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viernes, 1 de junio de 2012

Santa Biblia Reina 2009 SUD: Día: 139: 2 Crónicas 15-18


Segundo libro de las
Crónicas..Capítulo 15
Azarías profetiza que Judá prosperará si el pueblo guarda los mandamientos — Asa quita la adoración falsa en Judá — Muchos de Efraín, de Manasés y de Simeón emigran a Judá — Los del pueblo hacen convenio de servir a Jehová y son bendecidos.

1 Y vino el espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed,

2y salió al encuentro de Asa y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros si vosotros estáis con él; y si le buscáis, vosotros le hallaréis; pero si le dejáis, él también os dejará.

3Muchos días ha estado Israel sin el Dios verdadero y sin sacerdote que enseñara, y sin ley;

4pero cuando en su tribulación se volvieron a Jehová, el Dios de Israel, y le buscaron, ellos le hallaron.

5En aquellos tiempos no había paz, ni para el que entraba ni para el que salía, sino muchas aflicciones sobre todos los habitantes de las tierras.

6Y una nación destruía a otra, y una ciudad a otra ciudad, porque Dios los afligió con toda clase de adversidades.

7Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.

8Y cuando Asa oyó estas palabras y la profecía del profeta Oded, cobró ánimo y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá, y de Benjamín y de las ciudades que él había tomado en los montes de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová.

9Después reunió a todo Judá y Benjamín, y con ellos a los forasteros de Efraín, y de Manasés y de Simeón, porque muchos de Israel se habían pasado a él al ver que Jehová su Dios estaba con él.

10Se reunieron, pues, en Jerusalén, en el mes tercero del año decimoquinto del reinado de Asa.

11Y aquel mismo día sacrificaron para Jehová, del botín que habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas.

12E hicieron convenio de buscar a Jehová, el Dios de sus padres, con todo su corazón y con toda su alma;

13y que todo el que no buscase a Jehová, el Dios de Israel, muriese, grande o pequeño, hombre o mujer.

14Y juraron a Jehová en alta voz y con gritos de júbilo, y al son de trompetas y de cuernos.

15Y todos los de Judá se alegraron de este juramento, porque de todo su corazón lo juraban, y con toda su voluntad lo buscaban; y ellos le hallaron, y Jehová les dio reposo por todas partes.

16Y aun a Maaca, madre del rey Asa, él mismo la depuso de ser reina, porque ella había hecho una imagen de Asera; y Asa derribó la imagen, y la desmenuzó y la quemó junto al torrente Cedrón.

17Pero los lugares altos no fueron quitados de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto en todos sus días.

18Y él trajo a la casa de Dios lo que su padre había dedicado, y lo que él mismo había consagrado: plata, y oro y utensilios.

19Y no hubo más guerra hasta los treinta y cinco años del reinado de Asa.

Segundo libro de las
Crónicas..Capítulo 16

Asa se vale de Siria para derrotar a Israel — El vidente Hanani reprende a Asa por su falta de fe — Asa padece de una enfermedad y muere.

1 En el año treinta y seis del reinado de Asa, subió Baasa, rey de Israel, contra Judá, y fortificó Ramá, para no dejar salir ni entrar a ninguno a dónde estaba Asa, rey de Judá.

2Entonces sacó Asa la plata y el oro de los tesoros de la casa de Jehová y de la casa real, y los envió a Ben-adad, rey de Siria, que estaba en Damasco, diciendo:

3Haya alianza entre yo y tú, como la hubo entre mi padre y tu padre; he aquí, yo te he enviado plata y oro, para que vayas y deshagas la alianza que tienes con Baasa, rey de Israel, a fin de que se retire de mí.

4Y consintió Ben-adad con el rey Asa, y envió los capitanes de sus ejércitos contra las ciudades de Israel; y atacaron Ijón, y Dan, y Abel-maim y todas las ciudades de aprovisionamiento de Neftalí.

5Y aconteció que cuando Baasa lo oyó, cesó de fortificar Ramá y dejó su obra.

6Entonces el rey Asa tomó a todo Judá, y se llevaron de Ramá la piedra y la madera con que Baasa edificaba; y con ellas fortificó Geba y Mizpa.

7En aquel tiempo vino el vidente Hanani ante Asa, rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos.

8Los etíopes y los libios, ¿no eran un ejército numerosísimo, con carros y mucha gente de a caballo? Con todo, porque te apoyaste en Jehová, él los entregó en tus manos.

9Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen un corazón perfecto para con él. Neciamente has hecho en esto; por eso, de aquí en adelante, habrá guerras contra ti.

10Entonces se enojó Asa contra el vidente y lo echó en la casa de la cárcel, pues se encolerizó mucho contra él a causa de esto. Y oprimió Asa en aquel tiempo a algunos del pueblo.

11Mas he aquí, los hechos de Asa, los primeros y los postreros, están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel.

12Y en el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó de los pies hasta agravarse su enfermedad; pero aun en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos.

13Y durmió Asa con sus padres, y murió en el año cuarenta y uno de su reinado.

14Y lo sepultaron en los sepulcros que él había hecho para sí en la ciudad de David; y lo pusieron en un lecho, el cual llenaron de perfumes y diversas especias aromáticas, preparadas como obra y arte de perfumistas; y encendieron un gran fuego en su honor.

Segundo libro de las
Crónicas..Capítulo 17

Josafat reina apropiadamente y prospera en Judá — Los sacerdotes viajan y enseñan del libro de la ley de Jehová.

1Y reinó en su lugar Josafat, su hijo, el cual se hizo fuerte contra Israel.

2Y puso ejércitos en todas las ciudades fortificadas de Judá y colocó guarniciones en la tierra de Judá y en las ciudades de Efraín que su padre Asa había tomado.

3Y estuvo Jehová con Josafat, porque anduvo en los primeros caminos de David, su padre, y no buscó a los baales,

4sino que buscó al Dios de su padre, y anduvo en sus mandamientos y no según las obras de Israel.

5Jehová, por tanto, confirmó el reino en su mano, y todo Judá dio a Josafat presentes, y tuvo riquezas y gloria en abundancia.

6Y se animó su corazón en los caminos de Jehová, y quitó de Judá los lugares altos y las imágenes de Asera.

7Al tercer año de su reinado envió a sus oficiales Ben-hail, y Abdías, y Zacarías, y Natanael y Micaías, para que enseñasen en las ciudades de Judá;

8y con ellos a los levitas Semaías, y Netanías, y Zebadías, y Asael, y Semiramot, y Jonatán, y Adonías, y Tobías y Tobadonías, levitas todos; y con ellos a los sacerdotes Elisama y Joram.

9Y enseñaron en Judá, llevando consigo el libro de la ley de Jehová, y recorrieron todas las ciudades de Judá, enseñando al pueblo.

10Y cayó el terror de Jehová sobre todos los reinos de las tierras que estaban alrededor de Judá, y no hicieron guerra contra Josafat.

11Y traían de los filisteos presentes a Josafat y tributos de plata. Los árabes también le trajeron rebaños, siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos.

12Iba, pues, Josafat engrandeciéndose mucho; y edificó en Judá fortalezas y ciudades de aprovisionamiento.

13Y llevó a cabo muchas obras en las ciudades de Judá, y tuvo hombres de guerra fuertes y valientes en Jerusalén.

14Y éste es el número de ellos según sus casas paternas: de Judá, jefes de los millares: el general Adna, y con él trescientos mil hombres fuertes y valientes;

15y a su lado, el jefe Johanán, y con él doscientos ochenta mil;

16tras éste, Amasías hijo de Zicri, el cual se había ofrecido voluntariamente a Jehová, y con él doscientos mil hombres fuertes y valientes;

17y de Benjamín, Eliada, hombre muy valeroso, y con él doscientos mil hombres armados de arco y escudo;

18tras éste, Jozabad, y con él ciento ochenta mil preparados para la guerra.

19Éstos eran siervos del rey, sin contar los que el rey había puesto en las ciudades fortificadas por todo Judá.

Segundo libro de las
Crónicas..Capítulo 18

Josafat de Judá se une a Acab de Israel para luchar contra Siria — Los profetas falsos de Acab predicen victoria — Micaías profetiza la caída y la muerte de Acab — Los sirios matan a Acab.

1Tenía, pues, Josafat riquezas y gloria en abundancia, y se emparentó con Acab.

2Y después de algunos años descendió a Samaria para visitar a Acab; y mató Acab muchas ovejas y bueyes para él y para la gente que con él venía, y le persuadió a que fuese con él a Ramot de Galaad.

3Y dijo Acab, rey de Israel, a Josafat, rey de Judá: ¿Irás conmigo a Ramot de Galaad? Y él respondió: Yo soy como tú, y tu pueblo como mi pueblo; iremos contigo a la guerra.

4Y dijo Josafat al rey de Israel: Te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová.

5Entonces el rey de Israel reunió a cuatrocientos profetas y les preguntó: ¿Iremos a la guerra contra Ramot de Galaad, o debo desistir? Y ellos dijeron: Sube, porque Dios los entregará en manos del rey.

6Pero Josafat dijo: ¿No queda aún aquí algún profeta de Jehová, para que le preguntemos?

7Y el rey de Israel respondió a Josafat: Aún hay aquí un hombre por medio del cual podemos preguntar a Jehová; pero yo le aborrezco, porque nunca me profetiza el bien, sino siempre el mal. Es Micaías hijo de Imla. Y respondió Josafat: No hable así el rey.

8Entonces el rey de Israel llamó a un oficial y le dijo: Haz venir pronto a Micaías hijo de Imla.

9Y el rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con sus ropas reales, y estaban sentados en la era a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas profetizaban delante de ellos.

10Y Sedequías hijo de Quenaana se había hecho cuernos de hierro, y decía: Así ha dicho Jehová: Con éstos acornearás a los sirios hasta destruirlos del todo.

11De esta manera profetizaban también todos los profetas, diciendo: Sube a Ramot de Galaad y prosperarás, porque Jehová la entregará en manos del rey.

12Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías le habló, diciendo: He aquí, las palabras de los profetas a una voz anuncian al rey el bien; yo, pues, te ruego que tu palabra sea como la de uno de ellos, y que anuncies el bien.

13Y dijo Micaías: Vive Jehová, que lo que mi Dios me diga, eso hablaré.

14Y cuando llegó al rey, le dijo: Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o debo desistir? Y él respondió: Subid, porque seréis prosperados, pues serán entregados en vuestras manos.

15Y el rey le dijo: ¿Cuántas veces he de hacerte jurar en el nombre de Jehová que no me hables sino la verdad?

16Entonces él dijo: He visto a todo Israel esparcido por los montes como ovejas sin pastor; y dijo Jehová: Éstos no tienen señor; vuelva cada uno en paz a su casa.

17Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te había yo dicho que no me profetizaría el bien, sino el mal?

18Entonces Micaías dijo: Oíd, pues, la palabra de Jehová: Yo he visto a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba a su mano derecha y a su izquierda.

19Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, rey de Israel, para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía así, y otro decía de otra manera.

20Entonces salió un espíritu que se puso delante de Jehová y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué modo?

21Y él dijo: Saldré y seré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas. Y Jehová dijo: Tú le inducirás y lo lograrás; sal y hazlo así.

22Y ahora, he aquí, Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de éstos tus profetas; pues Jehová ha hablado el mal contra ti.

23Entonces Sedequías hijo de Quenaana se le acercó y golpeó a Micaías en la mejilla y dijo: ¿Por qué camino se apartó de mí el espíritu de Jehová para hablarte a ti?

24Y Micaías respondió: He aquí, tú lo verás aquel día cuando entres en un aposento interior para esconderte.

25Entonces el rey de Israel dijo: Tomad a Micaías y llevadlo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey.

26Y diréis: El rey ha dicho así: Poned a éste en la cárcel y sustentadle con pan de aflicción y agua de angustia, hasta que yo vuelva en paz.

27Y Micaías dijo: Si en verdad vuelves en paz, Jehová no ha hablado por mí. Dijo además: Oíd, pueblos todos.

28Subió, pues, el rey de Israel con Josafat, rey de Judá, a Ramot de Galaad.

29Y dijo el rey de Israel a Josafat: Yo me disfrazaré para entrar en la batalla, pero tú vístete con tus ropas. Y se disfrazó el rey de Israel, y entraron en la batalla.

30Y el rey de Siria había mandado a los capitanes de los carros que tenía consigo, diciendo: No peleéis con pequeño ni con grande, sino sólo con el rey de Israel.

31Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Éste es el rey de Israel. Y lo rodearon para pelear; pero Josafat clamó y Jehová lo ayudó, y Dios los apartó de él.

32Y aconteció que al ver los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirle.

33Pero un hombre disparó el arco al azar e hirió al rey de Israel entre las junturas de la armadura. Él entonces dijo al que conducía el carro: Vuelve tu mano y sácame del campo, porque estoy mal herido.

34Y arreció la batalla aquel día, y el rey de Israel se mantuvo en pie en el carro frente a los sirios hasta la tarde; y murió al ponerse el sol.




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