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domingo, 29 de abril de 2012

Lectura con Audio de la Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 109: 1 Reyes 11-12


Primer libro de los
Reyes..Capítulo 11
Salomón se casa con mujeres que no son israelitas y sus esposas desvían el corazón del rey hacia la adoración de dioses falsos — Jehová levanta adversarios en contra de él, entre ellos a Jeroboam hijo de Nabat — Ahías promete a Jeroboam que será rey de diez tribus — Salomón muere y Roboam reina en su lugar.

1Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras, a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón y a las heteas;

2gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros, porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor.

3Y tuvo setecientas esposas que eran princesas, y trescientas concubinas; y sus mujeres le desviaron el corazón.

4Y aconteció que Salomón ya era viejo, y sus mujeres le inclinaron el corazón tras dioses ajenos, y su corazón ya no era perfecto para con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.

5Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, dios abominable de los amonitas.

6E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente tras Jehová como David, su padre.

7Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, dios abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.

8E hizo lo mismo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.

9Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto se había desviado su corazón de Jehová Dios de Israel, quien se le había aparecido dos veces,

10y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; pero él no guardó lo que le había mandado Jehová.

11Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto has hecho esto, y no has guardado mi convenio y mis estatutos que yo te mandé, arrancaré el reino de ti y lo entregaré a tu siervo.

12Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David, tu padre, sino que lo arrancaré de la mano de tu hijo.

13Pero no arrancaré todo el reino, sino que le daré una tribu a tu hijo, por amor a David, mi siervo, y por amor a Jerusalén, la que yo he elegido.

14Y Jehová levantó un adversario a Salomón: Hadad, el edomita, de sangre real, que estaba en Edom.

15Sucedió que cuando David estaba en Edom, y subió Joab, el general del ejército, a enterrar los muertos, y mató a todos los hombres de Edom

16(porque seis meses habitó allí Joab, y todo Israel, hasta que hubo acabado con todos los varones de Edom),

17Hadad huyó, y con él algunos hombres edomitas de los siervos de su padre, y se fue a Egipto; era entonces Hadad un muchacho pequeño.

18Y se levantaron de Madián y llegaron a Parán; y tomaron consigo hombres de Parán, y llegaron a Egipto, a Faraón, rey de Egipto, quien le dio casa, y le asignó alimentos y aun le dio tierra.

19Y halló Hadad gran favor delante de Faraón, el cual le dio por esposa a la hermana de su esposa, la hermana de la reina Tahpenes.

20Y la hermana de Tahpenes le dio a luz a su hijo Genubat, a quien Tahpenes destetó en casa de Faraón; y estaba Genubat en casa de Faraón entre los hijos de Faraón.

21Y al oír Hadad en Egipto que David había dormido con sus padres, y que Joab, general del ejército, había muerto, Hadad dijo a Faraón: Déjame ir a mi tierra.

22Y le respondió Faraón: ¿Qué te falta conmigo que procuras irte a tu tierra? Y él respondió: Nada; con todo, te ruego que me dejes ir.

23Y Dios también le levantó otro adversario, Rezón hijo de Eliada, el cual había huido de su amo Hadar-ezer, rey de Soba.

24Y había reunido consigo hombres y se había hecho capitán de una tropa cuando David mató a los de Soba. Después fueron a Damasco, y habitaron allí y reinaron en Damasco.

25Y él fue adversario de Israel todos los días de Salomón; y fue otro mal junto con el de Hadad, porque aborreció a Israel y reinó sobre Siria.

26También Jeroboam hijo de Nabat, efrateo de Sereda, siervo de Salomón, cuya madre se llamaba Zerúa, la cual era viuda, alzó su mano contra el rey.

27Y la causa por la cual éste alzó su mano contra el rey fue ésta: Salomón edificó Milo y cerró la brecha de la ciudad de David, su padre.

28Y Jeroboam era un hombre valiente y poderoso, y al ver Salomón que el joven era un hombre laborioso, le encomendó toda la carga de la casa de José.

29Y aconteció en aquel tiempo que, al salir Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías, el silonita, y éste iba cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo.

30Y tomó Ahías la capa nueva que tenía sobre sí, y la rasgó en doce pedazos,

31y dijo a Jeroboam: Toma para ti diez pedazos, porque así dice Jehová Dios de Israel: He aquí que arrancaré el reino de manos de Salomón, y a ti te daré diez tribus

32(y él tendrá una tribu por amor a David, mi siervo, y por amor a Jerusalén, ciudad que yo he elegido de entre todas las tribus de Israel);

33por cuanto me han abandonado y han adorado a Astoret, diosa de los sidonios, y a Quemos, dios de Moab, y a Moloc, dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos, ni en mis estatutos, ni en mis decretos, como hizo su padre David.

34Pero no quitaré todo el reino de sus manos, sino que lo haré gobernante todos los días de su vida, por amor a David, mi siervo, al cual yo elegí, y quien guardó mis mandamientos y mis estatutos;

35pero yo quitaré el reino de manos de su hijo y te lo daré a ti, esto es, las diez tribus.

36Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga una lámpara todos los días delante de mí en Jerusalén, ciudad que yo me elegí para poner allí mi nombre.

37Yo, pues, te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que desee tu alma, y serás rey sobre Israel.

38Y sucederá que si escuchas todas las cosas que te mande, y andas en mis caminos, y haces lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo mi siervo David, yo estaré contigo y te edificaré una casa firme, como la edifiqué a David, y te entregaré a Israel.

39Y yo afligiré a la descendencia de David a causa de esto, pero no para siempre.

40Procuró, por tanto, Salomón matar a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac, rey de Egipto, y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón.

41Los demás hechos de Salomón, y todas las cosas que hizo y su sabiduría, ¿no están escritos en el libro de los hechos de Salomón?

42Y los días que Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel fueron cuarenta años.

43Y durmió Salomón con sus padres y fue sepultado en la ciudad de su padre David; y reinó en su lugar Roboam, su hijo.

Primer libro de los
Reyes..Capítulo 12

Roboam trata de imponer cargas más pesadas sobre el pueblo — Las diez tribus se rebelan y se vuelven a Jeroboam — Jeroboam se entrega a la idolatría y adora dioses falsos.

1 Y Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había ido a Siquem para hacerlo rey.

2Y aconteció que cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, que aún estaba en Egipto, adonde había huido de delante del rey Salomón, y habitaba en Egipto,

3enviaron a llamarle. Vino, pues, Jeroboam con toda la congregación de Israel, y hablaron a Roboam, diciendo:

4Tu padre agravó nuestro yugo; y ahora, disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos.

5Y él les dijo: Idos, y de aquí a tres días volved a mí. Y el pueblo se fue.

6Entonces el rey Roboam pidió consejo a los ancianos que habían estado delante de su padre Salomón cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda yo a este pueblo?

7Y ellos le hablaron, diciendo: Si hoy te haces siervo de este pueblo y lo sirves, y les respondes y les dices buenas palabras, ellos te servirán para siempre.

8Pero él desechó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo a los jóvenes que se habían criado con él y que estaban delante de él.

9Y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo que me ha hablado, diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?

10Entonces los jóvenes que se habían criado con él le respondieron, diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo, pero tú disminúyenos algo; así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre.

11Ahora pues, mi padre os cargó con un pesado yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, pero yo os castigaré con escorpiones.

12Y al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según lo había mandado el rey, diciendo: Volved a mí al tercer día.

13Y el rey respondió al pueblo duramente, desechando el consejo que los ancianos le habían dado,

14y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, pero yo os castigaré con escorpiones.

15Y no escuchó el rey al pueblo, porque era designio de Jehová para confirmar la palabra que Jehová había hablado por medio de Ahías, el silonita, a Jeroboam hijo de Nabat.

16Y cuando todo Israel vio que el rey no les escuchaba, el pueblo respondió al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos herencia en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡David, mira ahora por tu casa! Entonces Israel se fue a sus tiendas.

17Pero reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá.

18Y el rey Roboam envió a Adoram, que estaba sobre los tributos; pero le apedreó todo Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se apresuró a subir en un carro y huir a Jerusalén.

19Así se rebeló Israel contra la casa de David hasta hoy.

20Y aconteció, que al oír todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle a la congregación, y le hicieron rey sobre todo Israel, sin quedar tribu alguna que siguiese a la casa de David, sino sólo la tribu de Judá.

21Y cuando Roboam llegó a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil guerreros escogidos, para hacer la guerra contra la casa de Israel y hacer volver el reino a Roboam hijo de Salomón.

22Pero vino la palabra de Jehová a Semaías, hombre de Dios, diciendo:

23Habla a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de Benjamín, y a los demás del pueblo, y diles:

24Así ha dicho Jehová: No vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos, los hijos de Israel; vuelva cada uno a su casa, porque esto lo he hecho yo. Y ellos escucharon la palabra de Dios, y volvieron y se fueron, conforme a la palabra de Jehová.

25Y reedificó Jeroboam Siquem en los montes de Efraín, y habitó en ella; y salió de allí y reedificó Penuel.

26Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora volverá el reino a la casa de David.

27Si este pueblo sube a ofrecer sacrificios en la casa de Jehová en Jerusalén, el corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam, rey de Judá, y me matarán a mí y se volverán a Roboam, rey de Judá.

28Y después de tomar consejo, hizo el rey dos becerros de oro y dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, que te hicieron subir de la tierra de Egipto.

29Y puso uno en Bet-el y puso el otro en Dan.

30Y esto fue causa de pecado, porque el pueblo iba a adorar delante de uno de ellos, hasta Dan.

31Hizo también casas en los lugares altos, e hizo sacerdotes de entre todo el pueblo que no eran de los hijos de Leví.

32Entonces instituyó Jeroboam una fiesta solemne en el mes octavo, a los quince días del mes, semejante a la fiesta solemne que se celebraba en Judá; y ofreció sacrificios sobre el altar. Así hizo en Bet-el, ofreciendo sacrificios a los becerros que había hecho. Puso también en Bet-el sacerdotes para los lugares altos que él había hecho.

33Y ofreció sacrificios sobre el altar que él había hecho en Bet-el, a los quince días del mes octavo, en el mes que él había inventado en su propio corazón; e hizo fiesta para los hijos de Israel, y subió al altar para ofrendar.




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