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lunes, 3 de septiembre de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 198: Proverbios 17-19


Capítulo 17
El que se alegra de la calamidad será castigado — El amigo ama en todo tiempo — Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio.

1

Mejor es un bocado seco y en paz
que casa de contiendas llena de provisiones.

2

El siervo prudente se enseñoreará del hijo que avergüenza,
y con los hermanos compartirá la herencia.

3

El crisol para la plata y el horno para el oro,
pero Jehová prueba los corazones.

4

El malo está atento al labio inicuo,
y el mentiroso escucha la lengua destructora.

5

El que escarnece al pobre afrenta a su Hacedor;
y el que se alegra de la calamidad no quedará sin castigo.

6

Corona de los ancianos son los hijos de los hijos,
y la honra de los hijos son sus padres.

7

No conviene al necio la grandilocuencia,
¡cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!

8

Piedra preciosa es el cohecho a los ojos de sus dueños;
a dondequiera que se vuelve, prospera.

9

El que cubre la transgresión busca afecto,
pero el que reitera el asunto separa a los amigos.

10

La reprensión aprovecha al entendido
más que cien azotes al necio.

11

El malo no busca sino la rebelión,
y mensajero cruel será enviado contra él.

12

Mejor es encontrarse con una osa a la cual le han robado sus cachorros
que con un necio en su necedad.

13

Al que da mal por bien,
el mal no se apartará de su casa.

14

El comienzo de la contención es como
el soltar de las aguas;
deja, pues, la rencilla antes que se complique.

15

El que justifica al malvado y el que condena al justo,
ambos son igualmente abominación a Jehová.

16

¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría
si no tiene entendimiento?

17

En todo tiempo ama el amigo,
y el hermano nace para el tiempo de angustia.

18

El hombre falto de entendimiento estrecha la mano
para salir fiador en presencia de su prójimo.

19

El que ama la transgresión ama la rencilla;
el que exalta su puerta busca quebranto.

20

El perverso de corazón nunca hallará el bien,
y el de lengua pervertida caerá en el mal.

21

El que engendra al necio, para su tristeza lo engendra;
y el padre del necio no se alegrará.

22

El corazón alegre hace bien como una buena medicina,
pero el espíritu triste seca los huesos.

23

El malvado toma soborno de su seno
para pervertir las sendas de la justicia.

24

La sabiduría está delante del entendido,
pero los ojos del necio, vagan hasta el extremo de la tierra.

25

El hijo necio es irritación para su padre,
y amargura para la que lo dio a luz.

26

Tampoco es bueno condenar al justo
ni golpear a los nobles por su rectitud.

27

Retiene sus palabras el que tiene sabiduría;
de espíritu excelente es el hombre entendido.

28

Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio;
el que cierra sus labios, por entendido.

Capítulo 18

La boca del necio es su destrucción — El que halla esposa halla el bien — El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amistoso.

1

El que se aparta busca su propio deseo;
y se entremete en toda sana sabiduría.

2

No se deleita el necio en el entendimiento,
sino en lo que su corazón exteriorice.

3

Cuando viene el malvado, viene también el menosprecio,
y con la ignominia, viene la afrenta.

4

Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre;
arroyo que fluye, la fuente de la sabiduría.

5

Tener respeto a la persona del malvado
para hacer caer al justo en el juicio no es bueno.

6

Los labios del necio entran en contienda,
y su boca clama por azotes.

7

La boca del necio es destrucción para sí,
y sus labios son trampa para su alma.

8

Las palabras del chismoso son como bocados deliciosos
y descienden hasta lo profundo del vientre.

9

También el que es negligente en su trabajo
es hermano del hombre destructor.

10

Torre fuerte es el nombre de Jehová;
a ella corre el justo y está a salvo.

11

Las riquezas del rico son su ciudad fortificada;
son como un muro alto en su imaginación.

12

Antes del quebranto se enorgullece el corazón del hombre,
y a la honra precede la humildad.

13

Al que responde a un asunto antes de haber oído,
le es necedad y oprobio.

14

El espíritu del hombre soportará su enfermedad,
pero, ¿quién soportará al ánimo angustiado?

15

El corazón del entendido adquiere conocimiento,
y el oído de los sabios busca el conocimiento.

16

Los regalos del hombre le abren el camino
y le llevan delante de los grandes.

17

Justo parece el primero que aboga por su propia causa,
hasta que viene su prójimo y le pone a prueba.

18

El echar suertes pone fin a los pleitos
y decide entre los poderosos.

19

El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte,
y las contiendas son como cerrojos de alcázar.

20

Del fruto de la boca del hombre se saciará su vientre;
se saciará del producto de sus labios.

21

La muerte y la vida están en poder de la lengua,
y los que la aman comerán de sus frutos.

22

El que halla esposa halla el bien
y alcanza la benevolencia de Jehová.

23

El pobre habla con ruegos,
pero el rico responde con dureza.

24

El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amistoso,
y hay amigos más unidos que un hermano.

Capítulo 19

La esposa prudente proviene de Jehová — El que se apiada del pobre le presta a Jehová — Es mejor ser pobre que mentiroso.

1

Mejor es el pobre que camina en su integridad
que el de labios perversos y necio.

2

Tampoco es bueno que un alma no tenga conocimiento,
y el que se apresura con los pies peca.

3

La insensatez del hombre pervierte su camino,
y contra Jehová se irrita su corazón.

4

Las riquezas atraen muchos amigos,
pero el pobre es apartado de su amigo.

5

El testigo falso no quedará sin castigo,
y el que habla mentiras no escapará.

6

Muchos imploran el favor del príncipe,
y todos son amigos del hombre que da regalos.

7

Todos los hermanos del pobre le aborrecen,
¡cuánto más sus amigos se alejarán de él!
Los buscará para hablarles y no los hallará.

8

El que adquiere entendimiento ama su alma;
el que guarda el entendimiento hallará el bien.

9

El testigo falso no quedará sin castigo,
y el que habla mentiras perecerá.

10

No conviene al necio el deleite,
¡cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!

11

La prudencia del hombre detiene su furor,
y su honra es pasar por alto la ofensa.

12

Como el rugido del león es la ira del rey,
y su favor, como el rocío sobre la hierba.

13

El hijo necio es la ruina de su padre;
y gotera continua, las contiendas de la esposa.

14

La casa y las riquezas herencia son de los padres,
mas la esposa prudente proviene de Jehová.

15

La pereza hace caer en sueño profundo,
y el alma negligente padecerá hambre.

16

El que guarda el mandamiento guarda su alma;
el que menosprecia sus caminos morirá.

17

A Jehová presta el que se apiada del pobre,
y él le recompensará por su buena obra.

18

Corrige a tu hijo mientras haya esperanza,
mas no se altere tu alma para destruirlo.

19

El de gran ira llevará el castigo,
y si lo libras, tendrás que hacerlo de nuevo.

20

Escucha el consejo y acepta la corrección,
para que seas sabio en tu vejez.

21

Muchos planes hay en el corazón del hombre,
pero el consejo de Jehová permanecerá.

22

Contentamiento es a los hombres hacer misericordia,
y mejor es ser pobre que ser mentiroso.

23

El temor de Jehová lleva a la vida;
y el que lo tiene vivirá lleno de reposo;
no será visitado por el mal.

24

El perezoso mete su mano en el plato,
pero ni aun a su boca la llevará.

25

Golpea al escarnecedor, y el ingenuo se hará astuto;
pero reprende al entendido, y éste discernirá el conocimiento.

26

El que asalta a su padre y ahuyenta a su madre
es un hijo que causa vergüenza y acarrea oprobio.

27

Cesa, hijo mío, de oír la enseñanza
que te desvía de las palabras del conocimiento.

28

El testigo perverso se burla del juicio,
y la boca de los malvados traga la iniquidad.

29

Establecidos están los juicios para los escarnecedores,
y azotes para las espaldas de los insensatos.



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