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lunes, 4 de junio de 2012

El bautismo de Jesús

Santa Biblia Reina 2009 SUD: Día: 141: 2 Crónicas 23-25


Segundo libro de las
Crónicas..Capítulo 23
Joiada, el sacerdote, hace rey a Joás — Atalía es asesinada — Se restaura la adoración a Jehová y matan al sacerdote de Baal.

1Y en el séptimo año Joiada cobró fuerza y concertó una alianza con los jefes de centenas: Azarías hijo de Jeroham, e Ismael hijo de Johanán, y Azarías hijo de Obed, y Maasías hijo de Adaía y Elisafat hijo de Zicri.

2Y recorrieron Judá, y reunieron a los levitas de todas las ciudades de Judá y a los jefes de las casas paternas de Israel, y fueron a Jerusalén.

3Y toda la congregación hizo pacto con el rey en la casa de Dios. Y él les dijo: He aquí el hijo del rey, que reinará, como ha dicho Jehová con respecto a los hijos de David.

4Esto es lo que habéis de hacer: una tercera parte de vosotros, los que entran el día de reposo, estarán de guardias de las puertas con los sacerdotes y los levitas;

5y otra tercera parte estará en la casa del rey; y la otra tercera parte estará en la puerta del cimiento; y todo el pueblo estará en los patios de la casa de Jehová.

6Y ninguno entre en la casa de Jehová, sino los sacerdotes y los levitas que sirven; éstos entrarán, porque están consagrados; y todo el pueblo guardará la ordenanza de Jehová.

7Y los levitas rodearán al rey por todas partes, y cada uno tendrá sus armas en la mano; y cualquiera que entre en la casa, que muera; y estaréis con el rey cuando entre y cuando salga.

8Y los levitas y todo Judá lo hicieron todo como lo había mandado el sacerdote Joiada; y cada uno tomó sus hombres, los que entraban el día de reposo, y los que salían el día de reposo, porque el sacerdote Joiada no dio licencia a ninguno de los grupos.

9Y dio también el sacerdote Joiada a los jefes de centenas las lanzas y los escudos grandes y los pequeños que habían sido del rey David, y que estaban en la casa de Dios;

10y puso en orden a todo el pueblo, teniendo cada uno su espada en la mano, desde el lado derecho del templo hasta el izquierdo, ante el altar y ante la casa, alrededor del rey.

11Entonces sacaron al hijo del rey, y le pusieron la corona y el testimonio, y le proclamaron rey; y Joiada y sus hijos le ungieron, y dijeron: ¡Viva el rey!

12Y cuando Atalía oyó el estruendo de la gente que corría y aclamaba al rey, vino a la casa de Jehová donde estaba el pueblo;

13y miró, y he aquí, el rey estaba junto a su columna, a la entrada, y los príncipes y los trompeteros junto al rey, y todo el pueblo del país se regocijaba, y tocaba trompetas, y los cantores con instrumentos de música dirigían la alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos y dijo: ¡Traición! ¡Traición!

14Y el sacerdote Joiada sacó a los jefes de centenas que estaban al mando del ejército y les dijo: Sacadla fuera del recinto, y al que la siga, matadlo a filo de espada, porque el sacerdote había mandado que no la matasen en la casa de Jehová.

15Ellos, pues, le echaron mano; y cuando ella hubo pasado la entrada de la puerta de los caballos de la casa del rey, allí la mataron.

16Y Joiada pactó con todo el pueblo y con el rey, que serían el pueblo de Jehová.

17Después de esto entró todo el pueblo en el templo de Baal y lo derribaron, y también sus altares; e hicieron pedazos sus imágenes y mataron delante de los altares a Matán, sacerdote de Baal.

18Además Joiada puso los oficios de la casa de Jehová bajo la autoridad de los sacerdotes y los levitas, según David los había designado en la casa de Jehová, para ofrecer a Jehová los holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés, con gozo y con cánticos, conforme a lo dispuesto por David.

19Puso también porteros en las puertas de la casa de Jehová, para que no entrara ninguno que por algún motivo estuviese impuro.

20Y tomó a los jefes de centenas, y a los principales, y a los que gobernaban al pueblo y a todo el pueblo del país, e hizo descender al rey desde la casa de Jehová; y entraron por la puerta superior de la casa del rey y sentaron al rey sobre el trono del reino.

21Y todo el pueblo del país se regocijó, y la ciudad quedó tranquila después que mataron a Atalía a filo de espada.

Segundo libro de las
Crónicas..Capítulo 24

Joás y Joiada reciben contribuciones y reparan la casa de Jehová — Joiada muere — Joás cae en idolatría y mata a un profeta llamado Zacarías — Joás muere en una conspiración.

1 Joás tenía siete años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años en Jerusalén. El nombre de su madre era Sibia, de Beerseba.

2E hizo Joás lo recto ante los ojos de Jehová todos los días del sacerdote Joiada;

3y Joiada tomó para el rey dos esposas, y éste engendró hijos e hijas.

4Y aconteció que después de esto, Joás decidió reparar la casa de Jehová.

5Y reunió a los sacerdotes y a los levitas y les dijo: Salid a las ciudades de Judá y juntad dinero de todo Israel, para que cada año sea reparada la casa de vuestro Dios; y vosotros apresuraos en esto. Pero los levitas no se apresuraron.

6Por lo cual el rey llamó a Joiada, el principal sacerdote, y le dijo: ¿Por qué no has procurado que los levitas traigan de Judá y de Jerusalén al tabernáculo del testimonio la contribución que Moisés, siervo de Jehová, impuso sobre la congregación de Israel?

7Porque los hijos de la perversa Atalía habían destruido la casa de Dios, y además habían usado para los ídolos todas las cosas consagradas de la casa de Jehová.

8Mandó, pues, el rey que hiciesen un cofre, el cual pusieron fuera a la puerta de la casa de Jehová;

9e hicieron pregonar en Judá y en Jerusalén, que trajesen a Jehová la contribución que Moisés, siervo de Dios, había impuesto a Israel en el desierto.

10Y todos los jefes y todo el pueblo se regocijaron, y trajeron sus contribuciones y las echaron en el cofre hasta llenarlo.

11Y sucedió que cuando llegaba el tiempo en que los levitas debían llevar el cofre al poder del rey, y cuando veían que había mucho dinero, iban el escriba del rey y el oficial del sumo sacerdote y llevaban el cofre, y lo vaciaban y lo volvían a poner en su lugar; y así lo hacían de día en día y recogían mucho dinero.

12Y el rey y Joiada daban el dinero a los que hacían el trabajo del servicio de la casa de Jehová; y tomaban canteros y carpinteros que reparasen la casa de Jehová, y artífices en hierro y en bronce para reparar la casa de Jehová.

13Hacían, pues, los oficiales la obra, y por sus manos fue la obra restaurada; y restituyeron la casa de Dios a su condición original y la reforzaron.

14Y cuando hubieron acabado, trajeron lo que quedaba del dinero al rey y a Joiada, e hicieron de él utensilios para la casa de Jehová, utensilios para el servicio y para ofrendar, y cucharas y vasos de oro y de plata. Y sacrificaban holocaustos continuamente en la casa de Jehová todos los días de Joiada.

15Mas Joiada envejeció y murió lleno de días; y tenía ciento treinta años cuando murió.

16Y lo sepultaron en la ciudad de David con los reyes, por cuanto había hecho el bien en Israel, y para con Dios y su casa.

17Muerto Joiada, vinieron los príncipes de Judá y se postraron ante el rey, y el rey los escuchó.

18Y abandonaron la casa de Jehová, el Dios de sus padres, y sirvieron a las imágenes de Asera y a los ídolos; y la ira vino sobre Judá y Jerusalén por éste su pecado.

19Y les envió profetas para que los hiciesen volver a Jehová, los que testificaron en contra de ellos, pero ellos no los escucharon.

20Y el espíritu de Dios vino sobre Zacarías hijo de Joiada, el sacerdote, quien se puso de pie ante el pueblo, en un lugar elevado, y les dijo: Así ha dicho Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová, por lo cual no prosperáis? Porque, por haber abandonado a Jehová, él también os abandonará.

21Pero ellos conspiraron contra él y lo apedrearon por mandato del rey, en el atrio de la casa de Jehová.

22No se acordó, pues, el rey Joás de la misericordia que Joiada, el padre de Zacarías, había tenido con él, sino que mató a su hijo, el cual dijo al morir: Jehová lo vea y lo demande.

23Y aconteció que a la vuelta del año, subió contra él el ejército de Siria; y vinieron a Judá y a Jerusalén, y destruyeron de entre el pueblo a todos los principales de él, y enviaron todo el botín al rey de Damasco.

24Porque aunque el ejército de Siria había venido con poca gente, Jehová entregó en sus manos un ejército muy numeroso, por cuanto habían abandonado a Jehová, el Dios de sus padres. Y contra Joás ejecutaron juicios.

25Y retirándose de él los sirios, lo dejaron con muchas enfermedades; y conspiraron contra él sus siervos a causa de la sangre de los hijos del sacerdote Joiada, y lo hirieron en su cama, y murió; y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no lo sepultaron en los sepulcros de los reyes.

26Los que conspiraron contra él fueron Zabad, hijo de Simeat, la amonita, y Jozabad, hijo de Simrit, la moabita.

27Y acerca de sus hijos, y de las muchas profecías sobre él y de la restauración de la casa de Jehová, he aquí todo está escrito en la historia del libro de los reyes. Y reinó en su lugar su hijo Amasías.

Segundo libro de las
Crónicas..Capítulo 25

Reina Amasías, mata a los edomitas y adora dioses falsos — Un profeta predice la destrucción de Amasías — Judá es derrotada por Israel y Amasías muere como consecuencia de una conspiración.

1 Amasías tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. Y el nombre de su madre era Joadán, de Jerusalén.

2Hizo él lo recto ante los ojos de Jehová, aunque no con un corazón íntegro.

3Y aconteció que cuando fue confirmado en el reino, mató a los siervos que habían matado al rey, su padre.

4Pero no mató a los hijos de ellos, según lo que está escrito en la Ley, en el libro de Moisés, donde Jehová mandó, diciendo: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres; mas cada uno morirá por su propio pecado.

5Entonces Amasías reunió a Judá, y conforme a las casas paternas, les puso jefes de millares y jefes de centenas por todo Judá y Benjamín; y contó a los de veinte años arriba, y fueron hallados entre ellos trescientos mil escogidos para salir a la guerra, que portaban lanza y escudo.

6Y de Israel tomó a sueldo a cien mil hombres fuertes y valientes, por cien talentos de plata.

7Pero un hombre de Dios vino a él, diciéndole: Oh rey, no vaya contigo el ejército de Israel, porque Jehová no está con Israel, ni con todos los hijos de Efraín.

8Pero si tú vas, si eso haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te hará caer delante del enemigo, porque Dios tiene poder o para ayudar o para derribar.

9Y Amasías dijo al hombre de Dios: ¿Qué, pues, se hará de los cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el hombre de Dios respondió: Jehová puede darte mucho más que eso.

10Entonces Amasías apartó el ejército de la gente que había venido a él de Efraín, para que se fuesen a sus casas; y ellos se enojaron grandemente contra Judá y volvieron a sus casas encolerizados.

11Entonces Amasías se armó de valor, sacó a su pueblo, y fue al valle de la Sal y mató a diez mil de los hijos de Seir.

12Y los hijos de Judá tomaron vivos a otros diez mil que llevaron a la cumbre de un peñasco; de allí los despeñaron, y todos se hicieron pedazos.

13Pero los del ejército que Amasías había despedido, para que no fuesen con él a la guerra, atacaron las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet-horón, y mataron de ellos a tres mil y tomaron un gran botín.

14Y sucedió que después que Amasías regresó de la matanza de los edomitas, trajo también consigo los dioses de los hijos de Seir, y los puso como dioses para sí, y se postró delante de ellos y les quemó incienso.

15Por eso el furor de Jehová se encendió contra Amasías, y le envió un profeta que le dijo: ¿Por qué has buscado los dioses de otro pueblo que no han podido librar a su pueblo de tus manos?

16Y sucedió que mientras el profeta hablaba estas cosas, él le respondió: ¿Te han puesto a ti por consejero del rey? ¡Déjate de eso! ¿Por qué quieres que te maten? Y el profeta se detuvo y dijo: Yo sé que Dios ha determinado destruirte, porque has hecho esto y no obedeciste mi consejo.

17Y Amasías, rey de Judá, tomó consejo y envió a decir a Joás hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel: Ven, y veámonos cara a cara.

18Entonces Joás, rey de Israel, envió a decir a Amasías, rey de Judá: El cardo que estaba en el Líbano envió a decir al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por esposa. Y he aquí que una fiera que estaba en el Líbano pasó y holló al cardo.

19Tú dices: He aquí, he derrotado a Edom; y tu corazón se enaltece para gloriarte; quédate ahora en tu casa. ¿Para qué provocas un mal en que puedas caer tú y Judá contigo?

20Pero Amasías no quiso oír, porque estaba de Dios entregarlos en manos de sus enemigos, por cuanto habían buscado los dioses de Edom.

21Subió, pues, Joás, rey de Israel, y se vieron cara a cara él y Amasías, rey de Judá, en Bet-semes, la cual es de Judá.

22Y cayó Judá delante de Israel, y huyó cada uno a su tienda.

23Y Joás, rey de Israel, apresó en Bet-semes a Amasías, rey de Judá, hijo de Joás, hijo de Joacaz, y lo llevó a Jerusalén; y derribó el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta del ángulo, un tramo de cuatrocientos codos.

24Asimismo tomó todo el oro y toda la plata, y todos los utensilios que se hallaban al cuidado de Obed-edom en la casa de Dios y los tesoros de la casa del rey, y también tomó rehenes, y volvió a Samaria.

25Y vivió Amasías hijo de Joás, rey de Judá, quince años después de la muerte de Joás hijo de Joacaz, rey de Israel.

26Los demás hechos de Amasías, los primeros y los postreros, ¿no están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel?

27Desde el tiempo en que Amasías se apartó de Jehová, conspiraron contra él en Jerusalén; y él huyó a Laquis, pero lo persiguieron hasta Laquis y allá lo mataron;

28y lo trajeron en caballos y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de Judá.



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