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domingo, 2 de enero de 2011

Lectura de la Santa Biblia RV 2009 SUD Día 46 Números 13-15


Números..Capítulo 13
Moisés envía a doce espías para que reconozcan la tierra de Canaán — Diez de ellos dan un informe falso, hablando solamente de la fuerza de sus habitantes.

1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

2Envía tú hombres para que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un hombre, cada uno príncipe entre ellos.

3Y Moisés los envió desde el desierto de Parán, conforme a la palabra de Jehová; y todos aquellos hombres eran príncipes de los hijos de Israel.

4Los nombres de los cuales son éstos: De la tribu de Rubén, Samúa hijo de Zacur.

5De la tribu de Simeón, Safat hijo de Horí.

6De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jefone.

7De la tribu de Isacar, Igal hijo de José.

8De la tribu de Efraín, Oseas hijo de Nun.

9De la tribu de Benjamín, Palti hijo de Rafú.

10De la tribu de Zabulón, Gadiel hijo de Sodi.

11De la tribu de José, de la tribu de Manasés, Gaddi hijo de Susi.

12De la tribu de Dan, Amiel hijo de Gemali.

13De la tribu de Aser, Setur hijo de Micael.

14De la tribu de Neftalí, Nahbi hijo de Vapsi.

15De la tribu de Gad, Geuel hijo de Maqui.

16Éstos son los nombres de los hombres que Moisés envió a reconocer la tierra; y a Oseas hijo de Nun, le puso Moisés el nombre de Josué.

17Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid por aquí, por el sur, y subid al monte,

18y observad cómo es la tierra, y si el pueblo que la habita es fuerte o débil, si es poco o numeroso;

19cómo es la tierra habitada, si es buena o mala; y cómo son las ciudades habitadas, si son de tiendas o amuralladas;

20y cómo es la tierra, si es fértil o estéril, si en ella hay o no árboles. Y esforzaos y recoged del fruto del país. Y el tiempo era el tiempo de las primeras uvas.

21Y ellos subieron y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Hamat.

22Y subieron por el sur y llegaron hasta Hebrón; y allí estaban Ahimán, y Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de Zoán en Egipto.

23Y llegaron hasta el valle de Escol y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trajeron dos en un palo, y de las granadas y de los higos.

24Y se llamó aquel lugar el valle de Escol, por el racimo que cortaron de allí los hijos de Israel.

25Y volvieron de reconocer la tierra al cabo de cuarenta días.

26Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y les dieron el informe a ellos, y a toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra.

27Y le contaron a él, y dijeron: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y éste es el fruto de ella.

28Pero el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac.

29Amalec habita la tierra del sur; y el heteo, y el jebuseo y el amorreo habitan en el monte; y el cananeo habita junto al mar y a la ribera del Jordán.

30Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos en seguida, y poseámosla, porque ciertamente podremos apoderarnos de ella.

31Pero los hombres que subieron con él dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.

32Y vituperaron entre los hijos de Israel la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de gran estatura.

33También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes; y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.

Números..Capítulo 14

Israel murmura y habla de volver a Egipto — Josué y Caleb dan un buen informe de Canaán — Moisés media entre Israel y Jehová — Los adultos de Israel no entrarán a la tierra prometida — Jehová hace morir a los falsos espías con una plaga — Algunos rebeldes intentan ir solos y los matan los amalecitas y los cananeos.

1Entonces toda la congregación gritó y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche.

2Y se aquejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y toda la multitud les dijo: ¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! ¡Ojalá hubiéramos muerto en este desierto!

3¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada y que nuestras esposas y nuestros pequeños sean una presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?

4Y se decían el uno al otro: Nombremos un capitán, y avolvámonos a Egipto.

5Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel.

6Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rasgaron sus vestidos;

7y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla es tierra en gran manera buena.

8Si Jehová se agrada de nosotros, él nos llevará a esa tierra y nos la entregará; es una tierra que fluye leche y miel.

9Por tanto, no seáis arebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra, porque bson como pan para nosotros; su amparo se ha apartado de ellos y con nosotros está cJehová. dNo los temáis.

10Entonces toda la multitud habló de apedrearlos. Pero la agloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel.

11Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo ame ha de menospreciar este pueblo? ¿Hasta cuándo no bme han de creer con todas las señales que he hecho en medio de ellos?

12Yo los heriré de mortandad y los desheredaré, y a ti te pondré sobre agente más grande y más fuerte que ellos.

13Y Moisés respondió a Jehová: Entonces lo oirán los aegipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder,

14y se lo dirán a los habitantes de esta tierra, los cuales han oído que tú, oh Jehová, estabas en medio de este pueblo, que cara a cara aparecías atú, oh Jehová, y que btu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de ellos en una columna de nube, y de noche en una columna de fuego.

15Y si haces morir a este pueblo como a un solo hombre, las naciones que hayan oído tu fama hablarán, diciendo:

16Porque no pudo Jehová hacer entrar a este pueblo en la tierra que había jurado darles, los mató en el desierto.

17Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificado el poder del Señor, como lo hablaste, diciendo:

18aJehová, que es tardo para la ira y grande en misericordia, que bperdona la iniquidad y la transgresión y que no deja impune al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación.

19Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.

20Entonces Jehová dijo: aYo lo he perdonado conforme a tu palabra.

21Mas, ciertamente vivo yo, y ami gloria llena toda la tierra,

22todos los que vieron mi gloria y las amaravillas que hice en Egipto y en el desierto, y me han btentado ya diez veces, y cno han escuchado mi voz,

23ano verán la tierra de la cual juré a sus padres; bno, ninguno de los que me han menospreciado la verá.

24Pero mi siervo aCaleb, por cuanto hubo en él otro bespíritu y me ha seguido fielmente, yo le llevaré a la tierra donde entró y su descendencia la recibirá en heredad.

25Ahora bien, el amalecita y el cananeo habitan en el valle; volveos mañana y salid al desierto, camino del Mar Rojo.

26Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo:

27¿Hasta cuándo he de soportar esta depravada multitud que amurmura contra mí? He oído las querellas de los hijos de Israel que de mí se quejan.

28Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros.

29En este adesierto caerán vuestros bcuerpos; todos los que fuisteis contados según vuestra cuenta, de veinte años arriba, los cuales habéis murmurado contra mí.

30Vosotros a la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano jurando haceros habitar en ella, exceptuando a Caleb hijo de Jefone y a Josué hijo de Nun.

31Mas a vuestros pequeños, de los cuales dijisteis que serían una presa, yo los haré entrar allí, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis.

32Y en cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto.

33Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto durante acuarenta años, y ellos bllevarán las consecuencias de vuestras fornicaciones, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto.

34Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades durante cuarenta años, un año por cada día; y aconoceréis mi castigo.

35Yo, Jehová, he hablado; así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra mí; en este desierto serán consumidos, y ahí amorirán.

36Y los hombres que Moisés envió a reconocer la tierra, y que al volver habían hecho murmurar contra él a toda la congregación, desacreditando aquella tierra,

37aquellos hombres que habían hablado mal de la tierra, murieron de una plaga delante de Jehová.

38Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida de entre aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra.

39Y Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se afligió mucho.

40Y se levantaron por la mañana y subieron a la cumbre del monte, diciendo: Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado Jehová, porque hemos apecado.

41Y dijo Moisés: ¿Por qué quebrantáis el mandato de Jehová? Esto tampoco os saldrá bien.

42No subáis, porque Jehová no está en medio de vosotros, no sea que seáis heridos delante de vuestros enemigos.

43Porque el aamalecita y el cananeo están allí delante de vosotros, y caeréis a espada, por cuanto habéis dejado de seguir a Jehová; por eso no estará Jehová con vosotros.

44Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte; mas ni el arca del pacto de Jehová ni Moisés se apartaron de en medio del campamento.

45Y descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte y los hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Horma.

Números..Capítulo 15

Varias ordenanzas de sacrificio traen el perdón al Israel arrepentido — Aquellos que pecan voluntariamente son desarraigados de entre el pueblo — Un hombre es apedreado por recoger leña en el día de reposo — Los israelitas deben mirar los bordes de sus vestidos y recordar los mandamientos.

1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

2Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que vais a habitar, la cual yo os doy,

3y hagáis ofrenda encendida a Jehová, holocausto o sacrificio para cumplir un voto especial o de vuestra voluntad, o para hacer en vuestras fiestas solemnes olor grato a Jehová, de vacas o de ovejas;

4entonces el que ofrezca su ofrenda a Jehová traerá como ofrenda de grano una décima de un efa de flor de harina, amasada con la cuarta parte de un hin de aceite;

5y de vino para la alibación ofrecerás la cuarta parte de un hin, además del holocausto o del sacrificio, por cada cordero.

6Y por cada carnero harás una ofrenda de grano de dos décimas de un efa de flor de harina amasada con la tercera parte de un hin de aceite;

7y de vino para la libación ofrecerás la tercera parte de un hin, como olor grato a Jehová.

8Y cuando ofrezcas novillo como holocausto o sacrificio para cumplir voto especial o para las ofrendas de paz a Jehová,

9ofrecerás con el novillo una ofrenda de grano de tres décimas de un efa de flor de harina amasada con la mitad de un hin de aceite;

10y de vino para la libación ofrecerás la mitad de un hin como ofrenda encendida de olor grato a Jehová.

11Así se hará con cada novillo, o con cada carnero o con cada cría de oveja o de cabra.

12Conforme al número que ofrezcáis, así haréis con cada uno según el número de ellos.

13Todo natural del país hará estas cosas así, para ofrecer ofrenda encendida de olor grato a Jehová.

14Y si habita con vosotros un extranjero, o cualquiera que esté entre vosotros por vuestras generaciones, si hace ofrenda encendida de olor grato a Jehová, como vosotros lo hacéis, así lo hará él.

15aUn mismo estatuto tendréis, vosotros los de la congregación y el extranjero que con vosotros mora; estatuto que será perpetuo por vuestras generaciones; como vosotros, así será el extranjero delante de Jehová.

16aUna misma ley y un mismo decreto tendréis, vosotros y el extranjero que con vosotros mora.

17Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

18Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra a la cual yo os llevo,

19sucederá que cuando comencéis a comer el pan de la tierra, ofreceréis una ofrenda elevada a Jehová.

20De lo primero que aamaséis ofreceréis una torta como ofrenda elevada; como ofrenda elevada de la era, así la bofreceréis.

21De las primicias de vuestra masa daréis a Jehová ofrenda elevada por vuestras generaciones.

22Y cuando erréis, y no cumpláis todos estos mandamientos que Jehová ha dicho a Moisés,

23todas las cosas que Jehová os ha mandado por medio de Moisés, desde el día en que Jehová lo mandó, y en adelante por vuestras generaciones,

24acontecerá que si el pecado fue cometido inadvertidamente sin el conocimiento de la congregación, toda la congregación ofrecerá un novillo como holocausto en olor grato a Jehová, con su ofrenda de grano y su libación, conforme al decreto; y un macho cabrío como ofrenda por el pecado.

25Y el sacerdote hará aexpiación por toda la congregación de los hijos de Israel; y les será bperdonado, porque fue inadvertido; y ellos traerán sus ofrendas, una ofrenda encendida a Jehová, y su ofrenda por el pecado delante de Jehová, por su error.

26Y será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel y al extranjero que mora entre ellos, por cuanto es error de todo el pueblo.

27Y si una persona peca ainadvertidamente, ofrecerá una cabra de un año como ofrenda por el pecado.

28Y el sacerdote hará expiación por la persona que haya pecado inadvertidamente; cuando peque sin darse cuenta delante de Jehová, hará expiación por ella, y le será perdonado.

29Una misma ley tendréis para el que hiciere algo inadvertidamente, tanto para el natural entre los hijos de Israel como para el extranjero que habite entre ellos.

30Pero la persona que haga algo con aaltivez, tanto el natural como el extranjero, a Jehová injuria; y tal persona será btalada de en medio de su pueblo.

31Por cuanto atuvo en poco la palabra de Jehová y quebrantó su mandamiento, enteramente será excluida tal persona; su iniquidad caerá sobre ella.

32Y estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en el día de areposo.

33Y los que le hallaron recogiendo leña, le llevaron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación.

34Y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba claro qué le habían de hacer.

35Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente amuera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento.

36Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová había mandado a Moisés.

37Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

38Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los abordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada fleco de los bordes un cordón de azul.

39Y el fleco os servirá para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra, y no vayáis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, tras los cuales os prostituís.

40Para que os acordéis y cumpláis todos mis mandamientos y seáis santos a vuestro Dios.

41Yo, Jehová, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo, Jehová, vuestro Dios.

Lectura de la Santa Biblia RV 2009 SUD Día 45 Números 10-12


Números..Capítulo 10
Se usan trompetas de plata para convocar a la congregación y para tocar alarma — La nube es quitada del tabernáculo y los hijos de Israel marchan en su orden prescrito — El arca del convenio va delante de ellos en sus viajes.

1 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

2Hazte dos trompetas de plata; de obra de martillo las harás, las cuales te servirán para convocar a la congregación y para hacer mover los campamentos.

3Y cuando las toquen, toda la congregación se reunirá ante ti a la entrada del tabernáculo de reunión.

4Pero cuando toquen sólo una, entonces se congregarán ante ti los príncipes, las cabezas de los millares de Israel.

5Y cuando toquéis alarma, entonces se pondrán en marcha los campamentos de los que están acampados al oriente.

6Y cuando toquéis alarma la segunda vez, entonces se pondrán en marcha los campamentos de los que están acampados al sur; alarma tocarán para sus partidas.

7Pero para reunir a la congregación tocaréis, mas no con sonido de alarma.

8Y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las trompetas; y las tendréis como estatuto perpetuo por vuestras generaciones.

9Y cuando salgáis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os oprima, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados delante de Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.

10Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos y sobre los sacrificios de vuestras ofrendas de paz, y os serán como recordatorio delante de vuestro Dios. Yo, Jehová, vuestro Dios.

11Y aconteció que en el año segundo, en el mes segundo, a los veinte días del mes, la nube se alzó de encima del tabernáculo del testimonio.

12Y los hijos de Israel partieron, según el orden de marcha, del desierto de Sinaí; y la nube se detuvo en el desierto de Parán.

13Y partieron la primera vez según el mandato de Jehová por medio de Moisés.

14Y la bandera del campamento de los hijos de Judá comenzó a marchar primero, según sus ejércitos; y Naasón hijo de Aminadab, estaba sobre su ejército.

15Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Isacar, Natanael hijo de Zuar.

16Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Zabulón, Eliab hijo de Helón.

17Y después que estaba ya desarmado el tabernáculo, partieron los hijos de Gersón y los hijos de Merari, que lo llevaban.

18Luego comenzó a marchar la bandera del campamento de Rubén, según sus ejércitos; y Elisur hijo de Sedeur estaba sobre su ejército.

19Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Simeón, Selumiel hijo de Zurisadai.

20Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Gad, Eliasaf hijo de Deuel.

21Luego comenzaron a marchar los coatitas llevando el santuario; y entre tanto que ellos llegaban, los otros armaban el tabernáculo.

22Después comenzó a marchar la bandera del campamento de los hijos de Efraín, según sus ejércitos; y Elisama hijo de Amiud estaba sobre su ejército.

23Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.

24Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni.

25Luego comenzó a marchar la bandera del campamento de los hijos de Dan, según sus ejércitos, a la retaguardia de todos los campamentos; y Ahiezer hijo de Amisadai estaba sobre su ejército.

26Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán.

27Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Neftalí, Ahira hijo de Enán.

28Éste era el orden de marcha de los hijos de Israel, según sus ejércitos, cuando partían.

29Entonces dijo Moisés a Hobab hijo de Reuel, el madianita, su suegro: Nosotros partimos para el lugar del cual Jehová ha dicho: Yo os lo daré. Ven con nosotros y te haremos bien, porque Jehová ha prometido el bien con respecto a Israel.

30Y él le respondió: Yo no iré, sino que me marcharé a mi tierra y a mi parentela.

31Y él le dijo: Te ruego que no nos dejes, porque tú sabes dónde debemos acampar en el desierto y serás como ojos para nosotros.

32Y será que si vienes con nosotros, cuando tengamos el bien que Jehová nos ha de hacer, nosotros te haremos el bien.

33Así partieron del monte de Jehová camino de tres días; y el arca del convenio de Jehová fue delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar de descanso.

34Y la nube de Jehová iba sobre ellos de día desde que partieron del campamento.

35Y aconteció que cuando el arca se ponía en marcha, Moisés decía: Levántate, oh Jehová, y sean dispersados tus enemigos y huyan de tu presencia los que te aborrecen.

36Y cuando ella se asentaba, decía: Vuelve, oh Jehová, a los millares de millares de Israel.

Números..Capítulo 11

Fuego de Jehová consume a los rebeldes de Israel — Israel murmura y ansía comer carne en vez de maná — Moisés se queja de no poder llevar la carga solo — Se le manda escoger setenta ancianos para que le ayuden — Jehová promete carne hasta que le sea aborrecible a Israel — Se escoge a los setenta ancianos, ellos profetizan, Jehová desciende, Eldad y Medad profetizan en el campamento — Se proveen codornices a Israel — Israel codicia; sigue una gran plaga y muchos mueren.

1Y aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová y se enardeció su ira, y se encendió entre ellos fuego de Jehová y consumió un extremo del campamento.

2Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová; y se extinguió el fuego.

3Y llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego de Jehová se encendió entre ellos.

4Y el vulgo que había en medio de ellos tuvo un deseo voraz, y volvieron y aun lloraron los hijos de Israel y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!

5Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, y de los melones, y de los puerros, y de las cebollas y de los ajos;

6y ahora nuestra alma se seca, pues nada más que maná ven nuestros ojos.

7Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bedelio.

8Se esparcían los del pueblo y lo recogían, y lo molían en molinos o lo majaban en morteros, y lo cocían en caldera o hacían de él tortas; y su sabor era como sabor de aceite nuevo.

9Y cuando descendía el rocío de noche sobre el campamento, el maná descendía sobre él.

10Y oyó Moisés al pueblo que lloraba cada uno en su familia, a la entrada de su tienda; y la ira de Jehová se encendió en gran manera, y también le pareció mal a Moisés.

11Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia ante tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?

12¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al de pecho, a la tierra que juraste dar a sus padres?

13¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque me lloran, diciendo: Danos carne para que comamos.

14No puedo yo solo llevar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía.

15Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia ante tus ojos, y que yo no vea mi mal.

16Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme a setenta hombres de entre los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales, y tráelos a la entrada del tabernáculo de reunión, y que esperen allí contigo.

17Y yo descenderé y hablaré allí contigo; y tomaré del espíritu que está en ti y lo pondré en ellos, y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.

18Pero dirás al pueblo: Santificaos para mañana y comeréis carne. Pues habéis llorado a oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! Porque mejor nos iba en Egipto. Jehová, pues, os dará carne, y comeréis.

19No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días,

20sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y os sea aborrecible, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto?

21Entonces dijo Moisés: Hay seiscientos mil hombres de a pie en este pueblo en medio del cual yo estoy, y tú dices: Les daré carne, y comerán durante todo un mes.

22¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿O se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto?

23Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra o no.

24Y salió Moisés y dijo al pueblo las palabras de Jehová; y reunió a los setenta hombres de entre los ancianos del pueblo, y los reunió alrededor del tabernáculo.

25Entonces Jehová descendió en la nube y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él y lo puso en los setenta varones ancianos; y aconteció que cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.

26Y habían quedado en el campamento dos hombres, uno llamado Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, pero no habían ido al tabernáculo; y profetizaron en el campamento.

27Y corrió un joven y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento.

28Entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés desde su juventud, y dijo: Señor mío Moisés, impídeselo.

29Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? ¡Ojalá que todos los del pueblo de Jehová fuesen profetas, que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos!

30Y volvió Moisés al campamento, él y los ancianos de Israel.

31Y Jehová envió un viento que trajo codornices del mar y las dejó sobre el campamento, un día de camino de un lado, y un día de camino del otro lado, en derredor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra.

32Entonces el pueblo estuvo levantado todo aquel día y toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron codornices; el que menos, recogió diez montones; y las tendieron para sí a lo largo en derredor del campamento.

33Aún estaba la carne entre los dientes de ellos, antes que fuese masticada, cuando la ira de Jehová se encendió contra el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy grande.

34Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso.

35De Kibrot-hataava el pueblo partió a Hazerot, y se detuvo en Hazerot.

Números..Capítulo 12

Aarón y María se quejan contra Moisés, el más manso de todos los hombres — Jehová promete hablar a Moisés cara a cara y mostrarse a él — María queda leprosa por una semana.

1Y hablaron María y Aarón contra Moisés a causa de la mujer etíope que había tomado, porque él había tomado por esposa a una mujer etíope.

2Y dijeron: ¿Solamente por medio de Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por medio de nosotros? Y lo oyó Jehová.

3(Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.)

4Y en seguida dijo Jehová a Moisés y a Aarón, y a María: Id vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres.

5Entonces Jehová descendió en la columna de la nube y se puso a la entrada del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María, y se acercaron ambos.

6Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras: Si hay profeta de Jehová entre vosotros, me apareceré a él en visión; en sueños hablaré con él.

7No así con mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.

8Cara a cara hablaré con él, y claramente y no con enigmas; y verá la imagen de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?

9Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y él se fue.

10Y cuando la nube se apartó del tabernáculo, he aquí que María estaba leprosa, blanca como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa.

11Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado, porque locamente lo hemos hecho y hemos pecado.

12No sea ella ahora como el que sale muerto del vientre de su madre, consumida la mitad de su carne.

13Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora.

14Respondió Jehová a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su cara, ¿no se avergonzaría durante siete días? Sea echada fuera del campamento durante siete días, y después será readmitida.

15Así María fue echada del campamento durante siete días; y el pueblo no siguió adelante hasta que María fue readmitida.

16Y después el pueblo partió de Hazerot y acampó en el desierto de Parán.