Seguidores

domingo, 2 de diciembre de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 250: Oseas 1-7


Capítulo 1
Oseas y su familia son una señal para Israel — En el día del recogimiento, los del pueblo de Israel llegarán a ser los hijos del Dios viviente.

1 La palabra de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.

2 El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Y dijo Jehová a Oseas: Ve, toma para ti como esposa una mujer dada a la prostitución y ten hijos de prostitución; porque la tierra se ha dado a la fornicación, apartándose de Jehová.

3 Fue, pues, y tomó a Gomer, hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo.

4 Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel, porque dentro de poco yo castigaré a la casa de Jehú por motivo de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel.

5 Y acaecerá que en aquel día quebraré yo el arco de Israel en el valle de Jezreel.

6 Y ella concibió otra vez y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama; porque no tendré más misericordia de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo.

7 Mas de la casa de Judá tendré misericordia y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.

8 Y después de haber destetado a Lo-ruhama, Gomer concibió y dio a luz un hijo.

9 Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.

10 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y sucederá que en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois mi pueblo, se les dirá: Sois hijos del Dios viviente.

11 Y los hijos de Judá y de Israel serán congregados en uno, y nombrarán para sí un solo jefe y subirán de la tierra, porque grande será el día de Jezreel.

Capítulo 2

El adorar dioses falsos acarrea graves juicios sobre Israel — En los últimos días, Israel se reconciliará con Jehová y será Su pueblo.

1 Decid a vuestros hermanos: aAmmi, y a vuestras hermanas: bRuhama.

2 Contended con vuestra amadre, contended, porque ella no es mi esposa ni yo su marido; que quite, pues, sus fornicaciones de su rostro y sus adulterios de entre sus pechos;

3 no sea que yo la adesnude del todo, y la deje como el día en que bnació, y la haga como un desierto, y la deje como tierra seca y la mate de csed.

4 No tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución.

5 Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi apan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.

6 Por tanto, he aquí, yo acercaré tu camino con espinos, y la cercaré con bseto, y no hallará ella sus caminos.

7 Y seguirá a sus amantes, pero no los alcanzará; los buscará, pero no los hallará. Entonces dirá: Iré y volveré a mi primer amarido, porque mejor me iba entonces que ahora.

8 Y ella no reconoció que yo le daba el atrigo, y el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que usaban para Baal.

9 Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo a su tiempo y mi vino en su sazón, y le quitaré mi lana y mi lino que le había dado para cubrir su desnudez.

10 Y ahora descubriré yo su alascivia delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano.

11 Y haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus lunas nuevas y sus días de reposo y todas sus fiestas solemnes.

12 Asolaré sus vides y sus higueras, de las cuales ha dicho: Ésta es la paga que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y se las comerán las bestias del campo.

13 Y la castigaré por los días en que quemaba incienso a los abaales, y se adornaba con sus zarcillos y sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.

14 Pero he aquí, yo la atraeré, y la llevaré al desierto y hablaré a su corazón.

15 Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de aAcor será como puerta de esperanza; y allí bcantará como en los días de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.

16 Y sucederá que en aquel adía, dice Jehová, me llamarás bIshi, y nunca más me llamarás cBaali.

17 Porque quitaré de su boca los nombres de los abaales, y nunca más serán recordados por sus nombres.

18 Y haré por ellos aconvenio en aquel día con las bbestias del campo, y con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quebraré el arco y la espada, y quitaré la guerra de la tierra y los haré reposar cseguros.

19 Y ate desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, y en juicio, y en benignidad y en misericordia.

20 Y te desposaré conmigo en fidelidad, y aconocerás a Jehová.

21 Y acontecerá que en aquel día responderé, dice Jehová; yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra;

22 y la tierra responderá al trigo, y al vino y al aceite, y ellos responderán a aJezreel.

23 Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de aLo-ruhama; y diré a bLo-ammi: ¡Pueblo mío eres tú!, y él dirá: ¡Dios mío!

Capítulo 3

En los últimos días, Israel buscará a Jehová, y volverá a Él y participará de Su bondad.

1 Y me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, tal como Jehová ama a los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos y aman los panes de pasas.

2 La compré entonces para mí por quince piezas de plata y un homer y medio de cebada.

3 Y le dije: Tú estarás conmigo muchos días; no fornicarás ni tomarás otro hombre; lo mismo haré yo contigo.

4 Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, y sin príncipe, y sin sacrificio, y sin estatua, y sin efod y sin terafines.

5 Después volverán los hijos de Israel y buscarán a Jehová su Dios y a David, su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en los últimos días.

Capítulo 4

Israel pierde toda verdad, toda misericordia y todo conocimiento de Dios y se prostituye en pos de dioses falsos.

1 Oíd la palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová acontiende con los moradores de la tierra, porque no hay verdad, ni misericordia ni conocimiento de Dios en la tierra.

2 El perjurar, y el mentir, y el matar, y el hurtar y el cometer adulterio prevalecen, y el derramar sangre tras sangre.

3 Por lo cual la atierra estará de duelo, y desfallecerá todo morador de ella con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar desaparecerán.

4 Que ningún hombre acontienda ni reprenda a otro hombre, porque tu pueblo es como los que contienden con el sacerdote.

5 Caerás, por tanto, en pleno día, y caerá también contigo ael profeta de noche; y a tu bmadre destruiré.

6 Mi pueblo fue destruido porque le faltó aconocimiento. Por cuanto tú bdesechaste el conocimiento, yo te desecharé a ti y no serás sacerdote para mí; y porque olvidaste la cley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.

7 Cuanto más se multiplicaban, más pecaban contra mí; también yo cambiaré su honra en afrenta.

8 Comen del pecado de mi pueblo, y en su iniquidad ponen su alma.

9 Y será el pueblo como el sacerdote; y los castigaré por sus caminos y les pagaré conforme a sus obras.

10 Y comerán, mas no se saciarán; fornicarán, mas no se multiplicarán, porque dejaron de hacer caso a Jehová.

11 aFornicación, y vino y mosto quitan el bjuicio.

12 Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta, y su palo le responde; porque un aespíritu de fornicaciones lo hizo errar, y dejaron a su Dios para fornicar.

13 Sobre las cimas de los montes sacrifican, y queman incienso sobre los collados, debajo de las encinas, y de los álamos y de los olmos, porque tenían buena sombra; por tanto, vuestras hijas fornicarán, y vuestras nueras acometerán adulterio.

14 No castigaré a vuestras hijas cuando forniquen, ni a vuestras nueras cuando cometan adulterio; porque ellos mismos se van con rameras y con malas mujeres ofrecía sacrificios; por tanto, el pueblo sin entendimiento caerá.

15 aSi fornicas tú, oh Israel, al menos que Judá no se haga culpable. ¡Y no entréis en Gilgal, ni subáis a bBet-avén ni juréis: Vive Jehová!

16 Porque como novilla terca se apartó Israel. ¿Los apacentará ahora Jehová como a un cordero en lugar espacioso?

17 Efraín se ha unido a ídolos; déjalo.

18 Su bebida se corrompió; fornicaron apertinazmente; sus príncipes amaron con pasión lo que avergüenza.

19 aLa ató el viento en sus alas, y de sus sacrificios se avergonzarán.

Capítulo 5

Los reinos de Judá y de Israel caerán por causa de sus iniquidades.

1 Sacerdotes, oíd esto; y estad atentos, casa de Israel; y casa del rey, escuchad. Porque contra vosotros es el juicio, pues habéis sido trampa en Mizpa y red tendida sobre Tabor.

2 Y los rebeldes se han sumergido en la matanza; por tanto, yo los castigaré a todos ellos.

3 Yo conozco a Efraín, e Israel no me es desconocido; porque ahora, oh Efraín, has fornicado, y se ha contaminado Israel.

4 Su conducta no los encamina a volver a su Dios, porque un espíritu de fornicación hay en medio de ellos, y no conocen a Jehová.

5 Y la soberbia de Israel testificará en su propia cara; e Israel y Efraín tropezarán en su iniquidad; tropezará también Judá con ellos.

6 Con sus ovejas y con sus vacas andarán buscando a Jehová, pero no le hallarán; se ha apartado de ellos.

7 Contra Jehová actuaron pérfidamente, porque hijos extraños han engendrado; ahora los devorará en sólo un mes con sus heredades.

8 ¡Tocad corneta en Gabaa, trompeta en Ramá! ¡Gritad en alarma en Bet-avén: Tras ti, oh Benjamín!

9 Efraín será asolado en el día de la reprensión; entre las tribus de Israel hago saber lo que con certeza es.

10 Los príncipes de Judá fueron como los que mueven los linderos; derramaré mi ira sobre ellos como agua mi ira.

11 Efraín está oprimido, quebrantado en juicio, porque quiso andar en pos de vanidades.

12 Yo, pues, seré como polilla para Efraín y como carcoma para la casa de Judá.

13 Y verá Efraín su enfermedad, y Judá su llaga; irá entonces Efraín a Asiria y enviará al rey Jareb; pero él no os podrá sanar ni os curará la llaga.

14 Porque yo seré como león para Efraín y como cachorro de león para la casa de Judá; yo, yo mismo despedazaré y me iré; quitaré, y no habrá quien libre.

15 Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su culpa y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán con afán.

Capítulo 6

Oseas invita a Israel a volver a Jehová y a servirle — La misericordia y el conocimiento de Dios son más importantes que los sacrificios rituales.

1 Venid y volvamos a Jehová; porque él despedazó, y nos curará; hirió, y nos vendará.

2 Nos dará vida después de dos días; al tercer día nos levantará, y viviremos delante de él.

3 Y conoceremos y proseguiremos en conocer a Jehová; segura como el alba es su salida; y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.

4 ¿Qué te haré a ti, oh Efraín? ¿Qué te haré a ti, oh Judá? La piedad vuestra es como nube de la mañana y como el rocío de la madrugada que se desvanece.

5 Por esta causa los he despedazado por medio de los profetas; con las palabras de mi boca los he matado, y tus juicios serán como luz que sale.

6 Porque misericordia quiero y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.

7 Mas ellos, cual Adán, transgredieron el convenio; allí actuaron pérfidamente contra mí.

8 Galaad, ciudad de obradores de iniquidad, manchada de sangre.

9 Y como ladrones al acecho de algún hombre, así una compañía de sacerdotes mata en el camino hacia Siquem; así cometen perversidad.

10 En la casa de Israel he visto algo horrible; allí fornicó Efraín; se contaminó Israel.

11 Para ti también, oh Judá, está preparada una siega, cuando yo haga volver de la cautividad a mi pueblo.

Capítulo 7

Se reprende a Israel por sus numerosos pecados — Efraín se mezcla con los demás pueblos.

1 Mientras yo quería curar a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín y las maldades de Samaria, porque hacen engaño; y entra el ladrón, y la banda de salteadores despoja por fuera.

2 Y no consideran en su corazón que tengo memoria de toda su maldad; ahora los rodean sus propias obras; delante de mí están.

3 Con su maldad alegran al rey, y a los príncipes con sus mentiras.

4 Todos ellos son adúlteros; son como horno encendido por el hornero, que cesa de avivar el fuego después que está hecha la masa, hasta que se haya leudado.

5 En el día de nuestro rey, los príncipes lo hicieron enfermar con copas de vino; extendió su mano con los escarnecedores.

6 Porque disponen su corazón para la intriga, como se prepara un horno; toda la noche duerme su hornero; a la mañana está encendido como llama de fuego.

7 Todos ellos arden como un horno y devoran a sus jueces; han caído todos sus reyes; no hay entre ellos quien a mí clame.

8 Efraín se mezcla con los demás pueblos; Efraín es como torta no volteada.

9 Extraños han devorado sus fuerzas, y él no lo sabe; y aun las canas se han esparcido sobre él, y él no lo sabe.

10 Y la soberbia de Israel testificará contra él en su propia cara; y ellos no se vuelven a Jehová su Dios ni le buscan a pesar de todo eso.

11 Y Efraín es como una paloma incauta, sin entendimiento; llaman a Egipto, acuden a Asiria.

12 Cuando vayan, tenderé sobre ellos mi red; los haré caer como aves del cielo; los castigaré conforme a lo que se ha oído en su congregación.

13 ¡Ay de ellos, porque se apartaron de mí! ¡Destrucción sobre ellos, porque contra mí transgredieron! Yo los redimiría, pero ellos hablaron mentiras contra mí.

14 Y no clamaron a mí con su corazón cuando gemían sobre sus camas; por el trigo y el mosto se congregaron; se rebelaron contra mí.

15 Aunque yo adiestré y fortalecí sus brazos, contra mí traman el mal.

16 Se volvieron, pero no al Altísimo; fueron como arco engañoso; caerán sus príncipes a espada por la insolencia de su lengua; esto será su escarnio en la tierra de Egipto.