron allí un altar junto al Jordán, un altar de gran apariencia.

11Y los hijos de Israel oyeron decir: He aquí, los hijos de Rubén, y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés han edificado un altar delante de la tierra de Canaán, en los límites del Jordán, por el lado de los hijos de Israel.

12Cuando los hijos de Israel lo oyeron, se reunió toda la congregación de los hijos de Israel en Silo, para subir a pelear contra ellos.

13Y enviaron los hijos de Israel a los hijos de Rubén, y a los hijos de Gad, y a la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad, a Finees hijo de Eleazar, el sacerdote,

14y a diez príncipes con él: un príncipe por cada casa paterna de todas las tribus de Israel, cada uno de los cuales era cabeza de familia de su casa paterna entre los millares de Israel.

15Éstos fueron a los hijos de Rubén, y a los hijos de Gad, y a la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad, y les hablaron, diciendo:

16Toda la congregación de Jehová dice así: ¿Qué transgresión es ésta que habéis cometido contra el Dios de Israel, apartándoos hoy de seguir a Jehová, edificándoos un altar para ser hoy rebeldes contra Jehová?

17¿No nos ha sido suficiente la maldad de Peor, de la que no estamos aún limpios hasta este día, por la cual vino la mortandad en la congregación de Jehová?

18Y vosotros os apartáis hoy de seguir a Jehová; y sucederá que vosotros os rebeláis hoy contra Jehová, y mañana se enojará él contra toda la congregación de Israel.

19Que si os parece que la tierra de vuestra posesión es inmunda, pasaos a la tierra de la posesión de Jehová, en la cual está el tabernáculo de Jehová, y tomad posesión entre nosotros; pero no os rebeléis contra Jehová, ni os rebeléis contra nosotros, edificándoos un altar además del altar de Jehová nuestro Dios.

20¿No cometió Acán hijo de Zera transgresión en el anatema, y cayó la ira sobre toda la congregación de Israel? Y aquel hombre no pereció solo en su iniquidad.

21Entonces los hijos de Rubén, y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, respondieron y dijeron a los jefes de los millares de Israel:

22El Dios de los dioses, Jehová, el Dios de los dioses, Jehová, él lo sabe, y que lo sepa Israel: si fue por rebelión o por transgresión contra Jehová, no nos salves hoy.

23Si nos hemos edificado altar para apartarnos de Jehová o para ofrecer holocausto u ofrenda de grano, o para hacer sobre él ofrendas de paz, el mismo Jehová nos lo demande.

24En verdad, lo hicimos por temor de que mañana vuestros hijos digan a nuestros hijos: ¿Qué tenéis que ver vosotros con Jehová el Dios de Israel?

25Jehová ha puesto por límite el Jordán entre nosotros y vosotros, oh hijos de Rubén e hijos de Gad; no tenéis vosotros parte con Jehová. Y así vuestros hijos harían que nuestros hijos dejaran de temer a Jehová.

26Por esto dijimos: Edifiquemos ahora un altar, no para holocausto ni para sacrificio,

27sino para que sea un testimonio entre nosotros y vosotros, y entre los que vendrán después de nosotros, de que podemos hacer el servicio de Jehová delante de él con nuestros holocaustos, con nuestros sacrificios, y con nuestras ofrendas de paz; y no digan mañana vuestros hijos a los nuestros: Vosotros no tenéis parte con Jehová.

28Nosotros, pues, dijimos: Si acontece que en lo futuro nos dicen eso a nosotros o a nuestros descendientes, entonces responderemos: Mirad el símil del altar de Jehová, el cual hicieron nuestros padres, no para holocaustos ni para sacrificios, sino para que fuese testimonio entre nosotros y vosotros.

29Nunca tal acontezca que nos rebelemos contra Jehová, o que nos apartemos hoy de seguir a Jehová, edificando altar para holocaustos, para ofrendas de grano, o para sacrificios, además del altar de Jehová nuestro Dios que está delante de su tabernáculo.

30Y cuando Finees el sacerdote y los príncipes de la congregación, y los jefes de los millares de Israel que con él estaban, oyeron las palabras que hablaron los hijos de Rubén y los hijos de Gad y los hijos de Manasés, quedaron contentos con ello.

31Y dijo Finees, hijo del sacerdote Eleazar, a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad, y a los hijos de Manasés: Hoy hemos entendido que Jehová está entre nosotros, porque no habéis intentado esta traición contra Jehová. Ahora habéis librado a los hijos de Israel de la mano de Jehová.

32Y Finees, hijo del sacerdote Eleazar, y los príncipes, dejaron a los hijos de Rubén, y a los hijos de Gad, y regresaron de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel, a los cuales dieron la respuesta.

33Y el asunto agradó a los hijos de Israel, y bendijeron a Dios los hijos de Israel; y no hablaron más de subir contra ellos en guerra, para destruir la tierra en que habitaban los hijos de Rubén y los hijos de Gad.

34Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad pusieron al altar el nombre de Ed, porque es testimonio entre nosotros de que Jehová es Dios.

Josué
..Capítulo 23

Josué exhorta a Israel a ser valiente, a guardar los mandamientos, a amar a Jehová y a no concertar matrimonios con los cananeos ni a unirse a los que queden de ellos en la tierra — Si los hijos de Israel sirven a otros dioses, serán maldecidos y despojados.

1Y aconteció, pasados muchos días después que Jehová dio reposo a Israel de todos sus enemigos de alrededor, que Josué, siendo viejo, y entrado en años,

2llamó a todo Israel, a sus ancianos, a sus jefes, a sus jueces y a sus oficiales, y les dijo: Yo ya soy viejo y entrado en años.

3Y vosotros habéis visto todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho con todas estas naciones por vuestra causa, porque Jehová vuestro Dios es quien ha peleado por vosotros.

4He aquí os he repartido por sorteo, como heredad para vuestras tribus, estas naciones, tanto las destruidas como las que quedan, desde el Jordán hasta el mar Grande hacia donde el sol se pone.

5Y Jehová vuestro Dios las expulsará de delante de vosotros, y las lanzará de vuestra presencia; y vosotros poseeréis su tierra, como Jehová vuestro Dios os ha dicho.

6Esforzaos, pues, mucho en guardar y en hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, sin apartaros de ello ni a diestra ni a siniestra,

7para que no os mezcléis con estas naciones que han quedado entre vosotros, ni hagáis mención ni juréis por el nombre de sus dioses, ni los sirváis, ni os inclinéis ante ellos.

8Mas a Jehová vuestro Dios os aferraréis, como habéis hecho hasta hoy;

9pues ha expulsado Jehová de delante de vosotros a naciones grandes y fuertes, y hasta hoy nadie os ha podido hacer frente delante de vuestro rostro.

10Un solo varón de vosotros perseguirá a mil, porque Jehová vuestro Dios es quien pelea por vosotros, como él os dijo.

11Por tanto, tened mucho cuidado por vuestras almas, de que améis a Jehová vuestro Dios.

12Porque si os apartáis, y os unís a lo que resta de estas naciones que han quedado entre vosotros, y si concertáis con ellas matrimonios, mezclándoos con ellas, y ellas con vosotros,

13sabed que Jehová vuestro Dios no expulsará más a estas naciones de delante de vosotros, sino que os serán por lazo, y por trampa, y por azote para vuestros costados, y por espinas para vuestros ojos, hasta que perezcáis de sobre esta buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado.

14Y he aquí que yo estoy para entrar hoy por el camino de toda la tierra, y vosotros sabéis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma que no ha fallado ni una palabra de todas las buenas palabras que Jehová vuestro Dios ha dicho acerca de vosotros; todas os han acontecido, no ha fallado de ellas ni una.

15Pero sucederá que así como ha venido sobre vosotros toda palabra buena que Jehová vuestro Dios os ha dicho, así también traerá Jehová sobre vosotros toda palabra mala, hasta destruiros de sobre la buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado.

16Si traspasáis el convenio de Jehová vuestro Dios que él os ha mandado, y vais y honráis a dioses ajenos, y os inclináis ante ellos, entonces el furor de Jehová se encenderá contra vosotros, y pereceréis prontamente de esta buena tierra que él os ha dado.

Josué
..Capítulo 24

Josué relata la forma en que Jehová ha bendecido y dirigido a Israel — Josué y todo el pueblo hacen convenio de escoger a Jehová y servirlo a Él únicamente — Mueren Josué y Eleazar — Los huesos de José, llevados desde Egipto, son enterrados en Siquem.

1 Y reunió Josué a todas las tribus de Israel en Siquem y llamó a los ancianos de Israel, y a sus príncipes, y a sus jueces, y a sus oficiales; y se presentaron delante de Dios.

2Y dijo Josué a todo el pueblo: Así dice Jehová, Dios de Israel: Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río, a saber, Taré, padre de Abraham y de Nacor, y servían a dioses extraños.

3Y yo tomé a vuestro padre Abraham del otro lado del río, y lo traje por toda la tierra de Canaán, y aumenté su descendencia, y le di a Isaac.

4Y a Isaac le di a Jacob y a Esaú. Y a Esaú le di en posesión el monte Seir, en tanto que Jacob y sus hijos descendieron a Egipto.

5Y yo envié a Moisés y a Aarón, y herí a Egipto, conforme a lo que hice en medio de él, y después os saqué.

6Y saqué a vuestros padres de Egipto, y llegaron al mar; y los egipcios persiguieron a vuestros padres hasta el Mar Rojo con carros de guerra y caballería.

7Y cuando ellos clamaron a Jehová, él puso oscuridad entre vosotros y los egipcios, e hizo venir sobre ellos el mar, el cual los cubrió; y vuestros ojos vieron lo que hice en Egipto. Después estuvisteis muchos días en el desierto.

8Y os introduje en la tierra de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán, los cuales pelearon contra vosotros; mas yo los entregué en vuestras manos, y tomasteis posesión de su tierra, y los destruí de delante de vosotros.

9Y se levantó después Balac, hijo de Zipor, rey de los moabitas, y peleó contra Israel; y envió a llamar a Balaam, hijo de Beor, para que os maldijese.

10Mas yo no quise escuchar a Balaam, antes bien él os bendijo repetidamente, y os libré de sus manos.

11Y pasasteis el Jordán, y llegasteis a Jericó; y los moradores de Jericó pelearon contra vosotros: los amorreos, y los ferezeos, y los cananeos, y los heteos, y los gergeseos, y los heveos, y los jebuseos, y yo los entregué en vuestras manos.

12Y envié avispas delante de vosotros, las cuales los expulsaron de delante de vosotros, a saber, a los dos reyes de los amorreos; no fue con tu espada ni con tu arco.

13Y os di la tierra por la cual no trabajasteis, y las ciudades que no edificasteis, en las cuales moráis; y coméis de las viñas y de los olivares que no plantasteis, coméis.

14Ahora pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de en medio de vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto, y servid a Jehová.

15Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

16Entonces el pueblo respondió, y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses,

17porque Jehová nuestro Dios es el que nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre; el que delante de nuestros ojos ha hecho estas grandes señales, y nos ha guardado a lo largo de todo el camino por donde hemos andado, y en todos los pueblos por entre los cuales pasamos.

18Y Jehová expulsó de delante de nosotros a todos los pueblos, y aun al amorreo que habitaba en la tierra; nosotros, pues, también serviremos a Jehová, porque él es nuestro Dios.

19Entonces Josué dijo al pueblo: No podréis servir a Jehová, porque él es Dios santo, y Dios celoso; no perdonará vuestras rebeliones ni vuestros pecados.

20Si dejáis a Jehová y servís a dioses ajenos, él se volverá contra vosotros y os hará mal y os consumirá, después que os ha hecho bien.

21El pueblo entonces dijo a Josué: No, sino que a Jehová serviremos.

22Y Josué respondió al pueblo: Vosotros sois testigos contra vosotros mismos de que habéis elegido a Jehová para servirle. Y ellos respondieron: Testigos somos.

23Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel.

24Y el pueblo respondió a Josué: A Jehová nuestro Dios serviremos, y su voz obedeceremos.

25Entonces Josué hizo convenio con el pueblo aquel mismo día, y les dio estatutos y decretos en Siquem.

26Y escribió Josué estas palabras en el libro de la ley de Dios; y tomando una gran piedra, la colocó allí debajo de una encina que estaba junto al santuario de Jehová.

27Y dijo Josué a todo el pueblo: He aquí esta piedra servirá de testigo contra nosotros, porque ha oído todas las palabras de Jehová que él ha hablado con nosotros; será, pues, testigo contra vosotros, para que no mintáis contra vuestro Dios.

28Y aconteció que envió Josué al pueblo, cada uno a su heredad.

29Y después de estas cosas murió Josué, hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo de ciento diez años.

30Y lo sepultaron en el territorio de su heredad en Timnat-sera, que está en los montes de Efraín, al norte del monte Gaas.

31Y sirvió Israel a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, y que sabían todas las obras que Jehová había hecho por Israel.

32Y enterraron en Siquem los huesos de José que los hijos de Israel habían traído de Egipto, en la parte del campo que Jacob compró de los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien monedas; y vino a ser heredad de los hijos de José.

33También murió Eleazar, hijo de Aarón, y lo enterraron en el collado de Finees, su hijo, que le fue dado en los montes de Efraín

Lectura de la Santa Biblia RV 2009 SUD Día 73 Josué 19-21


Josué
..Capítulo 19
Simeón, Zabulón, Isacar, Aser, Neftalí y Dan reciben sus heredades por sorteo.

1La segunda suerte le tocó a Simeón, a la tribu de los hijos de Simeón, conforme a sus familias; y su heredad estaba en medio de la heredad de los hijos de Judá.

2Y tuvieron en su heredad a Beerseba, y Seba, y Molada,

3y Hazar-sual, y Bala, y Ezem,

4y Eltolad, y Betul, y Horma,

5y Siclag, y Bet-marcabot, y Hazar-susa,

6y Bet-lebaot, y Saruhén; trece ciudades con sus aldeas.

7Aín, Rimón, y Éter, y Asán; cuatro ciudades con sus aldeas;

8y todas las aldeas que estaban alrededor de estas ciudades hasta Baalat-beer, que es Ramat del sur. Ésta es la heredad de la tribu de los hijos de Simeón, según sus familias.

9De la suerte de los hijos de Judá fue sacada la heredad de los hijos de Simeón, por cuanto la parte de los hijos de Judá era excesiva para ellos; así que los hijos de Simeón tuvieron su heredad en medio de la de Judá.

10La tercera suerte les tocó a los hijos de Zabulón, conforme a sus familias; y el territorio de su heredad fue hasta Sarid.

11Y su límite sube hacia el mar a Marala, y llega hasta Dabeset, y de allí llega al arroyo que está delante de Jocneam.

12Y de Sarid dobla hacia el oriente, hacia donde nace el sol hasta el límite de Quislot-tabor, sale a Daberat, y sube a Jafía.

13Y pasa de allí hacia el lado oriental a Gat-hefer y a Ita-cazín, y sale a Rimón rodeando a Nea.

14Y de aquí dobla este límite hacia el norte a Hanatón, viniendo a salir al valle de Jefte-el;

15y abarca Catat, y Naalal, y Simrón, e Idala, y Belén; doce ciudades con sus aldeas.

16Ésta es la heredad de los hijos de Zabulón, conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

17La cuarta suerte le tocó a Isacar, a los hijos de Isacar, conforme a sus familias.

18Y su territorio llega hasta Jezreel, y Quesulot, y Sunem,

19y Hafaraim, y Sihón, y Anaharat,

20y Rabit, y Quisión, y Abez,

21y Remet, y En-ganim, y En-hada y Bet-pases.

22Y llega este límite hasta Tabor, y Sahazima, y Bet-semes, y termina en el Jordán; dieciséis ciudades con sus aldeas.

23Ésta es la heredad de la tribu de los hijos de Isacar, conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

24Y la quinta suerte le tocó a la tribu de los hijos de Aser, conforme a sus familias.

25Y su territorio llega hasta Helcat, y Halí, y Betén, y Acsaf,

26y Alamelec, y Amad, y Miseal; y llega hasta Carmelo al occidente, y a Sihor-libnat.

27Y dobla hacia donde nace el sol a Bet-dagón, y llega a Zabulón, y al valle de Jefte-el al norte, a Bet-emec, y a Neiel, y sale a Cabul a la izquierda;

28y abarca Hebrón, y Rehob, y Hamón, y Caná, hasta la gran Sidón;

29y de allí este límite dobla a Ramá, hacia la ciudad fortificada de Tiro, y dobla hacia Hosa, y sale al mar desde el territorio de Aczib.

30Abarca también Uma, y Afec, y Rehob; veintidós ciudades con sus aldeas.

31Ésta es la heredad de la tribu de los hijos de Aser, conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

32La sexta suerte les tocó a los hijos de Neftalí, a los hijos de Neftalí, conforme a sus familias.

33Y su límite es desde Helef, desde Alón-saananim, y Adami-neceb, y Jabneel, hasta Lacum; y sale al Jordán;

34y dobla de allí este límite hacia el occidente a Aznot-tabor; de allí pasa a Hucoc, y llega hasta Zabulón al sur, y al occidente limita con Aser, y con Judá en el Jordán hacia donde nace el sol.

35Y las ciudades fortificadas son Sidim, Zer, y Hamat, Racat, y Cineret,

36y Adama, y Ramá, y Hazor,

37y Cedes, y Edrei, y En-hazor,

38e Irón, y Migdal-el, Horem, y Bet-anat, y Bet-semes; diecinueve ciudades con sus aldeas.

39Ésta es la heredad de la tribu de los hijos de Neftalí, conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

40La séptima suerte le tocó a la tribu de los hijos de Dan, conforme a sus familias.

41Y el límite de su heredad es Zora, y Estaol, e Ir-semes,

42y Saalabín, y Ajalón, y Jetla,

43y Elón, y Timnat, y Ecrón,

44y Elteque, y Gibetón, y Baalat,

45y Jehúd, y Bene-berac, y Gat-rimón,

46y Mejarcón, y Racón, con el territorio que está delante de Jope.

47Y les faltó territorio a los hijos de Dan; y subieron los hijos de Dan y combatieron contra Lesem, y la tomaron y la hirieron a filo de espada, y tomaron posesión de ella, y habitaron en ella; y a Lesem la llamaron Dan, por el nombre de Dan su padre.

48Ésta es la heredad de la tribu de los hijos de Dan, conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

49Y después que acabaron de repartir la tierra en heredad, demarcando sus límites, dieron los hijos de Israel heredad en medio de ellos a Josué hijo de Nun.

50Según la palabra de Jehová, le dieron la ciudad que él pidió, Timnat-sera, en los montes de Efraín; y él reedificó la ciudad y habitó en ella.

51Éstas son las heredades que el sacerdote Eleazar, y Josué hijo de Nun y los príncipes de las casas paternas de las tribus de los hijos de Israel entregaron, por sorteo, como en Silo, delante de Jehová, a la entrada del tabernáculo de reunión; y así acabaron de repartir la tierra.


..Capítulo 20

Se señalan seis ciudades de refugio para los culpables de homicidio sin intención.

1 Y habló Jehová a Josué, diciendo:

2Habla a los hijos de Israel y diles: Señalaos las ciudades de refugio, de las cuales yo os hablé por medio de Moisés,

3para que huya allí el homicida que mate a alguno sin intención y no a sabiendas, para que os sirvan de refugio del vengador de la sangre.

4Y el que se acoja a alguna de aquellas ciudades se presentará a la puerta de la ciudad, y expondrá su caso a oídos de los ancianos de aquella ciudad; y ellos le recibirán consigo dentro de la ciudad, y le darán lugar para que habite con ellos.

5Y si el vengador de la sangre le sigue, no entregarán en sus manos al homicida, por cuanto hirió a su prójimo sin intención, sin haber tenido enemistad con él.

6Y quedará en aquella ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, y hasta la muerte del que sea sumo sacerdote en aquel tiempo; entonces el homicida volverá y llegará a su ciudad y a su casa, y a la ciudad de donde huyó.

7Entonces señalaron a Cedes en Galilea, en los montes de Neftalí, y a Siquem en los montes de Efraín, y a Quiriat-arba, que es Hebrón, en los montes de Judá.

8Y al otro lado del Jordán, de Jericó al oriente, señalaron a Beser en el desierto, en la llanura de la tribu de Rubén, y a Ramot en Galaad de la tribu de Gad, y a Golán en Basán de la tribu de Manasés.

9Éstas fueron las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel y para el extranjero que morase entre ellos, para que huyese a ellas cualquiera que matase a alguien sin intención, para que no muriese por mano del vengador de la sangre, hasta que compareciese delante de la congregación.

Josué
..Capítulo 21

Los levitas reciben cuarenta y ocho ciudades con sus aldeas — Jehová cumple todas Sus promesas y da reposo a Israel.

1Y los jefes de las casas paternas de los levitas vinieron a Eleazar, el sacerdote, y a Josué hijo de Nun, y a los jefes de las casas paternas de las tribus de los hijos de Israel;

2y les hablaron en Silo en la tierra de Canaán, diciendo: Jehová mandó por medio de Moisés que nos fuesen dadas ciudades para habitar, con sus campos para nuestro ganado.

3Entonces los hijos de Israel dieron de sus heredades a los levitas, conforme a la palabra de Jehová, estas ciudades con sus campos:

4Y les tocó la suerte a las familias de los coatitas; y fueron dadas por sorteo a los hijos de Aarón, el sacerdote, que eran de los levitas, de la tribu de Judá, de la de Simeón y de la de Benjamín, trece ciudades.

5Y a los otros hijos de Coat les dieron por sorteo diez ciudades de las familias de la tribu de Efraín, y de la tribu de Dan, y de la media tribu de Manasés;

6y a los hijos de Gersón, de las familias de la tribu de Isacar, y de la tribu de Aser, y de la tribu de Neftalí, y de la media tribu de Manasés en Basán, les fueron dadas por sorteo trece ciudades.

7A los hijos de Merari según sus familias se les dieron doce ciudades de la tribu de Rubén, y de la tribu de Gad, y de la tribu de Zabulón.

8Y así dieron por sorteo los hijos de Israel a los levitas estas ciudades con sus campos, como Jehová lo había mandado por medio de Moisés.

9Y de la tribu de los hijos de Judá, y de la tribu de los hijos de Simeón dieron estas ciudades que han sido nombradas,

10y fueron para los hijos de Aarón, de la familia de Coat, de los hijos de Leví, porque les tocó la primera suerte.

11Les dieron Quiriat-arba, del padre de Anac, la cual es Hebrón, en los montes de Judá, con sus campos en sus contornos.

12Mas los campos de esta ciudad y sus aldeas se los dieron a Caleb hijo de Jefone, como posesión suya.

13Y a los hijos del sacerdote Aarón les dieron Hebrón con sus campos como ciudad de refugio para los homicidas; y Libna con sus campos,

14y Jatir con sus campos, y Estemoa con sus campos,

15y Helón con sus campos, y Debir con sus campos,

16y Aín con sus campos, y Juta con sus campos, y Bet-semes con sus campos; nueve ciudades de estas dos tribus.

17Y de la tribu de Benjamín, Gabaón con sus campos, Geba con sus campos,

18Anatot con sus campos, y Almón con sus campos; cuatro ciudades.

19Todas las ciudades de los sacerdotes, hijos de Aarón, son trece con sus campos.

20Mas las familias de los hijos de Coat, los levitas que quedaban de los hijos de Coat, recibieron por sorteo ciudades de la tribu de Efraín.

21Y les dieron Siquem como ciudad de refugio para los homicidas, con sus campos, en los montes de Efraín; y Geser con sus campos.

22Y Kibsaim con sus campos, y Bet-horón con sus campos; cuatro ciudades.

23Y de la tribu de Dan, Elteque con sus campos, Gibetón con sus campos,

24Ajalón con sus campos, Gat-rimón con sus campos; cuatro ciudades.

25Y de la media tribu de Manasés, Taanac con sus campos, y Gat-rimón con sus campos; dos ciudades.

26Todas las ciudades para el resto de las familias de los hijos de Coat fueron diez con sus campos.

27A los hijos de Gersón de las familias de los levitas, dieron, de la media tribu de Manasés, Golán en Basán, con sus campos, como ciudad de refugio para los homicidas, y Beestera con sus campos; dos ciudades.

28Y de la tribu de Isacar, Cisón con sus campos, Daberat con sus campos,

29Jarmut con sus campos, y En-ganim con sus campos; cuatro ciudades.

30Y de la tribu de Aser, Miseal con sus campos, Abdón con sus campos,

31Helcat con sus campos, y Rehob con sus campos; cuatro ciudades.

32Y de la tribu de Neftalí, Cedes en Galilea como ciudad de refugio para los homicidas, con sus campos, y Hamot-dor con sus campos, y Cartán con sus campos; tres ciudades.

33Todas las ciudades de los gersonitas según sus familias fueron trece ciudades con sus campos.

34Y a las familias de los hijos de Merari, los levitas que quedaban, se les dio, de la tribu de Zabulón, Jocneam con sus campos, y Carta con sus campos,

35Dimna con sus campos, y Naalal con sus campos; cuatro ciudades.

36Y de la tribu de Rubén, Beser con sus campos, y Jahaza con sus campos,

37Cademot con sus campos, y Mefaat con sus campos; cuatro ciudades.

38Y de la tribu de Gad, Ramot de Galaad como ciudad de refugio para los homicidas, con sus campos, y Mahanaim con sus campos,

39Hesbón con sus campos, y Jazer con sus campos; cuatro ciudades.

40Todas las ciudades de los hijos de Merari según sus familias, que restaban de las familias de los levitas, fueron por sus suertes doce ciudades.

41Y todas las ciudades de los levitas en medio de la posesión de los hijos de Israel, fueron cuarenta y ocho ciudades con sus campos.

42Y estas ciudades estaban apartadas la una de la otra, cada cual con sus campos alrededor de ella; así fue con todas estas ciudades.

43Así dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres; y tomaron posesión de ella y habitaron en ella.

44Y Jehová les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de todos sus enemigos pudo hacerles frente, porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos.

45No faltó ni una palabra de todas las buenas promesas que había hecho Jehová a la casa de Israel; todo se cumplió.

sábado, 15 de enero de 2011

Lectura de la Santa Biblia RV 2009 SUD Día 59 Deuteronomio 14-16


Deuteronomio..Capítulo 14
Los israelitas son hijos de Jehová el Señor — No comerán animales, ni peces ni aves inmundos — Los israelitas diezmarán todo el aumento de su grano anualmente.

1 Hijos sois de Jehová vuestro Dios; no os haréis incisiones ni os raparéis entre los ojos por causa de un muerto;

2porque eres pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo singular de entre todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra.

3Nada abominable comerás.

4Éstos son los animales que podréis comer: el buey, la oveja, y la cabra,

5el ciervo, la gacela, y el corzo, y la cabra montés, y el íbice, y el antílope y el carnero montés.


6Y podréis comer todo animal de pezuña partida, que tiene hendidura entre las dos uñas, y que rumia de entre los animales.

7Pero éstos no comeréis de los que rumian o que tienen pezuña hendida: el camello, y la liebre y el conejo, porque rumian, pero no tienen la pezuña hendida; os serán inmundos;

8ni cerdo, porque tiene la pezuña hendida, mas no rumia; os será inmundo. De la carne de éstos no comeréis ni tocaréis sus cuerpos muertos.

9Esto podréis comer de todo lo que está en el agua: todo lo que tiene aleta y escama comeréis,

10pero todo lo que no tenga aleta ni escama no comeréis; inmundo os será.

11Toda ave limpia podréis comer,

12Y éstas son las que no comeréis: el águila, y el quebrantahuesos, y el azor,

13y el gallinazo, y el halcón y el milano según su especie;

14y todo cuervo según su especie;

15y el avestruz, y la lechuza, y la gaviota y el gavilán según su especie;

16y el búho, y el ibis, y el cisne,

17y el pelícano, y el buitre, y el cuervo marino,

18y la cigüeña y la garza según su especie; y la abubilla y el murciélago.

19Y todo insecto alado os será inmundo; no se comerá.

20Toda ave limpia podréis comer.

21No comeréis ningún animal que hayáis encontrado muerto; al extranjero que está en tus poblaciones lo darás, y él podrá comerlo; o lo podrás vender a un extranjero, porque tú eres pueblo santo a Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

22Indefectiblemente diezmarás todo el producto de la semilla que rinda tu campo cada año.

23Y comerás delante de Jehová tu Dios, en el lugar que él escoja para hacer habitar allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tu ganado y de tu rebaño, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días.

24Y si el camino es tan largo que tú no puedas llevarlo por él, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios haya escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te haya bendecido,

25entonces lo venderás, y atarás el dinero en tu mano e irás al lugar que Jehová tu Dios haya escogido;

26y darás el dinero por todo lo que tu alma apetezca: por vacas, o por ovejas, o por vino, o por sidra o por cualquier cosa que tu alma desee; y comerás allí delante de Jehová tu Dios y te alegrarás, tú y tu familia.

27Y no desampararás al levita que habite en tus poblaciones; porque no tiene parte ni heredad contigo.

28Al cabo de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año y lo guardarás en tus ciudades.

29Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, y el huérfano y la viuda que haya en tus poblaciones, y comerán y serán saciados, para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hagan.

Deuteronomio..Capítulo 15

Cada siete años, todas las deudas serán perdonadas — Se exhorta al pueblo a cuidar de los pobres — Durante el séptimo año, los siervos hebreos serán librados y se les darán presentes — Las primeras crías macho del ganado y de los rebaños son de Jehová.

1Al cabo de cada siete años harás remisión de deudas.
Y esta es la manera de la remisión: todo aquel que haya prestado a su prójimo perdonará a su deudor; no lo demandará más a su prójimo ni a su hermano, porque se ha proclamado la remisión de Jehová.

3Del extranjero demandarás el reintegro; mas lo que tu hermano tenga de ti, lo perdonará tu mano;

4Así no habrá mendigo en medio de ti, porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la poseas,

5si sólo escuchas fielmente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te mando hoy.

6Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; y te enseñorearás de muchas naciones, pero de ti no se enseñorearán.

7Si hay en medio de ti menesteroso de entre alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre,

8sino que abrirás a él tu mano liberalmente y le prestarás lo que le falte, lo que necesite.

9Cuídate de que no haya en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle, porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará como pecado.

10Sin falta le darás, y no será tu corazón mezquino cuando le des, porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos y en todo lo que pongas tu mano.

11Porque no faltarán menesterosos de en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.

12Si se vende a ti tu hermano hebreo o hebrea, te servirá seis años, y al séptimo año le dejarás en libertad.

13Y cuando lo despidas libre de ti, no lo enviarás con las manos vacías.

14Le abastecerás liberalmente de tus ovejas, de tu era y de tu lagar; le darás de aquello con que Jehová te haya bendecido.

15Y te acordarás de que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te rescató; por tanto, yo te mando esto hoy.

16Y sucederá que, si él te dijere: No me iré de ti, porque te ama a ti y a tu casa, porque le va bien contigo,

17entonces tomarás una lesna y horadarás su oreja contra la puerta, y será tu siervo para siempre; así también harás a tu criada.

18No te parezca duro cuando le envíes libre de ti, porque como dos jornaleros te sirvió seis años; y Jehová tu Dios te bendecirá en todo cuanto hagas.

19Consagrarás a Jehová tu Dios todo primer macho que nazca de tus vacas y de tus ovejas; no harás trabajar el primogénito de tus vacas ni trasquilarás el primogénito de tus ovejas.

20Delante de Jehová tu Dios los comerás cada año, tú y tu familia, en el lugar que Jehová escoja.

21Y si hay en el animal algún defecto, si es ciego o cojo, o tiene cualquier defecto grave, no lo sacrificarás a Jehová tu Dios.

22En tus poblaciones lo comerás; el impuro lo mismo que el limpio comerán de él, como si fuese una gacela o un ciervo.

23Sólo que no comas su sangre; sobre la tierra la derramarás como agua.

Deuteronomio..Capítulo 16

Israel guardará la Pascua; también, la Fiesta de los Panes sin Levadura, la Fiesta de las Semanas y la Fiesta de los Tabernáculos — Todos los varones se presentarán delante de Jehová anualmente en estas tres fiestas — Los jueces no harán juicios deshonestos ni tomarán soborno.

1Guardarás el mes de Abib y celebrarás la Pascua a Jehová tu Dios, porque en el mes de Abib te sacó Jehová tu Dios de Egipto, de noche.

2Y sacrificarás la pascua a Jehová tu Dios, de las ovejas y de las vacas, en el lugar que Jehová escoja para hacer habitar allí su nombre.

3No comerás con ella pan con levadura; siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción, porque aprisa saliste de la tierra de Egipto, para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto.

4Y no se dejará ver levadura contigo en todo tu territorio durante siete días; y de la carne que sacrifiques al atardecer del primer día, no quedará nada hasta la mañana siguiente.

5No podrás sacrificar la pascua en ninguna de las ciudades que Jehová tu Dios te da,

6sino en el lugar que Jehová tu Dios escoja para hacer habitar allí su nombre; sacrificarás la pascua al atardecer, a la puesta del sol, a la hora en que saliste de Egipto.

7Y la asarás y la comerás en el lugar que Jehová tu Dios haya escogido, y por la mañana regresarás y volverás a tus tiendas.

8Seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día será asamblea solemne a Jehová tu Dios; no trabajarás en él.

9Siete semanas contarás; desde que comience a meterse la hoz en las mieses comenzarás a contar las siete semanas.

10Y celebrarás la fiesta de las semanas a Jehová tu Dios; de la ofrenda voluntaria de tu mano será lo que des, según la abundancia con la que Jehová tu Dios te haya bendecido.

11Y te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú, y tu hijo, y tu hija, y tu criado, y tu criada, y el levita que esté en tus ciudades, y el extranjero, y el huérfano y la viuda que estén en medio de ti, en el lugar que Jehová tu Dios haya escogido para hacer habitar allí su nombre.

12Y acuérdate de que fuiste esclavo en Egipto; por tanto, guardarás y cumplirás estos estatutos.

13Celebrarás la fiesta de los tabernáculos durante siete días, cuando hayas recogido la cosecha de tu era y de tu lagar.

14Y te alegrarás en tu fiesta solemne, tú, y tu hijo, y tu hija, y tu criado, y tu criada, y el levita, y el extranjero, y el huérfano y la viuda que están en tus poblaciones.

15Siete días celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escoja, porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.

16Tres veces cada año se presentará todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escoja: en la fiesta de los panes sin levadura, y en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías;

17cada uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te haya dado.

18Jueces y oficiales pondrás para ti en todas tus ciudades que Jehová tu Dios te dará en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio.

19No perviertas el derecho; no hagas acepción de personas ni tomes soborno, porque el soborno ciega los ojos de los sabios y pervierte las palabras de los justos.

20La justicia, y sólo la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que Jehová tu Dios te da.

21No plantarás para ti ningún árbol para Asera cerca del altar de Jehová tu Dios, que tú te habrás hecho.

22Ni levantarás para ti estatua, lo cual aborrece Jehová tu Dios.

miércoles, 12 de enero de 2011

Lectura de la Santa Biblia RV 2009 SUD Día 55 Deuteronomio 3-4


Deuteronomio..Capítulo 3
Los hijos de Israel destruyen al pueblo de Basán — Sus tierras, al oriente del Jordán, se dan a Rubén y a Gad — Moisés ve Canaán desde el Pisga, pero se le niega la entrada a ella — Moisés aconseja y fortalece a Josué.

1 Y volvimos y subimos camino de Basán, y nos salió al encuentro Og, rey de Basán, para pelear, él y todo su pueblo, en Edrei.

2Y me dijo Jehová: No tengas temor de él, porque en tus manos lo he entregado a él, y a todo su pueblo y su tierra; y harás con él como hiciste con Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón.

3Y Jehová nuestro Dios entregó también en nuestras manos a Og, rey de Basán, y a todo su pueblo, al cual derrotamos hasta no quedar de él ninguno.

4Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos: sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del reino de Og en Basán.

5Todas éstas eran ciudades fortificadas con muros altos, con puertas y barras, sin contar otras muchas ciudades sin muro.

6Y las destruimos por completo, como hicimos a Sehón, rey de Hesbón, destruyendo completamente en toda ciudad a hombres, a mujeres y a niños.

7Y tomamos para nosotros todo el ganado y los despojos de las ciudades.

8También tomamos en aquel tiempo de manos de los dos reyes amorreos que estaban de este lado del Jordán, la tierra desde el arroyo Arnón hasta el monte Hermón

9(los sidonios llaman a Hermón, Sirión; y los amorreos lo llaman Senir):

10Todas las ciudades de la llanura, y todo Galaad y todo Basán hasta Salca y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán.

11Porque sólo Og, rey de Basán, había quedado del resto de los gigantes que quedaron. He aquí su cama, una cama de hierro, ¿no está en Rabá de los hijos de Amón? La longitud de ella era de nueve codos, y su anchura, de cuatro codos, según el codo de un hombre.

12Y esta tierra que heredamos en aquel tiempo desde Aroer, que está junto al arroyo Arnón, y la mitad de la región montañosa de Galaad con sus ciudades, se la di a los rubenitas y a los gaditas;

13y el resto de Galaad y todo Basán, del reino de Og, se lo di a la media tribu de Manasés: toda la tierra de Argob y todo Basán, que se llamaba la tierra de los gigantes.

14Jair hijo de Manasés tomó toda la tierra de Argob hasta el límite de Gesur y Maaca, y la llamó por su nombre, Basán-havot-jair, hasta hoy.

15Y a Maquir le di Galaad.

16Y a los rubenitas y a los gaditas les di desde Galaad hasta el arroyo Arnón, como límite, el medio del valle, y hasta el arroyo Jaboc, el cual es límite de los hijos de Amón;

17asimismo la llanura, y el Jordán y su frontera, desde el Cineret hasta el mar del llano, el mar Salado, al pie de las laderas del Pisga, al oriente.

18Y os mandé entonces, diciendo: Jehová vuestro Dios os ha dado esta tierra para que la poseáis; pasaréis armados todos los valientes delante de vuestros hermanos, los hijos de Israel.

19Solamente vuestras mujeres, vuestros niños y vuestro ganado (yo sé que tenéis mucho ganado) quedarán en las ciudades que os he dado,

20hasta que Jehová dé reposo a vuestros hermanos, así como a vosotros, y hereden también ellos la tierra que Jehová vuestro Dios les da al otro lado del Jordán. Entonces os volveréis, cada uno, a la heredad que yo os he dado.

21Mandé también a Josué en aquel tiempo, diciendo: Tus ojos vieron todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho a aquellos dos reyes; así hará Jehová a todos los reinos por los cuales pasarás tú.

22No los temáis, porque Jehová vuestro Dios es el que pelea por vosotros.

23Y oré a Jehová en aquel tiempo, diciendo:

24Señor Jehová, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y tu mano poderosa, porque, ¿qué dios hay en el cielo o en la tierra que haga según tus obras y según tu poder?

25Pase yo, te ruego, para que vea aquella tierra buena que está al otro lado del Jordán, aquel buen monte y el Líbano.

26Mas Jehová se había enojado contra mí por causa de vosotros, por lo cual no me oyó; y me dijo Jehová: Basta, no me hables más de este asunto.

27Sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos al occidente, y al norte, y al sur y al oriente, y mira con tus propios ojos, porque no pasarás este Jordán.

28Y manda a Josué, y anímalo y fortalécelo, porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás.

29Y paramos en el valle delante de Bet-peor.




Deuteronomio..Capítulo 4
Moisés exhorta a los hijos de Israel a guardar los mandamientos, a enseñárselos a sus hijos y a ser un ejemplo ante todas las naciones — Se les prohíbe hacer imágenes y adorar otros dioses — Deben testificar que han oído la voz de Dios — Si Israel adora otros dioses, será esparcido entre todas las naciones — Serán recogidos de nuevo en los últimos días cuando busquen a Jehová su Dios — Moisés alaba ante el pueblo la misericordia y la bondad de Dios para con Israel.

1 Ahora, pues, oh Israel, escucha los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis y viváis, y entréis a tomar posesión de la tierra que Jehová, el Dios de vuestros padres, os da.

2No añadiréis a la palabra que yo os mando ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno.

3Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová con motivo de Baal-peor, que a todo hombre que fue en pos de Baal-peor lo destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti.

4Mas vosotros, que permanecisteis fieles a Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy.

5Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual vais a entrar para tomar posesión de ella.

6Guardadlos, pues, y ponedlos por obra, porque esto es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es ésta.

7Porque, ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cerca de sí, como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?

8Y, ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y decretos justos, como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?

9Por tanto, guárdate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las enseñarás a tus hijos y a los hijos de tus hijos.

10El día en que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán para temerme todos los días que vivan sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos.

11Os acercasteis y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, con nube y con densa oscuridad.

12Y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oisteis la voz de sus palabras, pero a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis.

13Y él os anunció su convenio, el cual os mandó poner por obra: los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.

14A mí también me mandó Jehová en aquel tiempo que os enseñara los estatutos y decretos, para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual vais a pasar para poseerla.

15Guardad, pues, mucho vuestras almas, puesto que ninguna figura visteis el día en que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego,

16para que no os corrompáis, haciendo para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de hombre o de mujer,

17figura de algún animal que haya sobre la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire,

18figura de algún animal que se arrastre por la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra.

19No sea que, alzando tus ojos al cielo y viendo el sol, y la luna, y las estrellas y todo el ejército del cielo, te sientas impulsado a adorarlos y a servirlos, cosas que Jehová tu Dios ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.

20Mas a vosotros Jehová os tomó y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como lo sois en este día.

21Y Jehová se enojó contra mí por causa de vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán ni entraría en la buena tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.

22Así que yo voy a morir en esta tierra y no pasaré el Jordán; mas vosotros pasaréis y poseeréis aquella buena tierra.

23Guardaos, no sea que os olvidéis del convenio de Jehová vuestro Dios que él estableció con vosotros, y os hagáis escultura o imagen de cualquier cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido.

24Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso.

25Cuando hayáis engendrado hijos y nietos y hayáis envejecido en la tierra, si os corrompéis, y hacéis escultura o imagen de cualquier cosa, y hacéis lo malo ante los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo,

26yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra que pronto pereceréis totalmente en la tierra hacia la cual vais a pasar el Jordán para poseerla. No estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos.

27Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará Jehová.

28Y serviréis allí a dioses hechos por manos de hombres, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni comen ni huelen.

29Mas si desde allí buscas a Jehová tu Dios, lo hallarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma.

30Cuando estés en angustia y te alcancen todas estas cosas, si en los postreros días te vuelves a Jehová tu Dios y escuchas su voz,

31porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios: No te dejará, ni te destruirá ni se olvidará del convenio que él juró a tus padres.

32Porque pregunta ahora acerca de los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día en que creó Dios al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho algo semejante a esta gran cosa, o se ha oído otra como ella.

33¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, y ha vivido?

34¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros, y con guerra, y con mano poderosa y brazo extendido, y con grandes terrores, según todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos?

35A ti te fue mostrado para que supieses que Jehová es Dios y que no hay otro fuera de él.

36Desde los cielos te hizo oír su voz para disciplinarte; y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego.

37Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos y te sacó delante de sí de Egipto con su gran poder,

38para echar de delante de ti naciones grandes y más fuertes que tú, y para hacerte entrar y darte su tierra por heredad, como sucede hoy.

39Aprende, pues, hoy y considera en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra; no hay otro.

40Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, que yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre.

41Entonces apartó Moisés tres ciudades de este lado del Jordán, hacia el nacimiento del sol,

42para que huyese allí el homicida que matase a su prójimo sin intención, sin haber tenido enemistad con él previamente y, huyendo a una de estas ciudades, salvase su vida.

43Apartó Beser en el desierto, en la tierra de la llanura, para los rubenitas; y Ramot en Galaad, para los gaditas; y Golán en Basán, para los de Manasés.

44Ésta, pues, es la ley que Moisés puso delante de los hijos de Israel.

45Éstos son los testimonios, y los estatutos y los decretos que Moisés habló a los hijos de Israel cuando salieron de Egipto,

46de este lado del Jordán, en el valle delante de Bet-peor, en la tierra de Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón, al que derrotó Moisés con los hijos de Israel cuando salieron de Egipto.

47Y poseyeron la tierra de Sehón y la tierra de Og, rey de Basán, los dos reyes de los amorreos que estaban de este lado del Jordán, al nacimiento del sol,

48desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo Arnón, hasta el monte Sión, que es Hermón,

49y toda la llanura de este lado del Jordán, al oriente, hasta el mar del llano, al pie de las laderas del Pisga.

martes, 11 de enero de 2011

Lectura de la Santa Biblia RV 2009 SUD Día 54 Deuteronomio 1-2


Deuteronomio..Capítulo 1
Moisés empieza a relatar lo sucedido a Israel durante cuarenta años en el desierto — Se manda a los hijos de Israel entrar y poseer Canaán — Se escogen jueces y jefes para ayudar a Moisés — Los espías de Israel dan un informe negativo — Los adultos de Israel perecerán — Los amorreos derrotan a los ejércitos de Israel.

1Éstas son las palabras que habló Moisés a todo Israel a este lado del Jordán, en el desierto, en el llano delante del Mar Rojo, entre Parán, y Tofel, y Labán, y Hazerot y Dizahab.

2Once días de viaje hay desde Horeb, camino del monte Seir, hasta Cades-barnea.

3Y aconteció que a los cuarenta años, en el mes undécimo, el primer día del mes, Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová le había mandado acerca de ellos,

4después que hirió a Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón, y a Og, rey de Basán, que habitaba en Astarot, en Edrei.

5De este lado del Jordán, en la tierra de Moab, resolvió Moisés declarar esta ley, diciendo:

6Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Bastante tiempo habéis estado en este monte.

7Volveos, partid e id al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el llano, en el monte, y en los valles, y al sur y a la costa del mar, a la tierra del cananeo y el Líbano, hasta el gran río, el río Éufrates.

8Mirad, yo he puesto la tierra delante de vosotros; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos.

9Y yo os hablé en ese entonces, diciendo: Yo solo no puedo llevaros.

10Jehová vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí hoy sois vosotros como las estrellas del cielo en multitud.

11¡Jehová, Dios de vuestros padres, os haga mil veces más de lo que sois y os bendiga, como os ha prometido!

12¿Cómo llevaré yo solo vuestros problemas, vuestras cargas y vuestros pleitos?

13Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, hombres sabios, y entendidos y expertos, para que yo los ponga como vuestros jefes.

14Y me respondisteis y dijisteis: Bueno es hacer lo que has dicho.

15Y tomé los principales de vuestras tribus, hombres sabios y expertos, y los puse como jefes sobre vosotros, jefes de millares, y jefes de centenas, y jefes de cincuenta, y jefes de diez y oficiales para vuestras tribus.

16Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd la causa entre vuestros hermanos y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el que es extranjero.

17No hagáis distinción de personas en el juicio; tanto al pequeño como al grande oiréis. No tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la causa que os sea muy difícil, la traeréis a mí, y yo la oiré.

18Os mandé, pues, en aquel tiempo todo lo que habíais de hacer.

19Y cuando partimos de Horeb, anduvimos por todo aquel grande y terrible desierto que habéis visto, por el camino del monte del amorreo, como Jehová nuestro Dios nos lo mandó; y llegamos hasta Cades-barnea.

20Entonces os dije: Habéis llegado al monte del amorreo, el cual Jehová nuestro Dios nos da.

21Mira, Jehová tu Dios ha puesto delante de ti la tierra; sube y poséela, como Jehová, el Dios de tus padres, te ha dicho; no temas ni desmayes.

22Y os acercasteis a mí todos vosotros y dijisteis: Enviemos hombres delante de nosotros, que reconozcan la tierra y nos traigan razón del camino por donde hemos de subir y de las ciudades adonde hemos de llegar.

23Y la propuesta me pareció bien, y tomé doce hombres de entre vosotros, un hombre por cada tribu.

24Y se encaminaron, y subieron al monte, y llegaron hasta el valle de Escol y reconocieron la tierra.

25Y tomaron en sus manos del fruto del país y nos lo trajeron, y nos dieron un informe y dijeron: Es buena la tierra que Jehová nuestro Dios nos da.

26Sin embargo, no quisisteis subir, sino que fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios;

27y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Porque Jehová nos aborrece, nos ha sacado de la tierra de Egipto, para entregarnos en manos del amorreo para destruirnos.

28¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos han hecho desfallecer nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es más grande y más alto que nosotros; las ciudades son grandes y están amuralladas hasta el cielo, y también vimos allí a los hijos de Anac.

29Entonces os dije: No temáis ni tengáis miedo de ellos.

30Jehová vuestro Dios, que va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos;

31y en el desierto has visto que Jehová tu Dios te ha llevado, como lleva el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta que habéis llegado a este lugar.

32Y aun con esto no creísteis a Jehová vuestro Dios,

33el que iba delante de vosotros por el camino para buscaros el lugar donde habíais de acampar, con fuego de noche para mostraros el camino por donde habíais de andar, y con nube de día.

34Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, y se enojó y juró, diciendo:

35No verá hombre alguno de esta mala generación la buena tierra que juré dar a vuestros padres,

36excepto Caleb hijo de Jefone; él la verá, y a él le daré la tierra que pisó, y a sus hijos, porque ha seguido fielmente a Jehová.

37Y también contra mí se airó Jehová por causa de vosotros, diciendo: Tampoco tú entrarás allá.

38Josué hijo de Nun, que está delante de ti, él entrará allá; anímale, porque él hará que Israel la herede.

39Y vuestros pequeños, de los cuales dijisteis que servirían de botín, y vuestros hijos que no saben hoy ni lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá, y a ellos la daré, y ellos la heredarán.

40Pero vosotros volveos y partid al desierto camino del Mar Rojo.

41Entonces respondisteis y me dijisteis: Hemos pecado contra Jehová; nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que Jehová nuestro Dios nos ha mandado. Y cada uno de vosotros se armó con sus armas de guerra y os preparasteis para subir al monte.

42Y Jehová me dijo: Diles: No subáis ni peleéis, pues no estoy entre vosotros, para que no seáis derrotados delante de vuestros enemigos.

43Y os hablé, pero no disteis oídos; antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová, y persistiendo con altivez, subisteis al monte.

44Y el amorreo que habitaba en aquel monte salió a vuestro encuentro, y os persiguieron como hacen las avispas y os derrotaron desde Seir hasta Horma.

45Y volvisteis y llorasteis delante de Jehová, pero Jehová no escuchó vuestra voz ni os prestó oídos.

46Y así estuvisteis en Cades por muchos días, los días que habéis estado allí.




Deuteronomio..Capítulo 2
Los hijos de Israel avanzan hacia su tierra prometida — Pasan en paz por las tierras de Esaú y de Amón, pero destruyen a los amorreos.

1 Y volvimos y partimos al desierto, camino del Mar Rojo, como Jehová me había dicho, y rodeamos el monte Seir durante muchos días.

2Y Jehová me habló, diciendo:

3Bastante habéis rodeado este monte; volveos al norte.

4Y manda al pueblo, diciendo: Al pasar vosotros por el territorio de vuestros hermanos, los hijos de Esaú, que habitan en Seir, ellos tendrán miedo de vosotros; mas vosotros guardaos mucho.

5No contendáis con ellos, porque no os daré de su tierra ni aun la huella de la planta de un pie, porque yo he dado como heredad a Esaú el monte Seir.

6Compraréis de ellos con dinero los alimentos, y comeréis; y también compraréis de ellos el agua, y beberéis;

7pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto. Durante estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado.

8Y pasamos de largo a nuestros hermanos, los hijos de Esaú, que habitaban en Seir, por el camino de la llanura de Elat y de Ezión-geber. Y volvimos y tomamos el camino del desierto de Moab.

9Y Jehová me dijo: No molestes a Moab ni los provoques a la guerra, pues no te daré posesión de su tierra, porque yo he dado Ar como heredad a los hijos de Lot.

10(Los emitas habitaron en ella antes, pueblo grande, y numeroso y alto como los anaceos.

11Ellos también eran considerados gigantes, como los anaceos; y los moabitas los llaman emitas.

12Y en Seir habitaron antes los horeos, a los cuales echaron los hijos de Esaú; y los destruyeron delante de sí y moraron en lugar de ellos, como hizo Israel en la tierra de su posesión que les dio Jehová.)

13Levantaos ahora y pasad el arroyo de Zered. Y pasamos el arroyo de Zered.

14Y los días que anduvimos desde Cades-barnea hasta que pasamos el arroyo de Zered fueron treinta y ocho años, hasta que se acabó toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como Jehová les había jurado.

15Y también la mano de Jehová estuvo contra ellos para destruirlos de en medio del campamento, hasta acabarlos.

16Y aconteció que cuando finalmente murieron todos los hombres de guerra de entre el pueblo,

17Jehová me habló, diciendo:

18Tú pasarás hoy el territorio de Moab, hacia Ar,

19y cuando te acerques a los hijos de Amón, no los molestes ni contiendas con ellos, pues no te daré posesión de la tierra de los hijos de Amón, porque a los hijos de Lot la he dado como heredad.

20(Como la tierra de los gigantes fue también ella conocida; allí habitaron gigantes en otro tiempo, a los cuales los amonitas llamaban zomzomeos.

21Eran un pueblo grande, y numeroso y alto, como los anaceos, a los cuales Jehová destruyó delante de los amonitas, quienes los desalojaron y habitaron en su lugar,

22como hizo con los hijos de Esaú, que habitaban en Seir, delante de los cuales destruyó a los horeos; y ellos los desalojaron y habitaron en su lugar hasta hoy.

23Y a los aveos que habitaban en aldeas hasta Gaza, los caftoreos que salieron de Caftor los destruyeron y habitaron en su lugar.)

24Levantaos, partid y pasad el arroyo Arnón. He aquí, he entregado en tus manos a Sehón, el amorreo, rey de Hesbón, y su tierra; comienza a tomar posesión de ella y entra con él en guerra.

25Hoy comenzaré a infundir miedo y terror de ti entre los pueblos debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y temblarán y se angustiarán delante de ti.

26Y envié mensajeros desde el desierto de Cademot a Sehón, rey de Hesbón, con palabras de paz, diciendo:

27Pasaré por tu tierra por el camino; por el camino iré, sin apartarme ni a la derecha ni a la izquierda.

28La comida me venderás por dinero, y comeré; el agua también me la darás por dinero, y beberé; solamente pasaré a pie,

29como lo hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitaban en Seir y los moabitas que habitaban en Ar, hasta que cruce el Jordán a la tierra que nos da Jehová nuestro Dios.

30Mas Sehón, rey de Hesbón, no quiso que pasáramos por su territorio, porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu y obstinado su corazón para entregarlo en tus manos, como lo vemos hoy.

31Y me dijo Jehová: He aquí yo he comenzado a entregar delante de ti a Sehón y su tierra; comienza a tomar posesión de ella, para que la heredes.

32Y nos salió Sehón al encuentro, él y todo su pueblo, para pelear en Jahaza.

33Mas Jehová nuestro Dios lo entregó delante de nosotros, y lo derrotamos a él, y a sus hijos y a todo su pueblo.

34Y tomamos entonces todas sus ciudades y destruimos por completo todas las ciudades: hombres, y mujeres y niños; no dejamos ninguno.

35Solamente tomamos para nosotros el ganado y los despojos de las ciudades que habíamos tomado.

36Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo Arnón, y la ciudad que está en el valle, hasta Galaad, no hubo ciudad que escapase de nosotros; todas las entregó Jehová nuestro Dios en nuestro poder.

37Solamente no llegaste a la tierra de los hijos de Amón, ni a todo lo que está a la orilla del arroyo Jaboc, ni a las ciudades del monte ni a lugar alguno que Jehová nuestro Dios había prohibido.


lunes, 10 de enero de 2011

Lectura de la Santa Biblia RV 2009 SUD Día 53 Números 33-36


Números..Capítulo 33
Se revisan los viajes de Israel desde Egipto hasta Canaán — Se manda al pueblo echar a los habitantes de esa tierra — Cualquier habitante que quede afligirá a Israel.

1 Éstos son los viajes de los hijos de Israel, que salieron de la tierra de Egipto, por sus ejércitos, bajo la dirección de Moisés y Aarón.

2Y Moisés escribió sus salidas conforme a sus viajes por mandato de Jehová. Éstos, pues, son sus viajes con arreglo a sus partidas.

3De Ramesés partieron en el mes primero, a los quince días del mes primero; el segundo día de la Pascua salieron los hijos de Israel con mano alta, a la vista de todos los egipcios.

4Estaban enterrando los egipcios a los que Jehová había herido de muerte de entre ellos, a todo primogénito, habiendo Jehová hecho también juicios contra sus dioses.

5Partieron, pues, de Ramesés los hijos de Israel y acamparon en Sucot.

6Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, que está al borde del desierto.

7Y partieron de Etam y volvieron a Pi-hahirot, que está delante de Baal-zefón, y acamparon delante de Migdol.

8Y partieron de Pi-hahirot y pasaron por en medio del mar al desierto, y anduvieron camino de tres días por el desierto de Etam y acamparon en Mara.

9Y partieron de Mara y vinieron a Elim, donde había doce fuentes de aguas y setenta palmeras, y acamparon allí.

10Y partieron de Elim y acamparon junto al Mar Rojo.

11Y partieron del Mar Rojo y acamparon en el desierto de Sin.

12Y partieron del desierto de Sin y acamparon en Dofca.

13Y partieron de Dofca y acamparon en Alús.

14Y partieron de Alús y acamparon en Refidim, donde el pueblo no tuvo agua para beber.

15Y partieron de Refidim y acamparon en el desierto de Sinaí.

16Y partieron del desierto de Sinaí y acamparon en Kibrot-hataava.

17Y partieron de Kibrot-hataava y acamparon en Hazerot.

18Y partieron de Hazerot y acamparon en Ritma.

19Y partieron de Ritma y acamparon en Rimón-peres.

20Y partieron de Rimón-peres y acamparon en Libna.

21Y partieron de Libna y acamparon en Rissa.

22Y partieron de Rissa y acamparon en Ceelata.

23Y partieron de Ceelata y acamparon en el monte Sefer.

24Y partieron del monte Sefer y acamparon en Harada.

25Y partieron de Harada y acamparon en Macelot.

26Y partieron de Macelot y acamparon en Tahat.

27Y partieron de Tahat y acamparon en Tara.

28Y partieron de Tara y acamparon en Mitca.

29Y partieron de Mitca y acamparon en Hasmona.

30Y partieron de Hasmona y acamparon en Moserot.

31Y partieron de Moserot y acamparon en Bene-jaacán.

32Y partieron de Bene-jaacán y acamparon en el monte Gidgad.

33Y partieron del monte Gidgad y acamparon en Jotbata.

34Y partieron de Jotbata y acamparon en Abrona.

35Y partieron de Abrona y acamparon en Ezión-geber.

36Y partieron de Ezión-geber y acamparon en el desierto de Zin, que es Cades.

37Y partieron de Cades y acamparon en el monte Hor, en el extremo del país de Edom.

38Y subió el sacerdote Aarón al monte Hor, conforme a la palabra de Jehová, y allí murió a los cuarenta años de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mes quinto, el primero del mes.

39Y era Aarón de edad de ciento veintitrés años cuando murió en el monte Hor.

40Y el cananeo, rey de Arad, que habitaba al sur en la tierra de Canaán, oyó que habían venido los hijos de Israel.

41Y partieron del monte Hor y acamparon en Zalmona.

42Y partieron de Zalmona y acamparon en Punón.

43Y partieron de Punón y acamparon en Obot.

44Y partieron de Obot y acamparon en Ije-abarim, en la frontera de Moab.

45Y partieron de Ije-abarim y acamparon en Dibón-gad.

46Y partieron de Dibón-gad y acamparon en Almón-diblataim.

47Y partieron de Almón-diblataim y acamparon en los montes de Abarim, delante del Nebo.

48Y partieron de los montes de Abarim y acamparon en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.

49Finalmente acamparon junto al Jordán, desde Bet-jesimot hasta Abel-sitim, en los campos de Moab.

50Y habló Jehová a Moisés en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, diciendo:

51Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis pasado el Jordán a la tierra de Canaán,

52echaréis de delante de vosotros a todos los moradores del país, y destruiréis todas sus esculturas y todas sus imágenes de fundición, y destruiréis todos sus lugares altos;

53y echaréis a los moradores de la tierra y habitaréis en ella, porque yo os la he dado para que la poseáis.

54Y heredaréis la tierra por suertes entre vuestras familias. A las más numerosas daréis mucho como su heredad, y a las menos numerosas daréis menos como heredad suya; donde le toque la suerte, allí la tendrá cada uno. Según las tribus de vuestros padres heredaréis.

55Y si no echáis de delante de vosotros a los moradores del país, sucederá que los que de ellos dejéis serán como aguijones en vuestros ojos y como espinas en vuestros costados, y os afligirán en la tierra en que vosotros habitaréis.

56Y acontecerá que os haré a vosotros como yo pensé hacerles a ellos.

Números..Capítulo 34

Moisés especifica los límites de la heredad de Israel en Canaán y nombra a los príncipes de las tribus que repartirán la tierra.

1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

2Manda a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán, ésta será la tierra que os ha de tocar en heredad, la tierra de Canaán según sus límites:

3Tendréis el lado del sur desde el desierto de Zin hasta las fronteras de Edom; y la frontera del sur será el extremo del mar Salado, hacia el oriente.

4Y esta frontera os irá rodeando desde el sur hasta la subida de Acrabim, y pasará hasta Zin; y su límite sur llegará a Cades-barnea; y llegará a Hasar-adar y pasará hasta Asmón;

5y rodeará este límite desde Asmón hasta el torrente de Egipto, y terminará en la costa del mar.

6Y el límite occidental os será el Mar Grande; este límite os será el límite occidental.

7Y el límite del norte será éste: desde el mar Grande trazaréis una línea hasta el monte Hor.

8Del monte Hor trazaréis una línea hasta la entrada de Hamat, y el límite llegará hasta la frontera con Zedad;

9y llegará este límite hasta Zifrón y terminará en Hazar-enán. Éste os será el límite del norte.

10Y por límite al oriente trazaréis una línea desde Hazar-enán hasta Sefam,

11y bajará este límite desde Sefam a Ribla, al oriente de Aín; y descenderá el límite y llegará a la costa del mar de Cineret, al oriente.

12Después descenderá este límite al Jordán, y terminará en el mar Salado. Ésta será vuestra tierra con sus límites alrededor.

13Y mandó Moisés a los hijos de Israel, diciendo: Ésta es la tierra que heredaréis por sorteo, la cual mandó Jehová que diese a las nueve tribus y a la media tribu,

14porque la tribu de los hijos de Rubén, según sus casas paternas, y la tribu de los hijos de Gad, según las casas de sus padres, y la media tribu de Manasés, han tomado su heredad.

15Dos tribus y media tomaron su heredad de este lado del Jordán, de Jericó al oriente, hacia el nacimiento del sol.

16Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

17Éstos son los nombres de los hombres que os repartirán la tierra: El sacerdote Eleazar y Josué hijo de Nun.

18Tomaréis también de cada tribu un príncipe para dar la posesión de la tierra.

19Y éstos son los nombres de los hombres: De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone.

20Y de la tribu de los hijos de Simeón, Semuel hijo de Amiud.

21De la tribu de Benjamín, Elidad hijo de Quislón.

22Y de la tribu de los hijos de Dan, el príncipe Buqui hijo de Jogli.

23De los hijos de José: de la tribu de los hijos de Manasés, el príncipe Haniel hijo de Efod,

24y de la tribu de los hijos de Efraín, el príncipe Kemuel hijo de Siftán.

25Y de la tribu de los hijos de Zabulón, el príncipe Elizafán hijo de Parnac.

26Y de la tribu de los hijos de Isacar, el príncipe Paltiel hijo de Azán.

27Y de la tribu de los hijos de Aser, el príncipe Ahiud hijo de Selomi.

28Y de la tribu de los hijos de Neftalí, el príncipe Pedael hijo de Amiud.

29Éstos son los que mandó Jehová que hiciesen la repartición de las heredades a los hijos de Israel en la tierra de Canaán.

Números..Capítulo 35

Los levitas poseerán sus propias ciudades — Se establecen ciudades de refugio para aquellos que sean culpables de homicidio sin intención — Los asesinos serán ejecutados por el vengador de la sangre.

1 Y habló Jehová a Moisés en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, diciendo:

2Manda a los hijos de Israel que den a los alevitas, de la posesión de su heredad, ciudades en que habiten. También daréis a los levitas bcampos alrededor de esas ciudades.

3Y tendrán ellos las ciudades para habitar, y los campos de ellas serán para sus animales, y para sus ganados y para todas sus bestias.

4Y los campos de las ciudades que daréis a los levitas serán de mil codos alrededor, desde el muro de la ciudad hacia fuera.

5Luego mediréis afuera de la ciudad al lado oriental dos mil codos, y al lado sur dos mil codos, y al lado occidental dos mil codos, y al lado norte dos mil codos, y la ciudad estará en medio; esto tendrán como campos alrededor de las ciudades.

6Y de las ciudades que daréis a los levitas, seis ciudades serán de refugio, las cuales daréis para que el homicida se refugie allá; y además de éstas daréis cuarenta y dos ciudades.

7Todas las ciudades que daréis a los levitas serán cuarenta y ocho ciudades con sus campos.

8Y las ciudades que deis de la heredad de los hijos de Israel, del que tiene mucho tomaréis mucho y del que tiene poco tomaréis poco; cada uno dará de sus ciudades a los levitas según la posesión que heredará.

9Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

10Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis pasado el Jordán a la tierra de Canaán,

11os señalaréis ciudades, ciudades de refugio tendréis, donde huya el homicida que haya matado a alguno sin intención.

12Y os serán aquellas ciudades para refugiarse del vengador, y así no morirá el homicida hasta que comparezca a juicio delante de la congregación.

13De las ciudades, pues, que daréis, tendréis seis ciudades de refugio.

14Tres ciudades daréis de este lado del Jordán y tres ciudades daréis en la tierra de Canaán, las cuales serán ciudades de refugio.

15Estas seis ciudades serán de refugio para los hijos de Israel, y para el peregrino y el que more entre ellos, a fin de que huya allá cualquiera que haya matado a otro sin intención.

16Y si con instrumento de hierro lo hiere, y muere, homicida es; el ahomicida bmorirá.

17Y si lo hiere con una piedra en la mano, y muere, homicida es; el homicida morirá.

18Y si lo hiere con instrumento de palo en la mano, y muere, homicida es; el homicida morirá.

19El vengador de la sangre, él matará al homicida; cuando lo encuentre, él le matará.

20Y si por odio lo aempujó, o lanzó sobre él alguna cosa al acecharlo, y muere,

21o por enemistad lo hirió con su mano, y murió, el heridor morirá; es homicida. El vengador de la sangre matará al homicida cuando lo encuentre.

22Mas si casualmente lo empujó sin enemistad, o lanzó sobre él cualquier instrumento sin acecharlo,

23o bien, sin verlo, hizo caer sobre él alguna piedra que podía matarlo, y muere, y él no era su enemigo, ni procuraba su mal,

24entonces la congregación juzgará entre el heridor y el vengador de la sangre, conforme a estas leyes.

25Y la congregación librará al homicida de manos del vengador de la sangre, y la congregación lo hará volver a su ciudad de refugio en la cual se había refugiado; y morará en ella hasta que muera el sumo sacerdote que fue ungido con el aceite santo.

26Pero si el homicida sale fuera de los límites de su ciudad de refugio, en la cual se refugió,

27y el vengador de la sangre lo halla fuera de los límites de la ciudad de su refugio, y el vengador de la sangre mata aal homicida, no se le culpará por ello,

28pues en su ciudad de refugio debió aquél habitar hasta que muriese el sumo sacerdote; pero después de la muerte del sumo sacerdote, el homicida volverá a la tierra de su posesión.

29Y estas cosas os serán por estatuto de derecho por vuestras generaciones, en todas vuestras moradas.

30Cualquiera que mate a alguien, por la declaración de atestigos bmorirá el homicida; pero un solo testigo no dará fe contra alguna persona para que muera.

31Y no tomaréis precio por la vida del homicida, porque está condenado a muerte, pues indefectiblemente morirá.

32Ni tampoco tomaréis precio del que huyó a su ciudad de refugio, para que vuelva a vivir en su tierra, hasta que muera el sumo sacerdote.

33Y no contaminaréis la tierra donde habitéis, porque la sangre derramada contaminará la tierra; ay la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó.

34No acontaminéis, pues, la tierra donde habitáis, en medio de la cual yo habito, porque yo, Jehová, habito en medio de los hijos de Israel.

Números..Capítulo 36

Se manda a ciertas hijas en Israel casarse dentro de su propia tribu — Las heredades no pasarán de una tribu a otra.

1 Y llegaron los jefes de las casas paternas de la familia de Galaad hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de los hijos de José; y hablaron delante de Moisés y de los jefes, cabezas de las casas paternas de los hijos de Israel

2y dijeron: Jehová mandó a mi señor que por sorteo diese la tierra a los hijos de Israel en posesión; también ha mandado Jehová a mi señor que dé la aposesión de Zelofehad, nuestro hermano, a sus hijas.

3Pero si ellas se casan con algunos de los hijos de las otras tribus de los hijos de Israel, la heredad de ellas será así quitada de la heredad de nuestros padres y será añadida a la heredad de la tribu a la que se unan; y así será quitada de la porción de nuestra heredad.

4Y cuando venga el ajubileo de los hijos de Israel, la heredad de ellas será añadida a la heredad de la tribu de sus maridos; y así la heredad de ellas será quitada de la heredad de la tribu de nuestros padres.

5Entonces Moisés mandó a los hijos de Israel por mandato de Jehová, diciendo: La tribu de los hijos de José habla rectamente.

6Esto es lo que ha mandado Jehová acerca de las hijas de Zelofehad, diciendo: Cásense ellas con quien les plazca, pero en la familia de la tribu de su padre se casarán,

7para que la heredad de los hijos de Israel no sea traspasada de tribu en tribu, porque cada uno de los hijos de Israel se vinculará a la heredad de la tribu de sus padres.

8Y cualquier hija que posea heredad en alguna de las tribus de los hijos de Israel, con alguien de la familia de la tribu de su padre se casará, para que los hijos de Israel posean cada uno la heredad de sus padres.

9Y no ande la heredad rodando de una tribu a otra, sino que cada una de las tribus de los hijos de Israel conservará su propia heredad.

10Como Jehová mandó a Moisés, así hicieron las hijas de Zelofehad.

11Y así Maala, y Tirsa, y Hogla, y Milca y Noa, hijas de Zelofehad, se casaron con hijos de sus tíos paternos.

12Se casaron en la familia de los hijos de Manasés hijo de José, y así la heredad de ellas quedó en la tribu de la familia de su padre.

13Éstos son los mandamientos y los decretos que mandó Jehová por medio de Moisés a los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.

domingo, 9 de enero de 2011

Lectura de la Santa Biblia RV 2009 SUD Día 52 Números 31-32


Números..Capítulo 31
Moisés envía doce mil guerreros y éstos destruyen a los madianitas — Se reparte el botín en Israel — No hay pérdidas en los ejércitos de Israel.

1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

2Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas; después serás recogido con tu pueblo.

3Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armad a algunos de vosotros para la guerra, y vayan contra Madián y hagan la venganza de Jehová en Madián.

4Enviaréis a la guerra a mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de Israel.

5Así fueron dados, de los millares de Israel, mil por cada tribu, doce mil en pie de guerra.

6Y Moisés los envió a la guerra; mil de cada tribu envió. Y Finees, hijo de Eleazar, el sacerdote, fue a la guerra con los utensilios sagrados y con las trompetas en sus manos para tocar.

7Y pelearon contra Madián, como Jehová lo había mandado a Moisés, y mataron a todo varón.

8Además de esas víctimas, mataron también a los reyes de Madián: Evi, y Requem, y Zur, y Hur y Reba, cinco reyes de Madián; también a Balaam hijo de Beor mataron a espada.

9Y los hijos de Israel llevaron cautivas a las mujeres de Madián y a sus pequeños, y arrebataron todas sus bestias, y todos sus ganados y todos sus bienes.

10Y prendieron fuego a todas sus ciudades, aldeas y fortificaciones.

11Y tomaron todo el despojo y todo el botín, tanto de hombres como de bestias.

12Y a Moisés, y al sacerdote Eleazar y a la congregación de los hijos de Israel trajeron los cautivos y el botín y los despojos, al campamento de los llanos de Moab, que están junto al Jordán, frente a Jericó.

13Y salieron Moisés, y el sacerdote Eleazar y todos los príncipes de la congregación a recibirlos fuera del campamento.

14Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra,

15y les dijo Moisés: ¿Habéis dejado con vida a todas las mujeres?

16He aquí, ellas fueron la causa de que los hijos de Israel, por consejo de Balaam, fuesen infieles a Jehová en el asunto de Peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová.

17Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente.

18Pero a todas las niñas entre las mujeres que no hayan conocido varón, las dejaréis con vida para vosotros.

19Y quedaos vosotros fuera del campamento siete días; y todo el que haya matado a una persona y todo el que haya tocado muerto, os purificaréis al tercer día y al séptimo día, vosotros y vuestros cautivos.

20Asimismo purificaréis todo vestido, y todo artículo de pieles, y toda obra de pelo de cabra y todo objeto de madera.

21Y el sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que venían de la guerra: Éste es el estatuto de la ley que Jehová ha mandado a Moisés:

22Ciertamente el oro y la plata, el bronce, el hierro, el estaño y el plomo,

23todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio; bien que en las aguas de purificación habrá de purificarse; pero haréis pasar por agua todo lo que no resiste el fuego.

24Además, lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así seréis limpios; y después entraréis en el campamento.

25Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

26Saca la cuenta del botín que se ha hecho, tanto de las personas como de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar y los jefes de las casas paternas de la congregación.

27Y partirás por mitades el botín entre los que pelearon, los que salieron a la guerra y toda la congregación.

28Y apartarás para Jehová el tributo de los hombres de guerra que salieron a la guerra, uno por cada quinientos, tanto de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas.

29De la mitad de ellos lo tomarás, y se lo darás a Eleazar, el sacerdote, como ofrenda elevada a Jehová.

30Y de la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás uno por cada cincuenta, de las personas, de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas y de todo animal; y se los darás a los levitas que tienen la guarda del tabernáculo de Jehová.

31E hicieron Moisés y el sacerdote Eleazar como Jehová mandó a Moisés.

32Y fue el botín, el resto del botín que tomaron los hombres de guerra, seiscientas setenta y cinco mil ovejas,

33y setenta y dos mil cabezas de ganado,

34y setenta y un mil asnos.

35Y en cuanto a las personas, las mujeres que no habían conocido varón eran por todas treinta y dos mil.

36Y la mitad, la parte de los que habían salido a la guerra, fue el número de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas.

37Y el tributo de las ovejas para Jehová fue de seiscientas setenta y cinco.

38Y de las cabezas de ganado, treinta y seis mil; y de ellas el tributo para Jehová, setenta y dos.

39Y de los asnos, treinta mil quinientos; y de ellos el tributo para Jehová, setenta y uno.

40Y de las personas, dieciséis mil; y de ellas el tributo para Jehová, treinta y dos personas.

41Y dio Moisés el tributo, para ofrenda elevada a Jehová, al sacerdote Eleazar, como Jehová lo mandó a Moisés.

42Y de la mitad para los hijos de Israel, que apartó Moisés de los hombres que habían ido a la guerra

43(la mitad para la congregación fue de las ovejas, trescientas treinta y siete mil quinientas,

44y de los bueyes, treinta y seis mil,

45y de los asnos, treinta mil quinientos,

46y de las personas, dieciséis mil),

47y de esta mitad para los hijos de Israel, tomó Moisés uno de cada cincuenta, tanto de las personas como de los animales, y se los dio a los levitas que tenían la custodia del tabernáculo de Jehová, como Jehová lo había mandado a Moisés.

48Y llegaron a Moisés los jefes de los millares de aquel ejército, los jefes de millares y de centenas,

49y dijeron a Moisés: Tus siervos han contado los hombres de guerra que están en nuestro poder, y ninguno ha faltado de nosotros.

50Por lo cual hemos traído a Jehová ofrenda, cada uno de lo que ha hallado: objetos de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y cadenas, para hacer expiación por nuestras almas delante de Jehová.

51Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron de ellos el oro y las alhajas, todas elaboradas.

52Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron a Jehová los jefes de millares y de centenas fue de dieciséis mil setecientos cincuenta siclos.

53Los hombres del ejército habían tomado botín cada uno para sí.

54Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar el oro de los jefes de millares y de centenas, y lo llevaron al tabernáculo de reunión como recordatorio para los hijos de Israel delante de Jehová.

Números..Capítulo 32

Rubén, Gad y la mitad de la tribu de Manasés reciben sus heredades al oriente del Jordán — Hacen pacto de unirse a las otras tribus para conquistar Canaán.

1 Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una cantidad muy grande de ganado; y ellos, al ver la tierra de Jazer y de Galaad, y he aquí que les pareció la región lugar para ganado.

2Y fueron los hijos de Gad y los hijos de Rubén y hablaron a Moisés, y al sacerdote Eleazar y a los príncipes de la congregación, diciendo:

3Atarot, y Dibón, y Jazer, y Nimra, y Hesbón, y Eleale, y Sebam, y Nebo y Beón,

4la tierra que Jehová hirió delante de la congregación de Israel es tierra para ganado, y tus siervos tienen ganado.

5Por tanto, dijeron, si hallamos gracia ante tus ojos, dése esta tierra a tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán.

6Y respondió Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: ¿Irán vuestros hermanos a la guerra, y vosotros os quedaréis aquí?

7¿Y por qué desalentáis a los hijos de Israel para que no pasen a la tierra que les ha dado Jehová?

8Así hicieron vuestros padres cuando los envié desde Cades-barnea para que viesen la tierra.

9Pues subieron hasta el valle de Escol, y después que vieron la tierra, desalentaron a los hijos de Israel para que no fuesen a la tierra que Jehová les había dado.

10Y el furor de Jehová se encendió entonces y juró, diciendo:

11Los hombres que subieron de Egipto de veinte años arriba no verán la tierra que juré dar a Abraham, a Isaac y a Jacob, por cuanto no me siguieron fielmente,

12excepto Caleb hijo de Jefone, el cenezeo, y Josué hijo de Nun, que siguieron fielmente a Jehová.

13Y el furor de Jehová se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación que había hecho mal delante de Jehová.

14Y he aquí, vosotros habéis sucedido a vuestros padres, prole de hombres pecadores, para añadir aún más a la ira de Jehová contra Israel.

15Si dejáis de ir en pos de él, él volverá otra vez a dejaros en el desierto, y destruiréis a todo este pueblo.

16Entonces ellos se acercaron a él y le dijeron: Edificaremos aquí corrales para nuestro ganado y ciudades para nuestros niños;

17y nosotros nos armaremos e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los llevemos a su lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fortificadas a causa de los moradores del país.

18No volveremos a nuestras casas hasta que cada uno de los hijos de Israel posea su heredad.

19Porque no tomaremos heredad con ellos al otro lado del Jordán ni más allá, por cuanto tendremos ya nuestra heredad en este lado del Jordán, al oriente.

20Entonces les respondió Moisés: Si lo hacéis así, si os preparáis para ir delante de Jehová a la guerra,

21y todos vosotros pasáis armados el Jordán delante de Jehová, hasta que haya echado a sus enemigos de delante de sí,

22y sea la tierra sojuzgada delante de Jehová, luego volveréis y seréis libres de culpa para con Jehová y para con Israel; y esta tierra será vuestra en heredad delante de Jehová.

23Pero si así no lo hacéis, he aquí, habréis pecado ante Jehová; y sabed que vuestro pecado os alcanzará.

24Edificaos ciudades para vuestros niños y corrales para vuestras ovejas, y haced lo que ha salido de vuestra boca.

25Y hablaron los hijos de Gad y los hijos de Rubén a Moisés, diciendo: Tus siervos harán como mi señor ha mandado.

26Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros ganados y todas nuestras bestias estarán allí en las ciudades de Galaad;

27y tus siervos, armados todos para la guerra, pasarán delante de Jehová a la guerra, de la manera que mi señor dice.

28Entonces Moisés los encomendó al sacerdote Eleazar, y a Josué hijo de Nun y a los príncipes de las casas paternas de los padres de las tribus de los hijos de Israel.

29Y les dijo Moisés: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén pasan con vosotros el Jordán, armados todos para la guerra delante de Jehová, luego que la tierra sea sojuzgada delante de vosotros, les daréis la tierra de Galaad en posesión;

30mas si no pasan armados con vosotros, entonces tendrán posesión entre vosotros en la tierra de Canaán.

31Y los hijos de Gad y los hijos de Rubén respondieron, diciendo: Haremos lo que Jehová ha dicho a tus siervos.

32Nosotros pasaremos armados delante de Jehová a la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad estará en este lado del Jordán.

33Así les dio Moisés a los hijos de Gad, y a los hijos de Rubén y a la media tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sehón, rey amorreo, y el reino de Og, rey de Basán: la tierra con sus ciudades, y con sus territorios y con las ciudades alrededor.

34Y los hijos de Gad edificaron Dibón, y Atarot, y Aroer,

35y Atarot-sofán, y Jazer, y Jogbeha,

36y Bet-nimra y Bet-arán, ciudades fortificadas, y también hicieron corrales para ovejas.

37Y los hijos de Rubén edificaron Hesbón, y Eleale, y Quiriataim,

38y Nebo, y Baal-meón (con los nombres cambiados) y Sibma; y pusieron otros nombres a las ciudades que edificaron.

39Y los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron a Galaad y la tomaron, y echaron al amorreo que estaba en ella.

40Y Moisés dio Galaad a Maquir hijo de Manasés, el cual habitó en ella.

41También Jair hijo de Manasés fue y tomó sus aldeas, y les puso por nombre Havot-jair.

42Asimismo Noba fue y tomó Kenat y sus aldeas, y la llamó Noba, conforme a su nombre.