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miércoles, 5 de diciembre de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 251: Oseas 8-14


Capítulo 8
Tanto Israel como Judá han abandonado a Jehová — Jehová ha escrito las grandezas de Su ley a Efraín.

1 Pon a tu boca la trompeta. Vendrá como águila contra la casa de Jehová, porque traspasaron mi convenio y se rebelaron contra mi ley.

2 A mí clamará Israel: ¡Dios mío, te conocemos!

3 Israel desechó el bien; el enemigo lo perseguirá.

4 Ellos establecieron reyes, pero no de parte mía; constituyeron príncipes, pero yo no los reconocí; de su plata y de su oro hicieron ídolos para sí, para ser ellos mismos destruidos.

5 Tu becerro, oh Samaria, te hizo alejarte; se encendió mi enojo contra ellos. ¿Hasta cuándo serán incapaces de lograr la purificación?

6 Porque de Israel es este becerro; y un artífice lo hizo, y no es Dios, por lo que será deshecho en pedazos el becerro de Samaria.

7 Porque sembraron viento, torbellino segarán; no tendrán mies, ni la espiga dará harina; y si la diere, extraños la comerán.

8 Será devorado Israel; pronto será entre las naciones como vasija que no contiene nada que deleite.

9 Porque ellos subieron a Asiria como asno montés solitario; Efraín alquiló amantes.

10 Aunque se alquilen entre las naciones, ahora los juntaré; y comenzarán a disminuir por la carga del rey y de los príncipes.

11 Porque multiplicó Efraín altares para pecar, ahora le son altares para pecar.

12 Le escribí las grandezas de mi ley, pero fueron tenidas como cosa extraña.

13 En los sacrificios de mis ofrendas sacrificaron carne y comieron; no los aceptó Jehová. Ahora se acordará de su iniquidad y castigará sus pecados; ellos volverán a Egipto.

14 Olvidó, pues, Israel a su Hacedor y edificó templos, y Judá multiplicó ciudades fortificadas; mas yo mandaré fuego a sus ciudades, el cual devorará sus palacios.

Capítulo 9

Por motivo de sus pecados, el pueblo de Israel es llevado cautivo — Efraín andará errante entre las naciones.

1 No te alegres, oh Israel, hasta saltar de gozo como los pueblos, pues te has prostituido, apartándote de tu Dios; amaste salario de ramera en todas las eras de trigo.

2 La era y el lagar no los mantendrán, y les fallará el mosto.

3 No se quedarán en la tierra de Jehová, sino que volverá Efraín a Egipto, y en Asiria comerán vianda inmunda.

4 No derramarán libación de vino a Jehová, ni sus sacrificios le serán gratos; será para ellos como pan de duelo; todos los que coman de él serán impuros. Será, pues, el pan de ellos para sí mismos; ese pan no entrará en la casa de Jehová.

5 ¿Qué haréis en el día de la solemnidad y en el día de la fiesta de Jehová?

6 Porque, he aquí, se fueron ellos a causa de la destrucción; Egipto los recogerá; Menfis los enterrará; la ortiga poseerá lo deseable de su plata, y el espino crecerá en sus tiendas.

7 Vinieron los días del castigo; vinieron los días de la retribución. ¡Lo sabrá Israel! Necio es el profeta, insensato el hombre de espíritu, a causa de la multitud de tu maldad y de tu gran odio.

8 El atalaya de Efraín estuvo con mi Dios, pero el profeta es trampa de cazador en todos sus caminos; hay odio en la casa de su Dios.

9 Se han corrompido profundamente como en los días de Gabaa; ahora se acordará de su iniquidad; castigará sus pecados.

10 Como uvas en el desierto hallé a Israel; como la fruta temprana de la higuera en sus principios vi a vuestros padres. Ellos acudieron a Baal-peor, y se apartaron para vergüenza y se hicieron abominables como aquello que amaron.

11 La gloria de Efraín volará cual ave desde el nacimiento, aun desde el vientre y desde la concepción.

12 Y si llegan a grandes sus hijos, se los quitaré de entre los hombres, porque, ¡ay de ellos también, cuando de ellos me aparte!

13 Efraín, según veo, es semejante a Tiro, asentado en un lugar delicioso; pero Efraín sacará a sus hijos a la matanza.

14 Dales, oh Jehová, lo que les has de dar; dales matriz que aborte y pechos enjutos.

15 Toda la maldad de ellos fue en Gilgal; allí, pues, les tomé aversión; por la maldad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más; todos sus príncipes son rebeldes.

16 Efraín fue herido; se secó su raíz y no dará más fruto; aunque engendren, yo mataré el preciado fruto de su vientre.

17 Mi Dios los desechará, porque ellos no le escucharon; y andarán errantes entre las naciones.

Capítulo 10

Israel ha arado maldad y segado iniquidad — Oseas exhorta a Israel a buscar a Jehová.

1 Israel es una frondosa viña que da fruto para sí; conforme a la abundancia de su fruto, multiplicaba los altares; conforme a la bondad de su tierra, mejor adorna sus ídolos.

2 Está dividido su corazón. Ahora serán hallados culpables; él quebrantará sus altares y destruirá sus ídolos.

3 Porque dirán ahora: No tenemos rey porque no temimos a Jehová; ¿y qué haría el rey por nosotros?

4 Han hablado palabras, jurando en vano al hacer convenio; por tanto, el juicio florecerá como hierba venenosa en los surcos del campo.

5 Por las becerras de Bet-avén serán atemorizados los moradores de Samaria; porque su pueblo se lamentará a causa del becerro, y también sus sacerdotes que en ello se regocijaban, por su gloria, la cual será disipada de él.

6 Y aun será llevado a Asiria como presente al rey Jareb; Efraín será avergonzado, e Israel se avergonzará de su propio consejo.

7 De Samaria fue cortado su rey como espuma sobre la superficie de las aguas.

8 Y los lugares altos de Avén, el pecado de Israel, serán destruidos; crecerán sobre sus altares espino y cardo. Y dirán a los montes: ¡Cubridnos!, y a los collados: ¡Caed sobre nosotros!

9 Desde los días de Gabaa has pecado, oh Israel; allí se han quedado. ¿No los alcanzó la batalla en Gabaa contra los hijos de los inicuos?

10 Y los castigaré cuando lo desee; y pueblos se juntarán contra ellos cuando sean atados por su doble iniquidad.

11 Y Efraín era novilla domada, amadora del trillar; mas yo pasaré sobre su lozana cerviz. Pero yo haré llevar yugo a Efraín; arará Judá; quebrará sus propios terrones Jacob.

12 Sembrad para vosotros en justicia; segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho, porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y haga llover justicia sobre vosotros.

13 Habéis arado maldad; segasteis iniquidad. Habéis comido fruto de mentira, porque confiaste en tu camino, en la multitud de tus valientes.

14 Por tanto, en tus pueblos se levantará un alboroto, y todas tus fortalezas serán destruidas, como destruyó Salmán a Bet-arbel en el día de la batalla; la madre fue estrellada junto con sus hijos.

15 Así hará a vosotros Bet-el a causa de vuestra gran maldad; al amanecer será del todo destruido el rey de Israel.

Capítulo 11

Israel, en su niñez, fue llamado a salir de Egipto a semejanza del Señor que, en su niñez, salió de Egipto — Pero Efraín se aleja del Señor.

1 Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.

2 Cuanto más los llamaban los profetas, más se alejaban de ellos; a los baales ofrecían sacrificios y a las imágenes talladas quemaban incienso.

3 Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándolo por los brazos; pero ellos no comprendieron que yo los sanaba.

4 Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.

5 No volverá a tierra de Egipto, sino que el mismo asirio será su rey, porque no quisieron volverse a mí.

6 Y caerá la espada sobre sus ciudades y consumirá sus aldeas, y las consumirá a causa de sus propios consejos.

7 Y mi pueblo está aferrado a la rebelión contra mí; aunque llaman al Altísimo, ninguno absolutamente quiere enaltecerle.

8 ¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como Adma o ponerte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión.

9 No ejecutaré el furor de mi ira ni volveré para destruir a Efraín, porque Dios soy, y no hombre; soy el Santo en medio de ti, y no entraré en la ciudad.

10 En pos de Jehová caminarán; él rugirá como león; cuando ruja, entonces los hijos vendrán temblando del occidente.

11 Acudirán temblando como ave de Egipto y como paloma de la tierra de Asiria; y los haré morar en sus casas, dice Jehová.

12 Me rodeó Efraín con mentira, y la casa de Israel con engaño, pero Judá aún camina con Dios y es fiel con los santos.

Capítulo 12

Jehová se vale de profetas, de visiones y de similitudes para guiar a Su pueblo, pero ellos se enriquecen y no confían en Jehová — Efraín lo ha irritado amargamente.

1 Efraín se apacienta de viento y va tras el solano; mentira y destrucción aumentan continuamente, porque hicieron alianza con los asirios y llevan aceite a Egipto.

2 Pleito tiene Jehová con Judá y castigará a Jacob conforme a sus caminos; le pagará conforme a sus obras.

3 En el vientre tomó por el calcañar a su hermano, y con su fuerza luchó con Dios.

4 Luchó con el ángel y prevaleció; lloró y le suplicó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros.

5 Mas Jehová es Dios de los ejércitos. ¡Jehová es su nombre!

6 Tú, pues, conviértete a tu Dios; guarda la misericordia y el juicio, y en tu Dios confía siempre.

7 Al mercader que tiene en su mano pesas falsas, le gusta oprimir.

8 Y dijo Efraín: Ciertamente yo me he enriquecido; he hallado riquezas para mí; nadie hallará iniquidad en mí ni pecado en todos mis trabajos.

9 Sin embargo, yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; aún te haré morar en tiendas, como en los días de la fiesta solemne.

10 Y he hablado a los profetas, y yo multipliqué las visiones y por medio de los profetas usé similitudes.

11 ¿Hay iniquidad en Galaad? Ciertamente vanidad han sido. En Gilgal sacrificaron bueyes, y aún son sus altares como montones en los surcos del campo.

12 Mas Jacob huyó a la tierra de Aram; y sirvió Israel para adquirir una esposa, y para adquirir una esposa fue pastor.

13 Y por medio de un profeta Jehová hizo subir a Israel de Egipto, y por un profeta fue guardado.

14 Efraín ha irritado a Dios amargamente; por tanto, su sangre dejará sobre él, y su Señor le devolverá su oprobio.

Capítulo 13

Los pecados de Efraín provocan a Jehová — No hay más Salvador que Jehová — Él rescata del sepulcro y redime de la muerte.

1 Cuando Efraín hablaba, había temor; fue ensalzado en Israel, pero pecó por causa de Baal y murió.

2 Y ahora continúan en su pecado, y de su plata se han hecho, según su entendimiento, imágenes de fundición, ídolos, todo ello obra de artífices. De ellos dicen: Que los hombres que sacrifican besen a los becerros.

3 Por tanto, serán como la niebla de la mañana o como el rocío de la madrugada que se desvanece, como el tamo que la tempestad arroja de la era y como el humo que sale de la chimenea.

4 Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no reconocerás a otro Dios fuera de mí, ni a otro Salvador sino a mí.

5 Yo te conocí en el desierto, en tierra de sequía.

6 En sus pastos se saciaron; se saciaron y se ensoberbeció su corazón; por esta causa se olvidaron de mí.

7 Por tanto, yo seré para ellos como león; como un leopardo en el camino los acecharé.

8 Como osa que ha perdido sus cachorros los encontraré y desgarraré las fibras de su corazón, y allí los devoraré como león; una fiera del campo los despedazará.

9 Te destruiste, oh Israel, pero en mí está tu ayuda.

10 ¿Dónde está tu rey, para que te salve en todas tus ciudades, y tus jueces, de quienes dijiste: Dame rey y príncipes?

11 Te di rey en mi furor, y te lo quité en mi ira.

12 Atada está la iniquidad de Efraín; su pecado está guardado.

13 Dolores como de mujer que está de parto le vendrán; es un hijo insensato que no se coloca en posición al momento del alumbramiento.

14 De manos del Seol los rescataré, los redimiré de la muerte. ¿Dónde están, oh muerte, tus plagas? ¿Dónde está, oh Seol, tu destrucción? La compasión se esconderá de mis ojos.

15 Aunque él fructifique entre los hermanos, vendrá el solano, viento de Jehová, subiendo del desierto, y se secará su fuente, y se secará su manantial; él saqueará el tesoro de todos los objetos preciosos.

16 Samaria será considerada culpable, porque se rebeló contra su Dios; caerán a espada; sus niños serán estrellados, y sus mujeres encintas serán abiertas.

Capítulo 14

En los últimos días, Efraín se arrepentirá y volverá a Jehová.

1 ¡Vuélvete, oh Israel, a Jehová tu Dios, porque por tu iniquidad has caído!

2 Tomad con vosotros palabras, y volveos a Jehová y decidle: Quita toda iniquidad y acéptanos bien, y ofreceremos el fruto de nuestros labios.

3 No nos librará Asiria; no montaremos a caballo ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros, porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.

4 Yo los sanaré de su rebelión; los amaré por mi propia voluntad, porque mi furor se apartó de ellos.

5 Yo seré a Israel como el rocío; él florecerá como lirio y extenderá sus raíces como el Líbano.

6 Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo y su fragancia como la del Líbano.

7 Volverán los que moran bajo su sombra; serán vivificados como trigo y florecerán como la vid; su fama será como la del vino del Líbano.

8 Efraín: ¿Qué tengo yo que ver ya con los ídolos? Yo respondo y lo cuido; yo seré a él como el ciprés verde; en mí será hallado tu fruto.

9 ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos.