Seguidores

martes, 20 de marzo de 2012

Lectura con Audio de la Santa Biblia RV 2009 SUD: Día 75: Jueces 6-7


Jueces
..Capítulo 6
Israel queda cautivo de los madianitas — Un ángel aparece a Gedeón y le manda librar a Israel — Gedeón derriba el altar de Baal, el Espíritu de Jehová descansa sobre él y Jehová le da una señal para indicarle que es llamado a librar a Israel.

1 Y los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y Jehová los entregó en manos de Madián durante siete años.

2Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas y lugares fortificados.

3Y sucedía que cuando los de Israel sembraban, los madianitas, y los amalecitas y los hijos del oriente subían contra ellos.

4Y acampando frente a ellos, destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes ni asnos.

5Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en gran multitud como langostas; y ellos y sus camellos eran innumerables, y venían a la tierra para devastarla.

6Así era Israel empobrecido en gran manera por causa de los madianitas; y los hijos de Israel clamaron a Jehová.

7Y aconteció que cuando los hijos de Israel hubieron clamado a Jehová, a causa de los madianitas,

8Jehová envió un hombre, un profeta, a los hijos de Israel, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto y os saqué de la casa de servidumbre.

9Yo os libré de manos de los egipcios y de manos de todos los que os afligieron, a los cuales expulsé de delante de vosotros y os di su tierra;

10y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; sin embargo, no habéis obedecido mi voz.


11Y vino el ángel de Jehová y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás, el abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas.

12Y el ángel de Jehová se le apareció y le dijo: Jehová está contigo, hombre poderoso y valiente.

13Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado y nos ha entregado en manos de los madianitas.

14Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con ésta tu fuerza y salvarás a Israel de manos de los madianitas. ¿No te envío yo?

15Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.

16Y Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.

17Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo.

18Te ruego que no te vayas de aquí hasta que yo vuelva a ti, y traiga mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.

19Y entró Gedeón y preparó un cabrito y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un canastillo y el caldo en una olla, y se los llevó y se los presentó debajo de aquella encina.

20Y el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña y vierte el caldo. Y él lo hizo así.

21Y extendió el ángel de Jehová el bastón que tenía en la mano, y tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista.

22Y vio Gedeón que era el ángel de Jehová, y dijo: Ah, Señor Jehová, pues he visto al ángel de Jehová cara a cara.

23Y Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás.

24Y edificó allí Gedeón altar a Jehová y lo llamó Jehová-salom, el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.

25Y aconteció que esa misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre y el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tiene tu padre y corta también la imagen de Asera que está junto a él.

26Y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco, en el lugar designado; y toma el segundo toro y sacrifícalo en holocausto sobre la leña de la imagen de Asera que habrás cortado.

27Entonces Gedeón tomó diez hombres de entre sus siervos e hizo como Jehová le dijo. Pero como temía hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche.

28Y por la mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado, y cortada la imagen de Asera que estaba junto a él, y el segundo toro había sido sacrificado en holocausto sobre el altar edificado.

29Y se decían unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y buscando e inquiriendo, les dijeron: Gedeón hijo de Joás lo ha hecho.

30Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás: Saca fuera a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal y ha cortado la imagen de Asera que estaba junto a él.

31Y Joás respondió a todos los que estaban junto a él: ¿Contenderéis vosotros por Baal? ¿Lo salvaréis vosotros? Cualquiera que contienda por él, que muera por la mañana. Si es un dios, que contienda por sí mismo, porque alguien ha derribado su altar.

32Y aquel día Gedeón fue llamado Jerobaal, es decir: Contienda Baal contra él, por cuanto derribó su altar.

33Y todos los madianitas, y los amalecitas y los hijos del oriente se reunieron, y pasaron y acamparon en el valle de Jezreel.

34Y el espíritu de Jehová vino sobre Gedeón, y cuando éste hubo tocado el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él.

35Y envió mensajeros por todo Manasés, que también se reunió con él; asimismo envió mensajeros a Aser, y a Zabulón y a Neftalí, los cuales salieron a su encuentro.

36Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho,

37he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío está en el vellón solamente y queda seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho.

38Y así aconteció, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón lleno de agua.

39Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí si aún hablo una vez más; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío caiga sobre la tierra.

40Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.

Jueces
..Capítulo 7

El ejército de Gedeón se reduce a trescientos hombres — Atemorizan a los ejércitos madianitas con trompetas y antorchas — Los madianitas luchan entre ellos mismos, huyen y son derrotados por Israel.

1 Levantándose, pues, de mañana Jerobaal, el cual es Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, acamparon junto a la fuente de Harod; y estaba el campamento de los madianitas al norte, cerca del collado de More, en el valle.

2Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en sus manos, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi propia mano me ha salvado.

3Y ahora, haz pregonar a oídos del pueblo, diciendo: El que tema y se estremezca, regrese desde el monte Galaad. Y regresaron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil.

4Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí yo te los pondré a prueba; y del que yo te diga: Vaya éste contigo, irá contigo; mas de cualquiera que yo te diga: Éste no vaya contigo, ése no irá.


5Entonces Gedeón llevó el pueblo a las aguas, y Jehová dijo a Gedeón: A cualquiera que lama las aguas con su lengua como lame el perro, lo pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doble sobre sus rodillas para beber.

6Y fue el número de los que lamieron el agua, llevándola con la mano a la boca, trescientos hombres; pero todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas.

7Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar.

8Y el pueblo tomó en sus manos provisiones y también sus trompetas. Y él envió a todos los israelitas, cada uno a su tienda, y retuvo a aquellos trescientos hombres; y estaba el campamento de Madián abajo en el valle.


9Y aconteció que aquella misma noche Jehová le dijo: Levántate y desciende al campamento, porque yo lo he entregado en tus manos.

10Y si tienes temor de descender, baja tú al campamento con Fura, tu criado,

11y oirás lo que hablan; y entonces tus manos se fortalecerán y descenderás al campamento. Y él descendió con Fura, su criado, hasta los puestos avanzados de la gente armada que estaba en el campamento.

12Y los madianitas y los amalecitas y todos los hijos del oriente estaban tendidos en el valle, numerosos como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables, como la arena que está a la orilla del mar en multitud.

13Y cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando a su compañero un sueño, diciendo: He aquí yo soñé un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó a la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó y la volcó de arriba abajo, y la tienda cayó.

14Y su compañero respondió y dijo: Esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joás, varón de Israel. Dios ha entregado en sus manos a los madianitas con todo el campamento.

15Y cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, adoró, y volvió al campamento de Israel y dijo: Levantaos, porque Jehová ha entregado el campamento de Madián en vuestras manos.

16Y dividió los trescientos hombres en tres escuadrones, y puso trompetas en manos de todos ellos y cántaros vacíos con antorchas ardiendo dentro de los cántaros.

17Y les dijo: Miradme a mí y haced como yo hago. He aquí que cuando yo llegue a las afueras del campamento, como yo hago, así haréis vosotros.

18Yo tocaré la trompeta y también todos los que están conmigo; y entonces vosotros también tocaréis las trompetas alrededor de todo el campamento y diréis: ¡Por Jehová y por Gedeón!

19Llegaron, pues, Gedeón y los cien hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia intermedia, cuando acababan de renovar los centinelas; y tocaron las trompetas y quebraron los cántaros que llevaban en sus manos.

20Y los tres escuadrones tocaron las trompetas y quebraron los cántaros; y sosteniendo las antorchas en la mano izquierda, y las trompetas en la mano derecha para tocarlas, gritaron: ¡La espada por Jehová y por Gedeón!

21Y permaneció cada uno en su lugar alrededor del campamento, y todos los del campamento echaron a correr y gritaron y huyeron.

22Y los trescientos tocaban las trompetas; y Jehová puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el campamento. Y los del campamento huyeron hasta Bet-sita, en dirección a Zerera, hasta la frontera de Abel-mehola cerca de Tabat.

23Y se convocó a los hombres de Israel, de Neftalí, y de Aser y de todo Manasés, y persiguieron a los madianitas.

24Gedeón también envió mensajeros por todos los montes de Efraín, diciendo: Descended al encuentro de los madianitas y tomad los vados, hasta Bet-bara y el Jordán. Y se convocó a todos los hombres de Efraín, y tomaron los vados hasta Bet-bara y el Jordán.

25Y capturaron a dos príncipes de los madianitas: a Oreb y a Zeeb; y mataron a Oreb en la peña de Oreb, y a Zeeb lo mataron en el lagar de Zeeb; y después que persiguieron a los madianitas, llevaron las cabezas de Oreb y de Zeeb a Gedeón al otro lado del Jordán.





MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com

Lectura con Audio de la Santa Biblia RV 2009 SUD: Día 74: Jueces 3-5


Jueces
..Capítulo 3
Los israelitas y los cananeos se casan entre sí — Los hijos de Israel adoran dioses falsos y son maldecidos — Otoniel juzga a Israel — Sirven a Moab y son liberados por Aod, quien mata a Eglón.

1 Éstas, pues, son las naciones que dejó Jehová para probar con ellas a Israel, a todos aquellos que no habían conocido todas las guerras de Canaán;

2sólo para que al menos las generaciones de los hijos de Israel conociesen la guerra, para que la enseñasen a los que antes no la habían conocido:

3los cinco príncipes de los filisteos, y todos los cananeos, y los sidonios y los heveos que habitaban en la región montañosa del Líbano, desde el monte Baal-hermón hasta llegar a Hamat.

4Éstos, pues, estaban para probar a Israel, para saber si obedecerían los mandamientos de Jehová que él había dado a sus padres por medio de Moisés.

5Así los hijos de Israel habitaron entre los cananeos, los heteos, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos.

6Y tomaron a sus hijas por esposas, y dieron sus hijas a los hijos de ellos y sirvieron a sus dioses.

7Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos de Jehová; y olvidaron a Jehová su Dios, y sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera.

8Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los vendió en manos de Cusán-risataim, rey de Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusán-risataim ocho años.

9Y clamaron los hijos de Israel a Jehová, y Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb, y él los libró.

10Y el espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a Israel; y salió a la batalla, y Jehová entregó en su mano a Cusán-risataim, rey de Siria, y prevaleció su mano contra Cusán-risataim.

11Y reposó la tierra cuarenta años; y murió Otoniel hijo de Cenaz.

12Y volvieron los hijos de Israel a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, y Jehová fortaleció a Eglón, rey de Moab, contra Israel, por cuanto habían hecho lo malo ante los ojos de Jehová.

13Y Eglón reunió consigo a los hijos de Amón y de Amalec, y fue y derrotó a Israel, y tomó la ciudad de las palmeras.

14Y sirvieron los hijos de Israel a Eglón, rey de los moabitas, dieciocho años.

15Y clamaron los hijos de Israel a Jehová, y Jehová les levantó un libertador, a Aod hijo de Gera, benjaminita, el cual era zurdo. Y los hijos de Israel enviaron con él un presente a Eglón, rey de Moab.

16Y Aod se había hecho un puñal de dos filos, de un codo de largo; y se lo ciñó debajo de sus vestidos a su lado derecho.

17Y entregó el presente a Eglón, rey de Moab; y era Eglón hombre muy grueso.

18Y luego que hubo entregado el presente, despidió a la gente que lo había traído.

19Mas él se volvió desde los ídolos que están en Gilgal y dijo: Rey, una palabra secreta tengo que decirte. Él entonces dijo: Calla. Y salieron de delante de él todos los que con él estaban.

20Y se acercó Aod a él, el cual estaba sentado solo en su sala de verano. Y Aod dijo: Tengo palabra de Dios para ti. Él entonces se levantó de la silla.

21Y Aod alargó su mano izquierda, y tomó el puñal de su lado derecho y se lo clavó por el vientre

22de tal manera que la empuñadura entró también tras la hoja, y la gordura cubrió la hoja, porque él no sacó el puñal de su vientre, y salió el excremento.

23Y salió Aod al corredor, y cerró tras sí las puertas de la sala y las aseguró con el cerrojo.

24Y cuando él hubo salido, vinieron los siervos, los cuales, viendo las puertas de la sala cerradas, dijeron: Sin duda él cubre sus pies en la sala de verano.

25Y habiendo esperado hasta estar confusos, porque él no abría las puertas de la sala, tomaron la llave y abrieron; y he aquí su señor caído en tierra, muerto.

26Mas entre tanto que ellos se detuvieron, Aod se escapó y, pasando junto a los ídolos, se puso a salvo en Seirat.

27Y aconteció que cuando hubo llegado, tocó el cuerno en los montes de Efraín, y los hijos de Israel descendieron con él del monte, y él iba delante de ellos.

28Entonces él les dijo: Seguidme, porque Jehová ha entregado a vuestros enemigos, los moabitas, en vuestras manos. Y descendieron en pos de él, y tomaron los vados del Jordán que llevan a Moab, y no dejaron pasar a ninguno.

29Y en aquel tiempo mataron de los moabitas como a diez mil hombres, todos valientes y todos hombres de guerra; y no escapó hombre alguno.

30Así quedó Moab sojuzgado aquel día bajo la mano de Israel; y reposó la tierra ochenta años.

31Después de él vino Samgar hijo de Anat, el cual mató a seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada de bueyes; y él también salvó a Israel.

Jueces
..Capítulo 4

Débora, mujer profetisa, juzga a Israel — Ella y Barac liberan a Israel de los cananeos — Jael, una mujer, mata a Sísara el cananeo.

1Y después de la muerte de Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová.

2Y Jehová los vendió en manos de Jabín, rey de Canaán, el cual reinó en Hazor; y el capitán de su ejército se llamaba Sísara, el cual habitaba en Haroset de los gentiles.

3Y los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquél tenía novecientos carros de hierro y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel durante veinte años.

4Y juzgaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, esposa de Lapidot,

5la cual acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora entre Ramá y Bet-el, en los montes de Efraín; y los hijos de Israel acudían a ella para juicio.

6Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, y reúne a tu gente en el monte Tabor, y toma contigo diez mil hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón;

7y yo atraeré hacia ti, hasta el arroyo Cisón, a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos?

8Y Barac le respondió: Si tú vas conmigo, yo iré; pero si no vas conmigo, no iré.

9Y ella dijo: Iré contigo; mas no será tuyo el honor de la jornada que vas a emprender, porque en manos de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes.

10Y reunió Barac a Zabulón y a Neftalí en Cedes, y subió con diez mil hombres a su mando, y Débora subió con él.

11Y Heber, el ceneo, de los hijos de Hobab, suegro de Moisés, se había apartado de los ceneos y había puesto su tienda hasta el valle de Zaanaim, que está junto a Cedes.

12Dieron, pues, las nuevas a Sísara de que Barac hijo de Abinoam había subido al monte Tabor.

13Y reunió Sísara todos sus carros, novecientos carros de hierro, y a todo el pueblo que con él estaba, desde Haroset de los gentiles hasta el arroyo Cisón.

14Entonces Débora dijo a Barac: Levántate, porque éste es el día en que Jehová ha entregado a Sísara en tus manos. ¿No ha salido Jehová delante de ti? Y Barac descendió del monte Tabor, y diez mil hombres en pos de él.

15Y Jehová desbarató a Sísara, con todos sus carros y todo su ejército, a filo de espada delante de Barac, y Sísara descendió del carro y huyó a pie,

16mas Barac persiguió los carros y el ejército hasta Haroset de los gentiles, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada hasta no quedar ni uno.

17Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, esposa de Heber el ceneo, porque había paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber, el ceneo.

18Y saliendo Jael a recibir a Sísara, le dijo: Ven, señor mío, ven a mí, no tengas temor. Y él fue hacia ella a la tienda, y ella le cubrió con una manta.

19Y él le dijo: Te ruego me des de beber un poco de agua, pues tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber, y le volvió a cubrir.

20Y él le dijo: Quédate a la puerta de la tienda, y si alguien viene y te pregunta, diciendo: ¿Hay aquí alguno?, tú responderás que no.

21Y Jael, esposa de Heber, tomó una estaca de la tienda y, tomando un mazo en la mano, se acercó a él calladamente y le clavó la estaca en las sienes, y la enclavó en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y cansado; y así murió.

22Y persiguiendo Barac a Sísara, Jael salió a recibirlo y le dijo: Ven, y te mostraré al hombre que tú buscas. Y él entró donde ella estaba, y he aquí Sísara yacía muerto con la estaca en la sien.

23Así abatió Dios aquel día a Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel.

24Y la mano de los hijos de Israel se hizo más y más severa contra Jabín, rey de Canaán, hasta que lo destruyeron.

Jueces
..Capítulo 5

Débora y Barac cantan un cántico de alabanza a causa de la liberación de Israel del cautiverio cananeo.

1Y aquel día cantó Débora con Barac hijo de Abinoam, diciendo:

2

Por haberse puesto al frente los caudillos en Israel,
por haberse ofrecido voluntariamente el pueblo,
bendecid a Jehová.

3

¡Oíd, reyes; estad atentos, oh príncipes!
Yo cantaré a Jehová;
cantaré salmos a Jehová Dios de Israel.

4

Cuando saliste de Seir, oh Jehová,
cuando te marchaste del campo de Edom,
la tierra tembló, y los cielos destilaron,
y las nubes gotearon agua.

5

Los montes se estremecieron delante de Jehová,
aquel Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel.

6

En los días de Samgar hijo de Anat,
en los días de Jael, quedaron abandonados los caminos,
y los que andaban por las sendas se apartaban por senderos torcidos.

7

Quedaron abandonadas las aldeas
en Israel, quedaron abandonadas
hasta que yo, Débora, me levanté,
me levanté como madre en Israel.

8

Escogieron nuevos dioses;
entonces la guerra llegó a las puertas.
¿Se veía escudo o lanza
entre cuarenta mil en Israel?

9

Mi corazón está con los jefes de Israel,
los que con buena voluntad se ofrecieron entre el pueblo.
Bendecid a Jehová.

10

Vosotros los que cabalgáis en asnas blancas,
los que presidís en juicio,
y vosotros los que viajáis, hablad.

11

Lejos del ruido de los arqueros, en los abrevaderos,
allí repetirán los actos de justicia de Jehová,
los actos de justicia para con los aldeanos en Israel;
entonces bajará el pueblo de Jehová a las puertas.

12

Despierta, despierta, Débora;
despierta, despierta, entona un cántico.
Levántate, Barac, y lleva tus cautivos, hijo de Abinoam.

13

Entonces los sobrevivientes descendieron sobre los nobles del pueblo;
Jehová me hizo enseñorear sobre los poderosos.

14

De Efraín salió su raíz contra Amalec,
en pos de ti, Benjamín, entre tus pueblos;
de Maquir descendieron jefes,
y de Zabulón los que llevan la vara de mando.

15

También los príncipes de Isacar estaban con Débora;
y como Isacar, también Barac
se lanzó a pie al valle.
Entre las divisiones de Rubén
hubo grandes resoluciones del corazón.

16

¿Por qué te quedaste entre los rediles,
para oír los balidos de los rebaños?
Entre las divisiones de Rubén
grandes fueron las deliberaciones del corazón.

17

Galaad se quedó al otro lado del Jordán;
y Dan, ¿por qué se quedó junto a las naves?
Se mantuvo Aser a la ribera del mar,
y se quedó en sus puertos.

18

El pueblo de Zabulón expuso su vida a la muerte,
y también Neftalí en las alturas del campo.

19

Vinieron reyes y pelearon;
entonces pelearon los reyes de Canaán
en Taanac, junto a las aguas de Meguido,
mas no llevaron ganancia alguna de dinero.

20

Desde los cielos pelearon
las estrellas, desde sus órbitas pelearon contra Sísara.

21

Los barrió el torrente Cisón,
el antiguo torrente, el torrente Cisón.
Hollaste, oh alma mía, con poder.

22

Entonces resonaron los cascos de los caballos
por las arremetidas, las arremetidas de sus valientes.

23

Maldecid a Meroz, dijo el ángel de Jehová,
maldecid severamente a sus moradores,
porque no vinieron en ayuda de Jehová,
en ayuda de Jehová contra los poderosos.

24

Bendita sea entre las mujeres Jael,
esposa de Heber, el ceneo;
bendita sea entre las mujeres de la tienda.

25

Él pidió agua, y ella le dio leche;
en tazón de nobles le presentó cuajada.

26

Su mano tendió a la estaca,
y su diestra al mazo de trabajadores;
y golpeó a Sísara, hirió su cabeza,
horadó y atravesó sus sienes.

27

Cayó encorvado a los pies de ella, quedó tendido;
a los pies de ella cayó encorvado;
donde se encorvó, allí cayó muerto.

28

La madre de Sísara se asoma a la ventana,
y por entre las celosías a voces dice:
¿Por qué tarda su carro en venir?
¿Por qué las ruedas de sus carros se retrasan?

29

Las más sabias de sus damas le respondían,
y aun ella se respondía a sí misma:

30

¿Acaso no han hallado el botín y lo están repartiendo?
A cada uno una doncella, o dos;
el botín de tela para Sísara,
el botín de tela bordada de colores,
tela de colores bordada por ambos lados, para los
cuellos de los que han tomado el botín.

31

Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová;
mas los que le aman sean como el sol cuando nace en su fuerza.
Y la tierra reposó cuarenta años.




MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com

Lectura con Audio de la Santa Biblia RV 2009 SUD: Día 73: Jueces 1-2

Jueces
..Capítulo 1

Judá, Simeón y José continúan la conquista de los cananeos — Los cananeos sobrevivientes permanecen en las tierras de Judá, de Manasés, de Efraín, de Zabulón, de Aser, de Neftalí y de Dan.

1 Y aconteció que después de la muerte de Josué, los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos?

2Y Jehová respondió: Judá subirá; he aquí que yo he entregado la tierra en sus manos.

3Y Judá dijo a Simeón, su hermano: Sube conmigo al territorio que me ha tocado, y peleemos contra el cananeo; y yo también iré contigo al tuyo. Y Simeón fue con él.

4Y subió Judá, y Jehová entregó en sus manos al cananeo y al ferezeo; y de ellos hirieron en Bezec a diez mil hombres.

5Y hallaron a Adoni-bezec en Bezec, y pelearon contra él y derrotaron al cananeo y al ferezeo.

6Mas Adoni-bezec huyó; y lo persiguieron, y lo prendieron y le cortaron los pulgares de las manos y de los pies.

7Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes, cortados los pulgares de sus manos y de sus pies, recogían las migajas debajo de mi mesa; como yo hice, así me ha pagado Dios. Y lo llevaron a Jerusalén, donde murió.

8Y habían combatido los hijos de Judá contra Jerusalén, y la habían tomado, y la pasaron a filo de espada y prendieron fuego a la ciudad.

9Después los hijos de Judá descendieron para pelear contra el cananeo que habitaba en las montañas, y en el sur y en los llanos.

10Y marchó Judá contra el cananeo que habitaba en Hebrón, la cual se llamaba antes Quiriat-arba; e hirieron a Sesai, y a Ahimán y a Talmai.

11Y de allí fue contra los que habitaban en Debir, que antes se llamaba Quiriat-séfer.

12Y dijo Caleb: Al que ataque a Quiriat-séfer y la tome, yo le daré a Acsa, mi hija, por esposa.

13Y la tomó Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb; y él le dio a su hija Acsa por esposa.

14Y aconteció que cuando se iba con él, le persuadió a que pidiese a su padre un campo. Y ella se apeó del asno, y Caleb le dijo: ¿Qué deseas?

15Ella entonces le respondió: Dame una bendición; ya que me has dado tierra del sur, dame también fuentes de aguas. Entonces Caleb le dio las fuentes de arriba y las fuentes de abajo.

16Y los hijos del ceneo, suegro de Moisés, subieron de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá al desierto de Judá, que está al sur de Arad; y fueron y habitaron con el pueblo.

17Y fue Judá con su hermano Simeón, y derrotaron al cananeo que habitaba en Sefat y la asolaron. Y pusieron por nombre a la ciudad, Horma.

18Tomó también Judá Gaza con su territorio, y Ascalón con su territorio y Ecrón con su territorio.

19Y Jehová estaba con Judá, que expulsó a los de las montañas, mas no pudo expulsar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros de hierro.

20Y dieron Hebrón a Caleb, como Moisés había dicho; y él expulsó de allí a los tres hijos de Anac.

21Mas al jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo expulsaron los hijos de Benjamín, y así el jebuseo ha habitado con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy.

22También los de la casa de José subieron contra Bet-el, y Jehová estaba con ellos.

23Y los de la casa de José pusieron espías en Bet-el, ciudad que antes se llamaba Luz.

24Y los que espiaban vieron a un hombre que salía de la ciudad y le dijeron: Muéstranos ahora la entrada de la ciudad, y haremos contigo misericordia.

25Y él les mostró la entrada a la ciudad, y la hirieron a filo de espada; mas dejaron ir a aquel hombre con toda su familia.

26Y se fue el hombre a la tierra de los heteos y edificó una ciudad, a la cual llamó Luz; y éste es su nombre hasta hoy.

27Tampoco Manasés expulsó a los de Bet-seán, ni a los de sus aldeas, ni a los de Taanac y sus aldeas, ni a los de Dor y sus aldeas, ni a los habitantes de Ibleam y sus aldeas ni a los que habitaban en Meguido y en sus aldeas; pero el cananeo persistía en habitar en aquella tierra.

28Y aconteció que cuando Israel cobró fuerzas, hizo tributario al cananeo, mas no los expulsó totalmente.

29Tampoco Efraín expulsó al cananeo que habitaba en Gezer, sino que habitó el cananeo en medio de ellos en Gezer.

30Tampoco Zabulón expulsó a los que habitaban en Quitrón ni a los que habitaban en Naalal, sino que el cananeo habitó en medio de él, y le fue tributario.

31Tampoco Aser expulsó a los que habitaban en Aco, ni a los que habitaban en Sidón, ni en Ahlab, ni en Aczib, ni en Helba, ni en Afec ni en Rehob.

32Así que moró Aser entre los cananeos que habitaban en la tierra, pues no los expulsó.

33Tampoco Neftalí expulsó a los que habitaban en Bet-semes ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que moró entre los cananeos que habitaban en la tierra; mas le fueron tributarios los moradores de Bet-semes y los moradores de Bet-anat.

34Los amorreos hicieron retroceder a los hijos de Dan hasta la región montañosa, y no los dejaron descender a los llanos.

35Y el amorreo persistió en habitar en el monte Heres, en Ajalón y en Saalbim; pero cuando la mano de la casa de José se fortaleció, los hicieron tributarios.

36Y el límite del amorreo fue desde la subida de Acrabim, desde Sela hacia arriba.

Jueces
..Capítulo 2

Un ángel amonesta a Israel por no servir a Jehová — Como ejemplo de acontecimientos futuros se levanta una nueva generación que rechaza a Jehová y sirve a Baal y a Astarot — Jehová se enoja con los hijos de Israel y deja de ampararlos — Levanta jueces para guiarlos y dirigirlos — Los cananeos se quedan en la tierra para poner a prueba a Israel.

1 Y el ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra que había jurado dar a vuestros padres y dije: No quebrantaré jamás mi convenio con vosotros,

2con tal que vosotros no hagáis alianza con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto?

3Por tanto, yo también dije: No los echaré de delante de vosotros, sino que os serán azote para vuestros costados, y sus dioses os serán tropiezo.

4Y cuando el ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró.

5Y llamaron a aquel lugar Boquim y allí ofrecieron sacrificios a Jehová.

6Cuando Josué despidió al pueblo, cada uno de los hijos de Israel fue a su heredad para poseerla.

7Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras que Jehová había hecho por Israel.

8Y murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, a la edad de ciento diez años.

9Y lo sepultaron en el territorio de su heredad en Timnat-sera, en los montes de Efraín, al norte del monte Gaas.

10Y toda aquella generación fue también reunida con sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová ni la obra que él había hecho por Israel.

11Y los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová y sirvieron a los baales.

12Y abandonaron a Jehová, el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová.

13Y abandonaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot.

14Y el furor de Jehová se encendió contra Israel, y los entregó en manos de saqueadores que los saquearon, y los vendió en manos de sus enemigos de alrededor; y ya no pudieron hacer frente a sus enemigos.

15Por dondequiera que salían, la mano de Jehová estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho y como Jehová se lo había jurado; así tuvieron gran aflicción.

16Mas Jehová levantó jueces que los librasen de manos de los que los despojaban.

17Y tampoco oyeron a sus jueces, sino que se prostituyeron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron. Pronto se apartaron del camino en que anduvieron sus padres, que obedecían los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así.

18Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez y los libraba de manos de los enemigos todo el tiempo de aquel juez, porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos, a causa de los que los oprimían y afligían.

19Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás y se corrompían más que sus padres, siguiendo dioses ajenos, sirviéndoles e inclinándose delante de ellos; y no se apartaron de sus obras ni de su obstinado camino.

20Y la ira de Jehová se encendió contra Israel y dijo: Por cuanto esta nación traspasa mi convenio que ordené a sus padres, y no obedecen mi voz,

21tampoco yo volveré más a expulsar de delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué cuando murió;

22para probar por medio de ellas a Israel, para ver si ellos guardarán o no el camino de Jehová, andando en él como sus padres lo hicieron.

23Por esto dejó Jehová a aquellas naciones, y no las expulsó en seguida, ni las entregó en manos de Josué.




MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com