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martes, 3 de enero de 2012

Lectura Hablada de La Santa Biblia R-V 2009 SUD: Dia 4: Genesís 12-15


Capítulo 12
Abram llegará a ser una gran nación — Él y su descendencia bendecirán a todas las familias de la tierra — Él viaja de Harán a la tierra de Canaán — Debido a la hambruna, Abram desciende a Egipto — Abram y Sarai son puestos a prueba en la corte de Faraón.

1 Ahora bien, Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra, y de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré;

2 y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre y serás una bendición.

3 Y bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

4 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y fue con él Lot. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.

5 Y tomó Abram a Sarai, su esposa, y a Lot, hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las almas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a la tierra de Canaán; y a la tierra de Canaán llegaron.

6 Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el valle de More; y el cananeo estaba entonces en la tierra.

7 Y se apareció Jehová a Abram y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien se le había aparecido.

8 Y pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el y asentó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí un altar a Jehová e invocó el nombre de Jehová.

9 Y se fue Abram de allí, caminando y yendo hacia el sur.

10 Y hubo hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá, porque era grande el hambre en la tierra.

11 Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai, su esposa: He aquí, sé que eres mujer de hermoso aspecto;

12 y acontecerá que cuando te vean los egipcios, dirán: Su esposa es; y me matarán a mí, y a ti te dejarán con vida.

13 Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma gracias a ti.

14 Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera.

15 La vieron también los príncipes de Faraón y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón.

16 Y trató bien a Abram por causa de ella; y éste tuvo ovejas, y vacas, y asnos, y siervos, y criadas, y asnas y camellos.

17 Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai, esposa de Abram.

18 Entonces Faraón llamó a Abram y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu esposa?

19 ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por esposa? Ahora, pues, he aquí tu esposa; tómala y vete.

20 Entonces Faraón dio orden a su gente acerca de Abram; y le acompañaron a él, y a su esposa, con todo lo que tenía.

Capítulo 13

Abram regresa de Egipto — Él y Lot se separan — Jehová hará la descendencia de Abram tan numerosa como el polvo de la tierra — Abram se establece en Hebrón.

1 Subió, pues, Abram de Egipto hacia el sur, él y su esposa, con todo lo que tenía, y con él, Lot.

2 Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro.

3 Y volvió de jornada en jornada desde el sur hacia Bet-el, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bet-el y Hai,

4 al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de Jehová.

5 Y asimismo Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, y vacas y tiendas.

6 Y la tierra no bastaba para que habitasen juntos, porque sus posesiones eran muchas, y no podían habitar juntos.

7 Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.

8 Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre tú y yo, ni entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.

9 ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.

10 Y alzó Lot sus ojos y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto entrando en Zoar.

11 Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y partió Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.

12 Abram se asentó en la tierra de Canaán, y Lot se asentó en las ciudades de la llanura y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma.

13 Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores delante de Jehová en gran manera.

14 Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y hacia el sur, y hacia el oriente y hacia el occidente;

15 porque toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia para siempre.

16 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra. Si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.

17 Levántate, ve por la tierra a lo largo y a lo ancho de ella, porque a ti te la daré.

18 Abram, pues, levantando su tienda, vino y moró en el valle de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí un altar a Jehová.

Capítulo 14

Lot es capturado en las batallas de los reyes — Él es rescatado por Abram — Melquisedec administra pan y vino, y bendice a Abram — Abram paga los diezmos — Él se niega a aceptar el botín de la conquista.

1 Y aconteció en los días de Amrafel, rey de Sinar, Arioc, rey de Elasar, Quedorlaomer, rey de Elam, y Tidal, rey de naciones,

2 que éstos hicieron la guerra contra Bera, rey de Sodoma, y contra Birsa, rey de Gomorra, y contra Sinab, rey de Adma, y contra Semeber, rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, que es Zoar.

3 Todos éstos se juntaron en el valle de Sidim, que es el mar Salado.

4 Doce años habían servido a Quedorlaomer y, al decimotercer año se rebelaron.

5 Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer con los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas en Astarot Carnaim, a los zuzitas en Ham y a los emitas en Save-quiriataim,

6 y a los horeos en el monte de Seir, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto.

7 Y volvieron y llegaron a En-mispat, que es Cades, y devastaron todo el territorio de los amalecitas, y también el del amorreo que habitaba en Hazezón-tamar.

8 Y salieron el rey de Sodoma, y el rey de Gomorra, y el rey de Adma, y el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y presentaron batalla contra ellos en el valle de Sidim;

9 a saber, contra Quedorlaomer, rey de Elam, y Tidal, rey de naciones, y Amrafel, rey de Sinar, y Arioc, rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco.

10 Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, y cayeron allí, y los demás huyeron al monte.

11 Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron.

12 Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus posesiones, y se fueron.

13 Y vino uno de los que escaparon y le avisó a Abram, el hebreo, que habitaba en el valle de Mamre, el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abram.

14 Y oyó Abram que su hermano estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.

15 Y cayó sobre ellos de noche, él con sus siervos, y los derrotó y los fue siguiendo hasta Hoba, que está a la izquierda de Damasco.

16 Y recobró todos los bienes, y también a Lot, su hermano, y sus posesiones, y también a las mujeres y a la demás gente.

17 Y salió el rey de Sodoma a recibirlo cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, al valle de Save, que es el valle del Rey.

18 Entonces Melquisedec, rey de Salem, el cual era sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino,

19 y le bendijo, diciendo, Bendito sea Abram del Dios Altísimo, poseedor de los cielos y de la tierra;

20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos. Y le dio Abram los diezmos de todo.

21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas y toma para ti los bienes.

22 Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano jurando a Jehová Dios Altísimo, poseedor de los cielos y de la tierra,

23 que ni un hilo ni una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram;

24 salvo lo que comieron los jóvenes y la porción de los hombres que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamre, los cuales tomarán su parte.

Capítulo 15

Abram desea tener progenie — Jehová le promete una descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo — Abram cree en la promesa — Su descendencia será extranjera en Egipto — Entonces, después de cuatro generaciones, ellos heredarán Canaán.

1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.

2 Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, dado que ando sin hijo, y el heredero de mi casa es el damasceno Eliezer?

3 Dijo además Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que es mi heredero uno nacido en mi casa.

4 Y luego la palabra de Jehová vino a él, diciendo: No te heredará éste, sino uno que saldrá de tus entrañas será el que te herede.

5 Y le llevó fuera y le dijo: Mira ahora los cielos y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.

6 Y creyó a Jehová, y se le contó por justicia.

7 Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra.

8 Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar?

9 Y le dijo: Apártame una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también y un pichón.

10 Y tomó él todos éstos, y los partió por la mitad y puso cada mitad enfrente de la otra; mas no partió las aves.

11 Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba.

12 Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una gran oscuridad cayó sobre él.

13 Entonces dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia será peregrina en tierra ajena, y servirá a los de allí y será por ellos afligida durante cuatrocientos años.

14 Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.

15 Y tú vendrás a tus padres en paz y serás sepultado en buena vejez.

16 Y en la cuarta generación volverán acá, porque aún no habrá llegado al colmo la maldad del amorreo.

17 Y sucedió que puesto el sol, habiendo ya oscurecido, vio un horno humeante y una antorcha de fuego que pasó por entre los animales divididos.

18 En aquel día hizo Jehová un convenio con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates:

19 la de los ceneos, y los cenezeos, y los cadmoneos,

20 y los heteos, y los ferezeos, y los refaítas,

21 y los amorreos, y los cananeos, y los gergeseos y los jebuseos.


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Lectura Hablada de La Santa Biblia R-V 2009 SUD: Dia 3: Genesís 8-11


Capítulo 8
Cesa el Diluvio — Noé envía una paloma, la cual regresa con una hoja de olivo — Noé hace salir del arca a todo ser viviente — Ofrece sacrificios — Se aseguran la siembra, la siega y las estaciones.

1 Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas.

2 Y se cerraron las fuentes del abismo y las compuertas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida.

3 Y las aguas bajaron gradualmente de sobre la tierra; y decrecieron las aguas al cabo de ciento cincuenta días.

4 Y reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat.

5 Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo; en el décimo, al primero del mes, se descubrieron las cimas de los montes.

6 Y sucedió que al cabo de cuarenta días abrió Noé la ventana del arca que había hecho

7 y envió un cuervo, el cual salió y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron de sobre la tierra.

8 Envió también una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra;

9 y no halló la paloma dónde sentar la planta de su pie y volvió a él, al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra; entonces él extendió la mano y, tomándola, la hizo entrar consigo en el arca.

10 Y esperó aún otros siete días y volvió a enviar la paloma fuera del arca.

11 Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde, y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico; y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.

12 Y esperó aún otros siete días y envió la paloma, la cual ya no volvió más a él.

13 Y sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, al primero del mes, las aguas se secaron de sobre la tierra; y quitó Noé la cubierta del arca y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba seca.

14 Y en el mes segundo, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra.

15 Y habló Dios a Noé, diciendo:

16 Sal del arca tú, y tu esposa, y tus hijos y las esposas de tus hijos contigo.

17 Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra.

18 Entonces salió Noé, y sus hijos, y su esposa y las esposas de sus hijos con él.

19 Todos los animales, y todo reptil y toda ave y todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies salieron del arca.

20 Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar.

21 Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre, porque la intención del corazón del hombre es mala desde su juventud; ni volveré más a destruir a todo ser viviente, como he hecho.

22 Mientras permanezca la tierra, la siembra y la siega, y el frío y el calor, y el verano y el invierno, y el día y la noche no cesarán.

Capítulo 9

Se manda a Noé y a sus hijos multiplicarse y henchir la tierra — Se les da dominio sobre todas las formas de vida — Se decreta la pena de muerte por asesinato — Dios nunca volverá a destruir la tierra por medio de un diluvio — Canaán es maldecido; Sem y Jafet son bendecidos.

1 Y bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad, y multiplicaos y henchid la tierra;

2 y el temor y el miedo de vosotros estarán en todo animal de la tierra, y en toda ave de los cielos, en todo lo que se mueve en la tierra y en todos los peces del mar; en vuestras manos son entregados.

3 Todo lo que se mueve y vive os será para alimento, así como las legumbres y hierbas; os lo he dado todo.

4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.

5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de manos de todo animal la demandaré y de manos del hombre; de manos del prójimo de todo hombre demandaré la vida.

6 El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada, porque a imagen de Dios es hecho el hombre.

7 Mas vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra y multiplicaos en ella.

8 Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo:

9 He aquí que yo establezco mi convenio con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros,

10 y con todo ser viviente que está con vosotros, aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.

11 Estableceré mi convenio con vosotros, y no será talada ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra.

12 Y dijo Dios: Ésta es la señal del convenio que yo establezco entre yo y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por todas las generaciones perpetuas.

13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del convenio entre yo y la tierra.

14 Y acontecerá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes.

15 Y me acordaré de mi convenio que hay entre yo y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más aguas de diluvio para destruir toda carne.

16 Y estará el arco en las nubes, y lo veré para acordarme del convenio sempiterno entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra.

17 Dijo, pues, Dios a Noé: Ésta es la señal del convenio que he establecido entre yo y toda carne que está sobre la tierra.

18 Y los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet; y Cam es el padre de Canaán.

19 Estos tres son los hijos de Noé, y de ellos se pobló toda la tierra.

20 Y comenzó Noé a labrar la tierra y plantó una viña.

21 Y bebió del vino y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda.

22 Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre y lo dijo a sus dos hermanos que estaban fuera.

23 Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre.

24 Y despertó Noé de su vino y supo lo que había hecho con él su hijo más joven;

25 y dijo:

Maldito sea Canaán;
siervo de siervos será a sus hermanos.

26 Y dijo también:

Bendito Jehová el Dios de Sem,
y sea Canaán su siervo.

27

Engrandezca Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem,
y sea Canaán su siervo.

28 Y vivió Noé después del diluvio trescientos cincuenta años.

29 Y fueron todos los días de Noé novecientos cincuenta años, y murió.

Capítulo 10

Los descendientes de Noé son: Jafet, cuyos descendientes son los gentiles; Cam, cuyos descendientes incluyen a los cananeos; y Sem, de quien vino Peleg, en cuyos días se dividió la tierra.

1 Éstas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio.

2 Los hijos de Jafet: Gomer, y Magog, y Madai, y Javán, y Tubal, y Mesec y Tiras.

3 Y los hijos de Gomer: Askenaz, y Rifat y Togarma.

4 Y los hijos de Javán: Elisa, y Tarsis, Quitim y Dodanim.

5 Por éstos fueron repartidas las islas de las gentes en sus tierras, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones.

6 Los hijos de Cam: Cus, y Mizraim, y Fut y Canaán.

7 Y los hijos de Cus: Seba, Havila, y Sabta, y Raama y Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y Dedán.

8 Y Cus engendró a Nimrod; éste comenzó a ser poderoso en la tierra.

9 Éste fue poderoso cazador delante de Jehová, por lo cual se dice: Así como Nimrod, poderoso cazador delante de Jehová.

10 Y fue el comienzo de su reino Babel, y Erec, y Acad y Calne, en la tierra de Sinar.

11 De esta tierra salió Asur y edificó Nínive, y Rehobot, y Cala

12 y Resén entre Nínive y Cala, la cual es ciudad grande.

13 Y Mizraim engendró a Ludim, y a Anamim, y a Lehabim, y a Naftuhim,

14 y a Patrusim, y a Casluhim, de donde provinieron los filisteos, y a Caftorim.

15 Y Canaán engendró a Sidón, su primogénito, y a Het,

16 y al jebuseo, y al amorreo, y al gergeseo,

17 y al heveo, y al araceo, y al sineo,

18 y al arvadeo, y al zemareo y al hamateo; y después se dispersaron las familias de los cananeos.

19 Y fue el territorio de los cananeos desde Sidón, viniendo a Gerar hasta Gaza, hasta entrar en Sodoma y Gomorra, Adma y Zeboim, hasta Lasa.

20 Éstos son los hijos de Cam por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.

21 También le nacieron hijos a Sem, padre de todos los hijos de Heber, y hermano mayor de Jafet.

22 Y los hijos de Sem: Elam, y Asur, y Arfaxad, y Lud y Aram.

23 Y los hijos de Aram: Uz, y Hul, y Geter y Mas.

24 Y Arfaxad engendró a Sala, y Sala engendró a Heber.

25 Y a Heber le nacieron dos hijos: el nombre de uno fue Peleg, porque en sus días se dividió la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán.

26 Y Joctán engendró a Almodad, y a Selef, y a Hazar-mavet, y a Jera,

27 y a Adoram, y a Uzal, y a Dicla,

28 y a Obal, y a Abimael, y a Seba,

29 y a Ofir, y a Havila y a Jobab; todos éstos fueron hijos de Joctán.

30 Y fue su habitación desde Mesa, camino a Sefar, hasta la región montañosa del oriente.

31 Éstos fueron los hijos de Sem por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.

32 Éstas son las familias de los hijos de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos fueron divididas las naciones en la tierra después del diluvio.

Capítulo 11

Todos los hombres hablan el mismo lenguaje — Ellos construyen la torre de Babel — Jehová confunde su lenguaje y los dispersa sobre toda la tierra — Entre las generaciones de Sem, se cuenta a Abram, cuya esposa fue Sarai — Abram sale de Ur y se establece en Harán.

1 Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.

2 Y aconteció que, cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar y se asentaron allí.

3 Y se dijeron los unos a los otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.

4 Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, no sea que seamos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.

5 Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.

6 Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado a edificar, y ahora nada los hará desistir de lo que han pensado hacer.

7 Ahora, pues, descendamos y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.

8 Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.

9 Por eso fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.

10 Éstas son las generaciones de Sem: Sem, de edad de cien años, engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio.

11 Y vivió Sem después que engendró a Arfaxad quinientos años, y engendró hijos e hijas.

12 Y Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.

13 Y vivió Arfaxad después que engendró a Sala cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.

14 Y vivió Sala treinta años, y engendró a Heber.

15 Y vivió Sala después que engendró a Heber cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.

16 Y vivió Heber treinta y cuatro años, y engendró a Peleg.

17 Y vivió Heber después que engendró a Peleg cuatrocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.

18 Y vivió Peleg treinta años, y engendró a Reu.

19 Y vivió Peleg después que engendró a Reu doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas.

20 Y Reu vivió treinta y dos años, y engendró a Serug.

21 Y vivió Reu después que engendró a Serug doscientos siete años, y engendró hijos e hijas.

22 Y vivió Serug treinta años, y engendró a Nacor.

23 Y vivió Serug después que engendró a Nacor doscientos años, y engendró hijos e hijas.

24 Y vivió Nacor veintinueve años, y engendró a Taré.

25 Y vivió Nacor después que engendró a Taré ciento diecinueve años, y engendró hijos e hijas.

26 Y vivió Taré setenta años, y engendró a Abram, y a Nacor y a Harán.

27 Éstas son las generaciones de Taré: Taré engendró a Abram, y a Nacor y a Harán; y Harán engendró a Lot.

28 Y murió Harán antes que su padre Taré en la tierra de su nacimiento, en Ur de los caldeos.

29 Y tomaron Abram y Nacor para sí esposas. El nombre de la esposa de Abram era Sarai, y el nombre de la esposa de Nacor, Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca.

30 Mas Sarai era estéril y no tenía hijo.

31 Y tomó Taré a Abram, su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai, su nuera, esposa de Abram, su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y llegaron hasta Harán y se asentaron allí.

32 Y fueron los días de Taré doscientos cinco años, y murió Taré en Harán.


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