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jueves, 12 de abril de 2012

Lectura con Audio de la Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 94: 2 Samuel 1-2


Segundo libro de
Samuel..Capítulo 1
David se entera de la muerte de Saúl y de Jonatán — Mata al amalecita que afirma haber matado a Saúl — David lamenta la muerte de Saúl y de Jonatán con un cántico.

1 Y aconteció después de la muerte de Saúl que David volvió de la derrota de los amalecitas y estuvo dos días en Siclag.

2Y al tercer día, acaeció que vino uno del campamento de Saúl, rotos sus vestidos y tierra sobre su cabeza; y acercándose a David, se postró en tierra e hizo reverencia.

3Y le preguntó David: ¿De dónde vienes? Y él respondió: Me he escapado del campamento de Israel.

4Y David le dijo: ¿Qué ha acontecido? Te ruego que me lo digas. Y él respondió: El pueblo huyó de la batalla, y también muchos del pueblo cayeron y murieron; y Saúl y su hijo Jonatán también murieron.

5Y dijo David a aquel joven que le daba las nuevas: ¿Cómo sabes que Saúl y su hijo Jonatán han muerto?

6Y el joven que le daba las nuevas respondió: Casualmente fui al monte Gilboa, y hallé a Saúl que estaba apoyado sobre su lanza, y venían tras él carros y gente de a caballo.

7Y cuando él miró atrás, me vio y me llamó; y yo dije: Heme aquí.

8Y él me dijo: ¿Quién eres tú? Y yo le respondí: Soy amalecita.

9Y él me volvió a decir: Yo te ruego que te pongas junto a mí y me mates, porque la angustia se ha apoderado de mí, y toda mi vida está aún en mí.

10Yo entonces me puse junto a él y lo maté, porque sabía que no podía vivir después de su caída; y tomé la corona que tenía en su cabeza y el brazalete que tenía en su brazo, y se los he traído aquí a mi señor.

11Entonces David, tirando de sus vestidos, los rasgó; y lo mismo hicieron los hombres que estaban con él.

12Y lloraron, y lamentaron y ayunaron hasta el atardecer, por Saúl y por su hijo Jonatán, y por el pueblo de Jehová y por la casa de Israel, porque habían caído a espada.

13Y David dijo a aquel joven que le había traído las nuevas: ¿De dónde eres tú? Y él respondió: Yo soy hijo de un extranjero, amalecita.

14Y le dijo David: ¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para matar al ungido de Jehová?

15Entonces llamó David a uno de los jóvenes y le dijo: Ve y mátalo. Y él lo hirió, y murió.

16Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues tu propia boca ha atestiguado contra ti, diciendo: Yo maté al ungido de Jehová.

17Y endechó David a Saúl y a su hijo Jonatán con esta endecha,

18y dijo también que enseñasen a los hijos de Judá a usar el arco. He aquí que está escrito en el libro de Jaser:

19

¡Ha perecido la gloria de Israel sobre tus alturas!
¡Cómo han caído los valientes!

20

No lo anunciéis en Gat
ni deis las nuevas en las plazas de Ascalón,
para que no se alegren las hijas de los filisteos,
para que no se regocijen las hijas de los incircuncisos.

21

Oh montes de Gilboa,
ni rocío ni lluvia caiga sobre vosotros, ni seáis tierras de ofrendas;
porque allí fue desechado el escudo de los valientes,
el escudo de Saúl, como si no hubiera sido ungido con aceite.

22

Sin sangre de los muertos, sin grosura de los valientes,
el arco de Jonatán nunca volvía atrás,
ni la espada de Saúl volvió vacía.

23

Saúl y Jonatán, amados y queridos en su vida,
en su muerte no fueron separados.
Más ligeros que águilas,
más fuertes que leones.

24

Hijas de Israel, llorad por Saúl,
que os vestía de escarlata con deleites,
que adornaba vuestras ropas con ornamentos de oro.

25

¡Cómo han caído los valientes en medio de la batalla!
¡Jonatán, muerto en tus alturas!

26

Angustia tengo por ti, hermano mío, Jonatán,
que me fuiste muy grato.
Más admirable me fue tu afecto
que el amor de las mujeres.

27

¡Cómo han caído los valientes,
y han perecido las armas de guerra!

Segundo libro de
Samuel..Capítulo 2


David es ungido rey sobre la casa de Judá — Is-boset se convierte en rey de Israel — Los seguidores de David derrotan a Abner y a los hombres de Israel.

1 Después de esto aconteció que David consultó a Jehová, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y Jehová le respondió: Sube. Y David volvió a decir: ¿A dónde subiré? Y él le dijo: A Hebrón.

2Y David subió allá, y con él sus dos esposas: Ahinoam, la jezreelita, y Abigail, la que fue esposa de Nabal, el de Carmel.

3Y llevó también David consigo a los hombres que habían estado con él, cada uno con su familia, los cuales moraron en las ciudades de Hebrón.

4Y vinieron los hombres de Judá y ungieron allí a David como rey sobre la casa de Judá. Y dieron aviso a David, diciendo: Los de Jabes de Galaad fueron los que sepultaron a Saúl.

5Y envió David mensajeros a los de Jabes de Galaad, diciéndoles: Benditos seáis vosotros de Jehová, que habéis hecho esta misericordia con vuestro señor, con Saúl, al haberle dado sepultura.

6Ahora, pues, Jehová haga con vosotros misericordia y verdad; y yo también os haré bien por esto que habéis hecho.

7Fortalézcanse, pues, ahora vuestras manos y sed valientes; pues muerto Saúl, vuestro señor, los de la casa de Judá me han ungido rey sobre ellos.

8Pero Abner hijo de Ner, general del ejército de Saúl, tomó a Is-boset hijo de Saúl y lo llevó a Mahanaim,

9y lo hizo rey sobre Galaad, y sobre Gesuri, y sobre Jezreel, y sobre Efraín, y sobre Benjamín y sobre todo Israel.

10Is-boset hijo de Saúl tenía cuarenta años cuando comenzó a reinar sobre Israel y reinó dos años. Sin embargo, la casa de Judá seguía a David.

11Y el número de los días que David reinó en Hebrón sobre la casa de Judá fue siete años y seis meses.

12Y Abner hijo de Ner salió de Mahanaim a Gabaón con los siervos de Is-boset hijo de Saúl.

13Y Joab hijo de Sarvia y los siervos de David salieron y los encontraron junto al estanque de Gabaón; y se juntaron y se sentaron, los unos a un lado del estanque y los otros al otro lado.

14Y dijo Abner a Joab: Levántense ahora los jóvenes y compitan delante de nosotros. Y Joab respondió: Levántense.

15Entonces se levantaron y avanzaron en número igual: doce de Benjamín por parte de Is-boset hijo de Saúl, y doce por parte de los siervos de David.

16Y cada uno asió a su adversario por la cabeza y le metió la espada en el costado, y juntos cayeron. Y por eso fue llamado aquel lugar Helcat-hazurim, el cual está en Gabaón.

17Y hubo aquel día una batalla muy reñida, y Abner y los hombres de Israel fueron vencidos por los siervos de David.

18Y estaban allí los tres hijos de Sarvia: Joab, y Abisai y Asael. Este Asael era ligero de pies como una gacela del campo.

19Y Asael persiguió a Abner, yendo tras él sin apartarse ni a la derecha ni a la izquierda.

20Y Abner miró atrás y dijo: ¿No eres tú Asael? Y él respondió: Sí, yo soy.

21Entonces Abner le dijo: Apártate a la derecha o a la izquierda, y echa mano de alguno de los jóvenes y toma para ti sus despojos. Pero Asael no quiso dejar de perseguirlo.

22Y Abner volvió a decir a Asael: Apártate de en pos de mí; ¿por qué he de herirte hasta derribarte en tierra? ¿Y cómo levantaría después mi rostro delante de tu hermano Joab?

23Y él rehusó irse, y lo hirió Abner con la empuñadura de la lanza por la quinta costilla, y le salió la lanza por la espalda, y cayó allí y murió en aquel mismo sitio. Y todos los que venían al lugar donde Asael había caído y había muerto se detenían.

24Pero Joab y Abisai persiguieron a Abner; y se puso el sol cuando llegaron al collado de Amma, que está delante de Gía, junto al camino del desierto de Gabaón.

25Y se juntaron los hijos de Benjamín detrás de Abner, y formaron una sola tropa y se detuvieron en la cumbre del collado.

26Y Abner dio voces a Joab, diciendo: ¿Devorará la espada perpetuamente? ¿No sabes tú que al cabo habrá amargura? ¿Hasta cuándo esperarás para decir al pueblo que deje de perseguir a sus hermanos?

27Y Joab respondió: Vive Dios que si no hubieras hablado, el pueblo habría perseguido a sus hermanos hasta la mañana.

28Entonces Joab tocó el cuerno, y todo el pueblo se detuvo y no persiguió más a los de Israel, ni peleó más.

29Y Abner y sus hombres caminaron por la llanura toda aquella noche, y pasaron el Jordán, y cruzaron por todo Bitrón y llegaron a Mahanaim.

30Joab también volvió de haber perseguido a Abner y reunió a todo el pueblo; y faltaron de los siervos de David diecinueve hombres y Asael.

31Pero los siervos de David habían herido de los de Benjamín y de los de Abner a trescientos sesenta hombres, los cuales murieron.

32Tomaron luego a Asael y lo sepultaron en el sepulcro de su padre en Belén. Y caminaron toda aquella noche Joab y sus hombres, y les amaneció en Hebrón.





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