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lunes, 26 de marzo de 2012

Lectura con Audio de la Santa Biblia RV 2009 SUD: Día 81 Jueces 20-21


Jueces
..Capítulo 20
Todo Israel se levanta en contra de los hijos de Benjamín, quienes se niegan a entregar a los hombres de Gabaa — Los de la tribu de Benjamín son derribados y destruidos.

1Entonces salieron todos los hijos de Israel, y se reunió la congregación como un solo hombre, desde Dan hasta Beerseba y la tierra de Galaad, ante Jehová en Mizpa.

2Y los principales de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, se hallaban presentes en la reunión del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que sacaban espada.

3Y los hijos de Benjamín oyeron que los hijos de Israel habían subido a Mizpa. Y dijeron los hijos de Israel: Decidnos cómo fue esta maldad.

4Entonces el hombre levita, marido de la mujer muerta, respondió y dijo: Yo llegué a Gabaa de Benjamín con mi concubina para pasar allí la noche.

5Y levantándose contra mí los de Gabaa, rodearon la casa de noche, con la idea de matarme. Y violaron a mi concubina de tal manera que ella murió.

6Entonces, tomando yo a mi concubina, la corté en pedazos y los envié por todo el territorio de la heredad de Israel, por cuanto han hecho maldad e infamia en Israel.

7He aquí, todos vosotros, hijos de Israel, dad aquí vuestro parecer y consejo.

8Entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se levantó y dijo: Ninguno de nosotros irá a su tienda, ni volverá a su casa ninguno de nosotros.

9Y ahora, haremos esto a Gabaa: echemos suertes para subir contra ella;

10y tomaremos diez hombres de cada cien de todas las tribus de Israel, y cien de cada mil, y mil de cada diez mil, que lleven víveres para el pueblo para que, yendo éste contra Gabaa de Benjamín, le hagan conforme a toda la abominación que ha cometido en Israel.

11Y se juntaron todos los hombres de Israel contra la ciudad, unidos como un solo hombre.

12Y las tribus de Israel enviaron hombres por toda la tribu de Benjamín, diciendo: ¿Qué maldad es ésta que ha sido hecha entre vosotros?

13Entregad, pues, ahora a aquellos hombres perversos que están en Gabaa, para que los matemos y quitemos el mal de Israel. Pero los de Benjamín no quisieron oír la voz de sus hermanos, los hijos de Israel;

14y los hijos de Benjamín se juntaron de todas las ciudades en Gabaa para salir a pelear contra los hijos de Israel.

15Y fueron contados en aquel tiempo los hijos de Benjamín, de las ciudades, veintiséis mil hombres que sacaban espada, sin contar los que moraban en Gabaa que fueron en total setecientos hombres escogidos.

16De toda aquella gente había setecientos hombres escogidos que eran zurdos, todos los cuales tiraban una piedra con la honda a un cabello y no erraban.

17Y fueron contados los hombres de Israel, fuera de Benjamín, cuatrocientos mil hombres que sacaban espada, todos éstos eran hombres de guerra.

18Y se levantaron los hijos de Israel, y subieron a la casa de Dios y consultaron a Dios, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero en la guerra contra los hijos de Benjamín? Y Jehová respondió: Judá subirá primero.

19Y se levantaron por la mañana los hijos de Israel, y acamparon contra Gabaa.

20Y salieron los hijos de Israel a combatir contra Benjamín, y los hombres de Israel se pusieron en orden de batalla contra ellos junto a Gabaa.

21Y salieron de Gabaa los hijos de Benjamín y derribaron en tierra aquel día veintidós mil hombres de los hijos de Israel.

22Mas reanimándose el pueblo, los hombres de Israel volvieron a disponer la batalla en el mismo lugar donde la habían dispuesto el primer día.

23Y los hijos de Israel subieron y lloraron delante de Jehová hasta el atardecer, y consultaron a Jehová, diciendo: ¿Volveré a pelear contra los hijos de mi hermano Benjamín? Y Jehová les respondió: Subid contra él.

24Y los hijos de Israel se acercaron el segundo día contra los hijos de Benjamín.

25Y aquel segundo día, saliendo Benjamín de Gabaa contra ellos, derribó por tierra a otros dieciocho mil hombres de los hijos de Israel, todos los cuales sacaban espada.

26Entonces subieron todos los hijos de Israel y todo el pueblo, y fueron a la casa de Dios; y lloraron, y se sentaron allí delante de Jehová, y ayunaron aquel día hasta el atardecer; y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová.

27Y los hijos de Israel preguntaron a Jehová (pues el arca del convenio de Dios estaba allí en aquellos días,

28y Finees hijo de Eleazar, hijo de Aarón, se presentaba delante de ella en aquellos días), diciendo: ¿Volveré a salir a la batalla contra los hijos de mi hermano Benjamín o desistiré? Y Jehová dijo: Subid, porque mañana yo lo entregaré en vuestras manos.

29Y puso Israel emboscadas alrededor de Gabaa.

30Subiendo entonces los hijos de Israel contra los hijos de Benjamín al tercer día, se pusieron en orden de batalla delante de Gabaa, como las otras veces.

31Y salieron los hijos de Benjamín contra el pueblo y fueron alejados de la ciudad; y comenzaron a herir a algunos del pueblo, matándolos como las otras veces por los caminos, uno de los cuales sube a Bet-el y el otro a Gabaa, y en el campo mataron a unos treinta hombres de Israel.

32Y los hijos de Benjamín decían: Vencidos son delante de nosotros como antes. Mas los hijos de Israel decían: Huiremos y los alejaremos de la ciudad hasta los caminos.

33Entonces se levantaron todos los de Israel de su lugar y se pusieron en orden de batalla en Baal-tamar; y también la gente de Israel que emboscaba salió de su lugar, de la pradera de Gabaa.

34Y vinieron contra Gabaa diez mil hombres escogidos de todo Israel, y la batalla arreciaba; mas ellos no sabían que el mal se acercaba a ellos.

35Y derrotó Jehová a Benjamín delante de Israel; y mataron los hijos de Israel aquel día a veinticinco mil cien hombres de Benjamín, todos los cuales sacaban espada.

36Y vieron los hijos de Benjamín que estaban derrotados; pues los hijos de Israel habían cedido terreno a Benjamín, porque estaban confiados en la gente de las emboscadas que habían puesto contra Gabaa.

37Entonces los hombres de las emboscadas se apresuraron y acometieron a Gabaa, y se desplegaron y pasaron a filo de espada a toda la ciudad.

38Y los israelitas habían concertado una señal con los de las emboscadas: que hiciesen subir una gran columna de humo desde la ciudad.

39Luego, pues, que los de Israel retrocedieron en la batalla, los de Benjamín comenzaron a herir y matar a unos treinta hombres de Israel, y decían: Ciertamente ellos han caído delante de nosotros, como en la primera batalla.

40Mas cuando la llama comenzó a subir de la ciudad con una columna de humo, los de Benjamín miraron hacia atrás, y he aquí que el fuego de la ciudad subía al cielo.

41Entonces se volvieron los hombres de Israel, y los de Benjamín se llenaron de temor, porque vieron que la calamidad había venido sobre ellos.

42Volvieron, por tanto, la espalda ante los de Israel, huyendo hacia el camino del desierto; mas la batalla los alcanzó, y a los que salían de las ciudades los mataban en medio de ellos.

43Así cercaron a los de Benjamín, y los acosaron y los hollaron, desde Noja hasta enfrente de Gabaa hacia donde nace el sol.

44Y cayeron de Benjamín dieciocho mil hombres, todos ellos hombres de guerra.

45Y volviéndose, huyeron hacia el desierto, a la peña de Rimón, y de ellos mataron a cinco mil hombres en los caminos; siguieron acosándolos hasta Gidom y mataron de ellos a otros dos mil hombres.

46Así todos los que de Benjamín murieron aquel día fueron veinticinco mil hombres que sacaban espada, todos ellos hombres de guerra.

47Pero seiscientos hombres se volvieron y huyeron al desierto a la peña de Rimón, los cuales se quedaron en la peña de Rimón cuatro meses.

48Y los hombres de Israel volvieron contra los hijos de Benjamín y los pasaron a filo de espada, tanto a hombres como a bestias de cada ciudad y todo lo que hallaban a su paso; asimismo prendieron fuego a todas las ciudades que hallaron.

Jueces
..Capítulo 21

El pueblo lamenta la desolación de Benjamín — Destruyen a los habitantes de Jabes-galaad por no unirse a la guerra contra Benjamín — Se da esposas a los que quedaron de la tribu de Benjamín.

1 Y los hombres de Israel habían jurado en Mizpa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija a los de Benjamín por esposa.

2Y vino el pueblo a la casa de Dios, y estuvieron allí hasta el atardecer delante de Dios; y alzando su voz, lloraron amargamente

3y dijeron: Oh Jehová Dios de Israel, ¿por qué ha sucedido esto en Israel, que falte hoy de Israel una tribu?

4Y aconteció que al día siguiente, el pueblo se levantó muy de mañana, y edificaron allí un altar y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz.

5Y dijeron los hijos de Israel: ¿Quién de entre todas las tribus de Israel no subió a la asamblea, a Jehová? Porque se había hecho gran juramento contra el que no subiese a Jehová en Mizpa, diciendo: Sufrirá la muerte.

6Y los hijos de Israel se entristecieron a causa de Benjamín, su hermano, y dijeron: Una tribu es hoy cortada de Israel.

7¿Qué haremos en cuanto a conseguir esposas para los que han quedado, ya que hemos jurado por Jehová que no les daremos nuestras hijas por esposas?

8Y dijeron: ¿Hay alguno de las tribus de Israel que no haya subido a Jehová en Mizpa? Y hallaron que ninguno de Jabes-galaad había venido al campamento, a la asamblea.

9Porque el pueblo fue contado, y he aquí que no había allí ningún hombre de los moradores de Jabes-galaad.

10Entonces la congregación envió allá a doce mil hombres de los más valientes, y les mandaron, diciendo: Id y pasad a filo de espada a los moradores de Jabes-galaad, con las mujeres y los niños.

11Pero lo haréis de esta manera: mataréis a todo hombre y a toda mujer que haya conocido varón.

12Y hallaron entre los moradores de Jabes-galaad a cuatrocientas doncellas que no habían conocido varón, y las trajeron al campamento en Silo, que está en la tierra de Canaán.

13Toda la congregación envió un mensaje a los hijos de Benjamín que estaban en la peña de Rimón, y les proclamaron la paz.

14Y volvieron entonces los de Benjamín, y les dieron por esposas las que habían dejado vivas de las mujeres de Jabes-galaad; mas no había suficientes.

15Y el pueblo tuvo tristeza a causa de Benjamín, porque Jehová había abierto una brecha en las tribus de Israel.

16Entonces los ancianos de la congregación dijeron: ¿Qué haremos en cuanto a conseguir esposas para los que han quedado? Porque las mujeres de Benjamín han sido exterminadas.

17Y dijeron: Debe haber una heredad para Benjamín de los que han escapado, para que no sea una tribu exterminada de Israel.

18Pero nosotros no les podemos dar esposas de nuestras hijas, porque los hijos de Israel han jurado, diciendo: Maldito el que diere esposa a Benjamín.

19Ahora bien, dijeron, he aquí, cada año hay una fiesta solemne de Jehová en Silo, que está al norte de Bet-el y al lado oriental del camino que sube de Bet-el a Siquem, y al sur de Lebona.

20Y mandaron a los hijos de Benjamín, diciendo: Id y poned emboscadas en las viñas,

21y estad atentos. Y cuando veáis salir a las hijas de Silo a bailar en círculos, salid vosotros de las viñas, y arrebate cada uno esposa para sí de las hijas de Silo, y os iréis a tierra de Benjamín.

22Y cuando vengan los padres de ellas o sus hermanos a demandárnoslas, nosotros les diremos: Hacednos la merced de concedérnoslas, pues nosotros en la guerra no tomamos esposas para todos. Ya que vosotros no se las habéis dado, ahora no sois culpables.

23Y los hijos de Benjamín lo hicieron así y tomaron esposas conforme a su número, raptándolas de entre las que danzaban; y se fueron, y regresaron a su heredad, y reedificaron las ciudades y habitaron en ellas.

24Entonces los hijos de Israel se fueron también de allí, cada uno a su tribu y a su familia, saliendo de allí cada uno a su heredad.

25En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía como mejor le parecía.




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