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martes, 30 de octubre de 2012

Encontrando la fe en Cristo

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 233: Jeremías 40-43

Capítulo 40
El rey de Babilonia nombra a Gedalías gobernador del remanente que había quedado en Judá — Jeremías es liberado y mora entre ellos.

1 La palabra que vino a Jeremías de parte de Jehová, después que Nabuzaradán, capitán de la guardia, le envió desde Ramá, cuando le tomó estando atado con cadenas entre todos los cautivos de Jerusalén y de Judá que eran llevados cautivos a Babilonia.

2Tomó, pues, el capitán de la guardia a Jeremías y le dijo: Jehová tu Dios habló este mal contra este lugar;

3y lo ha traído y hecho Jehová según lo había dicho, porque pecasteis contra Jehová y no escuchasteis su voz; por eso os ha venido esto.

4Y ahora, he aquí, yo te he soltado hoy de las cadenas que tenías en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo velaré por ti; pero si no te parece bien venir conmigo a Babilonia, no te preocupes. Mira, toda la tierra está delante de ti; ve adonde mejor y más cómodo te parezca ir.

5Y como aún no se volvía, le dijo: Vuélvete a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, a quien el rey de Babilonia ha puesto sobre todas las ciudades de Judá, y vive con él en medio del pueblo; o ve adonde te parezca más cómodo ir. Y le dio el capitán de la guardia provisiones y un presente, y le despidió.

6Se fue entonces Jeremías a Gedalías hijo de Ahicam, a Mizpa, y moró con él en medio del pueblo que había quedado en la tierra.

7Y cuando oyeron todos los jefes del ejército que estaban por el campo, ellos y sus hombres, que el rey de Babilonia había puesto a Gedalías hijo de Ahicam para gobernar la tierra, y que le había encomendado los hombres, y las mujeres, y los niños y los pobres de la tierra que no fueron llevados cautivos a Babilonia,

8vinieron luego a Gedalías, en Mizpa, a saber: Ismael hijo de Netanías, y Johanán y Jonatán hijos de Carea, y Seraías hijo de Tanhumet, y los hijos de Efai, el netofatita, y Jezanías, hijo de un maacateo; ellos y sus hombres.

9Y les juró Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, a ellos y a sus hombres, diciendo: No tengáis temor de servir a los caldeos; habitad en la tierra y servid al rey de Babilonia, y os irá bien.

10Y he aquí que yo habito en Mizpa, para estar al servicio de los caldeos que vendrán a nosotros; mas vosotros tomad el vino, y los frutos del verano y el aceite, y ponedlos en vuestras vasijas y quedaos en vuestras ciudades que habéis tomado.

11Asimismo, todos los judíos que estaban en Moab, y entre los hijos de Amón, y en Edom y los que estaban en todas las tierras, cuando oyeron decir que el rey de Babilonia había dejado un remanente de Judá y que había puesto sobre ellos a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán,

12todos estos judíos regresaron entonces de todos los lugares adonde habían sido echados, y vinieron a la tierra de Judá, a Gedalías, en Mizpa; y recogieron vino y frutos del verano en gran abundancia.

13Y Johanán hijo de Carea y todos los jefes de la gente de guerra que estaban en el campo vinieron a Gedalías, en Mizpa,

14y le dijeron: ¿No sabes que de cierto Baalis, rey de los hijos de Amón, ha enviado a Ismael hijo de Netanías para matarte? Mas Gedalías hijo de Ahicam no les creyó.

15Entonces Johanán hijo de Carea habló a Gedalías en secreto, en Mizpa, diciendo: Déjame ir, te ruego, a matar a Ismael hijo de Netanías, y ningún hombre lo sabrá. ¿Por qué te ha de matar, de modo que todos los judíos que se han reunido alrededor de ti se dispersen y perezca el resto de Judá?

16Pero Gedalías hijo de Ahicam dijo a Johanán hijo de Carea: No hagas eso, porque es falso lo que tú dices de Ismael.

Capítulo 41
Ismael mata a Gedalías y se lleva cautivo al pueblo de Mizpa — Son rescatados por Johanán.

1Y aconteció en el mes séptimo que vino Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la descendencia real, y algunos príncipes del rey, diez hombres con él, a Gedalías hijo de Ahicam, en Mizpa; y comieron pan juntos allí en Mizpa.

2Y se levantó Ismael hijo de Netanías y los diez hombres que con él estaban e hirieron a espada a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, y mataron así a aquel a quien el rey de Babilonia había puesto para gobernar la tierra.

3Asimismo mató Ismael a todos los judíos que estaban con él, es decir, con Gedalías, en Mizpa, y a los caldeos que se encontraban allí y a los hombres de guerra.

4Sucedió, además, que un día después de haber matado a Gedalías, cuando nadie lo sabía aún,

5llegaron unos hombres de Siquem, y de Silo y de Samaria, ochenta hombres, rapada la barba, y rotas las ropas y sajados, y traían en sus manos ofrendas de grano e incienso para llevar a la casa de Jehová.

6Y de Mizpa les salió al encuentro, llorando, Ismael hijo de Netanías. Y aconteció que cuando los encontró, les dijo: Venid a Gedalías hijo de Ahicam.

7Y sucedió que cuando llegaron al centro de la ciudad, Ismael hijo de Netanías los mató y los echó dentro de una cisterna, él y los hombres que con él estaban.

8Mas entre aquellos fueron hallados diez hombres que dijeron a Ismael: No nos mates, porque tenemos tesoros en el campo: trigo, y cebada, y aceite y miel. Y desistió y no los mató como a sus hermanos.

9Y la cisterna en que echó Ismael todos los cuerpos de los hombres que mató, a causa de Gedalías, era la misma que había hecho el rey Asa a causa de Baasa, rey de Israel; Ismael hijo de Netanías la llenó de muertos.

10Después llevó Ismael cautivo a todo el resto del pueblo que estaba en Mizpa, a las hijas del rey y a todo el pueblo que había quedado en Mizpa, el cual había encargado Nabuzaradán, capitán de la guardia, a Gedalías hijo de Ahicam. Los llevó, pues, cautivos Ismael hijo de Netanías, y se fue para pasarse a los hijos de Amón.

11Y oyeron, Johanán hijo de Carea y todos los jefes de la gente de guerra que estaban con él, todo el mal que había hecho Ismael hijo de Netanías.

12Entonces tomaron a todos los hombres y fueron a pelear contra Ismael hijo de Netanías, y lo hallaron junto a las muchas aguas que están en Gabaón.

13Y aconteció que cuando todo el pueblo que estaba con Ismael vio a Johanán hijo de Carea y a todos los jefes de la gente de guerra que estaban con él, se alegraron.

14Y todo el pueblo que Ismael había llevado cautivo de Mizpa dio la vuelta, y regresó y se pasó a Johanán hijo de Carea.

15Pero Ismael hijo de Netanías se escapó delante de Johanán con ocho hombres y se pasaron a los hijos de Amón.

16Y Johanán hijo de Carea y todos los jefes de la gente de guerra que con él estaban tomaron a todo el resto del pueblo que él había recobrado de Ismael hijo de Netanías, de Mizpa, después que éste mató a Gedalías hijo de Ahicam: hombres de guerra, y mujeres, y niños y eunucos que Johanán había traído de Gabaón;

17y fueron y habitaron en Gerut-quimam, que está cerca de Belén, a fin de ir y entrar en Egipto,

18a causa de los caldeos; porque tenían temor de ellos, por haber Ismael hijo de Netanías dado muerte a Gedalías hijo de Ahicam, a quien el rey de Babilonia había puesto para gobernar la tierra.

Capítulo 42
Jeremías promete a Johanán y al remanente de Judá paz y seguridad si se quedan en Judá, pero la espada, el hambre y la pestilencia si se van a Egipto.

1 Y se acercaron todos los jefes de la gente de guerra, y Johanán hijo de Carea, y Jezanías hijo de Osaías y todo el pueblo desde el menor hasta el mayor,

2y dijeron al profeta Jeremías: Llegue ahora nuestra súplica delante de ti, y ruega por nosotros a Jehová, tu Dios, por todo este resto (pues de muchos hemos quedado unos pocos, como nos ven tus ojos),

3para que Jehová tu Dios nos enseñe el camino por donde debemos ir y lo que hemos de hacer.

4Y el profeta Jeremías les dijo: Ya os he oído. He aquí que voy a orar a Jehová vuestro Dios, como habéis dicho; y acontecerá que todo lo que Jehová os responda os lo declararé; no os reservaré palabra alguna.

5Y ellos dijeron a Jeremías: Jehová sea entre nosotros un testigo verdadero y fiel, si no hacemos conforme a todo aquello para lo cual Jehová tu Dios te envíe a nosotros.

6Sea bueno o sea malo, a la voz de Jehová nuestro Dios, al cual te enviamos, obedeceremos, para que, obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios, nos vaya bien.

7Y aconteció que al cabo de diez días vino la palabra de Jehová a Jeremías.

8Y llamó a Johanán hijo de Carea, y a todos los jefes de la gente de guerra que con él estaban y a todo el pueblo desde el menor hasta el mayor,

9y les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel, a quien me enviasteis para presentar vuestros ruegos ante él:

10Si permanecéis en esta tierra, os edificaré y no os destruiré; os plantaré y no os arrancaré, porque arrepentido estoy del mal que os he hecho.

11No temáis al rey de Babilonia, del cual tenéis temor; no le temáis, ha dicho Jehová, porque con vosotros estoy yo para salvaros y libraros de su mano;

12y tendré misericordia de vosotros, para que él tenga misericordia de vosotros y os haga volver a vuestra tierra.

13Pero si decís: No moraremos en esta tierra ni obedeceremos la voz de Jehová vuestro Dios,

14diciendo: No, sino que entraremos en la tierra de Egipto, en la cual no veremos guerra, ni oiremos sonido de trompeta ni tendremos hambre de pan, y allá moraremos;

15y, ahora bien, por eso, oíd la palabra de Jehová, remanente de Judá: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: Si vosotros enteramente fijáis vuestros rostros para entrar en Egipto y entráis para peregrinar allá,

16entonces acontecerá que la espada que teméis os alcanzará allá en la tierra de Egipto, y el hambre de que tenéis temor allá en Egipto os perseguirá, y allí moriréis.

17Y sucederá que todos los hombres que fijen sus rostros para entrar en Egipto, para peregrinar allí, morirán por la espada, por el hambre y por la pestilencia; no habrá de ellos quien quede vivo ni quien escape del mal que traeré yo sobre ellos.

18Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: Como se derramó mi enojo y mi ira sobre los moradores de Jerusalén, así se derramará mi ira sobre vosotros cuando entréis en Egipto; y seréis objeto de execración y de espanto, y de maldición y de afrenta; y no veréis más este lugar.

19Jehová habló sobre vosotros, oh remanente de Judá: No entréis en Egipto. Sabed ciertamente que os lo advierto hoy.

20Pues habéis hecho errar vuestras almas, porque vosotros me enviasteis a Jehová vuestro Dios, diciendo: Ora por nosotros a Jehová nuestro Dios; y conforme a todas las cosas que Jehová nuestro Dios diga, háznoslo saber y lo haremos.

21Y os lo he declarado hoy, pero no habéis obedecido la voz de Jehová vuestro Dios ni a ninguna de las cosas que él me envió a deciros.

22Ahora, pues, sabed ciertamente que por la espada, y por el hambre y por la pestilencia moriréis en el lugar donde deseasteis entrar para peregrinar allí.

Capítulo 43
Johanán se lleva a Jeremías y al remanente de Judá a Egipto — Jeremías profetiza que Babilonia conquistará Egipto.

1 Y aconteció que cuando Jeremías acabó de hablar a todo el pueblo todas las palabras de Jehová su Dios, todas estas palabras que Jehová su Dios le había enviado a decirles,

2entonces Azarías hijo de Osaías, y Johanán hijo de Carea y todos los hombres arrogantes dijeron a Jeremías: Mentira dices; no te ha enviado Jehová nuestro Dios a decir: No entréis en Egipto para peregrinar allí,

3sino que Baruc hijo de Nerías te incita contra nosotros, para entregarnos en manos de los caldeos, para matarnos y llevarnos cautivos a Babilonia.

4No obedecieron, pues, ni Johanán hijo de Carea, ni ninguno de los jefes de la gente de guerra ni ninguno del pueblo la voz de Jehová de quedarse en la tierra de Judá,

5sino que tomaron, Johanán hijo de Carea y todos los jefes de la gente de guerra, a todo el remanente de Judá que había regresado de todas las naciones adonde había sido echado, para morar en la tierra de Judá:

6a los hombres, y a las mujeres, y a los niños, y a las hijas del rey y a toda persona que había dejado Nabuzaradán, capitán de la guardia, con Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán, y al profeta Jeremías y a Baruc hijo de Nerías,

7y entraron en la tierra de Egipto, porque no obedecieron la voz de Jehová, y llegaron hasta Tafnes.

8Y vino la palabra de Jehová a Jeremías en Tafnes, diciendo:

9Toma en tu mano piedras grandes y escóndelas en el barro del enladrillado que está a la puerta de la casa de Faraón en Tafnes, a la vista de los hombres judíos,

10y diles: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí, yo enviaré y tomaré a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y pondré su trono sobre estas piedras que he escondido, y él extenderá su pabellón sobre ellas.

11Y vendrá y herirá la tierra de Egipto: los que a muerte, a muerte; y los que a cautiverio, a cautiverio; y los que a espada, a espada.

12Y prenderé fuego a las casas de los dioses de Egipto, y él las quemará y a ellos los llevará cautivos; y él se envolverá de la tierra de Egipto, como el pastor se envuelve con su ropa, y saldrá de allá en paz.

13Además, quebrará las estatuas de Bet-semes, que está en la tierra de Egipto, y las casas de los dioses de Egipto quemará con fuego.

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