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lunes, 2 de abril de 2012

Lectura con Audio de la Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 88:1 Samuel 15-16


Primer libro de
Samuel..Capítulo 15
Se manda a Saúl atacar y destruir a los amalecitas y todo lo que poseen — Aparta algunos animales para sacrificarlos — Saúl es rechazado como rey y se le dice que el obedecer es mejor que el sacrificio — Samuel destruye a Agag.

1Y Samuel dijo a Saúl: Jehová me envió a que te ungiese como rey sobre su pueblo Israel; escucha, pues, la voz de las palabras de Jehová.

2Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo castigaré a Amalec por lo que hizo a Israel cuando se le opuso en el camino mientras subía de Egipto.

3Ve, pues, y ataca a Amalec, y destruye todo lo que tiene y no te apiades de él; mata a hombres y a mujeres, a niños y hasta a los de pecho, y vacas y ovejas, camellos y asnos.

4Saúl, pues, convocó al pueblo y los contó en Telaim: doscientos mil de a pie y diez mil hombres de Judá.

5Y fue Saúl a la ciudad de Amalec y puso emboscada en el valle.

6Y dijo Saúl a los ceneos: Idos, apartaos y salid de entre los de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel cuando subían de Egipto. Y se apartaron, pues, los ceneos de entre los de Amalec.

7Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur, que está enfrente de Egipto.

8Y tomó vivo a Agag, rey de Amalec, mas a todo el pueblo mató a filo de espada.

9Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas, y del ganado mayor, y de los animales engordados, y de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; pero todo lo que era vil y despreciable lo destruyeron.

10Y vino la palabra de Jehová a Samuel, diciendo:

11Me pesa haber puesto a Saúl como rey, porque se ha apartado de mí y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel y clamó a Jehová toda aquella noche.

12Madrugó Samuel para ir a encontrar a Saúl por la mañana; y le fue dado aviso a Samuel, diciendo: Saúl ha ido a Carmel, y he aquí, él se ha levantado un monumento; y después, dando una vuelta, ha pasado adelante y ha descendido a Gilgal.

13Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la palabra de Jehová.

14Samuel entonces dijo: ¿Pues, qué es este balido de ovejas que suena en mis oídos y este bramido de bueyes que yo oigo?

15Y Saúl respondió: De Amalec los han traído, porque el pueblo perdonó a lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos por completo.

16Entonces dijo Samuel a Saúl: Déjame declararte lo que Jehová me ha dicho esta noche. Y él le respondió: Habla.

17Y dijo Samuel: Aunque eras pequeño ante tus propios ojos, ¿no has sido hecho cabeza de las tribus de Israel, y Jehová te ha ungido como rey sobre Israel?

18Y te envió Jehová en misión y dijo: Ve, y destruye a los pecadores de Amalec y hazles la guerra hasta que los acabes.

19¿Por qué, pues, no has obedecido la voz de Jehová, sino que te has lanzado sobre el botín y has hecho lo malo ante los ojos de Jehová?

20Y Saúl respondió a Samuel: Antes bien, he obedecido la voz de Jehová, y fui a la misión que Jehová me envió, y he traído a Agag, rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas.

21Mas el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, las primicias del anatema, para sacrificarlas a Jehová tu Dios en Gilgal.

22Y Samuel dijo: ¿Acaso se complace Jehová tanto en los holocaustos y en los sacrificios como en la obediencia a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

23Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como iniquidad e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.

24Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos.

25Perdona, pues, ahora mi pecado y vuelve conmigo para que adore a Jehová.

26Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo, porque desechaste la palabra de Jehová, y Jehová te ha desechado para que no seas rey sobre Israel.

27Cuando Samuel se volvió para irse, Saúl echó mano del borde de su manto, el cual se desgarró.

28Entonces Samuel le dijo: Jehová ha desgarrado hoy de ti el reino de Israel y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú.

29Y además, el Sempiterno de Israel no mentirá ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta.

30Y él dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, y que vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios.

31Y volvió Samuel tras Saúl, y adoró Saúl a Jehová.

32Después dijo Samuel: Traedme a Agag, rey de Amalec. Y Agag vino a él alegremente. Y dijo Agag: Ciertamente ya pasó la amargura de la muerte.

33Y Samuel dijo: Como tu espada dejó a las mujeres sin hijos, así tu madre será sin hijo entre las mujeres. Entonces Samuel cortó en pedazos a Agag delante de Jehová en Gilgal.

34Se fue luego Samuel a Ramá, y Saúl subió a su casa en Gabaa de Saúl.

35Y nunca más vio Samuel a Saúl hasta el día de su muerte; y Samuel lloraba por Saúl, y Jehová se había arrepentido de haber puesto a Saúl como rey sobre Israel.

Primer libro de
Samuel..Capítulo 16

Jehová escoge a David, de Belén, como rey — Es ungido por Samuel — Saúl escoge a David como su acompañante y paje de armas.

1Y dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo has tú de llorar por Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y ve; te enviaré a Isaí de Belén, porque de entre sus hijos me he provisto de un rey.

2Y dijo Samuel: ¿Cómo iré? Si Saúl lo llega a saber, me matará. Jehová respondió: Toma contigo una becerra de la vacada y di: A ofrecer sacrificio a Jehová he venido.

3Y llama a Isaí al sacrificio, y yo te enseñaré lo que has de hacer; y me ungirás al que yo te diga.

4Hizo, pues, Samuel como le dijo Jehová; y cuando llegó a Belén, los ancianos de la ciudad le salieron a recibir con miedo, y dijeron: ¿Es pacífica tu venida?

5Y él respondió: En paz. Vengo a ofrecer sacrificio a Jehová; santificaos y venid conmigo al sacrificio. Entonces, santificó él a Isaí y a sus hijos, y los llamó al sacrificio.

6Y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab y se dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido.

7Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que el hombre mira, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.

8Entonces llamó Isaí a Abinadab y le hizo pasar delante de Samuel, quien dijo: Tampoco a éste ha elegido Jehová.

9Hizo luego pasar Isaí a Sama. Y él dijo: Tampoco a éste ha elegido Jehová.

10E hizo pasar Isaí a siete de sus hijos delante de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a éstos.

11Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Aún queda el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.

12Envió, pues, por él, y le hizo entrar. Y era rubio, de ojos hermosos y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es.

13Y Samuel tomó el cuerno del aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. Y desde aquel día en adelante el espíritu de Jehová vino con gran poder sobre David. Luego Samuel se levantó y volvió a Ramá.

14Y el espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.

15Y los criados de Saúl le dijeron: He aquí ahora, un espíritu malo de parte de Dios te atormenta.

16Diga, pues, nuestro señor a tus siervos que están delante de ti que busquen a alguno que sepa tocar el arpa, para que cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él toque con su mano, y tengas alivio.

17Y Saúl respondió a sus criados: Buscadme, pues, ahora alguno que toque bien, y traédmelo.

18Entonces uno de los criados respondió, diciendo: He aquí, yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras y hermoso, y Jehová está con él.

19Y Saúl envió mensajeros a Isaí, diciendo: Envíame a David, tu hijo, el que está con las ovejas.

20Y tomó Isaí un asno cargado de pan, y una vasija de vino y un cabrito, y los envió a Saúl por medio de David, su hijo.

21Y David fue a Saúl y estuvo delante de él; y él le amó mucho y le hizo su paje de armas.

22Y Saúl envió a decir a Isaí: Yo te ruego que esté David conmigo, porque ha hallado gracia ante mis ojos.

23Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y se sentía mejor, y el espíritu malo se apartaba de él.




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Lectura con Audio de la Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 87:1 Samuel 13-14


Primer libro de
Samuel..Capítulo 13
Saúl ofrece un holocausto. Jehová lo rechaza y pone a otro príncipe sobre Su pueblo.

1 Había ya Saúl reinado un año, y cuando hubo reinado dos años sobre Israel,

2escogió a tres mil hombres de Israel; dos mil estuvieron con Saúl en Micmas y en la región montañosa de Bet-el, y mil estuvieron con Jonatán en Gabaa de Benjamín; y envió al resto del pueblo, cada uno a su tienda.

3Y Jonatán atacó a la guarnición de los filisteos que había en Geba, y lo oyeron los filisteos. E hizo Saúl tocar trompeta por toda la tierra, diciendo: Oigan los hebreos.

4Y todo Israel oyó que se decía: Saúl ha atacado a la guarnición de los filisteos; y también que Israel se había hecho odioso a los filisteos. Y se reunió el pueblo en pos de Saúl en Gilgal.

5Entonces los filisteos se reunieron para pelear contra Israel: treinta mil carros, y seis mil hombres de a caballo, y pueblo tan numeroso como la arena que está a la orilla del mar; y subieron y acamparon en Micmas, al oriente de Bet-avén.

6Cuando los hombres de Israel vieron que estaban en apuros (porque el pueblo estaba en gran aprieto), se escondió el pueblo en cuevas, en fosos, en peñascos, en rocas y en cisternas.

7Y algunos de los hebreos pasaron el Jordán a la tierra de Gad y de Galaad; pero Saúl estaba aún en Gilgal, y todo el pueblo iba tras él temblando.

8Y él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había señalado; pero Samuel no llegaba a Gilgal, y el pueblo se desbandaba.

9Entonces dijo Saúl: Traedme el holocausto y las ofrendas de paz. Y ofreció el holocausto.

10Y aconteció que cuando él acababa de ofrecer el holocausto, he aquí que Samuel venía; y Saúl salió a recibirle para saludarle.

11Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se desbandaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas,

12me dije: Los filisteos descenderán ahora contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. De modo que me sentí forzado, pues, y ofrecí holocausto.

13Entonces Samuel dijo a Saúl: Neciamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre.

14Pero ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un hombre según su corazón, a quien Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.

15Y levantándose Samuel, subió de Gilgal a Gabaa de Benjamín. Y Saúl contó la gente que se hallaba con él, como seiscientos hombres.

16Saúl, pues, y Jonatán, su hijo, y el pueblo que con ellos se hallaba se quedaron en Gabaa de Benjamín, mientras los filisteos habían acampado en Micmas.

17Y salieron algunos del campamento de los filisteos en tres escuadrones para merodear. Un escuadrón se dirigió por el camino de Ofra hacia la tierra de Sual.

18Otro escuadrón marchó hacia Bet-horón, y el tercer escuadrón marchó hacia la región que mira al valle de Zeboim hacia el desierto.

19Y en toda la tierra de Israel no se hallaba herrero, porque los filisteos habían dicho: Para que los hebreos no hagan espada o lanza.

20Y todos los de Israel acudían a los filisteos, cada cual para afilar la reja de su arado, y su azadón, y su hacha y su hoz.

21El precio por las rejas de arado era un pim, y por los azadones, y por las horquillas, y por las hachas y por componer las aguijadas.

22Así aconteció que en el día de la batalla no se halló espada ni lanza en mano de ninguno de todo el pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y su hijo Jonatán, que sí las tenían.

23Y la guarnición de los filisteos salió hacia el paso de Micmas.

Primer libro de
Samuel..Capítulo 14

Jonatán hiere la guarnición de los filisteos — Saúl instruye al pueblo a no tomar alimento sino hasta la noche — Inadvertido del juramento, Jonatán come y Saúl decreta su muerte — El pueblo lo rescata — Saúl aflige a sus enemigos por todos lados.

1Y aconteció un día, que Jonatán hijo de Saúl dijo al joven que le llevaba las armas: Ven y pasemos a la guarnición de los filisteos que está de aquel lado. Pero no lo hizo saber a su padre.

2Y Saúl estaba en las afueras de Gabaa, debajo de un granado que hay en Migrón, y los que estaban con él eran como seiscientos hombres.

3Y Ahías hijo de Ahitob, hermano de Icabod, hijo de Finees, hijo de Elí, sacerdote de Jehová en Silo, llevaba el efod; y no sabía el pueblo que Jonatán se había ido.

4Y entre los desfiladeros por donde Jonatán procuraba pasar a la guarnición de los filisteos, había un peñasco agudo de un lado, y otro del otro lado; uno se llamaba Boses y el otro Sene.

5Uno de los peñascos estaba situado al norte, hacia Micmas; y el otro al sur, hacia Gabaa.

6Dijo, pues, Jonatán al joven que le llevaba las armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá Jehová haga algo por nosotros, porque nada impide a Jehová salvar con muchos o con pocos.

7Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que tengas en tu corazón; ve, pues aquí estoy contigo a tu voluntad.

8Y Jonatán dijo: He aquí, vamos a cruzar hacia donde están esos hombres y nos mostraremos a ellos.

9Si nos dicen así: Esperad hasta que lleguemos a vosotros, entonces nos quedaremos en nuestro lugar y no subiremos a ellos.

10Mas si nos dicen así: Subid a nosotros, entonces subiremos, porque Jehová los ha entregado en nuestras manos; y esto nos será por señal.

11Se mostraron, pues, ambos a la guarnición de los filisteos, y los filisteos dijeron: He allí los hebreos que salen de las cuevas en que se habían escondido.

12Y los hombres de la guarnición respondieron a Jonatán y a su paje de armas, y dijeron: Subid a nosotros, y os haremos saber una cosa. Entonces Jonatán dijo a su paje de armas: Sube detrás de mí, porque Jehová los ha entregado en manos de Israel.

13Y subió Jonatán trepando con sus manos y sus pies, y detrás de él su paje de armas; y a los que caían delante de Jonatán, su paje de armas que iba detrás de él los remataba.

14Ésta fue la primera matanza en la cual Jonatán con su paje de armas mataron a unos veinte hombres en el espacio de una media yugada de tierra.

15Y hubo pánico en el campamento y por el campo, y entre toda la gente de la guarnición; y los que habían ido a merodear también temblaron, y se sacudió la tierra; hubo, pues, gran consternación.

16Y los centinelas de Saúl vieron desde Gabaa de Benjamín que la multitud se dispersaba e iba de un lado a otro.

17Entonces Saúl dijo al pueblo que tenía consigo: Pasad revista ahora y ved quién se ha ido de los nuestros. Y al pasar revista, hallaron que faltaban Jonatán y su paje de armas.

18Y Saúl dijo a Ahías: Trae el arca de Dios. Porque el arca de Dios estaba entonces con los hijos de Israel.

19Y aconteció que mientras aún hablaba Saúl con el sacerdote, el alboroto que había en el campamento de los filisteos aumentaba e iba creciendo en gran manera. Entonces dijo Saúl al sacerdote: Retira tu mano.

20Y juntando Saúl a todo el pueblo que con él estaba, fueron hasta el lugar de la batalla; y he aquí que la espada de cada uno se volvía contra su compañero, y había gran confusión.

21Y los hebreos que habían estado con los filisteos desde tiempo antes, y que habían subido con ellos de los alrededores al campamento, también éstos se pusieron de parte de los israelitas que estaban con Saúl y con Jonatán.

22Asimismo todos los israelitas que se habían escondido en los montes de Efraín, al oír que los filisteos huían, ellos también los persiguieron muy de cerca en aquella batalla.

23Así salvó Jehová a Israel aquel día. Y la batalla llegó hasta Bet-avén.

24Pero los hombres de Israel fueron puestos en apuro aquel día, porque Saúl había hecho jurar al pueblo, diciendo: Cualquiera que coma algo antes del atardecer, antes de que yo haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y nadie del pueblo había probado bocado.

25Y todo el pueblo del país llegó a un bosque donde había miel en la superficie del campo.

26Entró, pues, el pueblo en el bosque, y he aquí que la miel corría; mas no hubo quien se llevase la mano a la boca, porque el pueblo temía el juramento.

27Pero Jonatán no había oído cuando su padre había hecho jurar al pueblo, y alargó la punta de una vara que traía en la mano, y la mojó en un panal de miel y se llevó la mano a la boca; y sus ojos recobraron su brillo.

28Entonces habló uno del pueblo, diciendo: Tu padre ha hecho jurar expresamente al pueblo, diciendo: Maldito sea el hombre que coma hoy alimento. Y el pueblo desfallecía.

29Y respondió Jonatán: Mi padre ha turbado al país. Ved ahora cómo mis ojos han recobrado su brillo por haber probado un poco de esta miel.

30¿Cuánto más si el pueblo hubiera hoy comido del botín que encontró de sus enemigos? ¿No se habría hecho ahora mayor estrago entre los filisteos?

31E hirieron aquel día a los filisteos desde Micmas hasta Ajalón, pero el pueblo se cansó mucho.

32Se lanzó, por tanto, el pueblo sobre el botín, y tomaron ovejas y vacas y becerros, y los degollaron en el suelo; y el pueblo los comió con la sangre.

33Y le avisaron a Saúl, diciéndole: El pueblo peca contra Jehová, comiendo la carne con la sangre. Y él dijo: Vosotros habéis transgredido; rodadme ahora acá una piedra grande.

34Y Saúl dijo: Esparcíos por el pueblo y decidles que me traiga cada uno su buey y cada cual su oveja; y degolladlos aquí y comed, y no pequéis contra Jehová comiendo la carne con la sangre. Y trajo todo el pueblo, cada cual por su mano, su buey aquella noche y los degollaron allí.

35Y edificó Saúl un altar a Jehová, el cual fue el primero que edificó a Jehová.

36Y dijo Saúl: Descendamos de noche contra los filisteos y los saquearemos hasta la mañana; y no dejaremos de ellos ninguno. Y ellos dijeron: Haz lo que bien te parezca. Dijo luego el sacerdote: Acerquémonos aquí a Dios.

37Y Saúl consultó a Dios: ¿Descenderé tras los filisteos? ¿Los entregarás en manos de Israel? Mas Jehová no le dio respuesta aquel día.

38Entonces dijo Saúl: Acercaos acá todos los principales del pueblo; y sabed y ved por quién ha sido hoy este pecado.

39Porque vive Jehová, que salva a Israel, que aunque haya sido por mi hijo Jonatán, de cierto él morirá. Y no hubo en todo el pueblo quien le respondiese.

40Dijo luego a todo Israel: Vosotros estaréis a un lado, y yo y mi hijo Jonatán estaremos al otro lado. Y el pueblo respondió a Saúl: Haz lo que bien te parezca.

41Entonces dijo Saúl a Jehová Dios de Israel: Da suerte perfecta. Y fueron señalados Jonatán y Saúl, y el pueblo salió libre.

42Y Saúl dijo: Echad suertes entre yo y mi hijo Jonatán. Y fue señalado Jonatán.

43Entonces Saúl dijo a Jonatán: Declárame qué has hecho. Y Jonatán se lo declaró y dijo: En verdad probé con la punta de la vara que traía en mi mano un poco de miel. Heme aquí, moriré.

44Y Saúl respondió: Así me haga Dios y aun me añada, que sin duda morirás, Jonatán.

45Pero el pueblo dijo a Saúl: ¿Ha de morir Jonatán, el que ha hecho esta gran salvación en Israel? ¡No será así! ¡Vive Jehová, que no ha de caer un cabello de su cabeza en tierra, pues ha actuado hoy con Dios! Así libró el pueblo a Jonatán, y no murió.

46Y Saúl dejó de perseguir a los filisteos, y los filisteos se fueron a su lugar.

47Y Saúl tomó posesión del reino sobre Israel, e hizo la guerra a todos sus enemigos de alrededor: contra Moab, y contra los hijos de Amón, y contra Edom, y contra los reyes de Soba y contra los filisteos; y adondequiera que se volvía, era vencedor.

48Y reunió un ejército, y derrotó a Amalec, y libró a Israel de manos de los que lo saqueaban.

49Y los hijos de Saúl fueron Jonatán, e Isúi y Malquisúa. Y los nombres de sus dos hijas eran, el nombre de la mayor, Merab, y el de la menor, Mical.

50Y el nombre de la esposa de Saúl era Ahinoam, hija de Ahimaas. Y el nombre del general de su ejército era Abner hijo de Ner, tío de Saúl.

51Porque Cis, padre de Saúl, y Ner, padre de Abner, fueron hijos de Abiel.

52Y la guerra fue encarnizada contra los filisteos todo el tiempo de Saúl; y a todo el que Saúl veía que era hombre valiente y hombre esforzado, lo reclutaba para sí.




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