Seguidores

sábado, 15 de septiembre de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 209: Isaías 12-16


Capítulo 12
En los días del Milenio todos los hombres alabarán a Jehová — Él morará entre ellos — Compárese con 2 Nefi 22.

1 Y dirás en aquel día: Te alabaré, oh Jehová; pues aunque te enojaste conmigo, tu ira se apartó, y me has consolado.

2He aquí, Dios es mi salvación; confiaré y no temeré, porque mi fortaleza y mi canción es Jah, Jehová, quien ha sido salvación para mí.

3Por tanto, sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.

4Y diréis en aquel día: Alabad a Jehová, aclamad su nombre, dad a conocer entre los pueblos sus obras, recordad que su nombre es exaltado.

5Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra.

6Da voces y canta, oh moradora de Sión, porque el Santo de Israel es grande en medio de ti.

Capítulo 13

La destrucción de Babilonia es un símbolo de la destrucción que habrá a la Segunda Venida — Será un día de ira y de venganza — Babilonia (el mundo) caerá para siempre — Compárese con 2 Nefi 23.

1 Profecía sobre Babilonia, que vio Isaías hijo de Amoz:

2Levantad bandera en lo alto de un monte. Alzad la voz a ellos; señalad con la mano para que entren por las puertas de los nobles.

3Yo mandé a mis santificados; asimismo llamé a mis valientes, a los que se alegran con mi gloria, para ejecutar mi ira.

4Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendoso ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos dispone las tropas para la batalla.

5Vienen de lejana tierra, del extremo de los cielos, Jehová y las armas de su indignación, para destruir toda la tierra.

6Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como destrucción del Todopoderoso.

7Por tanto, se debilitarán todas las manos, y desfallecerá todo corazón de hombre;

8y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos. Tendrán dolores como de mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas.

9He aquí, el día de Jehová viene, cruel, con indignación e ira ardiente para dejar la tierra desolada y destruir en ella a sus pecadores.

10Por lo cual las estrellas de los cielos y sus constelaciones no darán su luz; y el sol se oscurecerá al salir, y la luna no dará su resplandor.

11Y castigaré al mundo por su maldad y a los malvados por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios y abatiré la altivez de los tiranos.

12Haré al ser humano más precioso que el oro fino, y al hombre más que el oro de Ofir.

13Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar en la indignación de Jehová de los ejércitos, en el día de su ira ardiente.

14Y será que, como gacela perseguida y como oveja sin pastor, cada cual acudirá a su propio pueblo, y cada uno huirá a su propia tierra.

15Cualquiera que sea hallado será traspasado, y cualquiera que por ellos sea tomado caerá a espada.

16Y sus niños serán estrellados delante de sus ojos; sus casas serán saqueadas, y violadas sus mujeres.

17He aquí que yo incitaré contra ellos a los medos, que no estimarán la plata ni codiciarán el oro.

18Y con arcos destrozarán a los jóvenes; y no tendrán misericordia del fruto del vientre, ni su ojo tendrá piedad de los niños.

19Y Babilonia, la gloria de los reinos, ornamento de la grandeza de los caldeos, será como cuando Dios destruyó a Sodoma y a Gomorra.

20Nunca más será habitada, ni se morará en ella de generación en generación; no levantará allí tienda el árabe, ni los pastores harán descansar allí su rebaño,

21sino que las fieras del desierto se echarán allí, y sus casas se llenarán de animales que aúllan; allí habitarán avestruces y allí danzarán cabras salvajes.

22Y en sus desoladas fortalezas aullarán las hienas, y chacales en sus palacios deleitosos. Y su tiempo está a punto de llegar, y sus días no se prolongarán.

Capítulo 14

Israel será recogido y disfrutará de reposo milenario — Lucifer fue echado del cielo por su rebelión — Israel triunfará sobre Babilonia (el mundo) — Compárese con 2 Nefi 24.

1Porque Jehová tendrá piedad de Jacob, y todavía escogerá a Israel y lo hará reposar en su propia tierra; y extranjeros se juntarán con ellos y se unirán a la casa de Jacob.

2Y los tomarán los pueblos y los llevarán a su lugar, y la casa de Israel los poseerá como siervos y criadas en la tierra de Jehová; y tomarán cautivos a los que los cautivaron y gobernarán a los que los oprimieron.

3Y acontecerá que en el día en que Jehová te dé reposo de tu dolor, y de tu temor y de la dura servidumbre en la que te hicieron servir,

4tomarás este proverbio contra el rey de Babilonia y dirás: ¡Cómo terminó el opresor! ¡Cómo acabó la ciudad codiciosa de oro!

5Jehová ha quebrantado el bastón de los malvados, el cetro de los gobernantes;

6el que con ira hería a los pueblos, con golpes incesantes, el que se enseñoreaba de las naciones con furor, en persecución sin impedimento.

7Toda la tierra descansa y está en calma; han prorrumpido en cánticos.

8Sí, los cipreses se regocijan a causa de ti, y también los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido talador contra nosotros.

9El Seol abajo se estremece ante tu llegada; despierta a los espíritus de los muertos para recibirte, a todos los príncipes de la tierra; ha hecho levantar de sus tronos a todos los reyes de las naciones.

10Todos ellos darán voces y te dirán: ¿También tú te debilitaste como nosotros y llegaste a ser como nosotros?

11Descendió al Seol tu soberbia y el sonido de tus arpas; gusanos son tu lecho, y gusanos te cubren.

12¡Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la mañana! Derribado fuiste a tierra, tú que debilitabas a las naciones.

13Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo. Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios y me sentaré sobre el monte de la congregación, hacia los lados del norte;

14sobre las alturas de las nubes subiré; seré semejante al Altísimo.

15Pero tú has sido derribado hasta el Seol, a los lados del abismo.

16Los que te vean te mirarán fijamente y te considerarán, diciendo: ¿Es éste el hombre que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos,

17que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades y que a sus presos nunca abrió la cárcel?

18Todos los reyes de las naciones, todos ellos, yacen con honra, cada uno en su morada.

19Pero tú echado eres de tu sepulcro como vástago abominable, como ropa de muertos pasados a filo de espada, que descendieron al fondo de la fosa, como cuerpo muerto hollado.

20No serás contado con ellos en la sepultura, porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo. No será nombrada jamás la descendencia de los malignos.

21Preparad matadero para sus hijos por la iniquidad de sus padres; no se levanten, ni posean la tierra ni llenen de ciudades la faz del mundo.

22Porque yo me levantaré contra ellos, dice Jehová de los ejércitos, y borraré de Babilonia el nombre y los sobrevivientes, la descendencia y la posteridad, dice Jehová.

23Y la convertiré en posesión de erizos y en aguas pantanosas; y la barreré con escoba de destrucción, dice Jehová de los ejércitos.

24Jehová de los ejércitos ha jurado, diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y como lo he determinado, será confirmado;

25quebrantaré al asirio en mi tierra y en mis montes lo hollaré; y su yugo será apartado de ellos, y su carga será quitada de sus hombros.

26Éste es el propósito acordado para toda la tierra, y ésta es la mano extendida contra todas las naciones.

27Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará volver atrás?

28El año en que murió el rey Acaz vino esta profecía:

29No te alegres tú, Filistea toda, por haberse quebrado la vara del que te hería; porque de la raíz de la culebra saldrá el áspid, y su fruto será una ardiente serpiente voladora.

30Y los primogénitos de los pobres serán apacentados, y los menesterosos se acostarán seguros; pero yo haré morir de hambre tu raíz, y se matará a tus sobrevivientes.

31Aúlla, oh puerta; clama, oh ciudad; disuelta estás por completo, Filistea; porque humo vendrá del norte, no quedará uno solo en sus asambleas.

32¿Y qué se responderá a los mensajeros de la nación? Que Jehová fundó a Sión, y que a ella se acogerán los afligidos de su pueblo.

Capítulo 15

Moab será destruida y su pueblo aullará y llorará.

1 Profecía sobre Moab: Porque de noche fue destruida Ar de Moab, fue talada; porque de noche fue destruida Kir de Moab, fue talada.

2Subió a Bayit y a Dibón, lugares altos, a llorar. Sobre Nebo y sobre Medeba aullará Moab; toda cabeza de ella será rapada, y toda barba, rasurada.

3Se ceñirán de cilicio en sus calles; en sus terrados y en sus plazas aullarán todos, deshechos en llanto.

4Hesbón y Eleale gritarán; hasta Jahaza se oirá su voz, por lo que aullarán los hombres armados de Moab; el alma de cada uno tiembla dentro de sí.

5Mi corazón dará gritos por Moab; sus fugitivos huirán hasta Zoar, como novilla de tres años. Por la cuesta de Luhit subirán llorando y darán grito de quebranto por el camino de Horonaim.

6Porque las aguas de Nimrim serán consumidas, y se secará la hierba; se marchitarán los retoños; todo verdor perecerá.

7Por tanto, las riquezas que hayan adquirido, y las que hayan almacenado, las llevarán al torrente de los sauces.

8Porque el llanto rodeó los límites de Moab; hasta Eglaim llegó su alarido y hasta Beer-elim su clamor.

9Y las aguas de Dimón se llenarán de sangre, porque yo traeré sobre Dimón males mayores: leones sobre aquel que escape de Moab y sobre los sobrevivientes de la tierra.

Capítulo 16

Moab es condenado y su pueblo sufrirá — El Mesías se sentará en el trono de David, buscando juicio y apresurando la justicia.

1 Enviad cordero al gobernante de la tierra, desde Sela hacia el desierto hasta el monte de la hija de Sión.

2Y cual ave espantada que huye de su nido, así serán las hijas de Moab en los vados del Arnón.

3Dad consejo, haced juicio; pon tu sombra como la noche en pleno mediodía; esconde a los desterrados; no entregues a los que andan errantes.

4Moren contigo mis desterrados, Moab; sé para ellos escondedero de la presencia del destructor, porque el opresor fenecerá, la destrucción tendrá fin, el pisoteador será consumido de sobre la tierra.

5Y se establecerá el trono en misericordia; y sobre él se sentará con fidelidad, en el tabernáculo de David, quien juzgue y busque el juicio y apresure la justicia.

6Hemos oído de la soberbia de Moab, que es muy soberbio; de su soberbia y de su arrogancia, y de su altivez, pero sus jactancias no serán firmes.

7Por tanto aullará Moab por Moab; todos aullarán; por las tortas de pasas de Kir-hareset os lamentaréis, abatidos por completo.

8Porque los campos de Hesbón se han marchitado, y la vid de Sibma; los señores de las naciones han hollado sus sarmientos; llegan hasta Jazer, errantes por el desierto; se extendieron sus ramas y pasaron el mar.

9Por lo cual lloraré con lloro de Jazer por la vid de Sibma; te bañaré con mis lágrimas, oh Hesbón y Eleale, porque sobre tus cosechas y sobre tu siega caerá el clamor.

10Y quitado es el gozo y la alegría del campo fértil, y en las viñas no cantarán ni gritarán; no pisará vino en los lagares el pisador; he hecho cesar el clamor.

11Por tanto, mis entrañas vibrarán como arpa por Moab; y mi interior, por Kir-hareset.

12Y acaecerá que cuando Moab aparezca cansado sobre el lugar alto, cuando venga a su santuario a orar, de nada le valdrá.

13Ésta es la palabra que pronunció Jehová sobre Moab desde aquel tiempo.

14Pero ahora Jehová ha hablado, diciendo: Dentro de tres años, como los años de un jornalero, será abatida la gloria de Moab, con toda su gran multitud; y el resto será muy pequeño y débil.



MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com