Seguidores

miércoles, 8 de agosto de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 180: Salmos 73-77


Salmo 73
Dios es bueno para con Israel — Los inicuos y los impíos prosperan en este mundo — Ellos serán consumidos de terrores en lo futuro — Aquellos que confían en Jehová serán recibidos en gloria.

Salmo de Asaf. 1

Ciertamente bueno es Dios para con Israel,
para con los puros de corazón.

2

En cuanto a mí, mis pies estuvieron a punto de tropezar;
casi resbalaron mis pasos.

3

Porque tuve envidia de los arrogantes
al ver la prosperidad de los impíos.

4

Porque no hay ataduras para su muerte;
antes bien, su cuerpo es robusto.

5

No pasan trabajos como los otros mortales,
ni son azotados como los demás hombres.

6

Por tanto, la soberbia es su collar;
se cubren con vestido de violencia.

7

Los ojos se les saltan por la gordura;
logran con creces los antojos del corazón.

8

Se mofan, y hablan con maldad de hacer opresión;
hablan con altanería.

9

Ponen contra el cielo su boca,
y su lengua se pasea por la tierra.

10

Por eso su pueblo vuelve aquí,
y aguas abundantes son extraídas para ellos.

11

Y dicen: ¿Cómo sabe Dios?,
y, ¿hay conocimiento en el Altísimo?

12

He aquí estos impíos,
sin ser turbados, aumentan sus riquezas.

13

Verdaderamente en vano he purificado mi corazón
y he lavado mis manos en inocencia,

14

pues he sido azotado todo el día
y castigado cada mañana.

15

Si dijera yo: Hablaré de esa manera,
he aquí traicionaría a la generación de tus hijos.

16

Cuando pensé para saber esto,
ante mis ojos fue duro trabajo,

17

hasta que entré en el santuario de Dios,
entonces entendí el fin de ellos.

18

Ciertamente los has puesto en lugares resbaladizos;
en destrucción los harás caer.

19

¡Cómo han sido destruidos en un momento!
Se acabaron; fueron consumidos por el terror.

20

Como sueño del que despierta,
así, Señor, cuando despiertes, menospreciarás su apariencia.

21

Se llenó de amargura mi corazón,
y en mi alma sentía punzadas.

22

Tan necio era yo que no entendía;
era como una bestia delante de ti.

23

Con todo, yo siempre he estado contigo;
me tomaste de la mano derecha.

24

Me has guiado según tu consejo,
y después me recibirás en gloria.

25

¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti, nada deseo en la tierra.

26

Mi carne y mi corazón desfallecen,
mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

27

Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;
tú destruyes a todo aquel que, prostituyéndose, de ti se aparta.

28

Y en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;
he hecho de Jehová el Señor mi refugio,
para contar todas tus obras.

Salmo 74

Oh Dios, acuérdate de tu congregación escogida — Los inicuos destruyen el santuario y queman las sinagogas — Oh Dios, acuérdate de ellos por sus obras y salva a tu pueblo.

Masquil de Asaf. 1

¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre?
¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?

2

Acuérdate de tu congregación, que adquiriste desde tiempos antiguos,
la tribu de tu heredad que redimiste;
este monte Sión, donde has habitado.

3

Dirige tus pasos a los asolamientos eternos,
a todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario.

4

Tus enemigos han rugido en medio de tus sinagogas;
han puesto sus estandartes por señales.

5

Cualquiera se hacía famoso según levantaba
el hacha en medio de tupido bosque.

6

Y ahora con hachas y martillos
han quebrado todas sus entalladuras.

7

Han prendido fuego a tu santuario;
han profanado el tabernáculo de tu nombre echándolo a tierra.

8

Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez;
han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra.

9

No vemos ya nuestras señales;
ya no hay profeta,
ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo.

10

¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el adversario?
¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?

11

¿Por qué retraes tu mano, tu diestra?
¡Sácala de dentro de tu seno!

12

Mas Dios es mi rey desde la antigüedad;
él es quien trae salvación en medio de la tierra.

13

Tú dividiste el mar con tu poder;
quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.

14

Tú aplastaste las cabezas del Leviatán;
lo diste por comida a los habitantes del desierto.

15

Tú abriste la fuente y el río;
tú secaste ríos inagotables.

16

Tuyo es el día, tuya también es la noche;
tú estableciste la luz y el sol.

17

Tú fijaste todos los límites de la tierra;
el verano y el invierno tú los creaste.

18

Acuérdate de esto: que el enemigo ha afrentado a Jehová,
y que un pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.

19

No entregues a las fieras el alma de tu tórtola,
y no olvides para siempre la congregación de tus afligidos.

20

Considera el convenio,
porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia.

21

No vuelva avergonzado el abatido;
alaben el afligido y el menesteroso tu nombre.

22

Levántate, oh Dios; aboga tu causa;
acuérdate de cómo el insensato te injuria todo el día.

23

No olvides las voces de tus enemigos;
el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.

Salmo 75

Los justos alaban y dan gracias al Dios de Jacob — Ellos serán exaltados — Dios es el juez y los inicuos serán condenados.

Al músico principal: al son de Al-tasjet. Salmo de Asaf. Cántico. 1

Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos,
porque cercano está tu nombre;
cuentan tus maravillas.

2

Al tiempo que yo señale,
yo juzgaré rectamente.

3

Se disuelven la tierra y todos sus moradores;
yo sostengo sus columnas. Selah

4

Dije a los arrogantes: No os jactéis;
y a los malvados: No os jactéis del poder;

5

no hagáis alarde de vuestro poder;
no habléis con cerviz erguida.

6

Porque ni del oriente, ni del occidente
ni del desierto viene el enaltecimiento.

7

Mas Dios es el juez;
a uno abate y a otro enaltece.

8

Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino es tinto,
lleno de mixtura; y él lo derrama;
ciertamente todos los impíos de la tierra lo sorberán y lo beberán hasta las heces.

9

Mas yo lo anunciaré siempre;
cantaré alabanzas al Dios de Jacob.

10

Y quebrantaré todo el poderío de los pecadores,
pero el poder del justo será enaltecido.


Salmo 76

Dios es conocido en Judá y mora en Sión — Él salvará a los mansos de la tierra.

Al músico principal: con Neginot. Salmo de Asaf. Cántico. 1

Dios es conocido en Judá;
en Israel es grande su nombre.

2

Y en Salem está su tabernáculo,
y su habitación en Sión.

3

Allí quebró las saetas del arco,
el escudo, y la espada y las armas de guerra. Selah

4

Glorioso eres tú y majestuoso, más que los montes de caza.

5

Los fuertes de corazón fueron despojados, durmieron su sueño;
y nada hallaron en sus manos todos los varones fuertes.

6

A tu reprensión, oh Dios de Jacob,
el carro y el caballo fueron entorpecidos.

7

Tú, temible eres tú;
¿y quién podrá estar de pie delante de ti cuando se encienda tu ira?

8

Desde los cielos hiciste oír juicio;
la tierra tuvo temor y quedó inmóvil,

9

cuando se levantó Dios para juzgar,
para salvar a todos los mansos de la tierra. Selah

10

Ciertamente la ira del hombre te acarreará alabanza;
tú te ceñirás con la ira que quede.

11

Haced votos a Jehová vuestro Dios y cumplidlos;
todos los que están alrededor de él traigan presentes al temible.

12

Cortará él el espíritu de los príncipes;
temible es a los reyes de la tierra.


Salmo 77

Los justos claman a Dios — Recuerdan las maravillas de antaño de cómo redimió a los hijos de Jacob y condujo a Israel como un rebaño.

Al músico principal. A Jedutún. Salmo de Asaf. 1

Con mi voz clamé a Dios;
a Dios clamé con mi voz, y él me escuchó.

2

Al Señor busqué en el día de mi angustia;
mis manos se extendían de noche sin cansarse;
mi alma rehusaba consuelo.

3

Me acordaba de Dios y me turbaba;
me quejaba y desmayaba mi espíritu. Selah

4

Mantenías abiertos los párpados de mis ojos;
estaba yo quebrantado y no podía hablar.

5

Consideraba los días de antaño,
los años de los tiempos antiguos.

6

Me acordaba de mis cánticos de noche;
meditaba en mi corazón,
y mi espíritu inquiría:

7

¿Desechará el Señor para siempre
y no mostrará más su favor?

8

¿Ha cesado para siempre su misericordia?
¿Ha terminado su palabra por generación tras generación?

9

¿Ha olvidado Dios el tener clemencia?
¿Ha encerrado con ira sus tiernas misericordias? Selah

10

Y dije: Enfermedad mía es ésta;
traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.

11

Me acordaré de las obras de Jah;
sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.

12

Y meditaré en todas tus obras
y hablaré de tus hechos.

13

Oh Dios, santo es tu camino.
¿Qué dios es grande como el Dios nuestro?

14

Tú eres el Dios que hace maravillas;
hiciste notorio entre los pueblos tu poder.

15

Con tu brazo has redimido a tu pueblo,
a los hijos de Jacob y de José. Selah

16

Te vieron las aguas, oh Dios;
te vieron las aguas y temieron;
los abismos también se estremecieron.

17

Las nubes echaron inundaciones de aguas;
tronaron los cielos
y se desplazaron tus saetas.

18

La voz de tu trueno estaba en la tempestad;
los relámpagos alumbraron el mundo;
se estremeció y tembló la tierra.

19

En el mar estaba tu camino,
y tus sendas en las muchas aguas;
y tus pisadas no fueron conocidas.

20

Condujiste a tu pueblo como a ovejas
por mano de Moisés y de Aarón.




MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 180: Salmos 69-72


Salmo 69
Salmo mesiánico de David — El celo de la casa de Jehová le consumió — La afrenta ha quebrantado Su corazón — Le dan a beber hiel y vinagre — Es perseguido — Salvará a Sión.

Al músico principal: según Sosanim. Salmo de David. 1

¡Sálvame, oh Dios,
porque las aguas han entrado hasta mi alma!

2

Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie;
he llegado hasta lo profundo de las aguas, y la corriente me ha anegado.

3

Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido;
han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.

4

Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza
los que me aborrecen sin causa;
se han hecho poderosos mis enemigos,
los que quieren destruirme sin tener por qué.
He venido, pues, a devolver lo que no he robado.

5

Oh Dios, tú conoces mi insensatez,
y mis pecados no te son ocultos.

6

No sean avergonzados por mi causa
los que en ti esperan, oh Señor Jehová de los ejércitos;
no sean confundidos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel.

7

Porque por amor de ti he sufrido afrenta;
vergüenza ha cubierto mi rostro.

8

He llegado a ser extraño para mis hermanos
y extranjero para los hijos de mi madre.

9

Porque me consumió el celo de tu casa,
y los vituperios de los que te vituperaban cayeron sobre mí.

10

Y lloré afligiendo con ayuno mi alma,
y esto me ha sido por afrenta.

11

Me puse además cilicio por vestido,
y vine a serles por proverbio.

12

Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta,
y se burlaban de mí en sus canciones
los bebedores de bebidas fermentadas.

13

Pero yo elevaba mi oración a ti, oh Jehová, en el tiempo propicio;
oh Dios, por la abundancia de tu misericordia,
por la verdad de tu salvación, respóndeme.

14

Sácame del lodo, y no sea yo sumergido;
sea yo libertado de los que me aborrecen y de lo profundo de las aguas.

15

No me anegue la corriente de las aguas,
ni me trague el abismo,
ni la fosa cierre sobre mí su boca.

16

Respóndeme, oh Jehová, porque benigna es tu compasión;
mírame conforme a la abundancia de tus tiernas misericordias.

17

Y no escondas tu rostro de tu siervo,
porque estoy angustiado; apresúrate, respóndeme.

18

Acércate a mi alma y redímela;
líbrame a causa de mis enemigos.

19

Tú conoces mi afrenta, y mi confusión y mi oprobio;
delante de ti están todos mis enemigos.

20

La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado.
Esperé a quien se compadeciese de mí, y no lo hubo;
busqué consoladores y ninguno hallé.

21

Me pusieron además hiel por comida
y en mi sed me dieron a beber vinagre.

22

Sea su mesa delante de ellos una trampa,
y lo que es para bien, tropiezo.

23

Sean oscurecidos sus ojos para que no vean,
y haz temblar continuamente sus lomos.

24

Derrama sobre ellos tu ira,
y el furor de tu enojo los alcance.

25

Sea su habitación desolada;
en sus tiendas no haya morador,

26

porque persiguieron al que tú heriste,
y cuentan del dolor de los que tú llagaste.

27

Pon maldad sobre su maldad,
y no entren en tu justicia.

28

Sean borrados del libro de los vivientes,
y no sean inscritos con los justos.

29

Y yo afligido y dolorido,
tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.

30

Alabaré yo el nombre de Dios con cántico;
lo ensalzaré con gratitud.

31

Y agradará a Jehová más que sacrificio de novillo
o becerro que tiene cuernos y pezuñas.

32

Lo verán los humildes y se gozarán;
buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón.

33

Porque Jehová oye a los menesterosos,
y no menosprecia a sus prisioneros.

34

Alábenle los cielos y la tierra,
los mares y todo lo que se mueve en ellos.

35

Porque Dios salvará a Sión y reedificará las ciudades de Judá;
y habitarán allí y la poseerán.

36

Y la descendencia de sus siervos la heredará,
y los que aman su nombre habitarán en ella.

Salmo 70
David proclama: Engrandecido sea Dios.

Al músico principal. Salmo de David, para conmemorar. 1

Oh Dios, acude a librarme;
apresúrate, oh Dios, a socorrerme.

2

Sean avergonzados y confundidos
los que buscan mi vida;
sean vueltos atrás y avergonzados
los que mi mal desean.

3

Sean vueltos atrás, en pago de su afrenta,
los que dicen: ¡Ajá, ajá!

4

Regocíjense y alégrense en ti todos los que te buscan,
y digan siempre los que aman tu salvación:
¡Engrandecido sea Dios!

5

Yo estoy pobre y necesitado;
apresúrate a mí, oh Dios.
Mi ayuda y mi libertador eres tú;
oh Jehová, no tardes.

Salmo 71
David alaba a Dios con acción de gracias — ¿Quién como Dios?

1

En ti, oh Jehová, me he refugiado;
no sea yo avergonzado jamás.

2

Hazme escapar y líbrame en tu justicia;
inclina a mí tu oído y sálvame.

3

Sé para mí peña de refugio, adonde recurra yo continuamente.
Tú has mandado que yo sea salvo,
porque tú eres mi roca y mi fortaleza.

4

Dios mío, líbrame de manos del malvado,
de manos del perverso y despiadado.

5

Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
seguridad mía desde mi juventud.

6

Por ti he sido sustentado desde el vientre;
de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
de ti será siempre mi alabanza.

7

Como prodigio he sido a muchos,
y tú mi refugio fuerte.

8

Sea llena mi boca de tu alabanza,
de tu gloria todo el día.

9

No me deseches en el tiempo de la vejez;
cuando mis fuerzas se acaben, no me desampares.

10

Porque mis enemigos hablan contra mí,
y los que acechan mi alma se consultan entre sí,

11

diciendo: Dios lo ha desamparado;
perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.

12

Oh Dios, no te alejes de mí;
Dios mío, acude pronto en mi socorro.

13

Sean avergonzados y perezcan los adversarios de mi alma;
sean cubiertos de afrenta y de ignominia los que mi mal buscan.

14

Mas yo continuamente esperaré
y te alabaré más y más.

15

Mi boca publicará tu justicia
y tu salvación todo el día,
aunque no sé el número de ellas.

16

Vendré con el poder de Jehová el Señor;
haré memoria de tu justicia, de la tuya sola.

17

Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud,
y hasta ahora he manifestado tus maravillas.

18

Y aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares,
hasta que anuncie tu brazo a esta generación,
tu poder a todos los que han de venir.

19

Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso,
porque has hecho grandes cosas;
oh Dios, ¿quién como tú?

20

Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males,
volverás a darme vida,
y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.

21

Aumentarás mi grandeza,
y volverás a consolarme.

22

Asimismo, yo te alabaré con instrumento de salterio;
tu verdad, oh Dios mío, cantaré yo a ti con el arpa,
oh Santo de Israel.

23

Mis labios se regocijarán cuando cante para ti,
y mi alma, la cual tú redimiste.

24

Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día;
por cuanto han sido avergonzados,
porque han sido humillados los que mi mal procuraban.


Salmo 72

David habla de Salomón, quien viene a ser símbolo de Cristo — Salomón tendrá dominio — Su nombre permanecerá para siempre — Todas las naciones lo llamarán bienaventurado — Toda la tierra se llenará de Su gloria.

A Salomón. 1

Oh Dios, da tus juicios al rey,
y tu justicia al hijo del rey.

2

Él juzgará a tu pueblo con justicia,
y a tus afligidos con juicio.

3

Los montes llevarán paz al pueblo,
y los collados justicia.

4

Juzgará a los afligidos del pueblo,
salvará a los hijos del menesteroso
y aplastará al opresor.

5

Te temerán mientras duren el sol
y la luna, de generación en generación.

6

Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada,
como la copiosa lluvia que moja la tierra.

7

Florecerá en sus días la justicia,
y habrá abundancia de paz, hasta que no haya luna.

8

Y dominará de mar a mar,
y desde el río hasta los confines de la tierra.

9

Ante él se postrarán los moradores del desierto,
y sus enemigos lamerán el polvo.

10

Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes;
los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán obsequios.

11

Y se postrarán ante él todos los reyes;
todas las naciones le servirán.

12

Porque él librará al menesteroso cuando clame,
también al afligido y al que no tenga quien le socorra.

13

Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso,
y salvará las almas de los menesterosos.

14

De fraude y de violencia redimirá sus almas,
y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.

15

Y vivirá, y se le dará del oro de Sabá,
y se orará por él continuamente;
todo el día se le bendecirá.

16

Será echado un puñado de grano en la tierra,
en las cumbres de los montes;
su fruto hará ruido como el Líbano,
y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.

17

Será su nombre para siempre;
se perpetuará su nombre mientras dure el sol,
y benditas serán en él todas las naciones;
le llamarán bienaventurado.

18

Bendito sea Jehová Dios, el Dios de Israel,
el único que hace maravillas.

19

Y bendito sea su glorioso nombre para siempre,
y toda la tierra sea llena de su gloria.
Amén y Amén.

20

Aquí terminan las oraciones de David, el hijo de Isaí.



MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com