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martes, 6 de marzo de 2012

Lectura con Audio de la Santa Biblia RV 2009 SUD: Día 61: Deuteronomio 27-28


Deuteronomio..Capítulo 27
Los hijos de Israel cruzarán el Jordán, edificarán un altar y adorarán a Jehová — Ellos son el pueblo de Jehová, pero si no le obedecen, serán maldecidos.

1Y mandó Moisés, con los ancianos de Israel, al pueblo, diciendo: Guardaréis todos los mandamientos que yo os prescribo hoy.

2Y acontecerá que el día en que paséis el Jordán a la tierra que Jehová tu Dios te da, levantarás piedras grandes, las cuales encalarás con cal,

3y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hayas pasado para entrar en la tierra que Jehová tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, como Jehová, el Dios de tus padres, te ha dicho.

4Acontecerá, pues, cuando hayáis pasado el Jordán, que levantaréis estas piedras que yo os mando hoy, en el monte Ebal, y las encalaréis con cal.

5Y edificarás allí un altar a Jehová tu Dios, un altar de piedras; no alzarás sobre ellas herramientas de hierro.

6De piedras enteras edificarás el altar de Jehová tu Dios; y ofrecerás sobre él holocausto a Jehová tu Dios,

7y sacrificarás ofrendas de paz, y comerás allí; y te alegrarás delante de Jehová tu Dios.

8Y escribirás muy claramente en las piedras todas las palabras de esta ley.

9Y Moisés, con los sacerdotes levitas, habló a todo Israel, diciendo: Guarda silencio y escucha, oh Israel. Hoy has venido a ser pueblo de Jehová tu Dios.

10Escucharás, pues, la voz de Jehová tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos que yo te ordeno hoy.

11Y mandó Moisés al pueblo en aquel día, diciendo:

12Éstos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo, cuando hayáis pasado el Jordán: Simeón, y Leví, y Judá, e Isacar, y José y Benjamín.

13Y éstos estarán en el monte Ebal para pronunciar la maldición: Rubén, Gad, y Aser, y Zabulón, Dan y Neftalí.

14Y hablarán los levitas y dirán a todo hombre de Israel en alta voz:

15Maldito el hombre que haga escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la ponga en lugar oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.

16Maldito el que deshonre a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

17Maldito el que reduzca el lindero de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.

18Maldito el que haga errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.

19Maldito el que pervierta el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.

20Maldito el que se acueste con la esposa de su padre por cuanto descubrió el borde del manto de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

21Maldito el que se ayunte con cualquier bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén.

22Maldito el que se acueste con su hermana, hija de su padre o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

23Maldito el que se acueste con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén.

24Maldito el que hiera de muerte a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.

25Maldito el que acepte soborno para herir de muerte al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.

26Maldito el que no confirme las palabras de esta ley para cumplirlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.

Deuteronomio..Capítulo 28
Si los hijos de Israel son obedientes, serán bendecidos temporal y espiritualmente — Si son desobedientes, serán maldecidos, heridos y destruidos; les sobrevendrán enfermedades, plagas y opresión; servirán a dioses falsos y serán motivo de burla entre todas las naciones; naciones temibles los esclavizarán; se comerán a sus propios hijos y serán esparcidos entre todas las naciones.

1Y acontecerá que si escuchas diligentemente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y para poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, Jehová tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra.

2Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones y te alcanzarán, si escuchas la voz de Jehová tu Dios.

3Bendito serás tú en la ciudad y bendito serás en el campo.

4Benditos serán el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tu bestia, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.

5Benditos serán tu canastillo y tu artesa de amasar.

6Bendito serás en tu entrar y bendito en tu salir.

7Jehová hará que tus enemigos que se levanten contra ti sean derrotados delante de ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán delante de ti.

8Enviará Jehová bendición sobre tus graneros y sobre todo aquello en que pongas tu mano, y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.

9Te establecerá Jehová como su pueblo santo, como te lo ha jurado, si guardas los mandamientos de Jehová tu Dios y andas en sus caminos.

10Entonces verán todos los pueblos de la tierra que eres llamado por el nombre de Jehová, y te temerán.

11Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tu bestia y en el fruto de tu tierra, en el país que juró Jehová a tus padres que te daría.

12Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para dar lluvia a tu tierra en su tiempo y para bendecir toda la obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.

13Y te pondrá Jehová por cabeza y no por cola; y estarás arriba solamente, y no estarás debajo, si obedeces los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y los cumplas;

14y no te apartes de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a la derecha ni a la izquierda, para ir tras dioses ajenos para servirles.

15Pero acontecerá que si no escuchas la voz de Jehová tu Dios, para cuidar de poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te ordeno hoy, vendrán sobre ti todas estas maldiciones y te alcanzarán:

16Maldito serás tú en la ciudad y maldito serás en el campo.

17Malditos serán tu canastillo y tu artesa de amasar.

18Malditos serán el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.

19Maldito serás en tu entrar y maldito en tu salir.

20Y Jehová enviará contra ti maldición, quebranto y reprensión en todo cuanto pongas tu mano y hagas, hasta que seas destruido y perezcas prontamente a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado.

21Jehová enviará sobre ti pestilencias hasta que te consuman de sobre la tierra a la cual vas a entrar para poseerla.

22Jehová te herirá de tisis, y de fiebre, y de inflamación, y de calor sofocante, y de espada, y de calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.

23Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.

24Dará Jehová como lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas.

25Jehová te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás objeto de espanto a todos los reinos de la tierra.

26Y será tu cadáver comida para toda ave del cielo y para toda bestia de la tierra, y no habrá quien las espante.

27Jehová te herirá con las úlceras de Egipto, y con almorranas, y con sarna y con comezón, de los que no podrás ser curado.

28Jehová te herirá con locura, y con ceguedad y con turbación de corazón.

29Y andarás a tientas al mediodía, como anda a tientas el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.

30Te desposarás con una mujer, y otro hombre dormirá con ella; edificarás casa y no habitarás en ella; plantarás viña y no la disfrutarás.

31Matarán tu buey delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno te será arrebatado delante de ti, y no se te devolverá; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate.

32Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.

33El fruto de tu tierra y de todo tu trabajo lo comerá un pueblo que no has conocido, y no serás sino oprimido y quebrantado todos los días.

34Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos.

35Te herirá Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, sin que puedas ser curado, desde la planta de tu pie hasta tu coronilla.

36Jehová te llevará a ti, y a tu rey que hayas puesto sobre ti, a nación que no habéis conocido tú ni tus padres, y allá servirás a dioses ajenos de madera y de piedra.

37Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará Jehová.

38Sacarás mucha semilla al campo y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá.

39Plantarás viñas y labrarás, mas no beberás vino ni recogerás uvas, porque el gusano se las comerá.

40Tendrás olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá.

41Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.

42Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra los consumirá la langosta.

43El extranjero que esté en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy bajo.

44Él te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será la cabeza, y tú serás la cola.

45Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán y te alcanzarán hasta que perezcas, por cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová tu Dios, para guardar los mandamientos y los estatutos que él te mandó.

46Y serán sobre ti como una señal y un prodigio, y sobre tu descendencia para siempre.

47Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón por la abundancia de todas las cosas,

48servirás, por tanto, a tus enemigos que enviará Jehová contra ti, con hambre y con sed, y con desnudez y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.

49Jehová traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, una nación cuya lengua no entiendas;

50gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano ni tendrá compasión del niño.

51Y comerá el fruto de tus animales y el fruto de tu tierra hasta que perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte.

52Y te sitiará en todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; te sitiará, pues, en todas tus ciudades y en toda tu tierra que Jehová tu Dios te haya dado.

53Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo.

54El hombre tierno y delicado en medio de ti mirará con malos ojos a su hermano, y a la esposa amada y al resto de sus hijos que le queden,

55para no dar a ninguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comerá, porque nada le habrá quedado en el sitio y en el apuro con que tu enemigo te angustiará en todas tus ciudades.

56La mujer tierna y delicada entre vosotros, que nunca probó a asentar la planta de su pie sobre la tierra por su ternura y delicadeza, mirará con malos ojos al marido amado, y a su hijo y a su hija,

57y la placenta que sale de entre sus piernas, y a sus hijos que dé a luz, porque los comerá a escondidas, por carecer de todo en el sitio y en el apuro con que tu enemigo te angustiará en tus ciudades.

58Si no cuidas de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible: Jehová tu Dios,

59Jehová aumentará asombrosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y persistentes, y enfermedades malignas y duraderas;

60y traerá sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejarán.

61Asimismo toda enfermedad y toda plaga que no están escritas en el libro de esta ley, Jehová las enviará sobre ti, hasta que seas destruido.

62Y quedaréis pocos, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedeciste la voz de Jehová tu Dios.

63Y acontecerá que como Jehová se regocijó en vosotros para haceros bien y para multiplicaros, así se regocijará Jehová en vosotros para arruinaros y para destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra a la cual vais a entrar para poseerla.

64Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella; y allí servirás a dioses ajenos, de madera y de piedra, que no conociste tú ni tus padres.

65Y ni aun entre las mismas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; y allí te dará Jehová un corazón temeroso, y decaimiento de ojos y tristeza de alma.

66Y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.

67Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde!, y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana!, por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado y por lo que verán tus ojos.

68Y Jehová te hará volver a Egipto en naves, por el camino del cual te ha dicho. Nunca más volverás a verlo; y allí seréis vendidos a vuestros enemigos como esclavos y como esclavas, y no habrá quien os compre.




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