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lunes, 3 de enero de 2011

Lectura de la Santa Biblia RV 2009 SUD Día 47 Números 16-18


Números..Capítulo 16
Coré, Datán y Abiram, con doscientos cincuenta líderes, se rebelan y buscan oficios sacerdotales — La tierra traga a los tres rebeldes y a sus familias — Fuego de Jehová consume a los doscientos cincuenta rebeldes — Israel murmura en contra de Moisés y Aarón por matar al pueblo — Jehová envía una plaga, por la cual mueren catorce mil setecientas personas.

1Y Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, y Datán y Abiram, hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente,

2y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta hombres de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, hombres de renombre.

3Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros!, porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová. ¿Por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?

4Y cuando lo oyó Moisés, se postró sobre su rostro,

5y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y al que es santo, lo acercará a sí mismo; y al que él escoja, lo acercará a sí.

6Haced esto: Tomad incensarios, Coré y todo su séquito,

7y poned fuego en ellos, y poned en ellos incienso delante de Jehová mañana; y sucederá que el hombre a quien Jehová escoja, ése será santo; que esto os baste, hijos de Leví.

8Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví:

9¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, y os haya acercado a sí mismo para que sirváis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para servirles?

10Y te hizo acercar a ti y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo. ¿Y ahora procuráis también el sacerdocio?

11Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová; pues, ¿quién es Aarón para que contra él murmuréis?

12Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá.

13¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?

14Ni tampoco nos has traído a tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas. ¿Vas a sacar los ojos de estos hombres? No subiremos.

15Entonces Moisés se enojó en gran manera y dijo a Jehová: ¡No aceptes su ofrenda! Ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal.

16Después dijo Moisés a Coré: Tú y todo tu séquito, poneos mañana delante de Jehová; tú, y ellos y Aarón.

17Y tome cada uno su incensario y ponga incienso en ellos, y acerque delante de Jehová cada uno su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno con su incensario.

18Y tomó cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y echaron en ellos incienso y se pusieron a la entrada del tabernáculo de reunión con Moisés y Aarón.

19Ya Coré había hecho juntar contra ellos a toda la congregación a la entrada del tabernáculo de reunión; entonces la gloria de Jehová apareció a toda la congregación.

20Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo:

21Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento.

22Y ellos se postraron sobre sus rostros y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó, y te enojarás contra toda la congregación?

23Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:

24Habla a la congregación y diles: Apartaos de los alrededores de las tiendas de Coré, de Datán y de Abiram.

25Y Moisés se levantó y fue a Datán y Abiram, y los ancianos de Israel fueron en pos de él.

26Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis con todos sus pecados.

27Y se apartaron de los alrededores de las tiendas de Coré, de Datán y de Abiram; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a la entrada de sus tiendas, con sus esposas, y sus hijos y sus pequeños.

28Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y que no las hice de mi propia voluntad.

29Si éstos mueren como mueren todos los hombres, o si son ellos visitados a la manera de todos los hombres, Jehová no me envió.

30Pero si Jehová hace algo nuevo y la tierra abre su boca, y los traga con todas sus pertenencias, y descienden vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres menospreciaron a Jehová.

31Y aconteció que al acabar él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos.

32Y abrió la tierra su boca y los tragó a ellos, y a sus casas, y a todos los hombres de Coré y todos sus bienes.

33Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.

34Y todo Israel, los que estaban alrededor de ellos, huyeron al grito de ellos, porque decían: No sea que nos trague también la tierra.

35Y salió fuego de Jehová y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.

36Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:

37Di a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que tome los incensarios de en medio del incendio y esparza más allá el fuego, porque son santificados.

38Y de los incensarios de estos que han pecado contra sus almas, harán de ellos planchas extendidas para cubrir el altar, por cuanto ofrecieron con ellos delante de Jehová y son santificados; y serán como una señal a los hijos de Israel.

39Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los que fueron quemados habían ofrecido, e hicieron láminas con ellos para recubrir el altar,

40como recordatorio a los hijos de Israel de que ningún extraño que no fuera de la descendencia de Aarón debía acercarse a ofrecer incienso delante de Jehová, para que no fuera como Coré y como su séquito, según se lo dijo Jehová por medio de Moisés.

41Al día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis matado al pueblo de Jehová.

42Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí, la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de Jehová.

43Y fueron Moisés y Aarón delante del tabernáculo de reunión.

44Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

45Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros.

46Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario y pon fuego del altar en él, y pon incienso en él, y ve rápido a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová, y la mortandad ha comenzado.

47Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado entre el pueblo; y él puso incienso e hizo expiación por el pueblo.

48Y se puso entre los muertos y los vivos, y cesó la mortandad.

49Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin contar a los muertos por la rebelión de Coré.

50Después volvió Aarón a Moisés a la entrada del tabernáculo de reunión, cuando la mortandad había cesado.

Números..Capítulo 17

Se coloca en el tabernáculo de reunión como prueba una vara por cada tribu — La vara de Aarón brota, florece y produce almendras — Se guarda la vara como señal en contra de los rebeldes.

1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

2Habla a los hijos de Israel y toma de ellos una vara por cada casa paterna, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme a las casas paternas; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara.

3Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví, porque cada jefe de familia paterna tendrá una vara.

4Y las pondrás en el tabernáculo de reunión delante del testimonio, donde yo me reuniré con vosotros.

5Y acontecerá que la vara del hombre que yo escoja florecerá; y haré cesar delante de mí las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros.

6Y Moisés habló a los hijos de Israel, y todos los jefes de ellos le dieron varas; una vara por cada jefe de las casas paternas, en total doce varas; y la vara de Aarón estaba entre las varas de ellos.

7Y Moisés puso las varas delante de Jehová en el tabernáculo del testimonio.

8Y aconteció que al día siguiente Moisés entró al tabernáculo del testimonio, y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había retoñado, y echado flores, y arrojado renuevos y producido almendras.

9Entonces sacó Moisés todas las varas de delante de Jehová a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomó cada uno su vara.

10Y Jehová dijo a Moisés: Vuelve a poner la vara de Aarón delante del testimonio, para que se guarde como señal a los hijos rebeldes; y harás cesar sus quejas delante de mí, para que no mueran.

11E hizo Moisés como le mandó Jehová; así lo hizo.

12Entonces los hijos de Israel hablaron a Moisés, diciendo: ¡He aquí, nosotros perecemos! ¡Estamos perdidos! ¡Todos nosotros estamos perdidos!

13Cualquiera que se acerque, todo el que se acerque al tabernáculo de Jehová, morirá. ¿Acabaremos por perecer todos?

Capítulo 18

Se llama a Aarón y a sus hijos para ministrar como sacerdotes — Se llama a los levitas para servir en el servicio del tabernáculo — Los levitas no reciben heredad en la tierra, sino que se mantienen con los diezmos del pueblo.

1Y Jehová dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y tu casa paterna contigo, llevaréis la culpa con relación al santuario; y tú y tus hijos contigo llevaréis la culpa con relación a vuestro sacerdocio.

2Y a tus hermanos también, la tribu de Leví, la tribu de tu padre, haz que se acerquen a ti y se junten contigo, y te servirán; y tú y tus hijos contigo serviréis delante del tabernáculo del testimonio.

3Y cumplirán lo que tú les encargues, y estarán a cargo de todo el tabernáculo; pero no se acercarán a los enseres santos ni al altar, para que no mueran ellos y vosotros.

4Se juntarán, pues, contigo, y tendrán el cargo del tabernáculo de reunión en todo el servicio del tabernáculo; y ningún extraño se ha de acercar a vosotros.

5Y tendréis a cargo el cuidado del santuario y el cuidado del altar, para que no haya más ira sobre los hijos de Israel.

6Porque he aquí, yo he tomado a vuestros hermanos los levitas de entre los hijos de Israel, dados a vosotros, como un don a Jehová, para que sirvan en el servicio del tabernáculo de reunión.

7Pero tú y tus hijos contigo cumpliréis con vuestro sacerdocio en todo asunto relacionado con el altar, y del velo adentro, y ministraréis. Yo os he dado como don el servicio de vuestro sacerdocio, y el extraño que se acerque morirá.

8Dijo Jehová a Aarón: He aquí yo te he dado también el cuidado de mis ofrendas elevadas. Todas las cosas consagradas de los hijos de Israel te las he dado por razón de la unción, y a tus hijos, por estatuto perpetuo.

9Esto será tuyo de la ofrenda de las cosas santas preservadas del fuego: toda ofrenda de ellos, toda ofrenda de grano, y toda ofrenda por el pecado y toda ofrenda por la culpa que ellos me han de presentar, será cosa muy santa para ti y para tus hijos.

10En el santuario la comerás; todo varón comerá de ella; cosa santa será para ti.

11Esto también será tuyo: la ofrenda elevada de sus dádivas y todas las ofrendas mecidas de los hijos de Israel te las he dado a ti, y a tus hijos, y a tus hijas contigo, por estatuto perpetuo. Todo el que esté limpio en tu casa podrá comer de ellas.

12De aceite, y de mosto y de trigo, todo lo más escogido, las primicias de ello, que presentarán a Jehová, te las he dado a ti.

13Las primicias de todas las cosas de la tierra de ellos, las cuales traerán a Jehová, serán tuyas. Todo el que esté limpio en tu casa podrá comer de ellas.

14Todo lo consagrado por voto en Israel será tuyo.

15Todo lo que abre matriz de toda carne que ofrecen a Jehová, tanto de hombres como de animales, será tuyo; mas redimirás al primogénito del hombre; también redimirás al primogénito de animal inmundo.

16Al mes de nacidos harás efectuar el rescate de ellos, conforme a tu valoración, por el precio de cinco siclos, conforme al siclo del santuario, que es de veinte geras.

17Pero el primogénito de vaca, y el primogénito de oveja y el primogénito de cabra no redimirás; santificados son. Rociarás la sangre de ellos sobre el altar y quemarás la grosura de ellos, ofrenda encendida de olor grato a Jehová.

18Y la carne de ellos será tuya, así como el pecho de la ofrenda mecida y la espaldilla derecha.

19Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas que los hijos de Israel ofrecieren a Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo; es un convenio de sal perpetuo delante de Jehová para ti y para tu descendencia contigo.

20Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.

21Y he aquí, yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel como heredad, por su servicio, por cuanto ellos sirven en el servicio del tabernáculo de reunión.

22Y ya no se acercarán más los hijos de Israel al tabernáculo de reunión, para que no lleven pecado por el cual mueran.

23Mas los levitas harán el servicio del tabernáculo de reunión, y ellos llevarán su culpa; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; y no poseerán heredad entre los hijos de Israel.

24Porque a los levitas les he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel que ofrecerán a Jehová como ofrenda; por eso les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad.

25Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

26Así hablarás a los levitas y les dirás: Cuando toméis los diezmos de los hijos de Israel que os he dado de ellos como vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos como ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los diezmos.

27Y se os contará vuestra ofrenda como grano de la era y como producto del lagar.

28Así ofreceréis también vosotros ofrenda elevada a Jehová de todos vuestros diezmos que recibáis de los hijos de Israel; y daréis de ellos la ofrenda elevada de Jehová a Aarón, el sacerdote.

29De todos vuestros dones ofreceréis toda ofrenda elevada a Jehová; de todo lo mejor de ellos, ofreceréis la porción que ha de ser consagrada.

30Y les dirás: Cuando hayáis ofrecido de lo mejor de ellos, será contado a los levitas como producto de la era o como producto del lagar.

31Y lo comeréis en cualquier lugar, vosotros y vuestras familias, pues es vuestra remuneración por vuestro servicio en el tabernáculo de reunión.

32Y cuando vosotros hayáis ofrecido de lo mejor de ello, no llevaréis por esto pecado; así no contaminaréis las cosas santas de los hijos de Israel, y no moriréis.