Seguidores

lunes, 15 de octubre de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 226: Jeremías 11-14


Capítulo 11
El pueblo de Judá es maldecido por haber quebrantado el convenio de obediencia — Jehová no oirá sus oraciones.

1 La palabra que vino de Jehová, a Jeremías, diciendo:

2Oíd las palabras de este convenio, y hablad a todo hombre de Judá y a los moradores de Jerusalén.

3Y tú les dirás: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Maldito el hombre que no obedezca las palabras de este convenio,

4el cual mandé a vuestros padres el día en que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciéndoles: Escuchad mi voz y cumplid mis palabras conforme a todo lo que os mando, y seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios;

5para que confirme el juramento que juré a vuestros padres, que les daría la tierra que fluye leche y miel, como en este día. Y respondí y dije: Amén, oh Jehová.

6Y Jehová me dijo: Proclama todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo: Oíd las palabras de este convenio y ponedlas por obra.

7Porque solemnemente advertí a vuestros padres el día en que los hice subir de la tierra de Egipto hasta el día de hoy, madrugando y advirtiendo, diciendo: Escuchad mi voz.

8Pero no escucharon ni inclinaron su oído, sino que anduvo cada uno tras la imaginación de su malvado corazón; por tanto, traeré sobre ellos todas las palabras de este convenio, el cual mandé que cumpliesen, y no lo cumplieron.

9Y me dijo Jehová: Conspiración se ha hallado entre los hombres de Judá y entre los moradores de Jerusalén.

10Se han vuelto a las iniquidades de sus primeros padres, los cuales no quisieron escuchar mis palabras, sino que se fueron tras dioses ajenos para servirles; la casa de Israel y la casa de Judá quebrantaron mi convenio, el cual había yo concertado con sus padres.

11Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo traigo sobre ellos un mal del que no podrán salir; y clamarán a mí, y no los escucharé.

12E irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalén y clamarán a los dioses a quienes ellos queman incienso, los cuales no los salvarán en el tiempo de su aflicción.

13Porque según el número de tus ciudades fueron tus dioses, oh Judá; y según el número de tus calles, oh Jerusalén, pusisteis los altares de ignominia, altares para quemar incienso a Baal.

14Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración, porque yo no los escucharé el día en que clamen a mí en su aflicción.

15¿Qué derecho tiene mi amada en mi casa, habiendo hecho tantas abominaciones? Y las carnes santas pasarán de ti, porque en tu maldad te gloriaste.

16Olivo verde, hermoso en su fruto y en su parecer, te dio Jehová por nombre. Con gran estruendo hizo encender fuego sobre él, y se quebraron sus ramas.

17Pues Jehová de los ejércitos, que te plantó, ha pronunciado mal contra ti, a causa de la maldad de los de la casa de Israel y de los de la casa de Judá, que se hicieron a sí mismos, provocándome a ira, quemando incienso a Baal.

18Y Jehová me lo hizo saber, y lo supe. Entonces, me hiciste ver sus obras.

19Pero yo era como manso cordero que llevan al matadero, pues no entendía que maquinaban designios contra mí, diciendo: Destruyamos el árbol con su fruto y cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que no haya más memoria de su nombre.

20Mas, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas con justicia, que escudriñas la mente y el corazón, déjame ver tu venganza sobre ellos, porque a ti he dado a conocer mi causa.

21Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de los hombres de Anatot que buscan tu vida, diciendo: No profetices en nombre de Jehová, para que no mueras a manos nuestras.

22Así, pues, ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que yo los castigaré; los jóvenes morirán a espada; sus hijos y sus hijas morirán de hambre.

23Y no quedará remanente de ellos, porque yo traeré el mal sobre los hombres de Anatot en el año de su castigo.

Capítulo 12

Jeremías se queja de la prosperidad de los malvados — Si otras naciones aprenden los caminos de Israel, serán contadas con Israel.

1Justo eres tú, oh Jehová, cuando yo contiendo contigo; sin embargo, hablaré contigo sobre tus juicios. ¿Por qué es prosperado el camino de los amalvados, y les va bien a todos los que se portan deslealmente?

2Los plantaste, y echaron raíces; crecieron y dieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, pero lejos de sus acorazones.

3Pero tú, oh Jehová, me aconoces; me viste y has probado mi corazón para contigo; arrástralos como ovejas para el matadero, y sepáralos para el día de la matanza.

4¿Hasta cuándo estará de duelo la tierra y marchita la hierba de todo el campo? Por la maldad de los que en ella moran han perecido los ganados y las aves, porque dijeron: Él no verá nuestro fin.

5Si corriste con los de a pie y te cansaron, ¿cómo competirás con los caballos? Y si en la tierra de paz estabas confiado, ¿cómo harás en la espesura del Jordán?

6Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos te han traicionado, aun ellos han gritado detrás de ti. No les creas aunque te digan cosas buenas.

7He aabandonado mi casa, he desamparado mi heredad, he entregado lo que amaba mi alma en manos de sus enemigos.

8Mi heredad fue para mí como león en el bosque; contra mí dio su rugido; por tanto, la aborrecí.

9¿Es mi heredad para mí como ave de rapiña de muchos colores? ¿Hay contra ella aves de rapiña en derredor? Venid, reuníos, vosotras todas las afieras del campo, venid a devorarla.

10Muchos apastores han destruido mi bviña, han hollado mi heredad, han convertido en desierto mi heredad preciosa y la han desolado.

11La han convertido en asolamiento, y desolada, lloró sobre mí; asolada fue toda la tierra, porque no hubo hombre al que le importara.

12Sobre todas las alturas del desierto vinieron destructores, porque la espada de Jehová devorará desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; no habrá paz para nadie.

13Han sembrado trigo y han cosechado espinos; se han esforzado, pero de nada les aprovecha. Se avergonzarán de sus frutos, a causa de la ardiente ira de Jehová.

14Así ha dicho Jehová contra todos mis malos vecinos que atacan la heredad que hice poseer a mi pueblo Israel: He aquí que yo los arrancaré de su tierra, y arrancaré de en medio de ellos la casa de Judá.

15Y acontecerá que después de que los haya arrancado, volveré y tendré amisericordia de ellos, y los bharé volver cada uno a su heredad y cada cual a su tierra.

16Y acontecerá que si aprenden con diligencia los caminos de mi pueblo, jurando en mi nombre: ¡Vive Jehová!, así como enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, entonces ellos serán establecidos en medio de mi pueblo.

17Pero si ano escuchan, arrancaré a esa bnación, sacándola de raíz y destruyéndola, dice Jehová.

Capítulo 13

Israel y Judá serán como un cinto podrido y deteriorado — Se manda a los del pueblo que se arrepientan — Judá será llevada cautiva y será esparcida como tamo.

1 Así me dijo Jehová: Ve y cómprate un cinto de lino, y cíñelo sobre tus lomos y no lo metas en agua.

2Y compré el cinto, conforme a la palabra de Jehová, y lo ceñí sobre mis lomos.

3Y vino a mí por segunda vez la palabra de Jehová, diciendo:

4Toma el cinto que compraste, que está sobre tus lomos, y levántate, y ve al Éufrates y escóndelo allá en la hendidura de una peña.

5Fui, pues, y lo escondí junto al Éufrates, como Jehová me había mandado.

6Y sucedió que al cabo de muchos días me dijo Jehová: Levántate, y ve al Éufrates y toma de allí el cinto que te mandé esconder allá.

7Entonces fui al Éufrates, y cavé y tomé el cinto del lugar donde lo había escondido; y he aquí que el cinto se había podrido; ya no servía para nada.

8Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:

9Así ha dicho Jehová: Así haré podrir la asoberbia de Judá y la mucha soberbia de Jerusalén.

10Este pueblo malo, que no quiere escuchar mis palabras, que anda en las imaginaciones de su corazón, y que ava en pos de dioses ajenos para servirles y para postrarse ante ellos, vendrá a ser como este cinto que ya no sirve para nada.

11Porque como el cinto se ajusta a los lomos del hombre, así hice que se ajustara a mí toda la casa de Israel y toda la casa de Judá, dice Jehová, para que fuesen mi pueblo y para renombre, y para alabanza y para honra; pero ano escucharon.

12Les dirás, pues, esta palabra: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Todo odre se llenará de vino. Y ellos te dirán: ¿Acaso no sabemos que todo odre se llenará de vino?

13Entonces les has de decir: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo llenaré de embriaguez a todos los moradores de esta tierra, y a los reyes que se sientan en el trono de David, y a los sacerdotes, y a los profetas y a todos los moradores de Jerusalén;

14y los estrellaré el uno contra el otro, los padres con los hijos juntamente, dice Jehová; no perdonaré, ni tendré piedad ni misericordia, sino que los adestruiré.

15Escuchad y oíd; no seáis soberbios, pues Jehová ha hablado.

16Dad gloria a Jehová vuestro Dios, antes que haga venir atinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad, y esperéis la luz, y os la convierta en sombra de muerte y densas tinieblas.

17Mas si no escucháis esto, en secreto llorará mi alma a causa de vuestra soberbia; y mis ojos llorarán amargamente y se desbordarán de lágrimas, porque el rebaño de Jehová es llevado cautivo.

18Di al rey y a la reina: Humillaos, sentaos en tierra, porque la corona de vuestra gloria ha caído de vuestras cabezas.

19Las ciudades del sur fueron cerradas, y no hubo quien las abriese; toda Judá fue allevada cautiva, llevada en cautiverio fue toda ella.

20Alzad vuestros ojos y ved a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que te fue dado, tu hermosa grey?

21¿Qué dirás cuando te castigue? Cuando él ponga a los que tú enseñaste como príncipes y cabeza sobre ti, ¿no te darán dolores como de mujer que está de parto?

22Y si dices en tu corazón: ¿Por qué me ha sobrevenido esto? Por la enormidad de tu iniquidad fueron levantadas tus faldas, fueron desnudados tus calcañares.

23¿Podrá el etíope cambiar su piel y el leopardo sus manchas? Así tampoco podréis vosotros hacer el abien, estando habituados a hacer el mal.

24Por tanto, yo los aesparciré, como tamo que pasa, al viento del desierto.

25Ésta es tu suerte, la porción que yo he medido para ti, dice Jehová, porque te olvidaste de mí y confiaste en la mentira.

26Yo, pues, levantaré tus faldas delante de tu rostro, y se verá tu vergüenza:

27tus adulterios, y tus relinchos, la maldad de tu fornicación sobre los collados; en el mismo campo vi tus aabominaciones. ¡Ay de ti, Jerusalén! ¿No serás al cabo blimpia? ¿Hasta cuándo tardarás?

Capítulo 14

Jeremías ora por motivo de la sequía y del hambre — Jehová no escuchará a causa de la iniquidad de Su pueblo.

1La palabra de Jehová que vino a Jeremías por motivo de la sequía.

2Se ha puesto de duelo Judá, y sus puertas desfallecen; se sentaron tristes en tierra, y subió el clamor de Jerusalén.

3Y sus nobles enviaron a sus criados por agua; llegaron a las cisternas y no hallaron agua; volvieron con sus vasijas vacías; se avergonzaron, y se humillaron y cubrieron sus cabezas.

4Porque se resquebrajó el suelo por no haber llovido en la tierra; los labradores, avergonzados, cubrieron sus cabezas.

5Y aun las ciervas en los campos parían y abandonaban la cría, porque no había hierba.

6Y los asnos monteses se ponían en las alturas; olfateaban el viento como los chacales; sus ojos se debilitaron, porque no había hierba.

7Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh Jehová, actúa por amor de tu nombre; porque nuestras rebeliones se han multiplicado; contra ti hemos pecado.

8Oh esperanza de Israel, Salvador suyo en el tiempo de la aflicción, ¿por qué has de ser como peregrino en la tierra, y como caminante que se retira para pasar la noche?

9¿Por qué has de ser como hombre atónito, como valiente que no puede librar? Sin embargo, estás entre nosotros, oh Jehová, y sobre nosotros es invocado tu nombre; ¡no nos desampares!

10Así ha dicho Jehová a este pueblo: Se deleitaron en vagar; no refrenaron sus pies; por tanto, Jehová no se agrada de ellos; se acordará ahora de la iniquidad de ellos y castigará sus pecados.

11Y me dijo Jehová: No ruegues por el bien de este pueblo.

12Cuando ayunen, yo no escucharé su clamor, y cuando ofrezcan holocausto y ofrenda, no los aceptaré, sino que los consumiré con espada, y con hambre y con pestilencia.

13Y yo dije: ¡Ah, Señor Jehová! He aquí que los profetas les dicen: No veréis espada, ni habrá hambre entre vosotros, sino que en este lugar os daré paz verdadera.

14Me dijo entonces Jehová: Falsamente profetizan los profetas en mi nombre. Yo no los envié, ni los mandé ni les hablé; visión mentirosa, y adivinación, y vanidad y engaño de su corazón os profetizan.

15Por tanto, así ha dicho Jehová sobre los profetas que profetizan en mi nombre, los cuales yo no envié, y que dicen: Ni espada ni hambre habrá en esta tierra; con espada y con hambre serán consumidos esos profetas.

16Y el pueblo a quien profetizan será echado en las calles de Jerusalén a causa del hambre y de la espada; y no habrá quien los entierre a ellos, ni a sus esposas, ni a sus hijos ni a sus hijas; y sobre ellos derramaré su propia maldad.

17Les dirás, pues, esta palabra: Derramen mis ojos lágrimas noche y día, y no cesen, porque de gran quebranto es quebrantada la virgen hija de mi pueblo, de herida muy grave.

18Si salgo al campo, he aquí, muertos a espada; y si entro en la ciudad, he aquí, enfermedades por el hambre; porque tanto el profeta como el sacerdote anduvieron vagando en tierra que no conocían.

19¿Has desechado enteramente a Judá? ¿Ha aborrecido tu alma a Sión? ¿Por qué nos has herido sin que haya remedio para nosotros? Esperábamos paz, y no hubo bien; tiempo de curación, y he aquí, turbación.

20Reconocemos, oh Jehová, nuestra maldad, la iniquidad de nuestros padres, porque contra ti hemos pecado.

21Por amor de tu nombre, no nos desprecies ni deshonres el trono de tu gloria; acuérdate, no invalides tu convenio con nosotros.

22¿Hay entre los ídolos de las naciones quien haga llover? ¿Y darán los cielos lluvias? ¿No eres tú, oh Jehová, nuestro Dios? En ti, pues, esperamos, porque tú has hecho todas estas cosas.

MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com