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lunes, 23 de marzo de 2015

"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:32)

"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres"
(Juan 8:32)
Eso es lo que el Señor dijo a sus discípulos y sigue diciendo hoy en día. Y sin duda, el sacrificio de Jesucristo ha logrado liberarnos del pecado y la muerte.
Asimismo, las preciosas verdades nos han libertado de la ignorancia y la incertidumbre de un mundo que anda en tinieblas. Meditar agradecidos en lo que hemos aprendido fortalecerá cada vez más nuestro amor a Nuestro Padre Celestial mediante Su Hijo, Jesucristo.
Para conocer la verdad de forma plena tenemos que apreciarla y vivirla, es decir, convertirla en nuestra manera de vivir. Solo entonces podemos afirmar que "la palabra de Dios" está 'actuando' en nosotros, moldeando nuestra personalidad a la imagen de Nuestro Padre Celestial.*

* "Por lo cual también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, porque cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis ... la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los que creísteis. (1 Tesalonicesnses 2:13).

domingo, 22 de febrero de 2015

¿Qué ejemplo queremos imitar, el de Marta o Maria?


Qué bello mensaje!
Por favor vea el mensaje y medite.


¿Qué ejemplo queremos imitar, el de Marta o Maria?

Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres; y acercándose, dijo:
"Señor, ¿No te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude". (Lucas 10:40)

Con todo, no se debe permitir que los intereses del mundo adquieran demasiada importancia.
Jesucristo puso de manifiesto esta idea en una conversación que mantuvo con Marta, la hermana de Lázaro. Preocupada por atender a su huésped, no veía manera de apartar tiempo para escuchar a Jesús.
María, sin embargo, “ha escogido la buena parte”, beneficiarse del alimento espiritual que el Hijo de Dios les ofrecía (Lucas 10:38-42).

"No temas, cree solamente" (Marcos 5:36)


Cuando el Señor hablaba con Marta sobre la resurrección de los muertos, Él le dijo:
“El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Y todo aquel que vive y cree en mí no morirá jamás”.
Todas las pruebas demuestran que ese “día” está muy cerca, por lo que usted quizás se encuentre entre quienes “no morirá[n] jamás” (Juan 11:25-27).

Jesús le preguntó entonces a Marta: “¿Crees tú esto?”. Ella contestó: “Sí, Señor”.
¿Se imagina usted? Si Jesucristo le hiciera hoy a usted la misma pregunta, ¿Cuál sería su respuesta?