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miércoles, 19 de septiembre de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 212: Isaías 29-31


Capítulo 29
Un pueblo (los nefitas) hablará como una voz que habla desde el polvo — Se predicen la apostasía, la restauración del Evangelio y el advenimiento de un libro sellado (el Libro de Mormón) — Compárese con 2 Nefi 27.

1¡ Ay de Ariel, de Ariel, ciudad donde habitó David! Añadid un año a otro, y que las fiestas sigan su curso.

2Mas yo pondré a Ariel en aprietos, y habrá desconsuelo y tristeza; y será para mí como Ariel.

3Porque acamparé contra ti a tu alrededor, y te combatiré con torres y levantaré contra ti muros de asedio.

4Entonces serás humillada; hablarás desde la tierra, y tu habla saldrá del polvo; y será tu voz desde la tierra como la de uno que evoca a los espíritus, y tu habla susurrará desde el polvo.

5Y la muchedumbre de tus enemigos será como polvo fino; y la multitud de los despiadados como tamo que pasa; y acontecerá repentinamente, en un momento.

6Por Jehová de los ejércitos serás visitada con truenos, y con terremotos y con gran ruido, con tormenta, y con tempestad y con llama de fuego consumidor.

7Y será como sueño de visión nocturna la multitud de todas las naciones que pelean contra Ariel, y todos los que pelean contra ella y sus fortalezas, y los que la ponen en aprietos.

8Y será como el que tiene hambre y sueña, y he aquí que come, pero cuando despierta, su alma está vacía; o como el que tiene sed y sueña, y he aquí que bebe, pero cuando despierta, se halla cansado y su alma sedienta; así será la multitud de todas las naciones que peleen contra el monte Sión.

9Deteneos y maravillaos; cegaos y quedad ciegos; embriagaos, pero no de vino; tambaleaos, pero no de bebida fuerte.

10Porque Jehová derramó sobre vosotros espíritu de profundo sueño, y cerró vuestros ojos; cubrió a los profetas, y a vuestros gobernantes y a los videntes.

11Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual darán al que sabe leer y le dirán: Lee ahora esto, y él dirá: No puedo, porque está sellado.

12Y si se da el libro al que no sabe leer, diciéndole: Lee ahora esto, él dirá: No sé leer.

13Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se me acerca con su boca y con sus labios me honra, pero ha alejado su corazón de mí, y su temor de mí ha sido enseñado por mandamiento de hombres;

14por tanto, he aquí que nuevamente haré una obra maravillosa entre este pueblo, una obra maravillosa y un prodigio; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la prudencia de sus prudentes.

15¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo en las profundidades sus designios, y sus obras están en las tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?!

16Vuestra obra de trastornar las cosas de arriba abajo ciertamente será considerada como barro de alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿O dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entiende?

17¿No será de aquí a muy poco tiempo que el Líbano se convertirá en un campo fértil, y el campo fértil será considerado un bosque?

18Y en aquel día los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.

19Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y los pobres entre los hombres se regocijarán en el Santo de Israel.

20Porque el despiadado será acabado, y el escarnecedor será destruido; y serán talados todos los que se desvelan para cometer iniquidad,

21los que hacen pecar al hombre en palabra, los que arman trampa al que reprende en la puerta y apartan al justo por una pequeñez.

22Por tanto, Jehová, que redimió a Abraham, dice así a la casa de Jacob: No será ahora avergonzado Jacob, ni su rostro se pondrá pálido,

23porque cuando vea a sus hijos, obra de mis manos, en medio de sí, ellos santificarán mi nombre, y santificarán al Santo de Jacob y temerán al Dios de Israel.

24Y los que erraron en espíritu llegarán al entendimiento, y los murmuradores aprenderán doctrina.

Capítulo 30

Israel es esparcido por haber rechazado a los videntes y a los profetas — El pueblo de Israel será recogido y bendecido temporal y espiritualmente — Jehová vendrá en un día de apostasía para juzgar y destruir a los inicuos.

1¡Ay de los hijos rebeldes, dice Jehová, que toman consejo, pero no de mí; que se entrelazan con cubierta, pero no de mi espíritu, añadiendo pecado sobre pecado!

2Parten para descender a Egipto, pero no han preguntado de mi boca, para fortalecerse con la fuerza de Faraón y buscar refugio a la sombra de Egipto.

3Pero la fuerza de Faraón será vuestra vergüenza; y el refugio a la sombra de Egipto, vuestro oprobio.

4Porque aunque sus príncipes estaban en Zoán, y sus embajadores llegaron a Hanes,

5se avergonzarán todos de un pueblo que no les sirve de nada, ni los socorre ni les trae provecho; antes les será para vergüenza y aun para oprobio.

6Profecía sobre las bestias del sur: Por tierra de tribulación y de angustia, de donde salen la leona y el león, la víbora y la serpiente ardiente que vuela, llevan sobre lomos de asnos sus riquezas, y sus tesoros sobre jorobas de camellos, a un pueblo que no les será de provecho.

7Y Egipto en vano e inútilmente dará ayuda; por tanto, yo lo he llamado Rahab, la inmóvil.

8Ve ahora, y escríbelo en una tabla delante de ellos, y regístralo en un libro para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre.

9Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quieren oír la ley de Jehová;

10que dicen a los videntes: No veáis visiones; y a los profetas: No nos profeticéis lo que es recto; decidnos cosas halagüeñas, profetizad engaños;

11dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel.

12Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque habéis desechado esta palabra, y habéis confiado en la opresión y en la iniquidad, y en ellas os habéis apoyado,

13por tanto, os será este pecado como muro agrietado que va a caer, y como un alto muro, cuya caída viene súbita y repentinamente.

14Y lo quebrará como se quiebra un vaso de alfarero, que sin misericordia lo hacen pedazos; tanto, que entre los pedazos no se halla tiesto para sacar fuego del hogar o para sacar agua del pozo.

15Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En arrepentimiento y en reposo seréis salvos; en la quietud y en la confianza estará vuestra fortaleza. Pero no quisisteis,

16sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Y sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto, serán veloces vuestros perseguidores.

17Un millar huirá ante la amenaza de uno solo; ante la amenaza de cinco huiréis vosotros todos, hasta que quedéis como mástil en la cumbre de un monte y como bandera sobre una colina.

18Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado y tendrá de vosotros misericordia, porque Jehová es Dios de justicia; bienaventurados todos los que esperan en él.

19Ciertamente el pueblo morará en Sión, en Jerusalén; nunca más llorarás; ciertamente se apiadará de ti a la voz de tu clamor; al oírla, te responderá.

20Aunque os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros.

21Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra, diciendo: Éste es el camino, andad por él, ya sea que vayáis a la derecha o a la izquierda.

22Entonces profanarás la cubierta de plata de tus esculturas y la vestidura de oro de tus imágenes de fundición; las apartarás como a trapo asqueroso. Les dirás: ¡Salid de aquí!

23Entonces dará el Señor lluvia a tu sembrado cuando siembres la tierra y dará pan del fruto de la tierra; y será abundante y sustancioso; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en amplias praderas.

24Tus bueyes y tus asnos que labran la tierra comerán grano limpio, el cual será aventado con pala y criba.

25Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado elevado, habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza cuando caigan las torres.

26Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor, como la luz de siete días, el día en que ponga una venda Jehová en la fractura de su pueblo y cure la llaga que él ha causado.

27He aquí que el nombre de Jehová viene de lejos, con ardiente enojo y en densa humareda, sus labios llenos de ira y su lengua como fuego que consume.

28Y su aliento, cual torrente que inunda, llegará hasta el cuello para zarandear las naciones con criba de destrucción; y el freno estará en las quijadas de los pueblos, haciéndolos errar.

29Vosotros tendréis cántico como en la noche en que se celebra una fiesta solemne; y alegría de corazón, como la del que va con flauta para venir al monte de Jehová, a la Roca de Israel.

30Y Jehová hará oír la majestad de su voz y hará ver el descenso de su brazo, con la indignación de su ira y llama de fuego consumidor, con tormenta, con tempestad y piedras de granizo.

31Porque Asiria, que hirió con vara, con la voz de Jehová será quebrantada.

32Y sucederá que cada golpe de la vara justiciera que Jehová descargue sobre ella será con panderos y arpas; y en batallas tumultuosas peleará contra ellos.

33Porque Tofet ya de tiempo está dispuesto y preparado para el rey, profundo y ancho, cuya pira es fuego y mucha leña; el soplo de Jehová, como torrente de azufre, la enciende.

Capítulo 31

Se reprende a Israel por acudir a Egipto en busca de ayuda — Cuando Jehová venga, defenderá y protegerá a Su pueblo.

1¡Ay de los que descienden a Egipto en busca de ayuda, y confían en los caballos y ponen su esperanza en los carros, porque son muchos, y en los jinetes, porque son poderosos, pero no miran al Santo de Israel ni buscan a Jehová!

2Pero él también es sabio, y traerá el mal y no retirará sus palabras. Se levantará, pues, contra la casa de los malhechores y contra el auxilio de los que cometen iniquidad.

3Y los egipcios son hombres y no dioses; y sus caballos son carne y no espíritu; de manera que, al extender Jehová su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una.

4Porque Jehová me dijo a mí de esta manera: Como el león, o como el cachorro del león, ruge sobre su presa, y cuando se reúne contra él una cuadrilla de pastores, no temerá por sus voces ni se acobardará por el tropel de ellos; así Jehová de los ejércitos descenderá a pelear sobre el monte Sión y sobre su collado.

5Como las aves que vuelan, así defenderá Jehová de los ejércitos a Jerusalén, defendiendo, librando, protegiendo y rescatando.

6Volveos a aquel contra quien los hijos de Israel se rebelaron profundamente.

7Porque en aquel día arrojará el hombre sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que para vosotros han hecho vuestras manos pecadoras.

8Entonces caerá Asiria a filo de espada no de hombre; y la consumirá espada no de hombre; y huirá de la presencia de la espada, y sus jóvenes serán sometidos a trabajos forzados.

9Y de miedo caerá su fortaleza, y sus príncipes tendrán pavor de la bandera, dice Jehová, cuyo fuego está en Sión y su horno en Jerusalén.




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