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miércoles, 7 de marzo de 2012

Lectura con Audio de la Santa Biblia RV 2009 SUD: Día 62: Deuteronomio 29-31


Deuteronomio..Capítulo 29
Los hijos de Israel hacen un convenio con Jehová bajo el cual serán bendecidos si son obedientes y maldecidos si son desobedientes — Si son desobedientes, su tierra será como azufre y sal.

1Éstas son las palabras del convenio que Jehová mandó a Moisés que hiciera con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del convenio que concertó con ellos en Horeb.

2Moisés, pues, llamó a todo Israel y les dijo: Vosotros habéis visto todo lo que Jehová ha hecho delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto a Faraón, y a todos sus siervos y a toda su tierra,

3las grandes pruebas que vieron tus ojos, las señales y las grandes maravillas.

4Pero Jehová no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver ni oídos para oír hasta el día de hoy.

5Y yo os he conducido durante cuarenta años por el desierto; vuestros vestidos no se han gastado sobre vosotros, ni tu calzado se ha gastado sobre tu pie.

6No habéis comido pan, ni habéis bebido vino ni sidra, para que supieseis que yo soy Jehová vuestro Dios.

7Y llegasteis a este lugar, y salieron Sehón, rey de Hesbón, y Og, rey de Basán, delante de nosotros para pelear, y los derrotamos;

8y tomamos su tierra y la dimos por heredad a Rubén, y a Gad y a la media tribu de Manasés.

9Guardaréis, pues, las palabras de este convenio y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hagáis.

10Vosotros todos estáis hoy delante de Jehová vuestro Dios; los príncipes de vuestras tribus, vuestros ancianos, y vuestros oficiales, todos los hombres de Israel,

11vuestros niños, vuestras esposas y los extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua,

12para que entres en el convenio de Jehová tu Dios, y en su juramento que Jehová tu Dios hace hoy contigo,

13para confirmarte hoy como su pueblo, y para que él sea tu Dios, de la manera que él te ha dicho, y como él lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.

14Y no solamente con vosotros hago yo este convenio y este juramento,

15sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante de Jehová nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros.

16Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado en medio de las naciones por las que habéis pasado;

17y habéis visto sus abominaciones y los ídolos de madera y de piedra, y de plata y de oro, que tienen consigo.

18No sea que haya entre vosotros hombre, o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de aquellas naciones; no sea que haya entre vosotros raíz que produzca veneno y ajenjo,

19y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga a sí mismo en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande según la terquedad de mi corazón, para añadir la embriaguez a la sed.

20Jehová no querrá perdonarle, sino que se encenderá la ira de Jehová y su celo contra tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová borrará su nombre de debajo del cielo.

21Y lo apartará Jehová de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del convenio escrito en este libro de la ley.

22Para que la generación venidera, vuestros hijos que vendrán después de vosotros y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vean las plagas de aquella tierra, y sus enfermedades de que Jehová la hizo enfermar, digan:

23Azufre y sal, abrasada está toda su tierra; no será sembrada, ni producirá ni crecerá en ella hierba alguna, como en la destrucción de Sodoma y de Gomorra, de Adma y de Zeboim, que Jehová destruyó en su furor y en su ira.

24Dirán, pues, todas las naciones: ¿Por qué hizo Jehová esto a esta tierra? ¿Por qué se ha encendido esta gran ira?

25Y responderán: Por cuanto dejaron el convenio de Jehová, el Dios de sus padres, que él hizo con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto,

26y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos, dioses que no conocían, y que él no les había dado.

27Se encendió, por tanto, la ira de Jehová contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro;

28y Jehová los desarraigó de su tierra con ira, y con furor y con gran indignación, y los echó a otra tierra, como hoy.

29Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta ley.

Deuteronomio..Capítulo 30

Los israelitas esparcidos serán recogidos de todas las naciones cuando recuerden el convenio — Moisés pone delante del pueblo la vida o la muerte, la bendición o la maldición.

1 Y acontecerá que cuando hayan venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y las recuerdes en tu corazón en medio de todas las naciones en las cuales Jehová tu Dios te haya dispersado,

2y te conviertas a Jehová tu Dios, y obedezcas su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,

3Entonces Jehová tu Dios te hará volver de tu cautiverio, y tendrá misericordia de ti y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te haya esparcido Jehová tu Dios.

4Si has sido arrojado hasta los confines de los cielos, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará.

5Y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y la poseerás; y te hará bien y te multiplicará más que a tus padres.

6Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.

7Y pondrá Jehová tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.

8Y tú volverás y escucharás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te mando hoy.

9Y te hará Jehová tu Dios prosperar en toda la obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse en ti para bien, de la manera que se gozó en tus padres,

10si escuchas la voz de Jehová tu Dios para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley, y si te conviertes a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.

11Porque este mandamiento que yo te mando hoy no te es demasiado difícil, ni está lejos de ti.

12No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?

13Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién cruzará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?

14Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.

15Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal,

16porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos y sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual vas a entrar para poseerla.

17Mas si tu corazón se aparta y no escuchas, y te desvías, y te inclinas a dioses ajenos y los sirves,

18yo os declaro hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán para ir a poseerla.

19A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, de que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia,

20amando a Jehová tu Dios, escuchando su voz y aferrándote a él, porque él es tu vida y la prolongación de tus días, a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.

Deuteronomio..Capítulo 31

Moisés aconseja a Josué y a todo Israel esforzarse y animarse — Ha de leerse la ley a todo Israel cada siete años — Israel seguirá dioses falsos y se corromperá.

1 Y fue Moisés y habló estas palabras a todo Israel,

2y les dijo: De edad de ciento veinte años soy hoy día; ya no puedo salir ni entrar; además de esto, Jehová me ha dicho: No pasarás este Jordán.

3Jehová tu Dios, él cruzará delante de ti; él destruirá a estas naciones delante de ti, y las heredarás. Josué será el que pasará delante de ti, como Jehová ha dicho.

4Y hará Jehová con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su tierra cuando los destruyó.

5Y los entregará Jehová delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo lo que os he mandado.

6Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.

7Y llamó Moisés a Josué y le dijo a la vista de todo Israel: Esfuérzate y anímate, porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.

8Y Jehová es el que va delante de ti; él estará contigo; no te dejará ni te desamparará; no temas ni te intimides.

9Y escribió Moisés esta ley, y se la dio a los sacerdotes, hijos de Leví, que llevaban el arca del convenio de Jehová, y a todos los ancianos de Israel.

10Y les mandó Moisés, diciendo: Al cabo del séptimo año, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos,

11cuando vaya todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escoja, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos.

12Harás congregar al pueblo, hombres y mujeres y niños, y a los extranjeros que estén en tus ciudades, para que oigan y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios y cuiden de poner por obra todas las palabras de esta ley.

13Y los hijos de ellos, que no la conocen, la escucharán y aprenderán a temer a Jehová vuestro Dios todos los días que viváis sobre la tierra a la cual vais, pasando el Jordán, para poseerla.

14Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, se ha acercado el día de tu muerte; llama a Josué, y esperad en el tabernáculo de reunión para que yo le dé un mandato. Fueron, pues, Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo de reunión.

15Y se apareció Jehová en el tabernáculo, en una columna de nube; y la columna de nube se puso sobre la entrada del tabernáculo.

16Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y se prostituirá tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para estar en medio de ella; y me abandonará y quebrantará mi convenio que he concertado con él.

17Y mi furor se encenderá contra él en aquel día. Y los abandonaré y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y les sobrevendrán muchos males y angustias, y dirán en aquel día: ¿No me han sobrevenido estos males porque no está mi Dios en medio de mí?

18Pero yo esconderé ciertamente mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos.

19Ahora, pues, escribid este cántico para vosotros y enseñadlo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sirva de testigo contra los hijos de Israel.

20Porque yo los introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán, y se saciarán y engordarán; y se volverán a dioses ajenos y les servirán; y me enojarán e invalidarán mi convenio.

21Y acontecerá que cuando les sobrevengan muchos males y angustias, entonces este cántico dará testimonio contra ellos, pues no caerán en el olvido en labios de sus descendientes; porque yo conozco lo que se proponen hacer y lo que hacen hoy, aun antes de que los introduzca en la tierra que juré darles.

22Y Moisés escribió este cántico aquel día, y lo enseñó a los hijos de Israel.

23Y dio este mandato a Josué hijo de Nun y dijo: Esfuérzate y anímate, pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo.

24Y cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirlo,

25mandó Moisés a los levitas que llevaban el arca del convenio de Jehová, diciendo:

26Tomad este libro de la ley y ponedlo al lado del arca del convenio de Jehová vuestro Dios, para que esté allí por testigo contra ti.

27Porque yo conozco tu rebelión y tu dura cerviz; he aquí, que aun viviendo yo hoy con vosotros, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto?

28Congregad ante mí a todos los ancianos de vuestras tribus y a vuestros oficiales; y hablaré en sus oídos estas palabras, y llamaré como testigos contra ellos a los cielos y a la tierra.

29Porque yo sé que después de mi muerte ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado, y que os ha de sobrevenir el mal en los postreros días, por haber hecho lo malo ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos.

30Entonces habló Moisés a oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo.




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