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martes, 7 de febrero de 2012

Lectura Hablada de La Santa Biblia R-V 2009 SUD: Dia 35: Levítico 16-18


Capítulo 16
Se explica cómo y cuándo debe Aarón entrar en el lugar santo — Los sacrificios se ofrecen para reconciliar a Israel con Dios — El macho cabrío llevará sobre sí los pecados del pueblo — Se perdonan los pecados de todo Israel en el día de la expiación.

1 Y habló Jehová a Moisés, después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando éstos se acercaron delante de Jehová y murieron.

2 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón, tu hermano, que no entre en todo tiempo en el lugar santo, detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera, porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.

3 Con esto entrará Aarón en el lugar santo: con un becerro para la ofrenda por el pecado y un carnero para el holocausto.

4 Se vestirá con la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo se pondrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de lino y con la mitra de lino se cubrirá. Éstas son las santas vestiduras; con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua.

5 Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para la ofrenda por el pecado y un carnero para el holocausto.

6 Y Aarón ofrecerá el becerro de la ofrenda por el pecado, que es por sí mismo, y hará expiación por sí mismo y por su casa.

7 Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la entrada del tabernáculo de reunión.

8 Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos, una suerte para Jehová, y otra suerte para el macho cabrío expiatorio.

9 Y Aarón hará traer el macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte para Jehová, y lo ofrecerá como ofrenda por el pecado.

10 Pero el macho cabrío, sobre el cual haya caído la suerte para el macho cabrío expiatorio, lo presentará vivo delante de Jehová a fin de hacer expiación sobre él, para enviarlo al desierto.

11 Y Aarón mismo hará traer el becerro de la ofrenda por el pecado, que es por sí mismo, y hará expiación por sí mismo y por su casa, y degollará el becerro como ofrenda por el pecado, que es por sí mismo.

12 Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar que está delante de Jehová, y dos puñados de incienso aromático molido, y lo llevará detrás del velo.

13 Y pondrá el incienso sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del incienso cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para que no muera.

14 Tomará luego de la sangre del becerro y la rociará con su dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre.

15 Después degollará el macho cabrío de la ofrenda por el pecado que es por el pueblo, y llevará la sangre de él detrás del velo y hará con la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio.

16 Y hará expiación por el lugar santo a causa de las impurezas de los hijos de Israel y a causa de sus transgresiones, y de todos sus pecados; de la misma manera hará por el tabernáculo de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas.

17 Y ningún hombre estará en el tabernáculo de reunión cuando él entre a hacer expiación en el lugar santo, hasta que él salga y haya hecho expiación por sí mismo, y por su casa y por toda la congregación de Israel.

18 Y saldrá al altar que está delante de Jehová y hará expiación por él; y tomará de la sangre del becerro y de la sangre del macho cabrío, y la pondrá sobre los cuernos del altar alrededor.

19 Y esparcirá sobre él de la sangre con su dedo siete veces, y lo limpiará y lo santificará de las impurezas de los hijos de Israel.

20 Y cuando haya acabado de expiar el lugar santo, y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío vivo.

21 Y pondrá Aarón ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, y todas sus transgresiones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre designado para esto.

22 Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada, y dejará ir el macho cabrío por el desierto.

23 Después vendrá Aarón al tabernáculo de reunión y se quitará las vestimentas de lino que había vestido para entrar en el lugar santo, y las dejará allí.

24 Lavará luego su cuerpo con agua en un lugar santo, y después de ponerse sus vestidos, saldrá y ofrecerá su holocausto y el holocausto del pueblo, y hará expiación por sí mismo y por el pueblo.

25 Y quemará sobre el altar la grasa de la ofrenda por el pecado.

26 Y el que haya llevado el macho cabrío como macho cabrío expiatorio lavará sus vestidos, lavará también con agua su cuerpo y después entrará en el campamento.

27 Y se sacará fuera del campamento el becerro de la ofrenda por el pecado y el macho cabrío de la ofrenda por el pecado, la sangre de los cuales fue llevada al lugar santo para hacer expiación, y quemarán en el fuego su piel, y su carne y su estiércol.

28 Y el que los queme lavará sus vestidos y lavará también su cuerpo con agua, y después entrará en el campamento.

29 Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que peregrina entre vosotros,

30 porque en este día se hará expiación por vosotros para limpiaros; y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová.

31 Día de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo.

32 Y el sacerdote que él unja y consagre para ser sacerdote en lugar de su padre hará la expiación; y se vestirá con las vestiduras de lino, las vestiduras sagradas.

33 Y hará expiación por el santuario santo y por el tabernáculo de reunión; también hará expiación por el altar, y por los sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación.

34 Y esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación los hijos de Israel por todos sus pecados, una vez al año. Y Moisés lo hizo como Jehová le mandó.

Capítulo 17

Los sacrificios han de ofrecerse únicamente a Jehová y en el tabernáculo de reunión — Se prohíbe a Israel hacer sacrificio a demonios — Toda ingestión de sangre es prohibida — Se requiere el derramamiento de sangre para expiación por los pecados.

1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

2 Habla a Aarón, y a sus hijos y a todos los hijos de Israel y diles: Esto es lo que ha mandado Jehová, diciendo:

3 Cualquier hombre de la casa de Israel que degüelle un buey, o un cordero o una cabra, en el campamento o fuera de él,

4 y no lo traiga a la entrada del tabernáculo de reunión para ofrecer ofrenda a Jehová delante del tabernáculo de Jehová, de la sangre será culpado ese hombre. Sangre derramó, y ese hombre será talado de entre su pueblo,

5 a fin de que traigan los hijos de Israel sus sacrificios, los que sacrifican en medio del campo, para que los traigan a Jehová a la entrada del tabernáculo de reunión, al sacerdote, y sacrifiquen ellos sacrificios de ofrendas de paz a Jehová.

6 Y el sacerdote esparcirá la sangre sobre el altar de Jehová, a la entrada del tabernáculo de reunión, y quemará la grasa en olor grato a Jehová.

7 Y nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios, tras de los cuales se han prostituido; tendrán esto por estatuto perpetuo por sus generaciones.

8 Les dirás también: Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre vosotros, que ofrezca holocausto o sacrificio,

9 y no lo traiga a la entrada del tabernáculo de reunión para hacerlo a Jehová, tal hombre será igualmente talado de entre su pueblo.

10 Y cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que coma sangre alguna, yo pondré mi rostro contra esa persona que coma sangre y la talaré de entre su pueblo.

11 Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; por lo cual, la misma sangre hará expiación por el alma.

12 Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que peregrina entre vosotros comerá sangre.

13 Y cualquier hombre de los hijos de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que cace un animal o un ave que sea de comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra,

14 porque la vida de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la coma será talado.

15 Y cualquier persona que coma animal encontrado muerto o que haya sido despedazado por fiera, tanto de los naturales como de los extranjeros, lavará sus vestidos y a sí misma se lavará con agua, y será impura hasta el atardecer, y entonces quedará limpia.

16 Y si no los lava ni lava su cuerpo, llevará su iniquidad.

Capítulo 18

Israel no deberá vivir como los egipcios ni como los cananeos — Se prohíben los matrimonios con parientes muy cercanos y se hacen otras prohibiciones — La conducta homosexual y otras perversiones sexuales son una abominación — La tierra vomita a las naciones que practican abominaciones sexuales.

1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

2 Habla a los hijos de Israel y diles: Yo soy Jehová, vuestro Dios.

3 No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis, ni haréis como hacen en la tierra de Canaán, a la cual yo os conduzco. No andaréis en sus estatutos.

4 Mis decretos pondréis por obra, y mis estatutos guardaréis, andando en ellos. Yo, Jehová, vuestro Dios.

5 Por tanto, mis estatutos y mis decretos guardaréis, los cuales, si los cumple el hombre, vivirá por ellos. Yo Jehová.

6 Ningún hombre se allegue a ninguna parienta cercana para descubrir su desnudez. Yo Jehová.

7 La desnudez de tu padre o la desnudez de tu madre no descubrirás; tu madre es; no descubrirás su desnudez.

8 La desnudez de la esposa de tu padre no descubrirás; es la desnudez de tu padre.

9 La desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre, nacida en casa o nacida fuera, su desnudez no descubrirás.

10 La desnudez de la hija de tu hijo, o de la hija de tu hija, su desnudez no descubrirás, porque es la desnudez tuya.

11 La desnudez de la hija de la esposa de tu padre, engendrada de tu padre, tu hermana es; su desnudez no descubrirás.

12 La desnudez de la hermana de tu padre no descubrirás; es parienta de tu padre.

13 La desnudez de la hermana de tu madre no descubrirás, porque parienta de tu madre es.

14 La desnudez del hermano de tu padre no descubrirás. No te llegarás a su esposa; es esposa del hermano de tu padre.

15 La desnudez de tu nuera no descubrirás. Esposa es de tu hijo; no descubrirás su desnudez.

16 La desnudez de la esposa de tu hermano no descubrirás; es la desnudez de tu hermano.

17 La desnudez de la mujer y de su hija no descubrirás, ni tomarás la hija de su hijo ni la hija de su hija, para descubrir su desnudez; son parientas; es maldad.

18 No tomarás esposa juntamente con su hermana, para hacerla su rival, descubriendo su desnudez delante de ella mientras ésta viva.

19 Y no te llegarás a la mujer durante su impureza menstrual para descubrir su desnudez.

20 Además, no tendrás acto carnal con la esposa de tu prójimo, contaminándote con ella.

21 Y no des de tu descendencia para hacerlos pasar por fuego a Moloc; no profanarás así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.

22 No te acostarás con varón como con mujer; es abominación.

23 No tendrás ayuntamiento con ningún animal, contaminándote con él; ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es perversión.

24 En ninguna de estas cosas os contaminaréis, pues en todas estas cosas se han contaminado las naciones que yo echo de delante de vosotros,

25 y la tierra fue contaminada; y yo castigué su maldad sobre ella, y la tierra vomitó a sus moradores.

26 Guardad, pues, vosotros mis estatutos y mis decretos, y no hagáis ninguna de todas estas abominaciones, ni el natural ni el extranjero que peregrina entre vosotros,

27 (porque todas estas abominaciones hicieron los hombres de esa tierra que fueron antes de vosotros, y la tierra fue contaminada),

28 no sea que la tierra os vomite, por haberla contaminado, como vomitó a la nación que fue antes de vosotros.

29 Porque cualquiera que hiciere alguna de todas estas abominaciones, las personas que las hicieren serán taladas de entre su pueblo.

30 Guardad, pues, mi ordenanza, y no sigáis las prácticas abominables que tuvieron lugar antes de vosotros, y no os contaminéis con ellas. Yo, Jehová, vuestro Dios.




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Lectura Hablada de La Santa Biblia R-V 2009 SUD: Dia 34: Levítico 14-15


Capítulo 14
Se revelan leyes, ritos y sacrificios para purificar a los leprosos, sus vestidos y las casas infectadas de lepra.

1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

2 Ésta será la ley para el leproso cuando se limpie: Será llevado al sacerdote,

3 y el sacerdote saldrá fuera del campamento; y le mirará, y si ve que está sana la llaga de la lepra del leproso,

4 el sacerdote mandará que se tomen para el que se purifica dos avecillas vivas y limpias, y madera de cedro, y grana e hisopo;

5 y mandará el sacerdote matar una avecilla en un vaso de barro sobre aguas vivas;

6 después tomará la avecilla viva, y el cedro, y la grana y el hisopo, y los mojará junto con la avecilla viva en la sangre de la avecilla muerta sobre las aguas vivas.

7 Y rociará siete veces al que ha de ser purificado de la lepra y le declarará limpio; y soltará la avecilla viva a campo abierto.

8 Y el que ha de ser purificado lavará sus vestidos y se afeitará todo el pelo y se lavará con agua, y quedará limpio; y después entrará en el campamento y morará fuera de su tienda siete días.

9 Y acontecerá que al séptimo día, se afeitará todo el pelo de su cabeza, y la barba y las cejas de sus ojos; o sea, se afeitará todo el pelo y lavará sus vestidos y lavará su cuerpo en agua, y quedará limpio.

10 Y el día octavo tomará dos corderos sin defecto, y una cordera de un año sin defecto, y tres décimas de efa de flor de harina amasada con aceite como ofrenda de grano y un log de aceite.

11 Y el sacerdote que le purifica presentará delante de Jehová al que se ha de limpiar, con aquellas ofrendas, a la entrada del tabernáculo de reunión.

12 Y tomará el sacerdote un cordero y lo ofrecerá como ofrenda por la culpa, con el log de aceite, y lo mecerá como ofrenda mecida delante de Jehová.

13 Y degollará el cordero en el lugar donde degüellan la ofrenda por el pecado y el holocausto, en el lugar del santuario, porque como la ofrenda por el pecado, así también la ofrenda por la culpa es del sacerdote; es cosa muy sagrada.

14 Y tomará el sacerdote de la sangre de la ofrenda por la culpa, y la pondrá el sacerdote sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho.

15 Asimismo tomará el sacerdote del log de aceite y lo echará sobre la palma de su propia mano izquierda,

16 y mojará su dedo derecho en el aceite que tiene en su mano izquierda, y esparcirá del aceite con su dedo siete veces delante de Jehová.

17 Y de lo que quede del aceite que tiene en su mano, pondrá el sacerdote sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho, sobre la sangre de la ofrenda por la culpa.

18 Y lo que quede del aceite que tiene en su mano, lo pondrá sobre la cabeza del que se purifica; y hará el sacerdote expiación por él delante de Jehová.

19 Ofrecerá luego el sacerdote la ofrenda por el pecado y hará expiación por el que se ha de purificar de su inmundicia, y después degollará el holocausto.

20 Y ofrecerá el sacerdote el holocausto y la ofrenda de grano sobre el altar. Así hará el sacerdote expiación por él, y quedará limpio.

21 Mas si es pobre y no le alcanza para tanto, entonces tomará un cordero para ser ofrecido como ofrenda mecida por la culpa, para hacer expiación por él, y una décima de efa de flor de harina amasada con aceite para ofrenda de grano, y un log de aceite,

22 y dos tórtolas o dos pichones, según lo que pueda; y uno será para la ofrenda por el pecado y el otro para el holocausto.

23 Al octavo día de su purificación llevará esas cosas al sacerdote, a la entrada del tabernáculo de reunión delante de Jehová.

24 Y el sacerdote tomará el cordero de la ofrenda por la culpa y el log de aceite, y los mecerá el sacerdote como ofrenda mecida delante de Jehová.

25 Luego degollará el cordero de la ofrenda por la culpa, y tomará el sacerdote de la sangre de la ofrenda por la culpa y la pondrá sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho.

26 Y el sacerdote echará del aceite sobre la palma de su mano izquierda,

27 y con su dedo derecho el sacerdote rociará del aceite que tiene en su mano izquierda siete veces delante de Jehová.

28 También el sacerdote pondrá del aceite que tiene en su mano sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho, en el lugar donde puso la sangre de la ofrenda por la culpa.

29 Y lo que sobre del aceite que el sacerdote tiene en su mano lo pondrá sobre la cabeza del que ha de ser purificado, para hacer expiación por él delante de Jehová.

30 Asimismo ofrecerá una de las tórtolas o uno de los pichones, según lo que pueda.

31 Uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto, según lo que pueda, según lo que pueda, además de la ofrenda de grano; y hará el sacerdote expiación por el que se ha de purificar, delante de Jehová.

32 Ésta es la ley para el que haya tenido llaga de lepra y que no tenga lo suficiente para purificarse.

33 Y habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:

34 Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán, la cual yo os doy en posesión, y ponga yo mancha de lepra en alguna casa de la tierra de vuestra posesión,

35 vendrá el dueño de la casa y dará aviso al sacerdote, diciendo: Algo como una mancha ha aparecido en mi casa.

36 Entonces el sacerdote mandará desocupar la casa antes que el sacerdote entre a examinar la plaga, para que no sea contaminado todo lo que esté en la casa; y después el sacerdote entrará a examinar la casa.

37 Y mirará esa plaga, y si se ven manchas en las paredes de la casa, cavidades verdosas o rojas, las cuales parecieren más hundidas que la pared,

38 el sacerdote saldrá a la puerta de la casa y cerrará la casa por siete días.

39 Y al séptimo día volverá el sacerdote y la mirará; y si la mancha se ha extendido en las paredes de la casa,

40 entonces mandará el sacerdote arrancar las piedras en que esté la plaga, y las echarán fuera de la ciudad, en un lugar inmundo.

41 Y hará raspar toda la casa por dentro, y echarán el polvo que raspen fuera de la ciudad, en un lugar inmundo.

42 Y tomarán otras piedras y las pondrán en lugar de las piedras quitadas; y tomarán otro barro y recubrirán la casa.

43 Y si la plaga vuelve a brotar en aquella casa después que hizo arrancar las piedras y raspar la casa, y después que fue recubierta,

44 entonces el sacerdote entrará y la mirará; y si parece haberse extendido la plaga en la casa, hay lepra maligna en la casa; inmunda es.

45 Derribará, por tanto, tal casa, sus piedras, y sus maderos y toda la mezcla de la casa; y sacarán todo fuera de la ciudad, a un lugar inmundo.

46 Y cualquiera que entre en aquella casa durante los días que la mandó cerrar quedará impuro hasta el atardecer.

47 Y el que duerma en aquella casa lavará sus vestidos; también el que coma en la casa lavará sus vestidos.

48 Pero si entra el sacerdote y mira, y ve que la plaga no se ha extendido en la casa después que fue recubierta, el sacerdote declarará limpia la casa, porque la plaga ha desaparecido.

49 Entonces tomará para limpiar la casa dos avecillas, y madera de cedro, y grana e hisopo,

50 y degollará una avecilla en una vasija de barro sobre aguas vivas.

51 Y tomará la madera de cedro, y el hisopo, y la grana y la avecilla viva, y los mojará en la sangre de la avecilla muerta y en las aguas vivas, y rociará la casa siete veces.

52 Y purificará la casa con la sangre de la avecilla, y con las aguas vivas, y con la avecilla viva, y la madera de cedro, y el hisopo y la grana.

53 Luego soltará la avecilla viva fuera de la ciudad a campo abierto. Así hará expiación por la casa, y quedará limpia.

54 Ésta es la ley acerca de toda plaga de lepra y de tiña,

55 y de la lepra del vestido y de la casa,

56 y acerca de la hinchazón, y de la erupción y de la mancha blanca,

57 para enseñar cuándo es impuro y cuándo es limpio. Ésta es la ley tocante a la lepra.

Capítulo 15

Se revelan leyes, ritos y sacrificios para purificar a los que tienen flujo y otras clases de impurezas.

1 Y habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:

2 Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier hombre, cuando tenga flujo de su cuerpo, será impuro.

3 Y ésta será su inmundicia en su flujo: sea que su cuerpo destile flujo o que su cuerpo deje de destilar a causa de su flujo, él será impuro.

4 Toda cama en que se acueste el que tenga flujo, será inmunda; y toda cosa sobre la que se siente, inmunda será.

5 Y cualquiera que toque su cama lavará sus vestidos; se lavará también a sí mismo con agua, y quedará impuro hasta el atardecer.

6 Y el que se siente sobre aquello en que se haya sentado el que tiene flujo lavará sus vestidos; se lavará también a sí mismo con agua, y quedará impuro hasta el atardecer.

7 Asimismo el que toque el cuerpo del que tiene flujo lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y quedará impuro hasta el atardecer.

8 Y si el que tiene flujo escupe sobre el limpio, éste lavará sus vestidos, y después de haberse lavado con agua, quedará impuro hasta el atardecer.

9 Y toda montura sobre la que cabalgue el que tenga flujo será inmunda.

10 Y cualquiera que toque cualquier cosa que haya estado debajo de él quedará impuro hasta el atardecer; y el que la lleve lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua, quedará impuro hasta el atardecer.

11 Y todo aquel a quien toque el que tiene flujo, y no lave con agua sus manos, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y quedará impuro hasta el atardecer.

12 Y la vasija de barro que toque el que tiene flujo será quebrada, y toda vasija de madera será lavada con agua.

13 Y cuando se haya limpiado de su flujo el que tiene flujo, contará siete días desde su purificación, y lavará sus vestidos y lavará su cuerpo en aguas corrientes, y quedará puro.

14 Y al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones, y vendrá delante de Jehová a la entrada del tabernáculo de reunión y los dará al sacerdote.

15 Y los ofrecerá el sacerdote, uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto; y le purificará el sacerdote de su flujo delante de Jehová.

16 Y el hombre, cuando tenga emisión de semen, lavará con agua todo su cuerpo y quedará impuro hasta el atardecer.

17 Y toda vestidura o toda piel sobre la cual caiga la emisión del semen se lavará con agua, y quedarán inmundas hasta el atardecer.

18 Y si un hombre yace con una mujer y hay emisión de semen, ambos se lavarán con agua, y quedarán impuros hasta el atardecer.

19 Y cuando la mujer tenga flujo y el flujo de su cuerpo sea sangre, siete días estará apartada; y cualquiera que la toque quedará impuro hasta el atardecer.

20 Y todo aquello sobre lo que ella se acueste mientras esté apartada será inmundo; también todo aquello sobre lo que se siente será inmundo.

21 Y cualquiera que toque su cama lavará sus vestidos y, después de lavarse con agua, quedará impuro hasta el atardecer.

22 También cualquiera que toque cualquier mueble sobre el que ella se haya sentado lavará sus vestidos, y se lavará a sí mismo con agua, y quedará impuro hasta el atardecer.

23 Y si hay algo sobre la cama o sobre la silla en que ella se haya sentado, el que lo toque quedará impuro hasta el atardecer.

24 Y si alguno duerme con ella y su menstruo lo toca, será impuro por siete días; y toda cama sobre la que duerma será inmunda.

25 Y la mujer, cuando tenga flujo de sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, o cuando tenga flujo de sangre más tiempo de su costumbre, todo el tiempo del flujo de su impureza quedará impura como en los días de su costumbre.

26 Toda cama en la que duerma durante el tiempo de su flujo será como la cama de su costumbre; y todo mueble sobre el que se siente será inmundo, como la impureza de su costumbre.

27 Cualquiera que toque esas cosas será impuro; y lavará sus vestidos y se lavará a sí mismo con agua, y quedará impuro hasta el atardecer.

28 Y cuando quede libre de su flujo, contará siete días, y después quedará limpia.

29 Y al octavo día tomará consigo dos tórtolas o dos pichones y los llevará al sacerdote, a la entrada del tabernáculo de reunión.

30 Y el sacerdote ofrecerá uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto; y la purificará el sacerdote delante de Jehová del flujo de su impureza.

31 Así apartaréis a los hijos de Israel de sus impurezas, a fin de que no mueran por sus impurezas por haber contaminado mi tabernáculo que está entre ellos.

32 Ésta es la ley para el que tiene flujo y para el que tiene emisión de semen, viniendo a ser impuro a causa de ello;

33 y para la que padece su costumbre, y para el que tenga flujo, sea hombre o mujer, y para el hombre que duerma con una mujer impura.




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