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jueves, 22 de noviembre de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 245: Ezequiel 41-44


Capítulo 41
Ezequiel ve el interior del templo y el lugar santísimo, y se le muestran su forma y tamaño.

1 Me llevó luego al templo y midió las pilastras, siendo el ancho seis codos de un lado y seis codos del otro, que era la anchura del tabernáculo.

2 Y la anchura de la puerta era de diez codos; y los lados de la puerta, de cinco codos de un lado y cinco del otro. Y midió su longitud, que era de cuarenta codos, y la anchura de veinte codos.

3 Y pasó al interior y midió las pilastras de la entrada, que eran de dos codos; y la entrada era de seis codos; y la anchura de la entrada, de siete codos.

4 Midió también su longitud, que era de veinte codos, y la anchura, de veinte codos, delante del templo; y me dijo: Éste es el lugar santísimo.

5 Después midió el muro de la casa, que era de seis codos; y de cuatro codos era la anchura de las cámaras laterales en torno de la casa alrededor.

6 Y las cámaras laterales estaban sobrepuestas en tres niveles, treinta en cada nivel; y había salientes en la pared, alrededor de la casa, sobre los que se apoyaban las cámaras laterales, para que no se apoyaran en la pared misma de la casa.

7 Y había mayor anchura y una espiral hacia arriba, hacia las cámaras laterales, porque la espiral de la casa iba hacia arriba, alrededor de la casa, rodeándola por dentro; y así se subía del nivel inferior al más alto por el nivel intermedio.

8 Y miré la altura de la casa alrededor; los cimientos de las cámaras laterales eran de una caña entera de seis codos de largo.

9 Y el espesor de la pared de las cámaras laterales, por fuera, era de cinco codos, y quedaba un espacio entre las cámaras laterales de la casa por dentro.

10 Y entre las cámaras había una anchura de veinte codos por todos lados alrededor de la casa.

11 Y las entradas de las cámaras laterales daban al espacio que quedaba, una entrada hacia el norte, y otra entrada hacia el sur; y la anchura del espacio que quedaba era de cinco codos, todo alrededor.

12 Y el edificio que estaba delante del espacio abierto al lado del occidente era de setenta codos de ancho; y la pared del edificio, de cinco codos de espesor, todo alrededor, y noventa codos de largo.

13 Y midió la casa, y tenía cien codos de largo; y el espacio abierto, y el edificio y sus paredes eran de cien codos de longitud;

14 y el ancho de la fachada de la casa y del espacio abierto hacia el oriente era de cien codos.

15 Y midió la longitud del edificio que estaba delante del espacio abierto que había detrás de él y las galerías de uno y otro lado, y eran cien codos; y el templo interior, y los pórticos del atrio,

16 los umbrales, y las ventanas estrechas y las galerías alrededor de los tres niveles, hasta el otro lado del umbral, estaba todo recubierto de madera alrededor, desde el suelo hasta las ventanas; y las ventanas también estaban recubiertas,

17 encima de la entrada, y hasta la casa interior, y por fuera, y por toda la pared alrededor, por dentro y por fuera, según sus medidas.

18 Y estaba labrada con querubines y palmeras, y entre querubín y querubín había una palmera; y cada querubín tenía dos rostros:

19 un rostro de hombre hacia la palmera de un lado, y un rostro de león hacia la palmera del otro lado; hechos por toda la casa alrededor.

20 Desde el suelo hasta encima de la puerta había querubines y palmeras labrados, y también por toda la pared del templo.

21 Cada poste del templo era cuadrado, y también la fachada del santuario; y la apariencia de una era como la apariencia de la otra.

22 La altura del altar de madera era de tres codos, y su longitud, de dos codos; y sus esquinas, y su superficie y sus paredes eran de madera. Y me dijo: Ésta es la mesa que está delante de Jehová.

23 Y el templo y el santuario tenían dos puertas.

24 Y en cada puerta había dos hojas, dos hojas que giraban; dos hojas en una puerta y otras dos en la otra.

25 Y en las puertas del templo había labrados de querubines y de palmeras, así como los que estaban hechos en las paredes; y había un grueso madero sobre la fachada del pórtico exterior.

26 Y había ventanas estrechas y palmeras de uno y otro lado a los lados del pórtico, y sobre las cámaras laterales de la casa y las vigas.

Capítulo 42

Ezequiel ve en el templo las cámaras de los sacerdotes.

1 Me sacó luego al atrio exterior, hacia el norte, y me llevó a la cámara que estaba delante del espacio abierto que quedaba enfrente del edificio, hacia el norte.

2 Por delante de la puerta del norte su longitud era de cien codos y la anchura de cincuenta codos.

3 Frente a los veinte codos que había en el atrio interior, y enfrente del enlosado que había en el atrio exterior, había una galería frente a la otra galería, en tres niveles.

4 Y delante de las cámaras había un corredor de diez codos de ancho hacia dentro, una vía de un codo; y sus entradas daban al norte.

5 Y las cámaras más altas eran más estrechas, porque las galerías les quitaban más espacio a ellas que a las bajas y a las de en medio del edificio;

6 porque estaban en tres niveles y no tenían columnas como las columnas de los atrios; por tanto, el nivel superior era más estrecho que el de abajo y que el de en medio, desde el suelo.

7 Y el muro que estaba afuera, junto a las cámaras, hacia el atrio exterior, delante de las cámaras, tenía cincuenta codos de largo.

8 Porque la longitud de las cámaras del atrio exterior era de cincuenta codos; y he aquí, delante de la fachada del templo había cien codos.

9 Y debajo de las cámaras estaba la entrada al lado oriental, para entrar en ellas desde el atrio exterior.

10 En el espesor del muro del atrio, hacia el oriente, enfrente del espacio abierto y delante del edificio, había cámaras.

11 Y el corredor que había delante de ellas era semejante al de las cámaras que estaban hacia el norte, tanto en su longitud como en su anchura, y todas sus salidas, conforme a sus puertas y conforme a sus entradas.

12 Así también eran las entradas de las cámaras que estaban hacia el sur; había una entrada al principio del corredor, del corredor que había delante del muro hacia el oriente para los que entraban allí.

13 Y me dijo: Las cámaras del norte y las del sur, que están delante del espacio abierto, son cámaras santas en las cuales los asacerdotes que se acercan a Jehová comerán las santas ofrendas; allí pondrán las ofrendas santísimas, y la bofrenda de grano, y la cofrenda por el pecado y la ofrenda por la culpa, porque el lugar es santo.

14 Cuando los sacerdotes entren, no saldrán del lugar santo al atrio exterior, sino que allí dejarán sus avestimentas con que sirvan, porque son santas; y se pondrán otros vestidosy así se acercarán a lo que es del pueblo.

15 Y luego que acabó de medir la casa interior, me sacó hacia la apuerta que miraba hacia el oriente y lo midió todo alrededor.

16 Midió el lado oriental con la caña de medir, quinientas cañas de la caña de medir alrededor.

17 Midió el lado del norte, quinientas cañas de la caña de medir alrededor.

18 Midió el lado del sur, quinientas cañas de la caña de medir.

19 Se volvió hacia el lado del occidente y midió quinientas cañas de la caña de medir.

20 Por los cuatro lados lo midió; tenía alrededor un muro de quinientas cañas de longitud y de quinientas cañas de anchura, para hacer separación entre el santuario y el lugar aprofano.

Capítulo 43

La gloria de Dios llena el templo — Su trono está allí y Él promete habitar en medio de Israel para siempre — Ezequiel ve el altar y expone los estatutos que allí se cumplen.

1 Me llevó luego a la puerta, a la puerta que mira hacia el oriente,

2 y he aquí, la gloria del Dios de Israel que venía del oriente; y su voz era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria.

3 Y el aspecto de lo que vi era como una visión, como aquella visión que vi cuando vine para destruir la ciudad; y las visiones eran como la visión que vi junto al río Quebar; y me postré sobre mi rostro.

4 Y la gloria de Jehová entró en la casa por la vía de la puerta que daba al oriente.

5 Y me alzó el espíritu y me llevó al atrio interior; y he aquí que la gloria de Jehová llenó la casa.

6 Y oí a alguien que me hablaba desde la casa, y un varón estaba junto a mí.

7 Y me dijo: Hijo de hombre, éste es el lugar de mi trono y el lugar de las plantas de mis pies, en el cual habitaré entre los hijos de Israel para siempre; y nunca más profanará la casa de Israel mi santo nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus fornicaciones ni con los cuerpos muertos de sus reyes en sus lugares altos,

8 poniendo ellos su umbral junto a mi umbral y su poste junto a mi poste, mediando sólo una pared entre yo y ellos; profanaron mi santo nombre con las abominaciones que hicieron; por tanto, los consumí en mi furor.

9 Ahora echarán lejos de mí su fornicación y los cuerpos muertos de sus reyes, y habitaré en medio de ellos para siempre.

10 Tú, hijo de hombre, muestra a la casa de Israel esta casa, para que se avergüencen de sus iniquidades y midan el diseño de ella.

11 Y si se avergüenzan de todo lo que han hecho, hazles entender la forma de la casa, y su disposición, y sus salidas y sus entradas, y todas sus formas, y todos sus estatutos, y todas sus configuraciones y todas sus leyes; y escribe esto delante de sus ojos, para que guarden toda su forma y todos sus estatutos y los pongan por obra.

12 Ésta es la ley de la casa: Sobre la cumbre del monte, todo su contorno será santísimo. He aquí que ésta es la ley de la casa.

13 Y éstas son las medidas del altar por codos (cada codo de un codo y un palmo): La base, de un codo, y de un codo el ancho; y su remate por su borde alrededor, de un palmo. Ésta será la parte alta del altar.

14 Y desde la base, sobre el suelo, hasta el saliente inferior, dos codos, y la anchura de un codo; y desde el saliente menor hasta el saliente mayor, cuatro codos, y la anchura de un codo.

15 Y el altar era de cuatro codos, y encima del altar había cuatro cuernos.

16 Y el altar tenía doce codos de largo y doce de ancho, cuadrado por sus cuatro lados.

17 Y el saliente era de catorce codos de longitud y de catorce de anchura en sus cuatro lados, y de medio codo el borde alrededor; y la base era de un codo por cada lado, y sus gradas daban al oriente.

18 Y me dijo: Hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Éstos son los estatutos con respecto al altar el día en que sea hecho, para ofrecer holocausto sobre él y para esparcir sangre sobre él.

19 Darás a los sacerdotes levitas que son del linaje de Sadoc, que se acercan a mí para servirme, dice Jehová el Señor, un becerro de la vacada para la ofrenda por el pecado.

20 Y tomarás de su sangre y la pondrás en los cuatro cuernos del altar, y en las cuatro esquinas del saliente y en el borde todo alrededor; así lo purificarás y harás expiación por él.

21 Tomarás luego el becerro de la ofrenda por el pecado, y será quemado en el lugar indicado de la casa, fuera del santuario.

22 Y al segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto para la ofrenda por el pecado; y purificarán el altar como lo purificaron con el becerro.

23 Cuando acabes de purificarlo, ofrecerás un becerro sin defecto de la vacada y un carnero sin defecto del rebaño;

24 y los ofrecerás delante de Jehová, y los sacerdotes echarán sal sobre ellos y los ofrecerán en holocausto a Jehová.

25 Durante siete días prepararás un macho cabrío cada día, para la ofrenda por el pecado; asimismo, prepararán un becerro de la vacada y un carnero sin defecto del rebaño.

26 Durante siete días harán expiación por el altar, y lo purificarán, y así ellos se consagrarán.

27 Y acabados estos días, del octavo día en adelante, los sacerdotes sacrificarán sobre el altar vuestros holocaustos y vuestras ofrendas de paz; y me seréis aceptos, dice Jehová el Señor.

Capítulo 44

La gloria de Jehová llena la casa de Jehová — Ningún extranjero puede tener acceso al santuario — Se explica el servicio que prestan los sacerdotes en el templo.

1 Entonces me hizo volver hacia la puerta exterior del santuario, la cual mira hacia el oriente; y estaba cerrada.

2 Y me dijo Jehová: Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni entrará por ella hombre, porque Jehová Dios de Israel entró por ella; estará, por tanto, cerrada.

3 En cuanto al príncipe, por ser el príncipe, él se sentará allí para comer pan delante de Jehová; por el vestíbulo de la puerta entrará y por ese mismo camino saldrá.

4 Y me llevó hacia la puerta del norte por delante de la casa; y miré, y he aquí, la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová; y me postré sobre mi rostro.

5 Y me dijo Jehová: Hijo de hombre, pon atención, y mira con tus ojos y oye con tus oídos todo lo que yo hablo contigo sobre todos los estatutos de la casa de Jehová y sobre todas sus leyes; y pon atención a las entradas de la casa y a todas las salidas del santuario.

6 Y dirás a los rebeldes, a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Basta ya de todas vuestras abominaciones, oh casa de Israel!,

7 de traer vosotros extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario, para contaminar mi casa; de ofrecer mi pan, la grasa y la sangre, y de quebrantar mi convenio por medio de todas vuestras abominaciones.

8 Pues no habéis guardado lo encomendado acerca de mis cosas santas, sino que habéis puesto extranjeros como guardas de lo encomendado en mi santuario.

9 Así ha dicho Jehová el Señor: Ningún extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne, entrará en mi santuario, de todos los extranjeros que están entre los hijos de Israel.

10 Y los levitas que se apartaron de mí cuando Israel se descarrió, yéndose en pos de sus ídolos, llevarán su iniquidad.

11 No obstante, serán sirvientes en mi santuario, encargados de las puertas de la casa, y sirvientes en la casa; ellos matarán el holocausto y el sacrificio para el pueblo, y estarán delante de ellos para servirles.

12 Por cuanto les sirvieron delante de sus ídolos y fueron a la casa de Israel un tropezadero de iniquidad, por tanto, he alzado mi mano contra ellos, dice Jehová el Señor, y llevarán su iniquidad.

13 No se acercarán a mí para servirme como sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas en el lugar santísimo, sino que llevarán su vergüenza y las abominaciones que hicieron.

14 Los pondré, pues, como guardas de lo encomendado de la casa, para todo el servicio de ella y para todo lo que en ella haya de hacerse.

15 Pero los sacerdotes levitas, hijos de Sadoc, que guardaron lo encomendado de mi santuario cuando los hijos de Israel se desviaron de mí, ellos se acercarán a mí para servirme y delante de mí estarán para ofrecerme la grosura y la sangre, dice Jehová el Señor.

16 Ellos entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi mesa para servirme, y guardarán lo que he encomendado.

17 Y acontecerá que cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán con vestimentas de lino; no llevarán sobre ellos cosa de lana cuando sirvan en las entradas del atrio interior y dentro de la casa.

18 Tiaras de lino tendrán sobre sus cabezas y calzoncillos de lino sobre sus lomos; no se ceñirán nada que los haga sudar.

19 Y cuando salgan al atrio exterior, al atrio de afuera, al pueblo, se quitarán las vestiduras con que sirvieron, y las dejarán en las cámaras del santuario y se pondrán otros vestidos, para no santificar al pueblo con sus vestiduras.

20 Y no se raparán la cabeza ni se dejarán crecer el cabello, sino que solamente se lo recortarán.

21 Y ninguno de los sacerdotes beberá vino cuando haya de entrar en el atrio interior.

22 Ni viuda ni repudiada tomarán por esposa, sino que tomarán vírgenes del linaje de la casa de Israel, o viuda que sea viuda de sacerdote.

23 Y enseñarán a mi pueblo a discernir entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo inmundo y lo limpio.

24 Y en los asuntos de litigio, ellos estarán para juzgar; conforme a mis juicios juzgarán; y mis leyes y mis estatutos guardarán en todas mis solemnidades, y santificarán mis días de reposo.

25 Y para no contaminarse, no se acercarán a un hombre muerto; pero sí podrán contaminarse por padre o madre, hijo o hija, hermano o hermana que no haya tenido marido.

26 Y después de su purificación, le contarán siete días.

27 Y el día en que entre en el santuario, en el atrio interior, para servir en el santuario, ofrecerá su ofrenda por el pecado, dice Jehová el Señor.

28 Y habrá para ellos heredad: yo seré su heredad, y no les daréis posesión en Israel; yo soy su posesión.

29 Comerán la ofrenda de grano, y la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la culpa; y toda cosa consagrada en Israel será de ellos.

30 Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda ofrenda de todo lo que se ofrezca de todas vuestras ofrendas, serán de los sacerdotes; daréis asimismo las primicias de todo lo que amaséis al sacerdote, para que haga reposar la bendición en vuestras casas.

31 Ninguna cosa que se haya encontrado muerta ni ninguna cosa desgarrada, ya sea de aves o de bestias, comerán los sacerdotes.


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