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martes, 31 de enero de 2012

Lectura Hablada de La Santa Biblia R-V 2009 SUD: Dia 29: Éxodo 34-36


Capítulo 34
Moisés prepara nuevas tablas de piedra — Él sube al monte Sinaí y está allí cuarenta días — Jehová proclama Su nombre y atributos, y revela Su ley — Hace otro convenio con Israel — La tez del rostro de Moisés resplandece y se pone un velo.

1 Y Jehová dijo a Moisés: Labra dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste.

2 Prepárate, pues, para mañana, y por la mañana sube al monte Sinaí, y allí preséntate ante mí sobre la cumbre del monte.

3 Y no suba nadie contigo, ni aparezca ninguno en todo el monte; ni ovejas ni bueyes pasten delante del monte.

4 Y Moisés labró dos tablas de piedra como las primeras; y se levantó de mañana, y subió al monte Sinaí, como le mandó Jehová, y llevó en su mano las dos tablas de piedra.

5 Y Jehová descendió en la nube y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová.

6 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: Jehová, Jehová, Dios misericordioso y piadoso, tardo para la ira y abundante en benignidad y verdad,

7 que guarda la misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado, pero que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que castiga la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y la cuarta generación.

8 Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró,

9 diciendo: Si ahora, Señor, he hallado gracia ante tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros, porque éste es pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos como herencia tuya.

10 Y él dijo: He aquí, yo hago convenio; delante de todo tu pueblo haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra ni en nación alguna; y verá todo el pueblo, en medio del cual estás tú, la obra de Jehová, porque será cosa asombrosa la que yo haré contigo.

11 Guarda lo que yo te mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al amorreo, y al cananeo, y al heteo, y al ferezeo, y al heveo y al jebuseo.

12 Guárdate de hacer alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean por tropezadero en medio de ti.

13 Mas derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas y destruiréis sus imágenes de Asera.

14 Porque no te inclinarás ante ningún otro dios, porque Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.

15 Por tanto, no harás alianza con los moradores de aquella tierra, porque se prostituirán en pos de sus dioses, y ofrecerán sacrificios a sus dioses, y te invitarán, y comerás de sus sacrificios;

16 o tomando de sus hijas para tus hijos, y prostituyéndose sus hijas en pos de sus dioses, harán también que tus hijos se prostituyan en pos de los dioses de ellas.

17 No te harás dioses de fundición.

18 La fiesta de los panes sin levadura guardarás; siete días comerás pan sin leudar, según te he mandado, en el tiempo señalado del mes de Abib, porque en el mes de Abib saliste de Egipto.

19 Todo el que abre matriz, mío es; y de tu ganado toda primera cría de vaca o de oveja que sea macho.

20 Pero redimirás con cordero la primera cría del asno; y si no lo redimes, quebrarás su cerviz. Redimirás todo primogénito de tus hijos, y nadie se presentará delante de mí con las manos vacías.

21 Seis días trabajarás, pero en el séptimo día descansarás; aun en el tiempo de la arada y de la siega descansarás.

22 Y celebrarás la fiesta de las semanas, la de las primicias de la siega del trigo, y la fiesta de la cosecha al fin del año.

23 Tres veces al año se presentará todo varón tuyo delante de Jehová el Señor, Dios de Israel.

24 Porque yo arrojaré las naciones de tu presencia y ensancharé tus fronteras; y ninguno codiciará tu tierra, cuando tú subas para presentarte delante de Jehová tu Dios tres veces al año.

25 No ofrecerás nada leudado con la sangre de mi sacrificio; ni se dejará de la noche para la mañana el sacrificio de la fiesta de la Pascua.

26 Llevarás las primicias de los primeros frutos de tu tierra a la casa de Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

27 Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras, porque conforme a estas palabras he hecho un convenio contigo y con Israel.

28 Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan ni bebió agua. Y escribió en tablas las palabras del convenio, los diez mandamientos.

29 Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, mientras descendía del monte, no sabía él que la tez de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios.

30 Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí, la tez de su rostro era resplandeciente, y tuvieron miedo de acercarse a él.

31 Y los llamó Moisés; y Aarón y todos los jefes de la congregación volvieron a él, y Moisés les habló.

32 Y después se acercaron todos los hijos de Israel, a los cuales mandó todo lo que Jehová le había dicho en el monte Sinaí.

33 Y cuando hubo acabado Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro.

34 Y cuando se presentaba Moisés delante de Jehová para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía; y cuando salía, hablaba con los hijos de Israel lo que se le había mandado;

35 y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con Dios.

Capítulo 35

Se manda a Israel observar el día de reposo — Se ofrecen ofrendas voluntarias para el tabernáculo — Se confirma el llamamiento e inspiración de algunos artesanos.

1 Y Moisés hizo reunir a toda la congregación de los hijos de Israel y les dijo: Éstas son las cosas que Jehová ha mandado hacer:

2 Seis días se trabajará, pero el día séptimo os será santo, día de reposo dedicado a Jehová; cualquiera que en él hiciere algún trabajo, morirá.

3 No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo.

4 Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que Jehová ha mandado:

5 Tomad de entre vosotros una ofrenda para Jehová; todo generoso de corazón la traerá a Jehová: oro, plata, bronce,

6 y azul, y púrpura, y carmesí, y lino fino, y pelo de cabra,

7 y pieles rojas de carnero, y pieles de tejón, y madera de acacia,

8 y aceite para el alumbrado, y especias aromáticas para el aceite de la unción y para el incienso aromático,

9 y piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y para el pectoral.

10 Y todo sabio de corazón de entre vosotros vendrá y hará todas las cosas que Jehová ha mandado:

11 el tabernáculo, su tienda, su cubierta, sus ganchos, sus tablas, sus barras, sus columnas y sus basas;

12 el arca y sus varas, el propiciatorio y el velo de la tienda;

13 la mesa con sus varas y todos sus utensilios, y el pan de la proposición;

14 el candelabro del alumbrado con sus utensilios, sus lámparas, y el aceite para la iluminación;

15 el altar del incienso y sus varas, el aceite de la unción, el incienso aromático y la cortina de la entrada para la entrada del tabernáculo;

16 el altar del holocausto, y su enrejado de bronce y sus varas, y todos sus utensilios y la fuente con su base;

17 las cortinas del atrio, sus columnas, y sus basas y la cortina de la entrada del atrio;

18 las estacas del tabernáculo, y las estacas del atrio y sus cuerdas;

19 las vestiduras del servicio para ministrar en el santuario, las sagradas vestiduras de Aarón, el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos para servir en el sacerdocio.

20 Y salió toda la congregación de los hijos de Israel de la presencia de Moisés.

21 Y vino todo aquel a quien su corazón le impulsó, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, y trajo la ofrenda de Jehová para la obra del tabernáculo de reunión, y para todo su servicio y para las sagradas vestiduras.

22 Y vinieron tanto hombres como mujeres, todos los de corazón generoso, y trajeron cadenillas y zarcillos, sortijas y brazaletes, y toda clase de joyas de oro; y todos ofrecían una ofrenda mecida de oro a Jehová.

23 Todo aquel que tenía azul, o púrpura, o carmesí, o lino fino, o pelo de cabra, o pieles rojas de carnero o pieles de tejón, lo traía.

24 Todo el que ofrecía una ofrenda de plata o de bronce traía a Jehová la ofrenda; y todo el que tenía madera de acacia la traía para toda la obra del servicio.

25 Además todas las mujeres sabias de corazón hilaban con sus manos y traían lo que habían hilado: azul, o púrpura, o carmesí o lino fino.

26 Y todas las mujeres cuyo corazón las impulsó en sabiduría hilaron pelo de cabra.

27 Y los jefes trajeron piedras de ónice y las piedras de los engastes para el efod y el pectoral;

28 y las especias aromáticas y el aceite para el alumbrado, y para el aceite de la unción y para el incienso aromático.

29 De los hijos de Israel, tanto hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón generoso para traer para toda la obra que Jehová había mandado por medio de Moisés que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria a Jehová.

30 Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Mirad, Jehová ha nombrado a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;

31 y lo ha llenado del espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en toda artesanía,

32 para diseñar diseños artísticos, para trabajar en oro, y en plata y en bronce,

33 y en el labrado de piedras para engastar, y en el tallado de madera, para trabajar en toda obra ingeniosa.

34 Y ha puesto en su corazón el don de enseñar, tanto a él como a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan,

35 y los ha llenado de sabiduría de corazón para que hagan toda obra de artesano, y de grabador y de bordador en azul, y en púrpura, y en carmesí y en lino fino, y de tejedor, para que hagan toda labor y diseñen todo diseño.

Capítulo 36

Se escoge a hombres sabios de corazón para la obra del tabernáculo — Moisés pide al pueblo que deje de donar más materiales.

1 Hicieron, pues, Bezaleel y Aholiab, y todo hombre sabio de corazón a quien Jehová dio sabiduría e inteligencia para saber hacer toda la obra del servicio del santuario, todas las cosas que había mandado Jehová.

2 Y Moisés llamó a Bezaleel, y a Aholiab y a todo hombre sabio de corazón, en cuyo corazón había dado Jehová sabiduría, y a todo hombre a quien su corazón le movió a venir a la obra para trabajar en ella;

3 y recibieron de Moisés todas las ofrendas que los hijos de Israel habían traído para la obra del servicio del santuario, a fin de hacerla. Y ellos seguían trayendo ofrendas voluntarias cada mañana.

4 Vinieron, por tanto, todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía,

5 y hablaron a Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que es menester para la obra que Jehová ha mandado que se haga.

6 Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más trabajo para la ofrenda del santuario. Y así el pueblo dejó de ofrecer más;

7 pues tenían material abundante para hacer toda la obra, y sobraba.

8 Y todos los sabios de corazón de entre los que hacían la obra hicieron el tabernáculo de diez cortinas, de fino torcido, y de azul, y de púrpura y de carmesí, las cuales hicieron de obra primorosa, con querubines.

9 La longitud de una cortina era de veintiocho codos, y la anchura de cuatro codos; todas las cortinas tenían la misma medida.

10 Y unió cinco cortinas la una con la otra; asimismo unió las otras cinco cortinas la una con la otra.

11 E hizo lazadas de color azul en la orilla de una cortina, en el extremo del primer conjunto; y así hizo en la orilla de la otra cortina, al extremo del segundo conjunto.

12 Cincuenta lazadas hizo en una cortina, y otras cincuenta en la otra cortina, al extremo del segundo conjunto; las lazadas quedaban unas enfrente de las otras.

13 Hizo también cincuenta ganchos de oro, con los cuales unió las cortinas, la una con la otra; y así se hizo el tabernáculo un todo.

14 Hizo asimismo cortinas de pelo de cabra para la tienda sobre el tabernáculo; once cortinas hizo.

15 La longitud de cada cortina era de treinta codos, y la anchura de cuatro codos; las once cortinas tenían la misma medida.

16 Y unió las cinco cortinas aparte, y las otras seis cortinas aparte.

17 Hizo además cincuenta lazadas en la orilla de la última cortina del primer conjunto, y otras cincuenta lazadas en la orilla de la cortina final del segundo conjunto.

18 Hizo también cincuenta ganchos de bronce para unir la tienda, de modo que fuese una.

19 E hizo una cubierta para la tienda de pieles de carnero teñidas de rojo, y encima una cubierta de pieles de tejón.

20 Además hizo de madera de acacia las tablas para el tabernáculo, para colocarlas verticalmente.

21 La longitud de cada tabla era de diez codos, y de codo y medio la anchura.

22 Cada tabla tenía dos espigas para unirlas la una con la otra; así hizo todas las tablas del tabernáculo.

23 Hizo, pues, las tablas para el tabernáculo; veinte tablas al lado meridional, hacia el sur.

24 Hizo también cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas: dos basas debajo de una tabla para sus dos espigas, y dos basas debajo de otra tabla para sus dos espigas.

25 Y para el otro lado del tabernáculo, al lado norte, hizo veinte tablas,

26 con sus cuarenta basas de plata: dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de otra tabla.

27 Y para el lado occidental del tabernáculo hizo seis tablas.

28 Para las esquinas del tabernáculo, en los dos lados, hizo dos tablas,

29 las cuales se unían por abajo, y asimismo por arriba, con un gozne; y así hizo a la una y a la otra en las dos esquinas.

30 Eran, pues, ocho tablas, y sus basas de plata dieciséis; dos basas debajo de cada tabla.

31 Hizo también las barras de madera de acacia; cinco para las tablas de un lado del tabernáculo,

32 y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del lado occidental del tabernáculo.

33 E hizo que la barra del centro pasase por en medio de las tablas de un extremo al otro.

34 Y recubrió las tablas de oro, e hizo de oro las argollas de ellas por donde pasasen las barras; recubrió también de oro las barras.

35 Hizo asimismo el velo de azul, y púrpura, y carmesí y lino torcido, y lo hizo con querubines de obra primorosa.

36 Y para el velo hizo cuatro columnas de madera de acacia y las recubrió de oro. Sus ganchos eran de oro, y fundió para ellas cuatro basas de plata.

37 Hizo también el velo para la entrada del tabernáculo, de azul, y púrpura, y carmesí y lino torcido, obra de bordador,

38 y sus cinco columnas con sus ganchos; y recubrió los capiteles de ellas y sus molduras de oro, pero sus cinco basas las hizo de bronce.





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Lectura Hablada de La Santa Biblia R-V 2009 SUD: Dia 28 Éxodo 31-33


Capítulo 31
Los artesanos son inspirados al construir y amueblar el tabernáculo — Se manda a Israel guardar los días de reposo de Jehová — Se decreta la pena de muerte por profanar el día de reposo — Moisés recibe las tablas de piedra.

1 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

2 Mira, yo he llamado por su nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;

3 y lo he llenado del espíritu de Dios, en sabiduría, y en inteligencia, y en ciencia y en toda clase de artesanía,

4 para inventar diseños, para trabajar en oro, y en plata, y en bronce,

5 y en el labrado de piedras para engastarlas y en el tallado de madera, y para trabajar en toda clase de artesanía.

6 Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado:

7 el tabernáculo de reunión, y el arca del testimonio, y el propiciatorio que está sobre ella, y todos los enseres del tabernáculo,

8 y la mesa con sus utensilios, y el candelabro puro con todos sus utensilios, y el altar del incienso,

9 y el altar del holocausto con todos sus utensilios, y la fuente con su base,

10 y las vestiduras del servicio, y las santas vestiduras para Aarón el sacerdote, y las vestiduras de sus hijos, para que ejerzan el sacerdocio,

11 y el aceite de la unción y el incienso aromático para el lugar santo; harán conforme a todo lo que te he mandado.

12 Habló además Jehová a Moisés, diciendo:

13 Y tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: De cierto vosotros guardaréis mis días de reposo, porque es señal entre yo y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.

14 Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es para vosotros; el que lo profanare de cierto morirá, porque cualquiera que haga obra alguna en él, aquella alma será talada de en medio de su pueblo.

15 Seis días se trabajará, pero el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo ciertamente morirá.

16 Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones como convenio perpetuo.

17 Señal es para siempre entre yo y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.

18 Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios.

Capítulo 32

Aarón hace un becerro de oro, al cual Israel adora — Moisés sirve como mediador entre Dios y el Israel rebelde — Moisés quiebra las tablas de piedra — Los levitas matan a unos 3.000 rebeldes — Moisés ruega por el pueblo e intercede por él.

1 Mas al ver los del pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron a Aarón y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque a ese Moisés, aquel hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.

2 Y Aarón les dijo: Quitad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, y de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos.

3 Entonces todo el pueblo se quitó los zarcillos de oro que tenían en las orejas y se los trajeron a Aarón.

4 Y él los tomó de las manos de ellos y les dio forma con un buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, éstos son tus dioses que te sacaron de la tierra de Egipto.

5 Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón y dijo: Mañana será fiesta para Jehová.

6 Y al día siguiente madrugaron y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse.

7 Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido.

8 Pronto se han apartado del camino que yo les mandé, y se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios y han dicho: Israel, éstos son tus dioses que te sacaron de la tierra de Egipto.

9 Dijo además Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, y he aquí es pueblo de dura cerviz.

10 Ahora, pues, déjame que se encienda mi furor contra ellos y los consuma; y de ti yo haré una gran nación.

11 Entonces Moisés suplicó a Jehová, su Dios, y le dijo: Oh Jehová, ¿por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte?

12 ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del furor de tu ira y arrepiéntete de hacer este mal a tu pueblo.

13 Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, tus siervos, a los que has jurado por ti mismo y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; y daré a vuestra descendencia toda esta tierra de que he hablado, y la tomarán por heredad para siempre.

14 Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que iba a hacer a su pueblo.

15 Y se volvió Moisés y descendió del monte trayendo en la mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de un lado y del otro estaban escritas.

16 Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.

17 Y cuando Josué oyó el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campo.

18 Y él respondió: No es ruido de gritos de victoria, ni ruido de lamentos de derrota; voces de canto oigo yo.

19 Y aconteció que cuando llegó él al campamento y vio el becerro y las danzas, se enardeció de ira Moisés, y arrojó las tablas de sus manos y las quebró al pie del monte.

20 Y tomó el becerro que habían hecho y lo quemó en el fuego y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel.

21 Y dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo para que hayas traído sobre él tan gran pecado?

22 Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es inclinado al mal.

23 Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque a ese Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.

24 Y yo les respondí: Quien tenga oro, apartadlo. Y me lo dieron, y lo eché al fuego, y salió este becerro.

25 Y al ver Moisés que el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón se lo había permitido, para vergüenza entre sus enemigos,

26 se puso Moisés a la entrada del campamento y dijo: ¿Quién está de parte de Jehová? Únase a mí. Y se unieron a él todos los hijos de Leví.

27 Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Póngase cada uno la espada sobre el muslo; pasad y volved a pasar de puerta en puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo y a su pariente.

28 Y los hijos de Leví lo hicieron conforme a lo dicho por Moisés, y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres.

29 Entonces Moisés dijo: Consagraos hoy a Jehová, porque cada uno ha ido contra su hijo y contra su hermano, para que él os dé hoy bendición sobre vosotros.

30 Y aconteció que al día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado, pero yo subiré ahora hacia Jehová; quizá le aplaque acerca de vuestro pecado.

31 Entonces volvió Moisés ante Jehová y le dijo: ¡Ay! Este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro.

32 Perdona ahora su pecado, y si no, te ruego que me borres ahora de tu libro que has escrito.

33 Y Jehová respondió a Moisés: Al que peque contra mí, a éste borraré yo de mi libro.

34 Ve, pues, ahora, lleva a este pueblo a donde te he dicho. He aquí, mi ángel irá delante de ti; pero en el día del castigo, yo los castigaré por su pecado.

35 Y Jehová hirió al pueblo porque habían hecho el becerro que formó Aarón.

Capítulo 33

Jehová promete estar con Israel y echar a los pueblos de aquella tierra — El tabernáculo de reunión es llevado fuera del campamento — Jehová habla a Moisés cara a cara en el tabernáculo — Después, Moisés ve la gloria de Jehová, pero no su rostro.

1 Y Jehová dijo a Moisés: Ve, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré.

2 Y yo enviaré delante de ti un ángel y echaré fuera al cananeo, y al amorreo, y al heteo, y al ferezeo, y al heveo y al jebuseo.

3 Sube a la tierra que fluye leche y miel, pero yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.

4 Y cuando oyó el pueblo esta mala noticia, se lamentaron, y ninguno se puso sus atavíos.

5 Pues Jehová había dicho a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz; en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré. Quítate, pues, ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que he de hacer contigo.

6 Entonces los hijos de Israel se despojaron de sus atavíos desde el monte Horeb.

7 Y Moisés tomó el tabernáculo y lo levantó fuera del campamento, lejos del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de Reunión. Y acontecía que cualquiera que buscaba a Jehová salía al tabernáculo de reunión, que estaba fuera del campamento.

8 Y sucedía que cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba y estaba cada cual de pie a la entrada de su tienda, y miraban a Moisés hasta que él entraba en el tabernáculo.

9 Y cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la entrada del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés.

10 Y cuando todo el pueblo veía la columna de nube que estaba a la entrada del tabernáculo, se levantaba todo el pueblo, cada uno a la entrada de su tienda, y adoraba.

11 Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera con su prójimo. Y volvía al campamento; pero el joven Josué, su ayudante, hijo de Nun, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.

12 Y dijo Moisés a Jehová: He aquí, tú me dices a mí: Saca a este pueblo, pero no me has declarado a quién has de enviar conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre y has hallado también gracia ante mis ojos.

13 Ahora, pues, si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca y halle gracia ante tus ojos; y mira que esta gente es tu pueblo.

14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo y te daré descanso.

15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

16 ¿Y en qué, pues, se conocerá que he hallado gracia ante tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?

17 Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia ante mis ojos y te he conocido por tu nombre.

18 Él entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.

19 Y Jehová le respondió: Yo haré pasar toda mi bondad delante de tu rostro y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.

20 Y además dijo: No podrás ver mi rostro, porque ningún hombre me verá y vivirá.

21 Y dijo aún Jehová: He aquí, hay un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña;

22 y sucederá que, cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado.

23 Después apartaré mi mano y verás mis espaldas, pero no se verá mi rostro.




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Lectura Hablada de La Santa Biblia R-V 2009 SUD: Dia 27 Éxodo 29-30


Capítulo 29
Aarón y sus hijos han de ser lavados, ungidos y consagrados — Deben efectuarse varias ceremonias de sacrificio — Se hará una expiación por los pecados del pueblo — Jehová promete morar entre ellos.

1 Y esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada y dos carneros sin defecto;

2 y panes sin levadura, y tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untados con aceite, los cuales harás de flor de harina de trigo.

3 Y los pondrás en un canastillo, y en el canastillo los ofrecerás, con el becerro y los dos carneros.

4 Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la entrada del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua.

5 Y tomarás las vestiduras y vestirás a Aarón con la túnica, y el manto del efod, y el efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod;

6 y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa.

7 Y tomarás el aceite de la unción y lo derramarás sobre su cabeza, y le ungirás.

8 Y harás que se acerquen sus hijos y les vestirás con las túnicas.

9 Y les ceñirás la faja a Aarón y a sus hijos y les atarás las tiaras, y tendrán el sacerdocio por estatuto perpetuo. Y consagrarás a Aarón y a sus hijos.

10 Y llevarás el becerro delante del tabernáculo de reunión, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro.

11 Y matarás el becerro delante de Jehová a la puerta del tabernáculo de reunión.

12 Y tomarás de la sangre del becerro y la pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo, y derramarás toda la demás sangre al pie del altar.

13 Tomarás también toda la grasa que cubre los intestinos, y el lóbulo de sobre el hígado, y los dos riñones y la grasa que está sobre ellos, y los quemarás sobre el altar.

14 Pero la carne del becerro, y su piel y su estiércol los quemarás en el fuego fuera del campamento; es ofrenda por el pecado.

15 Asimismo tomarás uno de los carneros, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero.

16 Y matarás el carnero, y tomarás su sangre y la rociarás sobre el altar alrededor.

17 Y cortarás el carnero en pedazos, y lavarás sus intestinos y sus piernas, y las pondrás sobre sus trozos y sobre su cabeza.

18 Y quemarás todo el carnero sobre el altar; es holocausto a Jehová de olor grato; es ofrenda encendida a Jehová.

19 Tomarás luego el otro carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero.

20 Y matarás el carnero, y tomarás de su sangre y la pondrás sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, y sobre el lóbulo de la oreja derecha de sus hijos, y sobre el dedo pulgar de las manos derechas de ellos y sobre el dedo pulgar de los pies derechos de ellos, y esparcirás la sangre sobre el altar alrededor.

21 Y tomarás de la sangre que hay sobre el altar, y del aceite de la unción, y los rociarás sobre Aarón, y sobre sus vestiduras, y sobre sus hijos y sobre las vestiduras de éstos; y él será santificado, y sus vestiduras, y sus hijos y las vestiduras de sus hijos con él.

22 Luego tomarás del carnero la grasa, y la cola, y la grasa que cubre los intestinos, y el lóbulo del hígado, y los dos riñones, y la grasa que está sobre ellos, y la espaldilla derecha, porque es carnero de consagración.

23 También una torta de pan, y una torta amasada con aceite y un hojaldre del canastillo de los panes sin levadura presentado a Jehová;

24 y lo pondrás todo en las manos de Aarón y en las manos de sus hijos, y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Jehová.

25 Después lo tomarás de sus manos y lo harás arder sobre el altar en holocausto, como olor grato delante de Jehová. Es ofrenda encendida a Jehová.

26 Y tomarás el pecho del carnero de la consagración de Aarón y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Jehová; y será porción tuya.

27 Y consagrarás el pecho de la ofrenda mecida y la espaldilla de la ofrenda elevada, lo que fue mecido y lo que fue elevado del carnero de la consagración, de lo que era para Aarón y para sus hijos.

28 Y será para Aarón y para sus hijos por estatuto perpetuo de parte de los hijos de Israel, porque es ofrenda elevada; y será una ofrenda elevada de los hijos de Israel de los sacrificios de sus ofrendas de paz, ofrenda elevada de ellos a Jehová.

29 Y las vestiduras santas, que son de Aarón, serán de sus hijos después de él, para ser ungidos en ellas y para ser en ellas consagrados.

30 Por siete días las vestirá aquel de sus hijos que tome su lugar como sacerdote, cuando entre en el tabernáculo de reunión para servir en el lugar santo.

31 Y tomarás el carnero de la consagración y cocerás su carne en un lugar santo.

32 Y Aarón y sus hijos comerán la carne del carnero y el pan que está en el canastillo, a la entrada del tabernáculo de reunión.

33 Y comerán aquellas cosas con las cuales se hizo expiación, para consagrarlos y santificarlos; pero ningún extraño las comerá, porque son santas.

34 Y si sobra algo de la carne de las consagraciones y del pan hasta la mañana, quemarás al fuego lo que haya sobrado; no se comerá, porque es cosa santa.

35 Así, pues, harás a Aarón y a sus hijos, conforme a todas las cosas que yo te he mandado; por siete días los consagrarás.

36 Y ofrecerás en expiación cada día el becerro de la ofrenda por el pecado para expiación; y purificarás el altar cuando hagas expiación por éste, y lo ungirás para santificarlo.

37 Durante siete días harás expiación por el altar y lo santificarás; y será un altar santísimo. Cualquier cosa que toque el altar será santificada.

38 Y esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente.

39 Ofrecerás uno de los corderos a la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde.

40 Además ofrecerás con cada cordero una décima parte de un efa de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite batido, y como libación, la cuarta parte de un hin de vino.

41 Y ofrecerás el otro cordero a la caída de la tarde, haciéndolo conforme a la ofrenda de grano de la mañana, y conforme a su libación, como olor grato; será ofrenda encendida a Jehová.

42 Esto será holocausto continuo por vuestras generaciones a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová, donde me reuniré con vosotros para hablarte allí.

43 Y allí me reuniré con los hijos de Israel, y el lugar será santificado con mi gloria.

44 Y santificaré el tabernáculo de reunión y el altar; santificaré asimismo a Aarón y a sus hijos para que sean mis sacerdotes.

45 Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios.

46 Y conocerán que yo soy Jehová, su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para morar en medio de ellos. Yo, Jehová, su Dios.

Capítulo 30

Se pondrá un altar de incienso delante del velo — Se hará una expiación con la sangre de la ofrenda por el pecado — El dinero de la expiación se pagará en rescate de todo varón — Los sacerdotes usarán el aceite de la santa unción y el incienso.

1 Harás asimismo un altar para quemar incienso; de madera de acacia lo harás.

2 Su longitud será de un codo, y su anchura de un codo; será cuadrado, y su altura de dos codos; y sus cuernos serán parte del mismo altar.

3 Y lo recubrirás de oro puro, su cubierta, y sus paredes alrededor y sus cuernos; y le harás alrededor una cornisa de oro.

4 Le harás también dos argollas de oro debajo de la cornisa a sus dos esquinas, en ambos lados, para meter las varas con que será llevado.

5 Y harás las varas de madera de acacia y las recubrirás de oro.

6 Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde yo me reuniré contigo.

7 Y Aarón quemará incienso aromático sobre él cada mañana; cuando prepare las lámparas lo quemará.

8 Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; habrá incienso perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones.

9 No ofreceréis sobre él incienso extraño, ni holocausto ni ofrenda; ni tampoco derramaréis sobre él libación.

10 Y sobre los cuernos del altar hará Aarón expiación una vez al año con la sangre de la ofrenda por el pecado para expiaciones; una vez al año hará expiación sobre él por vuestras generaciones; será muy santo a Jehová.

11 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

12 Cuando hagas el censo de los hijos de Israel conforme al número de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su vida cuando los cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado.

13 Esto dará todo el que sea contado: medio siclo, conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras; medio siclo será la ofrenda a Jehová.

14 Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a Jehová.

15 Ni el rico aumentará ni el pobre disminuirá del medio siclo, cuando den la ofrenda a Jehová para hacer expiación por vuestras vidas.

16 Y tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión; y será como recordatorio a los hijos de Israel delante de Jehová, para hacer expiación por vuestras vidas.

17 Habló más Jehová a Moisés, diciendo:

18 Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce, para lavarse; y la pondrás entre el tabernáculo de reunión y el altar; y pondrás en ella agua.

19 Y en ella se lavarán Aarón y sus hijos las manos y los pies.

20 Cuando entren en el tabernáculo de reunión se lavarán con agua, para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida a Jehová que se ha de consumir al fuego,

21 también se lavarán las manos y los pies para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones.

22 Habló más Jehová a Moisés, diciendo:

23 Y tomarás de las especias finas: de mirra excelente, quinientos siclos; y de canela aromática, la mitad, esto es, doscientos cincuenta siclos; y de cálamo aromático, doscientos cincuenta;

24 y de casia, quinientos siclos, según el siclo del santuario; y de aceite de oliva, un hin.

25 Y harás de ello el aceite de la santa unción, un ungüento superior, obra de perfumador, el cual será el aceite de la santa unción.

26 Con él ungirás el tabernáculo de reunión, y el arca del testimonio,

27 y la mesa con todos sus utensilios, y el candelabro con todos sus utensilios, y el altar del incienso,

28 y el altar del holocausto con todos sus utensilios y la fuente con su base.

29 Así los consagrarás, y serán cosas santísimas; todo lo que los toque será santificado.

30 Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que me sirvan como sacerdotes.

31 Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Éste será mi aceite de la santa unción por vuestras generaciones.

32 Sobre carne de hombre no será derramado, ni haréis otro semejante, conforme a su composición; santo es, y por santo lo tendréis vosotros.

33 Cualquiera que componga ungüento semejante, y que ponga de él sobre algún extraño, será talado de entre su pueblo.

34 Dijo además Jehová a Moisés: Toma especias: estacte, y uña aromática, y gálbano aromático e incienso puro; todo de igual peso,

35 y harás con ello un incienso aromático de obra de perfumador, bien mezclado, puro y santo.

36 Y molerás parte de él en polvo fino y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me reuniré contigo. Os será cosa santísima.

37 Como el incienso que harás, no os haréis otro según esa composición; te será cosa sagrada para Jehová.

38 Cualquiera que hiciere otro como éste para olerlo, será talado de entre su pueblo.





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miércoles, 25 de enero de 2012

Lectura Hablada de La Santa Biblia R-V 2009 SUD: Dia 26 Éxodo 26-28


Capítulo 26
El tabernáculo ha de ser construido con diez cortinas y con tablas — Un velo separará el Lugar Santo del Lugar Santísimo — El arca del testimonio (con el propiciatorio) se ha de poner en el lugar santísimo.

1 Y harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, y azul, y púrpura y carmesí; y las harás con querubines de obra primorosa.

2 La longitud de cada cortina será de veintiocho codos, y la anchura de cada cortina será de cuatro codos; todas las cortinas tendrán la misma medida.

3 Cinco cortinas estarán unidas la una con la otra, y las otras cinco cortinas unidas la una con la otra.

4 Y harás lazadas de azul en la orilla de la última cortina del primer conjunto; lo mismo harás en la orilla de la última cortina del segundo conjunto.

5 Cincuenta lazadas harás en la primera cortina, y cincuenta lazadas harás en el borde de la cortina que está en el segundo conjunto; las lazadas estarán contrapuestas la una a la otra.

6 Harás también cincuenta ganchos de oro, con los cuales unirás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo.

7 Harás asimismo cortinas de pelo de cabra para una cubierta sobre el tabernáculo; once cortinas harás.

8 La longitud de cada cortina será de treinta codos, y la anchura de cada cortina será de cuatro codos; la misma medida tendrán las once cortinas.

9 Y unirás cinco cortinas aparte y las otras seis cortinas separadamente; y doblarás la sexta cortina en la parte frontal del tabernáculo.

10 Y harás cincuenta lazadas en la orilla de la cortina al borde del primer conjunto, y cincuenta lazadas en la orilla de la otra cortina del segundo conjunto.

11 Harás asimismo cincuenta ganchos de bronce, los cuales meterás por las lazadas; y así unirás la tienda, para que se haga una sola.

12 Y el sobrante que resulta de las cortinas de la tienda, la mitad de la cortina que sobra, colgará a espaldas del tabernáculo.

13 Y un codo de un lado y otro codo del otro de lo que sobra en la longitud de las cortinas de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado y al otro, para cubrirlo.

14 Harás también a la tienda una cubierta de pieles de carnero teñidas de rojo, y una cubierta de pieles de tejón encima.

15 Y harás para el tabernáculo tablas de madera de acacia que colocarás verticalmente.

16 La longitud de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura de cada tabla.

17 Dos espigas tendrá cada tabla, trabadas la una con la otra; así harás todas las tablas del tabernáculo.

18 Harás, pues, las tablas del tabernáculo; veinte tablas para el lado del sur, hacia el sur.

19 Y harás cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas: dos basas debajo de una tabla para sus dos espigas, y dos basas debajo de la otra tabla para sus dos espigas.

20 Y al otro lado del tabernáculo, al lado norte, harás veinte tablas,

21 y sus cuarenta basas de plata; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de la otra tabla.

22 Y para el lado posterior del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas.

23 Harás además dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores,

24 las cuales se unirán desde abajo, y asimismo se juntarán por su alto con un gozne; así será con las dos; formarán las dos esquinas.

25 De suerte que serán ocho tablas, con sus basas de plata: dieciséis basas, dos basas debajo de una tabla y dos basas debajo de la otra tabla.

26 Harás también cinco barras de madera de acacia para las tablas de un lado del tabernáculo,

27 y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para el lado posterior del tabernáculo, que está al occidente.

28 Y la barra del centro pasará a media altura de las tablas, de un extremo al otro.

29 Y recubrirás de oro las tablas, y harás sus argollas de oro para meter por ellas las barras; también recubrirás de oro las barras.

30 Y armarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte.

31 Y harás también un velo de azul, y púrpura, y carmesí y de lino torcido; será hecho de primorosa labor, con querubines.

32 Y lo colgarás con clavijas de oro sobre cuatro columnas de madera de acacia recubiertas de oro, sobre basas de plata.

33 Y colgarás el velo debajo de los ganchos, y detrás del velo colocarás el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el lugar santísimo.

34 Y pondrás el propiciatorio sobre el arca del testimonio en el lugar santísimo.

35 Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelabro enfrente de la mesa en el lado sur del tabernáculo; y pondrás la mesa en el lado norte.

36 Y harás para la entrada del tabernáculo una cortina de azul, y púrpura, y carmesí y lino torcido, obra de bordador.

37 Y harás para la cortina cinco columnas de madera de acacia, las cuales recubrirás de oro, con sus clavijas de oro; y fundirás para ellas cinco basas de bronce.

Capítulo 27

El tabernáculo tendrá un altar para holocaustos y un atrio rodeado de columnas — Siempre arderá una luz en el tabernáculo de reunión.

1 Harás también un altar de madera de acacia, de cinco codos de longitud y de cinco codos de anchura; será cuadrado el altar, y su altura de tres codos.

2 Y le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán parte del mismo altar, y lo recubrirás de bronce.

3 Harás también sus recipientes para recoger la ceniza, y sus paletas, y sus tazones, y sus garfios y sus braseros; harás todos sus utensilios de bronce.

4 Y le harás un enrejado de bronce de obra de rejilla; y sobre la rejilla harás cuatro argollas de bronce en sus cuatro esquinas.

5 Y la pondrás debajo del borde del altar; y llegará la rejilla hasta la mitad del altar.

6 Harás también varas para el altar, varas de madera de acacia, las cuales recubrirás de bronce.

7 Y las varas se meterán por las argollas; y estarán aquellas varas a ambos lados del altar cuando sea llevado.

8 De tablas lo harás, hueco; de la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harás.

9 Asimismo harás el atrio del tabernáculo. Al lado meridional, hacia el sur, tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud por un lado;

10 sus veinte columnas y sus veinte basas serán de bronce; las clavijas de las columnas y sus molduras serán de plata.

11 Y de la misma manera al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien codos de longitud, y sus veinte columnas con sus veinte basas de bronce; las clavijas de sus columnas y sus molduras serán de plata.

12 Y el ancho del atrio del lado occidental tendrá cortinas de cincuenta codos con diez columnas, con sus diez basas.

13 Y en el ancho del atrio por el lado del este, hacia el oriente, habrá cincuenta codos.

14 Y las cortinas de un lado serán de quince codos con sus tres columnas y sus tres basas.

15 Y al otro lado habrá quince codos de cortinas con sus tres columnas y sus tres basas.

16 Y para la entrada del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, y púrpura, y carmesí y lino torcido, de obra de bordador con sus cuatro columnas y con sus cuatro basas.

17 Todas las columnas alrededor del atrio estarán ceñidas de plata; sus clavijas de plata y sus basas de bronce.

18 La longitud del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos; sus cortinas serán de lino torcido y sus basas de bronce.

19 Todos los enseres del tabernáculo para todo su servicio, y todas sus estacas, y todas las estacas del atrio serán de bronce.

20 Y tú mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas para el alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas.

21 En el tabernáculo de reunión, fuera del velo que está delante del testimonio, las pondrán en orden Aarón y sus hijos, delante de Jehová desde el atardecer hasta la mañana, como estatuto perpetuo para los hijos de Israel por sus generaciones.

Capítulo 28

Aarón y sus hijos serán consagrados y ungidos para ministrar en el oficio de sacerdote — Las vestiduras de Aarón han de comprender un pectoral, un efod, un manto, una túnica, una mitra y una faja — El pectoral del juicio tendrá doce piedras preciosas con los nombres de las tribus de Israel sobre ellas — El Urim y Tumim se colocará en el pectoral.

1 Y harás que se acerquen a ti Aarón, tu hermano, y sus hijos con él, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; Aarón, Nadab y Abiú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón.

2 Y harás vestiduras sagradas a Aarón, tu hermano, para honra y hermosura.

3 Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría, a fin de que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle, para que me sirva de sacerdote.

4 Las vestiduras que harán son éstas: el pectoral, y el efod, y el manto, y la túnica bordada, la mitra y una faja. Hagan, pues, las vestiduras sagradas para Aarón, tu hermano, y para sus hijos, a fin de que sean mis sacerdotes.

5 Tomarán oro, y azul, y púrpura, y carmesí, y lino fino.

6 Y harán el efod de oro, y azul, y púrpura, y carmesí y lino torcido, de obra primorosa.

7 Tendrá dos hombreras que se junten a sus dos extremos, y así se juntará.

8 Y la hechura primorosa del cinto que está sobre el efod será de la misma obra de una sola pieza: de oro, y azul, y púrpura, y carmesí y lino fino torcido.

9 Y tomarás dos piedras de ónice y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel:

10 seis de sus nombres en una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra, conforme al orden de nacimiento de ellos.

11 De obra de grabador en piedra, como grabaduras de sello, harás grabar aquellas dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; les harás alrededor engastes de oro.

12 Y pondrás aquellas dos piedras sobre las hombreras del efod, como piedras recordatorias para los hijos de Israel; así Aarón llevará los nombres de ellos delante de Jehová sobre sus dos hombros como un recordatorio.

13 Harás, pues, engastes de oro,

14 y dos cadenillas de oro puro; las harás en forma de trenza; y fijarás las cadenillas en forma de trenza en los engastes.

15 Harás asimismo el pectoral del juicio de obra primorosa; lo harás conforme a la obra del efod: de oro, y azul, y púrpura, y carmesí y fino torcido.

16 Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y un palmo de ancho;

17 y lo llenarás de pedrería con cuatro hileras de piedras. Una hilera con una piedra sárdica, un topacio y una esmeralda; ésta será la primera hilera;

18 la segunda hilera, una turquesa, un zafiro y un diamante;

19 la tercera hilera, un ópalo, un ágata y una amatista;

20 y la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe. Estarán montadas en sus engastes de oro.

21 Y serán aquellas piedras según los nombres de los hijos de Israel, doce, según sus nombres; como grabados de sello, cada una con su nombre, serán según las doce tribus.

22 Harás también en el pectoral cadenillas en forma de trenzas de oro puro.

23 Y harás en el pectoral dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral.

24 Y pondrás las dos cadenillas de oro en los dos anillos a los dos extremos del pectoral;

25 y pondrás los dos extremos de las dos cadenillas sobre los dos engastes, y las pondrás en las hombreras del efod, en la parte delantera.

26 Harás también dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral, en el borde que está en la parte interior del efod.

27 Harás asimismo dos anillos de oro, los cuales pondrás en la parte delantera debajo de las dos hombreras del efod, delante de su unión, sobre el cinto del efod.

28 Y atarán el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón de azul, para que esté sobre el cinto del efod y no se separe el pectoral del efod.

29 Y llevará Aarón los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazón, cuando entre en el santuario, como recordatorio delante de Jehová continuamente.

30 Y pondrás en el pectoral del juicio el Urim y el Tumim, para que estén sobre el corazón de Aarón cuando entre delante de Jehová; y Aarón llevará el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante de Jehová de continuo.

31 Harás el manto del efod todo de azul;

32 y en su centro, arriba, habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor, obra de tejedor, como el cuello de una cota de malla, para que no se rompa.

33 Y abajo en su borde inferior harás granadas de azul, y púrpura y carmesí, alrededor del borde; y entre ellas y alrededor del borde pondrás campanillas de oro:

34 una campanilla de oro y una granada, una campanilla de oro y una granada, alrededor de todo el borde del manto.

35 Y Aarón se lo pondrá cuando ministre; y se oirá su sonido cuando él entre en el santuario delante de Jehová y cuando salga, para que no muera.

36 Harás además una lámina de oro puro, y grabarás en ella, como las grabaduras de un sello: Santidad a Jehová.

37 Y la sujetarás con un cordón azul, y estará sobre la mitra; por la parte delantera de la mitra estará.

38 Y estará sobre la frente de Aarón; y llevará Aarón la culpabilidad de las cosas santas que los hijos de Israel hayan consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente estará continuamente para que hallen gracia delante de Jehová.

39 Y bordarás una túnica de lino y harás una mitra de lino fino; harás también una faja de obra de bordador.

40 Y para los hijos de Aarón harás túnicas; también les harás fajas y les harás tiaras para honra y hermosura.

41 Y con ellas vestirás a Aarón, tu hermano, y a sus hijos con él; y los ungirás y los consagrarás y santificarás, para que sean mis sacerdotes.

42 Y les harás calzoncillos de lino para cubrir su desnudez; llegarán desde los lomos hasta los muslos.

43 Y los llevarán puestos Aarón y sus hijos cuando entren en el tabernáculo de reunión, o cuando se acerquen al altar para servir en el lugar santo, para que no incurran en culpa y mueran. Es estatuto perpetuo para él y para su descendencia después de él.




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martes, 24 de enero de 2012

Lectura Hablada de La Santa Biblia R-V 2009 SUD: Dia 25 Éxodo 22-25


Capítulo 22
Jehová revela sus leyes concernientes al hurto, a las destrucciones por fuego, al cuidado de la propiedad de los demás, al préstamo, a los actos lascivos, a los sacrificios a dioses falsos, al afligir a las viudas, a la usura, al injuriar a Dios y a las leyes referentes al primogénito de hombres y de animales — Se manda a los hombres de Israel ser santos.

1 Si alguno hurta buey u oveja y lo mata o lo vende, por aquel buey pagará cinco bueyes y por aquella oveja, cuatro ovejas.

2 Si el ladrón es hallado forzando una casa y es herido y muere, no habrá culpabilidad por su sangre.

3 Pero si el sol ya ha salido sobre él, habrá culpabilidad por su sangre. El ladrón hará completa restitución; si no tiene con qué, será vendido por su hurto.

4 Si es hallado con lo hurtado en la mano, sea buey o asno u oveja vivos, pagará el doble.

5 Si alguno hace pacer en un campo o en una viña y mete su bestia para que coma en el campo de otro, de lo mejor de su campo y de lo mejor de su viña pagará.

6 Cuando se prenda fuego y al extenderse también se quemen espinos, y se quemen mieses amontonadas o en pie, o un campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado.

7 Si alguno da a su prójimo plata o bienes a guardar, y son hurtados de la casa de aquel hombre, si el ladrón es hallado, pagará el doble.

8 Si el ladrón no es hallado, entonces el dueño de la casa será presentado a los jueces para ver si ha metido su mano en los bienes de su prójimo.

9 En todo caso de fraude sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando uno diga: Esto es mío, la causa de ambos vendrá ante los jueces; y aquel a quien los jueces condenen pagará el doble a su prójimo.

10 Si alguno ha dado a su prójimo un asno, o un buey, o una oveja, o cualquier otro animal a guardar, y éste muere o se lastima, o es llevado sin que nadie lo vea,

11 juramento de Jehová tendrá lugar entre ambos de que no ha metido su mano en los bienes de su prójimo; y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará.

12 Pero si le fue hurtado, hará restitución a su dueño.

13 Y si le ha sido arrebatado por una fiera, le traerá testimonio y no pagará lo arrebatado.

14 Pero si alguno pide prestado un animal a su prójimo, y se lastima o muere, estando ausente su dueño, deberá pagarlo.

15 Si el dueño estaba presente, no lo pagará. Si era alquilado, va incluido en el alquiler.

16 Y si alguno engaña a alguna doncella que no ha sido desposada y duerme con ella, deberá pagar una dote y tomarla por esposa.

17 Si su padre no quiere dársela, él le pagará conforme a la dote de las vírgenes.

18 A la hechicera no dejarás que viva.

19 Cualquiera que tenga ayuntamiento con bestia, ciertamente morirá.

20 El que ofrezca sacrificio a otros dioses, excepto sólo a Jehová, será muerto.

21 Y al extranjero no maltratarás ni oprimirás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.

22 A ninguna viuda ni huérfano afligiréis.

23 Porque si tú llegas a afligirlos, y ellos a mí me claman, ciertamente oiré yo su clamor;

24 y mi furor se encenderá, y os mataré a espada, y vuestras esposas quedarán viudas, y huérfanos vuestros hijos.

25 Si prestas dinero a mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como usurero ni le impondrás usura.

26 Si tomas en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás,

27 porque aquello es su único abrigo, es aquél el vestido para cubrir su cuerpo. ¿En qué ha de dormir? Y acontecerá que cuando él a mí me clame, yo entonces le oiré, porque soy misericordioso.

28 No injuriarás a los jueces ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.

29 No demorarás la ofrenda de la primicia de tu cosecha ni de tu lagar. Me darás el primogénito de tus hijos.

30 Así harás con el de tus vacas y el de tus ovejas; siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás.

31 Y seréis para mí hombres santos. Y no comeréis carne despedazada por las fieras en el campo; a los perros la echaréis.

Capítulo 23

Jehová revela sus leyes concernientes a la integridad y a la conducta piadosa — La tierra descansará durante el año sabático — Los hijos de Israel guardarán tres fiestas anuales — Un ángel que lleva el nombre de Jehová los guiará — Se quitará la enfermedad — Se irá echando gradualmente a las naciones de Canaán.

1 No admitirás falso rumor. No te concertarás con el malvado para ser testigo falso.

2 No seguirás a la mayoría para hacer el mal, ni responderás en litigio inclinándote a la multitud para hacer agravios;

3 ni al pobre harás favoritismo en su causa.

4 Si encuentras el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo.

5 Si ves el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿lo dejarás entonces desamparado? Sin falta le ayudarás a levantarlo.

6 No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito.

7 De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo, porque yo no justificaré al malvado.

8 No recibirás soborno, porque el soborno ciega a los que ven y pervierte las palabras de los justos.

9 Y no oprimirás al extranjero, pues vosotros sabéis cómo se siente el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.

10 Seis años sembrarás tu tierra y recogerás su cosecha;

11 pero el séptimo la dejarás libre y sin cultivar, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quede comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y con tu olivar.

12 Seis días trabajarás, y al séptimo día descansarás, a fin de que descansen tu buey y tu asno, y recobren sus fuerzas el hijo de tu sierva y el extranjero.

13 Y guardad todo lo que os he dicho. Y nombre de otros dioses no mencionaréis, ni se oirá de vuestra boca.

14 Tres veces al año me celebraréis fiesta.

15 La fiesta de los panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto; y ninguno comparecerá delante de mí con las manos vacías.

16 También la fiesta de la siega, de los primeros frutos de tus labores que hayas sembrado en el campo; y la fiesta de la cosecha al fin del año, cuando hayas recogido del campo tus labores.

17 Tres veces al año se presentará todo varón tuyo delante de Jehová, el Señor.

18 No ofrecerás con pan leudado la sangre de mi sacrificio, ni la grasa de mi ofrenda quedará de la noche hasta la mañana.

19 Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios. No guisarás el cabrito en la leche de su madre.

20 He aquí yo envío un ángel delante de ti para que te guarde en el camino y te lleve al lugar que yo he preparado.

21 Guárdate delante de él y oye su voz; no le seas rebelde, porque él no perdonará vuestra rebelión, pues mi nombre está en él.

22 Pero si en verdad oyes su voz, y haces todo lo que yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios.

23 Porque mi ángel irá delante de ti y te llevará al amorreo, y al heteo, y al ferezeo, y al cananeo, y al heveo y al jebuseo, a los cuales yo destruiré.

24 No te inclinarás a sus dioses ni los servirás, ni harás como ellos hacen; sino que los derribarás del todo y despedazarás enteramente sus estatuas.

25 Mas a Jehová, vuestro Dios, serviréis, y él bendecirá tu pan y tu agua; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.

26 No habrá ninguna que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo cumpliré el número de tus días.

27 Yo enviaré mi terror delante de ti y confundiré a todo pueblo donde tú entres, y haré que todos tus enemigos vuelvan la espalda delante de ti.

28 Yo enviaré la avispa delante de ti, que echará fuera al heveo, y al cananeo y al heteo de delante de ti.

29 No los echaré de delante de ti en un solo año, para que no quede la tierra desierta ni se multipliquen contra ti las bestias del campo.

30 Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes la tierra por heredad.

31 Y yo pondré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Río, porque pondré en vuestras manos a los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti.

32 No harás pacto con ellos, ni con sus dioses.

33 En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses, porque te será tropiezo.

Capítulo 24

Israel acepta la palabra de Jehová por convenio — Moisés rocía la sangre del convenio — Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y setenta élderes de Israel ven a Dios — Jehová llama a Moisés al monte para recibir las tablas de piedra y los mandamientos.

1 Y dijo a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos.

2 Pero Moisés se acercará solo a Jehová; que ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él.

3 Y Moisés fue y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todos los decretos; y todo el pueblo respondió a una voz y dijo: Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho.

4 Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte y doce columnas según las doce tribus de Israel.

5 Y envió a jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y sacrificaron becerros como ofrendas de paz a Jehová.

6 Y Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.

7 Y tomó el libro del convenio y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho y obedeceremos.

8 Entonces Moisés tomó la sangre y la roció sobre el pueblo y dijo: He aquí la sangre del convenio que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.

9 Y subieron Moisés, y Aarón, Nadab, y Abiú y setenta de los ancianos de Israel;

10 y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está claro.

11 Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron.

12 Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí, al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley y los mandamientos que he escrito para enseñarles.

13 Y se levantó Moisés con Josué, su ayudante; y Moisés subió al monte de Dios.

14 Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros. Y he aquí, Aarón y Hur están con vosotros; el que tenga algún asunto, acuda a ellos.

15 Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte.

16 Y la gloria de Jehová reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día, llamó a Moisés de en medio de la nube.

17 Y la apariencia de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte ante los ojos de los hijos de Israel.

18 Y entró Moisés en medio de la nube y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.

Capítulo 25

Se manda a Israel donar sus bienes y construir un tabernáculo; hacer el arca del testimonio (con su propiciatorio y los querubines), una mesa (para el pan de la proposición) y el candelabro, todo de acuerdo con el modelo que se había mostrado a Moisés en el monte.

1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

2 Di a los hijos de Israel que tomen para mí una ofrenda; de todo hombre que la dé voluntariamente, de corazón, tomaréis mi ofrenda.

3 Y ésta es la ofrenda que tomaréis de ellos: Oro, y plata, y cobre,

4 y azul, y púrpura, y carmesí, y lino fino, y pelo de cabra,

5 y pieles de carnero teñidas de rojo, y pieles de tejón, y madera de acacia,

6 aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático;

7 piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y para el pectoral.

8 Y me harán un santuario, y yo habitaré entre ellos.

9 Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo y el diseño de todos sus enseres, así lo haréis.

10 Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio.

11 Y la recubrirás de oro puro; por dentro y por fuera la recubrirás, y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor.

12 Y para ella fundirás cuatro argollas de oro, que pondrás en sus cuatro esquinas, dos argollas a un lado de ella y dos argollas al otro lado.

13 Y harás unas varas de madera de acacia, las cuales recubrirás de oro.

14 Y meterás las varas por las argollas a los lados del arca, para llevar el arca con ellas.

15 Las varas quedarán en las argollas del arca; no se quitarán de ella.

16 Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré.

17 Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.

18 Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio.

19 Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; harás el propiciatorio con los querubines en sus dos extremos, de una sola pieza.

20 Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo el propiciatorio con sus alas; sus rostros estarán el uno enfrente del otro; mirando hacia el propiciatorio los rostros de los querubines.

21 Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.

22 Y allí me reuniré contigo, y hablaré contigo desde el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, de todo lo que yo te mande para los hijos de Israel.

23 Harás asimismo una mesa de madera de acacia; su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio.

24 Y la recubrirás de oro puro y le harás una cornisa de oro alrededor.

25 Le harás también una moldura alrededor, del ancho de un palmo menor, y le harás una cornisa de oro alrededor de la moldura.

26 Y le harás cuatro argollas de oro, las cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas.

27 Las argollas estarán cerca del borde para colocar en ellas las varas para llevar la mesa.

28 Y harás las varas de madera de acacia y las recubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa.

29 Harás también sus platos, y sus cucharas, y sus cubiertas y sus tazones con que se libará; de oro fino los harás.

30 Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente.

31 Harás además un candelabro de oro puro; labrado a martillo se hará el candelabro; su pie, su caña, sus copas, sus cálices y sus flores serán de una sola pieza.

32 Y saldrán seis brazos de sus lados: tres brazos del candelabro de un lado y tres brazos del candelabro del otro lado.

33 Tres copas en forma de flor de almendro en un brazo, un cáliz y una flor; y tres copas en forma de flor de almendro en el otro brazo, un cáliz y una flor; así en los seis brazos que salen del candelabro.

34 Y en la caña del candelabro habrá cuatro copas en forma de flor de almendro, sus cálices y sus flores.

35 Habrá un cáliz debajo de los dos brazos del mismo, otro cáliz debajo de los otros dos brazos del mismo, y otro cáliz debajo de los otros dos brazos del mismo, conforme a los seis brazos que salen del candelabro.

36 Sus cálices y sus brazos serán de una sola pieza, todo ello una pieza labrada a martillo, de oro puro.

37 Y le harás siete lámparas, las cuales encenderás para que alumbren hacia delante.

38 También sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro.

39 De un talento de oro fino lo harás, con todos estos utensilios.

40 Y mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.




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Lectura Hablada de La Santa Biblia R-V 2009 SUD: Dia 24 Éxodo 19-21


Capítulo 19
Jehová hace convenio de hacer de Israel un tesoro especial, un reino de sacerdotes y un pueblo santo — El pueblo se santifica — Jehová aparece en Sinaí en medio de fuego, humo y temblores.

1 Al mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en ese mismo día llegaron al desierto de Sinaí.

2 Porque partieron de Refidim y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte.

3 Y Moisés subió hacia Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob y anunciarás a los hijos de Israel:

4 Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os llevé sobre alas de águilas y os he traído a mí.

5 Ahora pues, si dais oído a mi voz y guardáis mi convenio, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra.

6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes y un pueblo santo. Éstas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.

7 Entonces volvió Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado.

8 Y todo el pueblo respondió a una y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho haremos. Y Moisés refirió a Jehová las palabras del pueblo.

9 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, yo vendré a ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre. Y Moisés refirió a Jehová las palabras del pueblo.

10 Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana, y laven sus vestidos;

11 y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el monte Sinaí.

12 Y señalarás límites al pueblo alrededor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis sus límites; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá.

13 No lo tocará mano, porque será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá. Cuando suene largamente la trompeta, subirán al monte.

14 Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y ellos lavaron sus vestidos.

15 Y dijo al pueblo: Estad preparados para el tercer día; no os alleguéis a mujer.

16 Y aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, hubo truenos y relámpagos y una espesa nube sobre el monte, y un sonido de trompeta muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.

17 Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se pusieron al pie del monte.

18 Y todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.

19 Y el sonido de la trompeta iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con una voz.

20 Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.

21 Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, advierte al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos.

22 Y también que los sacerdotes que se acercan a Jehová se santifiquen, para que Jehová no haga entre ellos estrago.

23 Y Moisés dijo a Jehová: El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos has advertido diciendo: Señala límites al monte, y santifícalo.

24 Y Jehová le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo; pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen los límites para subir hacia Jehová, para que no haga entre ellos estrago.

25 Entonces Moisés descendió al pueblo y les habló.

Capítulo 20

Jehová revela los Diez Mandamientos — Israel debe testificar que Jehová ha hablado desde el cielo — Se prohíbe a los hijos de Israel hacer dioses de plata o de oro — Deben hacer altares de piedras sin labrar y hacer sacrificios a Jehová.

1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:

2 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.

3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.

4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa alguna que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás, porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación de los que me aborrecen,

6 y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

8 Acuérdate del día del reposo para santificarlo.

9 Seis días trabajarás y harás toda tu obra,

10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que está dentro de tus puertas.

11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.

12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

13 No matarás.

14 No cometerás adulterio.

15 No hurtarás.

16 No dirás contra tu prójimo falso testimonio.

17 No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la esposa de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

18 Todo el pueblo percibía los truenos y los relámpagos, y el sonido de la trompeta y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, todos temblaron y se pusieron lejos.

19 Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros escucharemos; mas no hable Dios con nosotros, para que no muramos.

20 Y Moisés respondió al pueblo: No temáis, porque para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de vosotros para que no pequéis.

21 Entonces el pueblo se puso a lo lejos, y Moisés se acercó a la densa oscuridad en la cual estaba Dios.

22 Y Jehová dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros.

23 No hagáis junto a mí dioses de plata, ni dioses de oro os haréis.

24 Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas; en cualquier lugar donde yo haga que esté la memoria de mi nombre, vendré a ti y te bendeciré.

25 Y si me haces altar de piedras, no las labres de cantería, porque si alzas herramienta sobre él, lo profanarás.

26 Y no subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no sea descubierta junto a él.

Capítulo 21

Jehová revela Sus leyes concernientes a los siervos, al matrimonio, a la pena de muerte por diversas ofensas, al dar ojo por ojo y diente por diente, y a los daños causados por bueyes.

1 Y éstos son los estatutos que les propondrás:

2 Si compras siervo hebreo, seis años servirá, mas al séptimo saldrá libre, de balde.

3 Si entró solo, solo saldrá; si tenía esposa, saldrá él y su esposa con él.

4 Si su amo le ha dado esposa y ella le ha dado a luz hijos o hijas, la esposa y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo.

5 Y si el siervo dice: Yo amo a mi señor, a mi esposa y a mis hijos, no saldré libre,

6 entonces su amo le llevará ante los jueces, y le acercará a la puerta o al poste, y su amo le horadará la oreja con lezna, y será su siervo para siempre.

7 Y cuando alguno venda a su hija como sierva, ella no saldrá como suelen salir los siervos.

8 Si ella no agrada a su señor, que la había escogido para sí, permitirá que sea rescatada, y no la podrá vender a pueblo extraño por haberla tratado con engaño.

9 Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas.

10 Si toma para sí otra esposa, no le disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal.

11 Y si no hace ninguna de estas tres cosas, ella saldrá de gracia sin pagar dinero.

12 El que hiera a alguno, haciéndole así morir, él morirá.

13 Pero el que no armó asechanzas, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré el lugar al cual ha de huir.

14 Además, si alguno se enardece contra su prójimo y lo mata con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera.

15 Y el que hiera a su padre o a su madre, morirá.

16 Asimismo el que secuestre a una persona y la venda, o si es hallado en sus manos, morirá.

17 Igualmente el que maldiga a su padre o a su madre, morirá.

18 Además, si algunos riñen, y alguno hiere a su prójimo con piedra o con el puño, y éste no muere, pero cae en cama,

19 si se levanta y anda fuera sobre su báculo, entonces el que le hirió será absuelto; solamente le satisfará por lo que estuvo sin trabajar, y hará que le curen.

20 Y si alguno hiere a su siervo o a su sierva con palo, y éste muere bajo su mano, será castigado;

21 pero si sobrevive por un día o dos, no será castigado, porque es de su propiedad.

22 Si algunos riñen y hieren a una mujer encinta, y ésta aborta, pero sin haber otros daños, el culpable será penado conforme a lo que le imponga el marido de la mujer y pagará lo que juzguen los jueces.

23 Pero si hay otros daños, entonces pagarás vida por vida,

24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,

25 quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.

26 Y si alguno hiere el ojo de su siervo o el ojo de su sierva, y queda tuerto, le dará libertad por razón de su ojo.

27 Y si hace saltar un diente de su siervo o un diente de su sierva, por su diente le dejará ir libre.

28 Si un buey acornea a un hombre o a una mujer, y como resultado muere, el buey será apedreado y no se comerá su carne; pero el dueño del buey será absuelto.

29 Pero si el buey era acorneador desde antes, y a su dueño se le había advertido, pero no lo había guardado, y mata a un hombre o a una mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño.

30 Si le es impuesto precio de rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le sea impuesto.

31 Haya acorneado a un hijo o haya acorneado a una hija, conforme a este juicio se hará con él.

32 Si el buey acornea a un siervo o a una sierva, el dueño pagará treinta siclos de plata, y el buey será apedreado.

33 Y si alguno abre un pozo o cava una cisterna, y no los cubre, y cae allí un buey o un asno,

34 el dueño de la cisterna pagará el daño, resarciendo con dinero a su dueño, y el animal muerto será suyo.

35 Y si el buey de alguno hiere al buey de su prójimo y éste muere, entonces venderán el buey vivo y se repartirán el dinero de él, y también se repartirán el buey muerto.

36 Pero si era notorio que el buey era acorneador desde antes, pero su dueño no lo había guardado, pagará buey por buey, y el buey muerto será suyo.




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