Seguidores

miércoles, 13 de junio de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día: 148: Esdras 8-10


Esdras
..Capítulo 8
Se enumera a aquellos que subieron de Babilonia a Jerusalén — Se llama a los levitas para que los acompañen — Durante el viaje a Jerusalén, Esdras y el pueblo piden guía y protección con ayuno y oración, y las reciben.

1Y éstos son los jefes de las casas paternas y la genealogía de aquellos que subieron conmigo desde Babilonia, cuando reinaba el rey Artajerjes:

2De los hijos de Finees, Gersón; de los hijos de Itamar, Daniel; de los hijos de David, Hatús.

3De los hijos de Secanías, de los hijos de Paros, Zacarías, y con él fueron anotados por su genealogía ciento cincuenta varones.

4De los hijos de Pahat-moab, Elioenai, hijo de Zeraías, y con él doscientos varones.

5De los hijos de Secanías, el hijo de Jahaziel, y con él trescientos varones.

6Y de los hijos de Adín, Ebed hijo de Jonatán, y con él cincuenta varones.

7Y de los hijos de Elam, Jesaías hijo de Atalías, y con él setenta varones.

8Y de los hijos de Sefatías, Zebadías hijo de Micael, y con él ochenta varones.

9De los hijos de Joab, Obadías hijo de Jehiel, y con él doscientos dieciocho varones.

10Y de los hijos de Selomit, el hijo de Josifías, y con él ciento sesenta varones.

11Y de los hijos de Bebai, Zacarías hijo de Bebai, y con él veintiocho varones.

12Y de los hijos de Azgad, Johanán, hijo de Hacatán, y con él ciento diez varones.

13Y de los últimos hijos de Adonicam, cuyos nombres son éstos: Elifelet, Jeiel y Semaías, y con ellos sesenta varones.

14Y de los hijos de Bigvai, Utai y Zabud, y con ellos setenta varones.

15Y los reuní junto al río que corre hacia Ahava, y acampamos allí tres días; y habiendo buscado entre el pueblo y entre los sacerdotes, no hallé allí a ninguno de los hijos de Leví.

16Entonces envié a llamar a Eliezer, a Ariel, a Semaías, y a Elnatán, y a Jarib, y a Elnatán, y a Natán, y a Zacarías y a Mesulam, jefes, así como a Joiarib y a Elnatán, hombres entendidos;

17y los envié a Iddo, jefe en el lugar llamado Casifia, y puse en boca de ellos las palabras que habían de hablar a Iddo y a sus hermanos los sirvientes del templo en el lugar llamado Casifia, para que nos trajesen sirvientes para la casa de nuestro Dios.

18Y nos trajeron, según la buena mano de nuestro Dios sobre nosotros, a un hombre entendido de los hijos de Mahli hijo de Leví, hijo de Israel; y a Serebías con sus hijos y sus hermanos, dieciocho;

19y a Hasabías, y con él a Jesaías de los hijos de Merari, a sus hermanos y a sus hijos, veinte;

20y de los sirvientes del templo, a quienes David y los príncipes habían puesto para el servicio de los levitas, doscientos veinte sirvientes del templo, todos los cuales fueron designados por sus nombres.

21Y proclamé ayuno allí junto al río Ahava para humillarnos delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino recto para nosotros, y para nuestros niños y para todos nuestros bienes.

22Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino, ya que le habíamos dicho al rey: La mano de nuestro Dios está, para bien, sobre todos los que le buscan, pero su poder y su ira están contra todos los que le abandonan.

23Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio.

24Entonces aparté a doce de los principales de los sacerdotes, a Serebías y a Hasabías, y con ellos diez de sus hermanos;

25y les pesé la plata, y el oro y los utensilios, la ofrenda que para la casa de nuestro Dios habían ofrecido el rey, y sus consejeros, y sus oficiales y todo Israel allí presente.

26Pesé, pues, en manos de ellos seiscientos cincuenta talentos de plata, y utensilios de plata por cien talentos y cien talentos de oro;

27además, veinte tazones de oro de mil dracmas y dos utensilios de bronce reluciente, tan preciosos como el oro.

28Y les dije: Vosotros estáis consagrados a Jehová, y son sagrados los utensilios; y la plata y el oro son ofrenda voluntaria a Jehová, Dios de nuestros padres.

29Velad y guardadlos hasta que los peséis delante de los principales de los sacerdotes, y de los levitas y de los jefes de las casas paternas de Israel en Jerusalén, en las habitaciones de la casa de Jehová.

30Y los sacerdotes y los levitas recibieron la plata, y el oro y los utensilios que fueron pesados, para llevarlos a Jerusalén a la casa de nuestro Dios.

31Y partimos del río Ahava el doce del primer mes para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros y él nos libró de manos del enemigo y de las emboscadas en el camino.

32Y llegamos a Jerusalén y reposamos allí tres días.

33Y al cuarto día fue pesada la plata, y el oro y los utensilios, en la casa de nuestro Dios, por mano de Meremot hijo de Urías, el sacerdote, y con él Eleazar hijo de Finees; y con ellos estaban los levitas Jozabad hijo de Jesúa y Noadías hijo de Binúi.

34Todo fue contado y pesado, y el peso total fue anotado en aquel tiempo.

35Los hijos de los que habían sido llevados cautivos y que habían regresado de la cautividad ofrecieron holocaustos al Dios de Israel: doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos, doce machos cabríos como ofrenda por el pecado, todo en holocausto a Jehová.

36Y se entregaron los decretos del rey a los sátrapas del rey y a los gobernadores del otro lado del Río, los cuales ayudaron al pueblo y a la casa de Dios.

Esdras
..Capítulo 9

Muchos de los del pueblo de los judíos se casan con personas cananeas y de otros pueblos y siguen sus abominaciones — Esdras ora y confiesa los pecados de todo el pueblo.

1Y acabadas estas cosas, los oficiales vinieron a mí, diciendo: El pueblo de Israel, y los sacerdotes y los levitas no se han separado de los pueblos de las tierras, de los cananeos, los heteos, los ferezeos, los jebuseos, los amonitas, los moabitas, los egipcios y los amorreos, y hacen conforme a sus abominaciones.

2Porque han tomado de las hijas de ellos para sí y para sus hijos, y el linaje santo ha sido mezclado con los pueblos de las tierras; y la mano de los oficiales y de los gobernadores ha sido la primera en cometer esta infidelidad.

3Y cuando oí esto, rasgué mi vestido y mi manto, y me arranqué pelo de mi cabeza y de mi barba, y me senté atónito.

4Y se reunieron en torno a mí todos los que temblaban ante las palabras del Dios de Israel, a causa de la infidelidad de los del cautiverio; mas yo estuve sentado atónito hasta la ofrenda de la tarde.

5Y a la hora de la ofrenda de la tarde, me levanté de mi aflicción, y habiendo rasgado mi vestido y mi manto, me postré de rodillas y extendí mis manos a Jehová mi Dios,

6y dije: Oh Dios mío, avergonzado y humillado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro hacia ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestra culpa ha crecido hasta los cielos.

7Desde los días de nuestros padres hasta el día de hoy hemos estado bajo gran culpa; y por nuestras iniquidades nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados en manos de los reyes de las tierras, a la espada, al cautiverio, y al robo y a la vergüenza que cubre nuestro rostro, como hoy día.

8Y ahora, por un breve momento, ha habido misericordia de parte de Jehová nuestro Dios, para hacer que nos quedase un remanente libre y para darnos una estaca en su lugar santo, a fin de alumbrar nuestro Dios nuestros ojos y darnos un poco de vida en medio de nuestra servidumbre.

9Porque siervos hemos sido; mas en nuestra servidumbre no nos ha desamparado nuestro Dios, sino que ha extendido sobre nosotros su misericordia ante los reyes de Persia, para que se nos diese vida a fin de levantar la casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas, y darnos protección en Judá y en Jerusalén.

10Pero ahora, ¿qué diremos, oh Dios nuestro, después de esto? Porque nosotros hemos dejado tus mandamientos,

11los cuales mandaste por medio de tus siervos los profetas, diciendo: La tierra a la cual entráis para poseerla es una tierra inmunda a causa de la impureza de los pueblos de aquellas regiones, por las abominaciones con que la han llenado de un extremo a otro con su inmundicia.

12Ahora, pues, no deis vuestras hijas a los hijos de ellos, ni toméis sus hijas para vuestros hijos, ni procuréis jamás su paz ni su prosperidad, para que seáis fuertes, y comáis lo bueno de la tierra y la dejéis como heredad a vuestros hijos para siempre.

13Y después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras y a causa de nuestra gran culpa, ya que tú, Dios nuestro, no nos has castigado de acuerdo con nuestras iniquidades, y nos has dado una escapatoria como ésta,

14¿hemos de volver a infringir tus mandamientos y a emparentar con los pueblos que cometen estas abominaciones? ¿No te indignarías contra nosotros hasta consumirnos, sin que quedara remanente ni escapatoria?

15Oh Jehová Dios de Israel, tú eres justo, pues hemos quedado un remanente que ha escapado, como en este día; henos aquí delante de ti en nuestra culpa, porque no es posible estar en tu presencia a causa de esto.

Esdras
..Capítulo 10

Los judíos hacen convenio de despedir a las esposas que habían tomado de los cananeos y de otros pueblos — Esdras reúne al pueblo en Jerusalén — Se menciona a los levitas que se casaron con mujeres extranjeras.

1Y mientras oraba Esdras y hacía confesión, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, se reunió alrededor de él una congregación muy grande de Israel, hombres, y mujeres y niños; y lloraba el pueblo amargamente.

2Entonces respondió Secanías hijo de Jehiel, de los hijos de Elam, y dijo a Esdras: Nosotros hemos pecado contra nuestro Dios, pues tomamos por esposas a mujeres extranjeras de los pueblos de la tierra; pero aún hay esperanza para Israel con respecto a esto.

3Ahora, pues, hagamos convenio con nuestro Dios de despedir a todas las esposas y a los nacidos de ellas, según el consejo de mi señor y de los que temen el mandamiento de nuestro Dios; y hágase conforme a la ley.

4Levántate, porque ésta es tu responsabilidad, y nosotros estaremos contigo; anímate y hazlo.

5Entonces se levantó Esdras e hizo jurar a los principales de los sacerdotes, y a los levitas y a todo Israel que harían conforme a esto; y ellos juraron.

6Se levantó luego Esdras de delante de la casa de Dios y se fue a la habitación de Johanán hijo de Eliasib; y cuando fue allá, no comió pan ni bebió agua, porque se entristeció a causa de la infidelidad de los de la cautividad.

7E hicieron proclamar en Judá y en Jerusalén a todos los hijos de la cautividad para que se reuniesen en Jerusalén;

8y que el que no viniera dentro de tres días, conforme al acuerdo de los jefes y de los ancianos, perdiese todos sus bienes y fuese excluido de la congregación de los que habían regresado de la cautividad.

9Así todos los hombres de Judá y de Benjamín se reunieron en Jerusalén dentro de los tres días, a los veinte días del mes, el cual era el mes noveno; y se sentó todo el pueblo en la plaza de la casa de Dios, temblando por motivo de aquel asunto y a causa de la fuerte lluvia.

10Y se levantó el sacerdote Esdras y les dijo: Vosotros habéis pecado, por cuanto tomasteis por esposas a mujeres extranjeras, añadiendo así al pecado de Israel.

11Ahora pues, dad gracias a Jehová, Dios de vuestros padres, y haced su voluntad y apartaos de los pueblos de las tierras y de las esposas extranjeras.

12Y respondió toda aquella congregación y dijeron en alta voz: Así haremos conforme a tu palabra.

13Pero el pueblo es numeroso, y estamos en tiempo de lluvia, y no podemos estar en la calle; ni la obra es de un día ni de dos, porque somos muchos los que hemos pecado en este asunto.

14Que se queden nuestros jefes en lugar de toda la congregación, y todos aquellos que en nuestras ciudades hayan tomado por esposas a mujeres extranjeras vengan en tiempos señalados, y con ellos los ancianos de cada ciudad y los jueces de ellas, hasta que se aparte de nosotros el furor de la ira de nuestro Dios a causa de esto.

15Solamente Jonatán hijo de Asael, y Jahazías hijo de Ticva se opusieron a esto; y Mesulam y Sabetai, el levita, les ayudaron.

16E hicieron así los hijos de la cautividad. Y fueron apartados el sacerdote Esdras y algunos jefes de casas paternas, según sus casas paternas, todos ellos por sus nombres, se sentaron el primer día del mes décimo para examinar el asunto.

17Y concluyeron el asunto de todos aquellos que habían tomado por esposas a extranjeras el primer día del mes primero.

18Y de los hijos de los sacerdotes que habían tomado por esposas a extranjeras fueron hallados éstos: De los hijos de Jesúa hijo de Josadac, y de sus hermanos: Maasías, y Eliezer, y Jarib y Gedalías.

19Y levantaron su mano prometiendo despedir a sus esposas; y siendo culpables, ofrecieron un carnero de los rebaños como ofrenda por su culpa.

20Y de los hijos de Imer: Hanani y Zebadías.

21Y de los hijos de Harim: Maasías, y Elías, y Semaías, y Jehiel y Uzías.

22Y de los hijos de Pasur: Elioenai, Maasías, Ismael, Natanael, Jozabad y Elasa.

23Y de los hijos de los levitas: Jozabad, y Simei y Kelaía (éste es Kelita), Petaías, Judá y Eliezer.

24Y de los cantores: Eliasib; y de los porteros: Salum, y Telem y Uri.

25Asimismo de Israel: De los hijos de Paros: Ramía, y Jezías, y Malquías, y Mijamín, y Eleazar, y Malquías y Benaía.

26Y de los hijos de Elam: Matanías, Zacarías, y Jehiel, y Abdi, y Jeremot y Elías.

27Y de los hijos de Zatu: Elioenai, Eliasib, Matanías, y Jeremot, y Zabad y Aziza.

28Y de los hijos de Bebai: Johanán, Hananías, Zabai y Atlai.

29Y de los hijos de Bani: Mesulam, Maluc, y Adaía, Jasub, y Seal y Ramot.

30Y de los hijos de Pahat-moab: Adna, y Quelal, Benaía, Maasías, Matanías, Bezaleel, y Binúi y Manasés.

31Y de los hijos de Harim: Eliezer, Isías, Malquías, Semaías, Simeón,

32Benjamín, Maluc y Semarías.

33De los hijos de Hasum: Matenai, Matata, Zabad, Elifelet, Jeremai, Manasés y Simei.

34De los hijos de Bani: Madai, Amram, y Uel,

35Benaía, Bedías, Quelúhi,

36Vanías, Meremot, Eliasib,

37Matanías, Matenai, y Jaasai,

38y Bani, y Binúi, Simei,

39y Selemías, y Natán, y Adaía,

40Macnadebai, Sasai, Sarai,

41Azareel, y Selemías, Semarías,

42Salum, Amarías y José.

43Y de los hijos de Nebo: Jeiel, Matatías, Zabad, Zebina, Jadau, y Joel, Benaía.

44Todos éstos habían tomado por esposas a extranjeras, y algunas de sus esposas habían dado a luz hijos.




MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com