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sábado, 31 de marzo de 2012

Lectura con Audio de la Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 86:1 Samuel 10-12


Samuel..Capítulo 10
Samuel unge a Saúl para ser príncipe sobre la heredad de Jehová (Israel) — Samuel manifiesta el don de vidente — Saúl profetiza entre los profetas y Jehová efectúa un cambio en el corazón de él — Saúl es escogido rey en Mizpa.

1Tomando entonces Samuel un frasco de aceite, lo derramó sobre la cabeza de Saúl, y lo besó y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová como príncipe sobre su heredad?

2Hoy, después que te hayas apartado de mí, hallarás dos hombres junto al sepulcro de Raquel, en el territorio de Benjamín, en Selsa, los cuales te dirán: Las asnas que habías ido a buscar se han hallado; tu padre, pues, ha dejado ya de preocuparse del asunto de las asnas y está angustiado por vosotros, diciendo: ¿Qué haré acerca de mi hijo?

3Y de allí seguirás más adelante y llegarás a la encina de Tabor, y te saldrán al encuentro tres hombres que suben a Dios en Bet-el, llevando uno tres cabritos, y otro tres tortas de pan y el tercero una vasija de vino,

4Después que te hayan saludado, te darán dos panes, los cuales tomarás de manos de ellos.

5De allí llegarás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y cuando entres allá en la ciudad, encontrarás un grupo de profetas que descienden del lugar alto, precedidos de salterio, y pandero, y flauta y arpa, y ellos profetizando.

6Y el espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos y serás cambiado en otro hombre.

7Y cuando te hayan sobrevenido estas señales, haz lo que te venga a mano, porque Dios está contigo.

8Y bajarás delante de mí a Gilgal; y he aquí, descenderé yo a ti para ofrecer holocaustos y sacrificar ofrendas de paz. Espera siete días, hasta que yo venga a ti y te enseñe lo que has de hacer.

9Y sucedió que cuando volvió él la espalda para apartarse de Samuel, Dios le cambió el corazón; y todas estas señales acaecieron en aquel día.

10Y cuando llegaron allá al collado, he aquí, el grupo de los profetas que venía a encontrarse con él; y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos.

11Y aconteció que cuando todos los que le conocían de antes vieron que profetizaba con los profetas, se decían el uno al otro: ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿Saúl también entre los profetas?

12Y un hombre de allí respondió y dijo: ¿Y quién es el padre de ellos? Por esta causa se hizo proverbio: ¿También Saúl entre los profetas?

13Y cesó de profetizar y llegó al lugar alto.

14Y un tío de Saúl dijo a él y a su criado: ¿A dónde fuisteis? Y él respondió: A buscar las asnas; y como vimos que no aparecían, acudimos a Samuel.

15Y dijo el tío de Saúl: Yo te ruego que me declares qué os dijo Samuel.

16Y Saúl respondió a su tío: Nos declaró expresamente que las asnas habían sido halladas. Mas del asunto del reino, de que Samuel le había hablado, no le descubrió nada.

17Y Samuel convocó al pueblo delante de Jehová en Mizpa,

18y dijo a los hijos de Israel: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Yo saqué a Israel de Egipto, y os libré de manos de los egipcios y de manos de todos los reinos que os afligieron.

19Pero vosotros habéis desechado hoy a vuestro Dios, que os guarda de todas vuestras aflicciones y angustias, y le habéis dicho: No, sino pon rey sobre nosotros. Ahora, pues, presentaos delante de Jehová por vuestras tribus y por vuestros millares.

20Y Samuel hizo acercarse a todas las tribus de Israel, y fue tomada la tribu de Benjamín.

21E hizo que se acercara la tribu de Benjamín por sus familias, y fue tomada la familia de Matri; y de ella fue tomado Saúl hijo de Cis. Y le buscaron, pero no fue hallado.

22Preguntaron, pues, otra vez a Jehová si aún había de venir allí aquel hombre. Y respondió Jehová: He aquí que él está escondido entre el bagaje.

23Entonces corrieron y lo sacaron de allí, y puesto en medio del pueblo, desde los hombros arriba era más alto que todo el pueblo.

24Y Samuel dijo a todo el pueblo: ¿Habéis visto al que ha elegido Jehová, que no hay semejante a él en todo el pueblo? Entonces el pueblo clamó con alegría, diciendo: ¡Viva el rey!

25Samuel recitó luego al pueblo el proceder del reino, y lo escribió en un libro, el cual guardó delante de Jehová. Y envió Samuel a todo el pueblo, cada uno a su casa.

26Y Saúl también se fue a su casa en Gabaa, y fueron con él los hombres de guerra cuyos corazones Dios había tocado.

27Pero ciertos hombres insolentes dijeron: ¿Cómo nos ha de salvar éste? Y le tuvieron en poco y no le trajeron presente; mas él disimuló.

Samuel..Capítulo 11

Los amonitas suben contra los israelitas de Jabes de Galaad y los sitian — Saúl los rescata y derrota a los amonitas — Se confirma su reinado en Gilgal.

1 Y subió Nahas, el amonita, contra Jabes de Galaad y la sitió. Y todos los de Jabes dijeron a Nahas: Haz alianza con nosotros, y te serviremos.

2Y Nahas, el amonita les respondió: Con esta condición haré alianza con vosotros: que a cada uno de todos vosotros le saque yo el ojo derecho, y ponga esta afrenta sobre todo Israel.

3Entonces los ancianos de Jabes le dijeron: Danos siete días para que enviemos mensajeros por todo el territorio de Israel, y si no hay nadie que nos defienda, nos rendiremos a ti.

4Y cuando llegaron los mensajeros a Gabaa de Saúl, dijeron estas palabras a oídos del pueblo; y todo el pueblo alzó la voz y lloró.

5Y he aquí que Saúl venía del campo detrás de los bueyes, y dijo Saúl: ¿Qué tiene el pueblo que está llorando? Y le contaron las palabras de los hombres de Jabes.

6Y al oír Saúl estas palabras, el espíritu de Dios vino sobre él con poder, y se encendió su ira en gran manera.

7Y tomando un par de bueyes, los cortó en pedazos y los envió por todo el territorio de Israel por medio de mensajeros, diciendo: Cualquiera que no salga en pos de Saúl y en pos de Samuel, así se hará con sus bueyes. Y cayó el temor de Jehová sobre el pueblo, y salieron todos como un solo hombre.

8Y los contó en Bezec, y eran los hijos de Israel trescientos mil, y treinta mil los hombres de Judá.

9Y respondieron a los mensajeros que habían venido: Así diréis a los de Jabes de Galaad: Mañana al calentar el sol, seréis librados. Y fueron los mensajeros y lo dijeron a los de Jabes, y ellos se alegraron.

10Y los de Jabes dijeron: Mañana saldremos a vosotros, para que hagáis con nosotros todo lo que os parezca bien.

11Y aconteció que al día siguiente dispuso Saúl al pueblo en tres escuadrones, y entraron en medio del campamento durante la vigilia de la mañana e hirieron a los amonitas hasta que el día calentó; y los que quedaron fueron dispersados, de tal manera que no quedaron dos de ellos juntos.

12El pueblo entonces dijo a Samuel: ¿Quiénes son los que decían: ¿Ha de reinar Saúl sobre nosotros? Dadnos a esos hombres y los mataremos.

13Y Saúl dijo: No morirá hoy ninguno, porque hoy Jehová ha traído salvación a Israel.

14Entonces Samuel dijo al pueblo: Venid, vamos a Gilgal para que confirmemos allí el reino.

15Y fue todo el pueblo a Gilgal, e invistieron allí a Saúl como rey delante de Jehová en Gilgal. Y sacrificaron allí ofrendas de paz delante de Jehová, y se alegraron mucho allí Saúl y todos los de Israel.

Samuel..Capítulo 12

Samuel testifica de sus tratos justos en Israel — Reprocha al pueblo su ingratitud — Los exhorta a guardar los mandamientos a fin de que Jehová no los destruya, ni a ellos ni a su rey.

1 Y dijo Samuel a todo Israel: He aquí, yo he escuchado vuestra voz en todas las cosas que me habéis dicho, y os he puesto un rey.

2Ahora, pues, he aquí que vuestro rey va delante de vosotros. Yo soy ya viejo y estoy lleno de canas; y he aquí, mis hijos están con vosotros, y yo he andado delante de vosotros desde mi juventud hasta este día.

3Aquí estoy; atestiguad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, o si he tomado el asno de alguno, o si he calumniado a alguien, o si he agraviado a alguno o si de alguien he aceptado soborno por el cual haya cerrado mis ojos; y os lo restituiré.

4Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado ni agraviado, ni has tomado nada de mano de ningún hombre.

5Y él les dijo: Jehová es testigo contra vosotros, y su ungido también es testigo en este día, de que no habéis hallado en mis manos cosa alguna. Y ellos respondieron: Él es testigo.

6Entonces Samuel dijo al pueblo: Jehová es quien designó a Moisés y a Aarón, y quien sacó a vuestros padres de la tierra de Egipto.

7Ahora, pues, aguardad, y yo expondré ante vosotros delante de Jehová todos los actos de justicia que Jehová ha hecho por vosotros y por vuestros padres.

8Cuando Jacob hubo entrado en Egipto y entonces vuestros padres clamaron a Jehová, Jehová envió a Moisés y a Aarón, quienes sacaron a vuestros padres de Egipto y los hicieron habitar en este lugar.

9Pero olvidaron a Jehová su Dios, y él los vendió en manos de Sísara, capitán del ejército de Hazor, y en manos de los filisteos y en manos del rey de Moab, que les hicieron la guerra.

10Y ellos clamaron a Jehová y dijeron: Hemos pecado, porque hemos abandonado a Jehová y hemos servido a los baales y a Astarot; líbranos, pues, ahora de manos de nuestros enemigos, y te serviremos.

11Entonces Jehová envió a Jerobaal, y a Bedán, y a Jefté y a Samuel, y os libró de manos de vuestros enemigos de alrededor, y habitasteis seguros.

12Y habiendo visto que Nahas, rey de los hijos de Amón, venía contra vosotros, me dijisteis: No, sino que ha de reinar un rey sobre nosotros, cuando vuestro rey era Jehová vuestro Dios.

13Ahora, pues, he aquí el rey que habéis elegido, el cual pedisteis; ya veis que Jehová ha puesto rey sobre vosotros.

14Si teméis a Jehová, y le servís, y escucháis su voz y no sois rebeldes a la palabra de Jehová, entonces, tanto vosotros como el rey que reina sobre vosotros, continuaréis yendo en pos de Jehová vuestro Dios.

15Mas si no escucháis la voz de Jehová y si sois rebeldes a las palabras de Jehová, la mano de Jehová estará contra vosotros como estuvo contra vuestros padres.

16Esperad aún ahora y mirad esta gran cosa que Jehová hará delante de vuestros ojos.

17¿No es ahora la siega del trigo? Yo clamaré a Jehová, y él dará truenos y lluvia, para que conozcáis y veáis que es grande vuestra maldad que habéis hecho ante los ojos de Jehová al haber pedido un rey para vosotros.

18Y Samuel clamó a Jehová, y Jehová dio truenos y lluvia en aquel día; y todo el pueblo temió en gran manera a Jehová y a Samuel.

19Entonces dijo todo el pueblo a Samuel: Ruega por tus siervos a Jehová tu Dios para que no muramos, porque a todos nuestros pecados hemos añadido este mal de pedir un rey para nosotros.

20Y Samuel respondió al pueblo: No temáis; vosotros habéis cometido todo este mal, pero con todo eso, no os apartéis de ir en pos de Jehová, sino servid a Jehová con todo vuestro corazón.

21No os apartéis yendo en pos de las vanidades que no aprovechan ni libran, porque son vanidades.

22Pues Jehová no desamparará a su pueblo por su gran nombre, porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo.

23Así que, en cuanto a mí, lejos esté de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros; antes bien, yo os enseñaré el camino bueno y recto.

24Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón, pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.

25Mas si perseveráis en hacer el mal, vosotros y vuestro rey pereceréis.





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