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jueves, 29 de marzo de 2012

Lectura con Audio de la Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 85: 1 Samuel 7-9


Samuel..Capítulo 7
Samuel exhorta a Israel a apartarse de Astarot y de los baales, y a servir a Jehová — Israel ayuna y busca a Jehová — Los filisteos son sometidos — Samuel juzga a Israel.

1Y vinieron los de Quiriat-jearim, y subieron el arca de Jehová y la llevaron a casa de Abinadab, situada en el collado; y santificaron a Eleazar, su hijo, para que guardase el arca de Jehová.

2Y aconteció que desde el día en que llegó el arca a Quiriat-jearim pasaron muchos días, veinte años; y toda la casa de Israel añoraba a Jehová.

3Y habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad de entre vosotros los dioses ajenos y a Astarot, y preparad vuestro corazón para Jehová y sólo a él servid, y os librará de manos de los filisteos.

4Entonces los hijos de Israel quitaron a los baales y a Astarot, y sirvieron sólo a Jehová.

5Y Samuel dijo: Reunid a todo Israel en Mizpa, y yo oraré por vosotros a Jehová.

6Y se reunieron en Mizpa, y sacaron agua y la derramaron delante de Jehová; y ayunaron aquel día y dijeron allí: Contra Jehová hemos pecado. Y juzgó Samuel a los hijos de Israel en Mizpa.

7Y cuando oyeron los filisteos que los hijos de Israel estaban reunidos en Mizpa, subieron los príncipes de los filisteos contra Israel. Y al oír esto los hijos de Israel, tuvieron temor de los filisteos.

8Y dijeron los hijos de Israel a Samuel: No ceses de clamar por nosotros a Jehová nuestro Dios, para que nos libre de manos de los filisteos.

9Y Samuel tomó un cordero de leche y lo sacrificó entero a Jehová en holocausto; y clamó Samuel a Jehová por Israel, y Jehová le oyó.

10Y aconteció que mientras Samuel ofrecía el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas Jehová hizo tronar aquel día con gran estruendo sobre los filisteos y los confundió, y fueron vencidos delante de Israel.

11Y salieron los hijos de Israel de Mizpa y persiguieron a los filisteos, hiriéndolos hasta más allá de Bet-car.

12Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y la llamó Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ha ayudado Jehová.

13Fueron, pues, sometidos los filisteos y no vinieron más al territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel.

14Y fueron restituidas a los hijos de Israel las ciudades que los filisteos habían tomado de los israelitas, desde Ecrón hasta Gat, con sus territorios; e Israel los libró de manos de los filisteos. Y hubo paz entre Israel y el amorreo.

15Y juzgó Samuel a Israel todos los días de su vida.

16Y todos los años iba y recorría Bet-el, y Gilgal y Mizpa; y juzgaba a Israel en todos estos lugares.

17Regresaba después a Ramá, porque allí estaba su casa, y allí juzgaba a Israel. Y edificó allí un altar a Jehová.

Samuel..Capítulo 8

Los hijos de Samuel aceptan sobornos y pervierten la justicia — Los israelitas desean tener un rey para que gobierne sobre ellos — Samuel advierte de la naturaleza y de los males de un gobierno de reyes — Jehová consiente en darles un rey.

1 Y aconteció que cuando Samuel envejeció, puso a sus hijos como jueces sobre Israel.

2Y el nombre de su hijo primogénito era Joel, y el nombre del segundo, Abías; y éstos eran jueces en Beerseba.

3Mas no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, sino que se desviaron tras las ganancias deshonestas, aceptando sobornos y pervirtiendo la justicia.

4Entonces todos los ancianos de Israel se reunieron y fueron a Samuel en Ramá,

5y le dijeron: He aquí, tú has envejecido, y tus hijos no andan por tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.

6Y le pareció mal a Samuel cuando dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová.

7Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan, porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos.

8Conforme a todas las obras que han hecho desde el día en que los saqué de Egipto hasta hoy, y me han abandonado y han servido a dioses ajenos, así hacen también contigo.

9Y ahora, pues, oye su voz; pero hazles una advertencia solemne y declárales cuál será el proceder del rey que reine sobre ellos.

10Y dijo Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey.

11Y dijo: Éste será el proceder del rey que reine sobre vosotros: Tomará a vuestros hijos y los pondrá en sus carros y entre su gente de a caballo, para que corran delante de su carro;

12y nombrará para sí capitanes de millares, y capitanes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros.

13Y tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras.

14Y asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos.

15Él diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos.

16Y tomará vuestros siervos, y vuestras siervas, y vuestros mejores jóvenes y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras.

17Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus siervos.

18Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, pero Jehová no os oirá en aquel día.

19Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijeron: No, sino que habrá rey sobre nosotros,

20y nosotros seremos también como todas las naciones; y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros y hará nuestras guerras.

21Y oyó Samuel todas las palabras del pueblo y las dijo a oídos de Jehová.

22Y Jehová dijo a Samuel: Oye su voz y pon rey sobre ellos. Entonces dijo Samuel a los hombres de Israel: Regrese cada uno a su ciudad.

Samuel..Capítulo 9

Saúl hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, es un joven escogido y apuesto — Se le envía a buscar las asnas de su padre — Jehová le revela a Samuel, el vidente, que Saúl ha de ser rey — Saúl visita a Samuel y éste lo atiende.

1 Y había un hombre de Benjamín, hombre valeroso, el cual se llamaba Cis hijo de Abiel, hijo de Zeror, hijo de Becorat, hijo de Afía, hijo de un hombre de Benjamín.

2Y tenía él un hijo que se llamaba Saúl, joven y apuesto; entre los hijos de Israel no había otro más apuesto que él; de hombros arriba era más alto que cualquiera del pueblo.

3Y se habían perdido las asnas de Cis, padre de Saúl; por lo que dijo Cis a su hijo Saúl: Toma ahora contigo alguno de los criados, y levántate y ve a buscar las asnas.

4Y él pasó por la región montañosa de Efraín, y de allí por la tierra de Salisa, y no las hallaron. Pasaron luego por la tierra de Saalim, y tampoco. Después pasó por la tierra de Benjamín, y no las encontraron.

5Y cuando llegaron a la tierra de Zuf, Saúl dijo al criado que estaba con él: Ven, volvámonos, porque quizá mi padre deje de preocuparse por las asnas y se acongoje por nosotros.

6Y él le respondió: He aquí que ahora hay en esta ciudad un hombre de Dios, que es varón insigne; todo lo que él dice sin duda se cumple. Vamos, pues, allá; quizá nos enseñe el camino por donde debemos ir.

7Y Saúl respondió a su criado: Vamos ahora; pero, ¿qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se ha acabado, y no tenemos qué ofrecerle al varón de Dios. ¿Qué tenemos?

8Entonces volvió el criado a responder a Saúl, diciendo: He aquí, tengo en mi mano la cuarta parte de un siclo de plata; esto le daré al varón de Dios para que nos indique el camino.

9(Antiguamente en Israel cualquiera que iba a consultar a Dios decía así: Venid y vamos a ver al vidente; porque al que hoy se le llama profeta, antes se le llamaba vidente.)

10Dijo entonces Saúl a su criado: Bien dices, anda, vamos. Y fueron a la ciudad donde estaba el varón de Dios.

11Y cuando subían por la cuesta de la ciudad, hallaron unas jóvenes que salían por agua, a las cuales dijeron: ¿Está en este lugar el vidente?

12Y ellas, respondiéndoles, dijeron: Sí, he aquí está delante de ti; daos, pues, prisa, porque hoy ha venido a la ciudad en atención a que el pueblo tiene hoy un sacrificio en el lugar alto.

13Cuando entréis en la ciudad, buscadle, antes que suba al lugar alto a comer; pues el pueblo no comerá hasta que él haya llegado, por cuanto él ha de bendecir el sacrificio; y después comerán los convidados. Subid, pues, ahora, porque ahora le hallaréis.

14Ellos entonces subieron a la ciudad; y cuando estuvieron en medio de la ciudad, he aquí que Samuel salía delante de ellos para subir al lugar alto.

15Y un día antes de la llegada de Saúl, Jehová había revelado al oído de Samuel, diciendo:

16Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un hombre de la tierra de Benjamín, al que ungirás como príncipe sobre mi pueblo Israel, y él salvará a mi pueblo de manos de los filisteos. Pues yo he visto a mi pueblo, por cuanto su clamor ha llegado hasta mí.

17Y luego que Samuel vio a Saúl, Jehová le dijo: He aquí éste es el hombre del cual te hablé; éste gobernará a mi pueblo.

18Y acercándose Saúl a Samuel en medio de la puerta, le dijo: Te ruego que me enseñes dónde está la casa del vidente.

19Y Samuel respondió a Saúl y le dijo: Yo soy el vidente; sube delante de mí al lugar alto y come hoy conmigo; y por la mañana te dejaré ir y te diré todo lo que hay en tu corazón.

20Y de las asnas que se te perdieron hace ya tres días, pierde cuidado de ellas, porque ya las han hallado. Además, ¿para quién es todo el deseo de Israel, sino para ti y para toda la casa de tu padre?

21Y Saúl respondió y dijo: ¿No soy yo hijo de Benjamín, de la más pequeña de las tribus de Israel? Y mi familia, ¿no es la más pequeña de todas las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por qué, pues, me has dicho cosa semejante?

22Entonces Samuel tomó a Saúl y a su criado, y los introdujo en la sala y les dio lugar a la cabecera de los convidados, que eran unos treinta hombres.

23Y dijo Samuel al cocinero: Trae acá la porción que te di, la cual te dije que guardases aparte.

24Entonces alzó el cocinero una espaldilla, con lo que estaba sobre ella, y la puso delante de Saúl. Y Samuel dijo: He aquí lo que estaba reservado; ponlo delante de ti y come, porque para esta ocasión se guardó para ti, cuando dije: Yo he convidado al pueblo. Y Saúl comió aquel día con Samuel.

25Y cuando hubieron descendido del lugar alto a la ciudad, él habló con Saúl en el terrado.

26Y al otro día madrugaron; y sucedió que al despuntar el alba, Samuel llamó a Saúl, que estaba en el terrado, y le dijo: Levántate, para que te despida. Y se levantó luego Saúl, y salieron ambos, él y Samuel.

27Y descendiendo ellos al extremo de la ciudad, dijo Samuel a Saúl: Di al criado que vaya delante (y se adelantó el criado), mas espera tú un poco para que te declare la palabra de Dios.







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