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jueves, 28 de junio de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día: 154: Ester 1-4


Ester
..Capítulo 1
Asuero de Persia y de Media hace fiestas reales — La reina Vasti desobedece al rey y es destituida.

1Y aconteció en los días de Asuero (el Asuero que reinó desde la India hasta Etiopía sobre ciento veintisiete provincias)

2que en aquellos días, cuando el rey Asuero se sentaba en el trono de su reino, el cual estaba en la ciudadela de Susa,

3en el tercer año de su reinado, hizo un banquete para todos sus príncipes y servidores, teniendo delante de él a los poderosos de Persia y de Media, los nobles y los príncipes de las provincias,

4mientras les mostraba las riquezas de la gloria de su reino y el esplendor de la magnificencia de su majestad durante muchos días, ciento ochenta días.

5Y cuando se cumplieron estos días, hizo el rey un banquete durante siete días en el patio del huerto del palacio real para todo el pueblo que se hallaba en la ciudadela de Susa, desde el mayor hasta el menor.

6El cortinaje era de lino blanco y material azul, sujeto por cuerdas de lino fino y material púrpura en aros de plata y columnas de mármol; los reclinatorios eran de oro y de plata sobre un suelo de pórfido y de mármol, de alabastro y de piedras valiosas.

7Y daban a beber en vasos de oro, vasos diferentes unos de otros, y mucho vino real, conforme a la generosidad del rey.

8Y el beber fue según la ley: Que a nadie se le obligara; porque así lo había mandado el rey a todos los oficiales de su casa, que se hiciese según la voluntad de cada uno.

9Asimismo la reina Vasti hizo un banquete para las mujeres en la casa real del rey Asuero.

10El séptimo día, cuando el corazón del rey estaba alegre por el vino, mandó a Mehumán, a Bizta, a Harbona, a Bigta, a Abagta, a Zetar y a Carcas, siete eunucos que servían delante del rey Asuero,

11que trajesen a la reina Vasti delante del rey con la corona real, para mostrar a los pueblos y a los príncipes su belleza, porque era de hermosa apariencia.

12Pero la reina Vasti no quiso comparecer, a pesar de la orden del rey, enviada por medio de los eunucos; y se enojó el rey muchísimo, y se encendió en él su ira.

13Preguntó entonces el rey a los sabios que entendían los tiempos, porque así era la costumbre del rey con todos los que conocían la ley y el derecho;

14y estaban junto a él Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memucán, siete príncipes de Persia y de Media que tenían acceso al rey y que ocupaban los primeros puestos en el reino.

15Según la ley, ¿qué se debe hacer con la reina Vasti, por cuanto no ha cumplido la orden del rey Asuero, enviada por medio de los eunucos?

16Y dijo Memucán delante del rey y de los príncipes: La reina Vasti no solamente ha ofendido al rey, sino también a todos los príncipes y a todos los pueblos que hay en todas las provincias del rey Asuero.

17Porque este hecho de la reina llegará a oídos de todas las mujeres y las hará tener en poca estima a sus maridos, diciendo: El rey Asuero mandó traer ante su presencia a la reina Vasti, y ella no quiso ir.

18Y entonces dirán lo mismo las señoras de Persia y de Media que hayan oído lo que hizo la reina a todos los príncipes del rey; y habrá mucho menosprecio y enojo.

19Si le parece bien al rey, salga un decreto real de él, y escríbase en las leyes de Persia y de Media, para que no sea abrogado: Que no se presente más Vasti delante del rey Asuero, y que el rey haga reina a otra que sea mejor que ella.

20Y el decreto que dicte el rey será oído en todo su reino, aunque es grande; y todas las mujeres honrarán a sus maridos, desde el mayor hasta el menor.

21Y esta palabra pareció bien ante los ojos del rey y de los príncipes, e hizo el rey conforme a lo dicho por Memucán;

22pues envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia conforme a su escritura, y a cada pueblo conforme a su lenguaje, diciendo que todo hombre fuese señor en su casa, y que se publicase esto según la lengua de su pueblo.

Ester
..Capítulo 2

Asuero busca una nueva reina — Mardoqueo presenta a Ester — Ester agrada al rey y es escogida como reina — Mardoqueo desenmascara un complot en contra del rey.

1 Después de estas cosas, cuando la ira del rey Asuero se había aplacado, éste se acordó de Vasti, y de lo que ella había hecho y de lo que se había decretado contra ella.

2Y dijeron los que estaban al servicio del rey: Busquen para el rey jóvenes vírgenes de buen parecer;

3y nombre el rey personas en todas las provincias de su reino que reúnan a todas las jóvenes vírgenes de buen parecer en la ciudadela de Susa, en la casa de las mujeres, bajo la custodia de Hegai, eunuco del rey, encargado de las mujeres, dándoles sus atavíos;

4y la joven que agrade a los ojos del rey, reine en lugar de Vasti. Y esto agradó al rey, y lo hizo así.

5Había un hombre judío en la ciudadela de Susa, cuyo nombre era Mardoqueo hijo de Jair, hijo de Simei, hijo de Cis, del linaje de Benjamín,

6que había sido llevado cautivo de Jerusalén con los cautivos que fueron llevados con Jeconías, rey de Judá, a quien Nabucodonosor, rey de Babilonia, llevó cautivo.

7Y había criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, porque ella no tenía padre ni madre; y la joven era de hermosa figura y de buen parecer; y cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la tomó como hija suya.

8Sucedió, pues, que cuando fueron oídos el mandato y el decreto del rey, fueron reunidas muchas jóvenes en la ciudadela de Susa, bajo la custodia de Hegai; Ester también fue llevada a la casa del rey, al cuidado de Hegai, encargado de las mujeres.

9Y la joven agradó a sus ojos y halló gracia delante de él, por lo que se apresuró a darle sus atavíos y sus alimentos especiales, dándole también siete doncellas aptas de la casa del rey; y la llevó con sus doncellas al mejor lugar de la casa de las mujeres.

10Ester no declaró cuál era su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase.

11Y cada día Mardoqueo se paseaba delante del patio de la casa de las mujeres, para saber cómo le iba a Ester y qué le sucedía a ella.

12Y cuando llegaba el turno a cada una de las jóvenes para presentarse ante el rey Asuero, después de haber estado ya doce meses conforme a la ley acerca de las mujeres (porque así se cumplía el tiempo de su embellecimiento, esto es, seis meses con óleo de mirra, y seis meses con bálsamos aromáticos y embellecedores para las mujeres),

13entonces cada joven se presentaba así ante el rey; todo lo que ella pedía se le daba, para llevarlo consigo desde la casa de las mujeres hasta la casa del rey.

14Ella iba al anochecer, y a la mañana siguiente volvía a la segunda casa de las mujeres, a cargo de Saasgaz, eunuco del rey, encargado de las concubinas; no volvía más ante el rey, salvo que el rey lo quisiera y fuera llamada por su nombre.

15Y cuando llegó el turno de Ester, hija de Abihail, tío de Mardoqueo, a la que éste había tomado como hija, para presentarse ante el rey, ninguna cosa pidió sino lo que le dijo Hegai, eunuco del rey, encargado de las mujeres; y Ester hallaba gracia ante los ojos de todos los que la veían.

16Fue, pues, Ester llevada ante el rey Asuero a la casa real en el mes décimo, que es el mes de Tebet, en el año séptimo de su reinado.

17Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres, y ella halló gracia y benevolencia delante de él, más que todas las otras vírgenes; y puso la corona real sobre su cabeza y la hizo reina en lugar de Vasti.

18Hizo entonces el rey un gran banquete para todos sus príncipes y servidores, el banquete de Ester; y dio descanso a las provincias y dio presentes, conforme a la generosidad del rey.

19Y cuando fueron reunidas las vírgenes por segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey.

20Y Ester, según le había mandado Mardoqueo, no había declarado cuál era su parentela ni su pueblo, porque Ester hacía lo que le decía Mardoqueo, como cuando él la educaba.

21En aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, se enojaron Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, y tramaban echar mano al rey Asuero.

22Pero cuando Mardoqueo se enteró de esto, se lo dijo a la reina Ester, y Ester se lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo.

23Y cuando se inquirió el asunto, fue hallado cierto; por tanto, los dos fueron colgados en una horca. Y esto se escribió en el libro de las crónicas en presencia del rey.

Ester
..Capítulo 3

Mardoqueo, el judío, rehúsa inclinarse ante Amán — Amán prepara un decreto para matar a todos los judíos que había en el reino.

1Después de estas cosas, el rey Asuero ascendió de posición a Amán hijo de Hamedata, el agagueo, y le honró y puso su sitial sobre todos los príncipes que estaban con él.

2Y todos los servidores del rey que estaban a la puerta del rey se arrodillaban e inclinaban ante Amán, porque así lo había mandado el rey; pero Mardoqueo ni se arrodillaba ni se inclinaba.

3Y los servidores del rey que estaban a la puerta dijeron a Mardoqueo: ¿Por qué traspasas el mandato del rey?

4Y aconteció que, cuando le hablaban cada día de esta manera, y él no los escuchaba, lo denunciaron a Amán, para ver si las palabras de Mardoqueo se mantendrían, porque él ya les había declarado que era judío.

5Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba ni le rendía homenaje, y se llenó de ira.

6Pero le pareció poco echar mano sólo a Mardoqueo, porque ya le habían declarado cuál era el pueblo de Mardoqueo; y procuró Amán destruir a todos los judíos que había en el reino de Asuero, al pueblo de Mardoqueo.

7En el mes primero, que es el mes de Nisán, en el año duodécimo del rey Asuero, echaron pur, esto es, la suerte, delante de Amán, por día y por mes; y salió el mes duodécimo, que es el mes de Adar.

8Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y diseminado entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo y no observan las leyes del rey; y al rey no le beneficia dejarlos vivir.

9Si le parece bien al rey, decrétese que sean destruidos; y yo pagaré diez mil talentos de plata en manos de los que manejan los asuntos reales, para que sean traídos a los tesoros del rey.

10Entonces el rey se quitó el anillo de su mano y lo dio a Amán hijo de Hamedata, el agagueo, enemigo de los judíos,

11y el rey dijo a Amán: Quédate con la plata y también con el pueblo, para que hagas con él lo que bien te parezca.

12Entonces fueron llamados los escribas del rey en el mes primero, el día trece del mismo mes, y fue escrito conforme a todo lo que mandó Amán, a los sátrapas del rey, y a los gobernadores que estaban sobre cada provincia y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia según su escritura y a cada pueblo según su lengua. En nombre del rey Asuero fue escrito y sellado con el anillo del rey.

13Y fueron enviadas cartas por medio de mensajeros a todas las provincias del rey para destruir, matar y exterminar a todos los judíos, tanto a los jóvenes como a los ancianos, a los niños pequeños y a las mujeres, en un solo día, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y para apoderarse de sus bienes.

14La copia del escrito que se había de dar por decreto en cada provincia fue proclamada a todos los pueblos, a fin de que estuviesen preparados para aquel día.

15Y salieron los mensajeros de prisa por mandato del rey, y el decreto fue dado en la ciudadela de Susa. Y el rey y Amán se sentaron a beber, mientras la ciudad de Susa estaba consternada.

Ester
..Capítulo 4

Mardoqueo y los judíos lloran y ayunan debido al decreto del rey — Ester, arriesgando su vida, entra a ver al rey.

1Cuando supo Mardoqueo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, y se vistió de cilicio y de ceniza, y se fue por en medio de la ciudad clamando con grande y amargo clamor.

2Y llegó hasta la puerta del rey, porque no era lícito entrar por la puerta del rey vestido de cilicio.

3Y en cada provincia y lugar donde el mandato del rey y su decreto llegaban, había entre los judíos gran luto, y ayuno, y llanto y lamentación; cilicio y ceniza eran la cama de muchos.

4Y vinieron las doncellas de Ester y sus eunucos y se lo dijeron; y la reina sintió gran dolor, y envió vestidos para hacer vestir a Mardoqueo y hacerle quitar el cilicio de sobre él; pero él no los aceptó.

5Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos del rey que él había designado para el servicio de ella, y lo mandó a Mardoqueo, con orden de averiguar qué era aquello y el porqué.

6Salió, pues, Hatac adonde estaba Mardoqueo, a la plaza de la ciudad que estaba delante de la puerta del rey.

7Y Mardoqueo le declaró todo lo que le había acontecido, y le dijo de la plata que Amán había dicho que pagaría a los tesoros del rey a cambio de la destrucción de los judíos.

8Le dio también una copia del texto del decreto que había sido promulgado en Susa para que fuesen destruidos, a fin de que la mostrara a Ester, y se lo declarase, y le encargara que fuese ante el rey a suplicarle y a interceder delante de él por su pueblo.

9Y regresó Hatac y contó a Ester las palabras de Mardoqueo.

10Entonces Ester habló con Hatac y le mandó decir a Mardoqueo:

11Todos los servidores del rey y el pueblo de las provincias del rey saben que para cualquier hombre o mujer que entre al patio interior para ver al rey, sin ser llamado, hay una sola ley: Ha de morir, salvo aquel a quien el rey extienda el cetro de oro; ése vivirá, y yo no he sido llamada para entrar a ver al rey estos treinta días.

12Y dijeron a Mardoqueo las palabras de Ester.

13Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses en tu alma que, estando en la casa del rey, sólo tú escaparás entre todos los judíos.

14Porque si permaneces callada en este tiempo, el alivio y la liberación de los judíos surgirán de otra parte; pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora tú has llegado al reino?

15Y Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo:

16Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí y no comáis ni bebáis en tres días, ni de noche ni de día. Yo también ayunaré con mis doncellas igualmente, y así entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.

17Entonces Mardoqueo se fue e hizo conforme a todo lo que le había mandado Ester.



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