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martes, 31 de julio de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 175: Salmos 43-47


Salmo 43
Los justos alaban a Dios y claman: Envía tu luz y tu verdad.

1

Júzgame , oh Dios, y defiende mi causa
de una nación impía; líbrame del hombre engañador e inicuo.

2

Puesto que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado?
¿Por qué andaré yo de duelo por la opresión del enemigo?

3

Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán,
me conducirán a tu santo monte
y a tus moradas.

4

Entonces llegaré al altar de Dios,
al Dios de mi alegría y de mi gozo;
y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.

5

¿Por qué te abates, oh alma mía,
y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios, porque aún he de alabarle,
¡mi salvación y mi Dios!

Salmo 44
Los santos alaban al Señor y se glorían en Su nombre para siempre — Son perseguidos, difamados y considerados como ovejas para el matadero.

Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré. 1

Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado
la obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.

2

Tú con tu mano echaste fuera a las naciones y los plantaste a ellos;
afligiste a los pueblos y los arrojaste.

3

Porque no se apoderaron de la tierra por su propia espada,
ni su propio brazo los libró,
sino tu diestra, y tu brazo y la luz de tu rostro,
porque te complaciste en ellos.

4

Tú, oh Dios, eres mi rey;
manda salvación a Jacob.

5

Por medio de ti embestiremos a nuestros enemigos;
en tu nombre hollaremos a nuestros adversarios.

6

Porque no confiaré en mi arco,
ni mi espada me salvará.

7

Pues tú nos has salvado de nuestros enemigos,
y has avergonzado a los que nos aborrecían.

8

En Dios nos gloriaremos todo el tiempo,
y por siempre alabaremos tu nombre. Selah

9

Pero nos has desechado y nos has hecho avergonzar,
y ya no sales con nuestros ejércitos.

10

Nos hiciste retroceder delante del enemigo,
y nos saquean para sí los que nos aborrecen.

11

Nos entregas como ovejas destinadas para comida,
y nos has esparcido entre las naciones.

12

Has vendido a tu pueblo de balde,
y no has ganado en la venta de él.

13

Nos has hecho objeto de oprobio de nuestros vecinos,
de escarnio y de burla de los que nos rodean.

14

Nos has puesto como proverbio entre las naciones,
como motivo para menear la cabeza entre los pueblos.

15

Todo el día mi ignominia está delante de mí,
y me cubre la vergüenza de mi rostro

16

por la voz del que vitupera y deshonra,
por razón del enemigo y del vengativo.

17

Todo esto nos ha sobrevenido, y no nos hemos olvidado de ti
ni hemos faltado a tu convenio.

18

No se ha vuelto atrás nuestro corazón,
ni se han apartado nuestros pasos de tus caminos,

19

aun cuando nos quebrantaste en el lugar de los chacales,
y nos cubriste con sombra de muerte.

20

Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios,
o extendido nuestras manos a dios ajeno,

21

¿no lo descubriría Dios?
Pues él conoce los secretos del corazón.

22

Pero por causa de ti nos matan cada día;
se nos considera como ovejas para el matadero.

23

Despierta; ¿por qué duermes, oh Señor?
Despierta; no nos rechaces para siempre.

24

¿Por qué escondes tu rostro
y te olvidas de nuestra aflicción y de nuestra opresión?

25

Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo;
nuestro vientre está pegado a la tierra.

26

Levántate para ayudarnos,
y redímenos por causa de tu misericordia.

Salmo 45
Salmo mesiánico — El Mesías es más hermoso que los hijos de los hombres — Dios lo ungió con óleo de alegría más que a Sus compañeros — Su nombre será recordado por todas las generaciones.

Al músico principal: al son de Sosanim. Masquil de los hijos de Coré. Canción de amores. 1

Rebosa mi corazón de palabra buena;
dirijo al Rey mi cántico;
mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.

2

Eres el más hermoso de los hijos de los hombres;
la gracia se ha derramado en tus labios;
por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.

3

Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente,
con tu gloria y con tu majestad.

4

Y en tu majestad sé prosperado;
cabalga sobre palabra de verdad, y de humildad y de justicia;
y tu diestra te enseñará cosas temibles.

5

Tus saetas agudas,
con que caerán pueblos debajo de ti,
penetrarán en el corazón de los enemigos del rey.

6

Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre;
cetro de justicia es el cetro de tu reino.

7

Has amado la justicia y aborrecido la maldad;
por tanto, te ha ungido Dios, el Dios tuyo,
con óleo de alegría más que a tus compañeros.

8

Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos;
desde palacios de marfil te han alegrado.

9

Hijas de reyes hay entre tus damas de honor;
está la reina a tu diestra con oro de Ofir.

10

Escucha, hija, y mira e inclina tu oído;
y olvida tu pueblo y la casa de tu padre,

11

y deseará el rey tu hermosura.
E inclínate a él, porque él es tu Señor.

12

Y la hija de Tiro vendrá con presentes;
implorarán tu favor los ricos del pueblo.

13

Toda gloriosa es la hija del rey en su habitación;
de brocado de oro es su vestido.

14

Con vestidos bordados será llevada al rey;
las vírgenes, sus compañeras que la siguen,
serán llevadas a ti.

15

Serán llevadas con alegría y regocijo;
entrarán en el palacio del rey.

16

En lugar de tus padres serán tus hijos,
a quienes harás príncipes en toda la tierra.

17

Haré que tu nombre sea recordado por todas las generaciones,
por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.

Salmo 46


Dios es nuestro refugio y fortaleza — Dios habita en Su ciudad, hace cosas maravillosas y dice: Quedaos tranquilos, y sabed que yo soy Dios.

Al músico principal. De los hijos de Coré. Salmo con Alamot. 1

Dios es nuestro refugio y fortaleza,
nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

2

Por tanto, no temeremos aunque la tierra sea removida
y se deslicen los montes al fondo del mar;

3

aunque bramen y se turben sus aguas,
y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah

4

Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios,
el lugar santo de las moradas del Altísimo.

5

Dios está en medio de ella; no será conmovida.
Dios la ayudará al romper el alba.

6

Bramaron las naciones, se tambalearon los reinos;
dio él su voz, se derritió la tierra.

7

Jehová de los ejércitos está con nosotros;
nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

8

Venid, ved las obras de Jehová,
que ha hecho desolaciones en la tierra,

9

que hace cesar las guerras hasta los confines de la tierra,
que quiebra el arco, y parte en dos la lanza
y quema los carros en el fuego.

10

Quedaos tranquilos, y sabed que yo soy Dios;
seré exaltado entre las naciones; exaltado seré en la tierra.

11

Jehová de los ejércitos está con nosotros;
nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

Salmo 47
Jehová es Rey sobre toda la tierra — Cantad alabanzas a Su nombre, porque Él reina sobre todo.

Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré. 1

Pueblos todos, batid las palmas;
aclamad a Dios con voz de júbilo.

2

Porque Jehová el Altísimo es temible,
rey grande sobre toda la tierra.

3

Él someterá a los pueblos debajo de nosotros,
y a las naciones debajo de nuestros pies.

4

Él nos elegirá nuestra heredad;
la magnificencia de Jacob, a quien amó. Selah

5

Subió Dios entre aclamaciones,
Jehová con sonido de trompeta.

6

¡Cantad alabanzas a Dios, alabanzas cantad!
¡Cantad alabanzas a nuestro Rey, alabanzas cantad!

7

Porque Dios es el Rey de toda la tierra;
cantad alabanzas con entendimiento.

8

Reinó Dios sobre las naciones;
se sentó Dios sobre su santo trono.

9

Los príncipes de los pueblos se reunieron,
sí, el pueblo del Dios de Abraham,
porque de Dios son los escudos de la tierra.
Él es grandemente exaltado.




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domingo, 29 de julio de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 174: Salmos 39-42


Salmo 39
David procura dominar su lengua — El hombre no es más que vanidad — David es extranjero y peregrino en la tierra.

Al músico principal: a Jedutún. Salmo de David. 1

Yo dije: Guardaré mis caminos,
para no pecar con mi lengua;
guardaré mi boca con freno,
en tanto que el impío esté delante de mí.

2

Enmudecí con silencio; me callé aun acerca de lo bueno,
y se agravó mi dolor.

3

Se enardeció mi corazón dentro de mí;
ardía fuego en mis reflexiones,
y así hablé con mi lengua:

4

Hazme saber, oh Jehová, mi fin
y cuánta sea la medida de mis días;
sepa yo cuán frágil soy.

5

He aquí, diste a mis días término corto,
y mi edad es como nada delante de ti;
ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. Selah

6

Ciertamente, como una sombra anda el hombre;
ciertamente en vano se afana;
acumula, y no sabe quién recogerá.

7

Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza está en ti.

8

Líbrame de todas mis transgresiones;
no me pongas como escarnio del insensato.

9

Enmudecí; no abrí mi boca,
porque tú lo hiciste.

10

Quita de sobre mí tu azote;
estoy consumido bajo los golpes de tu mano.

11

Con castigos por el pecado corriges al hombre,
y deshaces como polilla lo más estimado de él;
ciertamente, todo hombre es vanidad. Selah

12

Oye mi oración, oh Jehová, y presta oídos a mi clamor.
No calles ante mis lágrimas,
porque extranjero soy para contigo,
y peregrino, como todos mis padres.

13

Aparta de mí tu mirada, y tomaré fuerzas
antes de que me vaya y deje de ser.

Salmo 40
Salmo mesiánico de David — El Mesías vendrá y anunciará justicia — Proclamará salvación — Los justos dirán: Jehová sea engrandecido.

Al músico principal. Salmo de David. 1

Pacientemente esperé a Jehová,
y él se inclinó a mí y oyó mi clamor.

2

Y me sacó del pozo turbulento, del lodo cenagoso;
y puso mis pies sobre una roca y enderezó mis pasos.

3

Y puso en mi boca cántico nuevo, canto de alabanza a nuestro Dios.
Muchos verán esto y temerán,
y confiarán en Jehová.

4

Bienaventurado el hombre que pone en Jehová su confianza,
y no se vuelve a los soberbios ni a los que se desvían tras la mentira.

5

Muchas son, oh Jehová, Dios mío,
las maravillas que tú has hecho,
y muchos tus pensamientos para con nosotros.
Nadie hay que se compare contigo.
Si yo los anunciara y hablara de ellos,
no podrían ser enumerados.

6

Sacrificio y ofrenda no te agradan;
has abierto mis oídos;
holocausto y ofrenda por el pecado no has pedido.

7

Entonces dije: He aquí, vengo;
en el rollo del libro está escrito de mí;

8

en hacer tu voluntad, Dios mío, me deleito,
y tu ley está dentro de mí.

9

He anunciado justicia en la gran congregación;
he aquí, no he refrenado mis labios, oh Jehová; tú lo sabes.

10

No he escondido tu justicia dentro de mi corazón;
tu verdad y tu salvación he proclamado;
no he ocultado tu amorosa bondad ni tu verdad en la gran congregación.

11

Tú, oh Jehová, no retengas de mí tus tiernas misericordias;
tu amorosa bondad y tu verdad me guarden siempre.

12

Porque me han rodeado males sin número;
me han alcanzado mis iniquidades y no puedo levantar la vista.
Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y el corazón me falla.

13

Ten a bien, oh Jehová, librarme;
Jehová, apresúrate a socorrerme.

14

Sean avergonzados y confundidos a una
los que buscan mi vida para destruirla.
Sean vueltos atrás y sean avergonzados
los que mi mal desean.

15

Sean desolados en pago de su vergüenza
los que con burla me dicen: ¡Ajá, ajá!

16

Regocíjense y alégrense en ti todos los que te buscan,
y digan siempre los que aman tu salvación:
¡Jehová sea engrandecido!

17

Aunque yo esté pobre y necesitado,
el Señor pensará en mí.
Mi ayuda y mi libertador eres tú;
¡Dios mío, no te tardes!

Salmo 41
David dice: Bienaventurado el que piensa en el pobre — Se predice la traición de Judas.

Al músico principal. Salmo de David. 1

Bienaventurado el que piensa en el pobre;
en el día malo lo librará Jehová.

2

Jehová lo guardará, y lo mantendrá con vida y será bienaventurado en la tierra;
y no lo entregará a la voluntad de sus enemigos.

3

Jehová lo sostendrá en el lecho del dolor;
ablandará su cama en la enfermedad.

4

Yo dije: Oh Jehová, ten misericordia de mí,
sana mi alma, porque contra ti he pecado.

5

Mis enemigos hablan mal de mí, preguntando:
¿Cuándo morirá y perecerá su nombre?

6

Y si alguno viene a verme, habla mentira;
su corazón recoge para sí iniquidad,
y al salir fuera, la divulga.

7

Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen;
contra mí traman el mal, diciendo:

8

Una pestilencia se ha apoderado de él;
el que cayó en cama no volverá a levantarse.

9

Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía,
alzó contra mí el calcañar.

10

Mas tú, oh Jehová, ten misericordia de mí y hazme levantar,
y les daré su pago.

11

Por esto sé que te complaces en mí,
en que mi enemigo no cante victoria sobre mí.

12

En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado,
y me has hecho estar delante de ti para siempre.

13

Bendito sea Jehová, el Dios de Israel,
por los siglos de los siglos. Amén y Amén.

Salmo 42

Las almas de los justos tienen sed de Dios — Los inicuos dicen: ¿Dónde está tu Dios?

Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré. 1

Como el ciervo anhela las corrientes de las aguas,
así te anhela, oh Dios, el alma mía.

2

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?

3

Han sido mis lágrimas mi pan de día y de noche,
mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?

4

Me acuerdo de estas cosas y derramo mi alma dentro de mí,
cuando yo iba con la multitud y la conducía hasta la casa de Dios,
con voz de alegría y de gratitud, haciendo fiesta la multitud.

5

¿Por qué te abates, oh alma mía,
y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios, porque aún he de alabarle
por la salvación de su presencia.

6

Dios mío, mi alma está abatida dentro de mí;
me acordaré de ti, por tanto, desde la tierra del Jordán
y de los hermonitas, desde el monte Mizar.

7

Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas;
todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

8

De día mandará Jehová su amorosa bondad,
y de noche su cántico estará conmigo,
y mi oración al Dios de mi vida.

9

Y a Dios, mi roca, diré: ¿Por qué te has olvidado de mí?
¿Por qué andaré yo de duelo por la opresión del enemigo?

10

Con quebranto en mis huesos, mis enemigos me afrentan,
diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?

11

¿Por qué te abates, oh alma mía,
y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios, porque aún he de alabarle,
¡mi salvación y mi Dios!




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viernes, 27 de julio de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 173: Salmos 36-38


Salmo 36
David alaba a Jehová por Su misericordia, Su justicia y Su amorosa bondad — El manantial de la vida está en Jehová.

Al músico principal. Salmo de David, siervo de Jehová.

1

La transgresión del impío me dice al corazón:

No hay temor de Dios delante de sus ojos.



2

Porque se lisonjea en sus propios ojos,

hasta que su iniquidad sea hallada aborrecible.



3

Las palabras de su boca son iniquidad y fraude;

ha dejado de ser sensato y de hacer el bien.



4

Maquina iniquidad sobre su cama;

está en camino no bueno;

el mal no aborrece.



5

Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia;

tu fidelidad alcanza hasta las nubes.



6

Tu justicia es como las montañas de Dios;

tus juicios, las grandes profundidades.

Oh Jehová, al hombre y al animal conservas.



7

¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu amorosa bondad!

Por eso los hijos de los hombres se refugian bajo la sombra de tus alas.



8

Serán completamente saciados de la grosura de tu casa,

y tú les darás de beber del torrente de tus deleites.



9

Porque contigo está el manantial de la vida;

en tu luz veremos la luz.



10

Extiende tu misericordia a los que te conocen,

y tu justicia a los rectos de corazón.



11

No venga contra mí el pie de la soberbia,

ni me mueva la mano de los impíos.



12

Allí cayeron los obradores de iniquidad;

fueron derribados y no podrán levantarse.



Salmo 37

David aconseja: Confía en Jehová y haz el bien — Guarda silencio ante Jehová y espera pacientemente en Él — Deja la ira y desecha el enojo — Los mansos heredarán la tierra — Jehová ama la rectitud y no desampara a Sus santos.

Salmo de David.

1

No te impacientes a causa de los malignos,

ni tengas envidia de los que hacen iniquidad,



2

porque como hierba pronto serán cortados,

y como la hierba verde se secarán.



3

Confía en Jehová y haz el bien;

habita en la tierra y apaciéntate en la fidelidad.



4

Deléitate asimismo en Jehová,

y él te concederá las peticiones de tu corazón.



5

Encomienda a Jehová tu camino,

y confía en él, y él lo hará.



6

Y exhibirá tu justicia como la luz,

y tu derecho como el mediodía.



7

Guarda silencio ante Jehová, y espera con paciencia en él.

No te alteres con motivo del que prospera en su camino,

por el hombre que lleva a cabo sus intrigas.



8

Deja la ira y desecha el enojo;

no te irrites, pues ello sólo conduce a hacer lo malo.



9

Porque los malignos serán talados,

pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.



10

Pues dentro de poco no existirá el malo;

sí, buscarás con diligencia su lugar, y no estará.



11

Pero los mansos heredarán la tierra,

y se deleitarán con abundancia de paz.



12

Maquina el impío contra el justo

y hace rechinar contra él sus dientes.



13

El Señor se ríe de él,

porque ve que viene su día.



14

Los impíos han desenvainado la espada

y han tensado su arco,

para derribar al pobre y al necesitado,

para matar a los de recto proceder.



15

Su espada entrará en su mismo corazón,

y sus arcos serán quebrados.



16

Mejor es lo poco del justo

que las riquezas de muchos pecadores.



17

Porque los brazos de los impíos serán quebrados,

mas el que sostiene a los justos es Jehová.



18

Conoce Jehová los días de los íntegros,

y la heredad de ellos será para siempre.



19

No serán avergonzados en el tiempo malo,

y en los días de hambre serán saciados.



20

Mas los impíos perecerán,

y los enemigos de Jehová serán consumidos

como la grasa de los carneros;

se disiparán como el humo.



21

El impío toma prestado y no paga,

mas el justo tiene misericordia y da.



22

Porque los bendecidos por él heredarán la tierra,

y los maldecidos por él serán talados.



23

Por Jehová son afianzados los pasos del hombre,

y él se deleita en su camino.



24

Aunque caiga, no quedará postrado,

porque Jehová sostiene su mano.



25

Joven fui, y ya he envejecido,

y no he visto justo desamparado

ni a su descendencia que mendigue pan.



26

En todo tiempo tiene misericordia y presta,

y su descendencia es para bendición.



27

Apártate del mal, y haz el bien,

y vivirás para siempre,



28

porque Jehová ama la justicia

y no desampara a sus santos;

para siempre serán guardados,

mas la descendencia de los impíos será talada.



29

Los justos heredarán la tierra

y vivirán para siempre en ella.



30

La boca del justo habla sabiduría,

y su lengua habla justicia.



31

La ley de su Dios está en su corazón;

por tanto, sus pasos no vacilarán.



32

Acecha el impío al justo

y procura matarlo.



33

Jehová no le dejará en sus manos,

ni le condenará cuando sea juzgado.



34

Espera en Jehová y guarda su camino,

y él te exaltará para heredar la tierra;

cuando sean talados los pecadores, lo verás.



35

He visto al impío en gran poder,

y que se extendía como frondoso árbol natural.



36

Pero él pasó, y he aquí, ya no estaba;

y lo busqué, y no fue hallado.



37

Considera al íntegro y mira al justo,

porque el porvenir de ese hombre es paz.



38

Mas los transgresores serán todos a una destruidos;

el porvenir de los impíos será truncado.



39

Pero la salvación de los justos es de Jehová;

él es su fortaleza en el tiempo de angustia.



40

Y Jehová los ayudará

y los librará; los libertará de los impíos y los salvará,

por cuanto en él se refugian.



Salmo 38

David se entristece por sus pecados — Sus pecados yacen sobre él como una enfermedad — David pide a Jehová que tenga compasión.

Salmo de David, para recordar.

1

Oh Jehová, no me reprendas en tu furor

ni me castigues en tu ira.



2

Porque tus saetas han penetrado en mí,

y sobre mí ha caído tu mano.



3

Nada hay sano en mi carne a causa de tu indignación,

ni hay paz en mis huesos a causa de mi pecado.



4

Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza;

como carga pesada me abruman.



5

Hieden y supuran mis llagas

a causa de mi locura.



6

Estoy encorvado, estoy abatido en gran manera,

estoy de duelo todo el día.



7

Porque mis lomos están llenos de una enfermedad irritable,

y nada hay sano en mi carne.



8

Estoy debilitado y molido en gran manera;

gimo a causa de la conmoción de mi corazón.



9

Señor, delante de ti están todos mis deseos,

y mi suspiro no te es oculto.



10

Mi corazón palpita fuertemente; las fuerzas me abandonan,

y aun la misma luz de mis ojos ya no está conmigo.



11

Mis seres queridos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga,

y mis parientes se han alejado.



12

Y los que buscan mi vida me tienden trampas;

y los que procuran mi mal hablan iniquidades

y traman engaños todo el día.



13

Mas yo, como el sordo, no oigo;

y soy como el mudo que no abre la boca.



14

Soy, pues, como el hombre que no oye,

y en cuya boca no hay reprensiones.



15

Porque en ti, oh Jehová, espero;

tú responderás, Jehová, Dios mío.



16

Porque dije: No sea que se alegren de mí,

y que, cuando mi pie resbale, se engrandezcan sobre mí.



17

Porque yo estoy a punto de caer,

y mi dolor está delante de mí continuamente.



18

Por tanto, declararé mi iniquidad;

me acongojaré por mi pecado.



19

Porque mis enemigos son vigorosos y fuertes,

y se han aumentado los que me aborrecen sin causa.



20

Los que pagan mal por bien

me son contrarios, por seguir yo lo bueno.



21

No me desampares, oh Jehová;

Dios mío, no te alejes de mí.



22

Apresúrate a ayudarme,

oh Señor, salvación mía.




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Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 172: Salmos 32-35

Salmo 32

David dice: Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad — David reconoce su pecado — Aconseja que los justos se alegren en Jehová y se regocijen.

Salmo de David. Masquil.

1

Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado.



2

Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad

y en cuyo espíritu no hay engaño.



3

Mientras callé, se envejecieron mis huesos

en mi gemir todo el día.



4

Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;

se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah



5

Mi pecado te declaré y no encubrí mi iniquidad.

Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;

y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah



6

Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;

ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.



7

Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;

con cánticos de liberación me rodearás. Selah



8

Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar;

sobre ti fijaré mis ojos.



9

No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,

que tienen que ser sujetados con cabestro y con freno,

porque si no, no se acercan a ti.



10

Muchos dolores habrá para el impío;

mas al que confía en Jehová, lo rodeará la misericordia.



11

Alegraos en Jehová y regocijaos, justos;

y dad voces de júbilo, todos vosotros los rectos de corazón.



Salmo 33

Alegraos en Jehová — Cantadle cántico nuevo — Él ama la rectitud y la justicia — Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová.

1

Alegraos, oh justos, en Jehová;

para los íntegros es hermosa la alabanza.



2

Aclamad a Jehová con arpa;

cantadle con salterio y decacordio.



3

Cantadle cántico nuevo;

hacedlo bien tañendo con júbilo.



4

Porque recta es la palabra de Jehová,

y toda su obra es hecha con fidelidad.



5

Él ama la rectitud y la justicia;

de la misericordia de Jehová está llena la tierra.



6

Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos;

y todas las huestes de ellos, por el aliento de su boca.



7

Él junta como montón las aguas del mar;

él pone en depósitos sus profundidades.



8

Tema a Jehová toda la tierra;

tiemblen delante de él todos los habitantes del mundo,



9

porque él habló, y fue hecho;

él mandó, y todo existió.



10

Jehová hace nulo el consejo de las naciones,

y frustra las maquinaciones de los pueblos.



11

El consejo de Jehová permanecerá para siempre;

los designios de su corazón, por todas las generaciones.



12

Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová,

el pueblo que él ha escogido como heredad para sí.



13

Desde los cielos miró Jehová;

vio a todos los hijos de los hombres.



14

Desde el lugar de su morada miró

sobre todos los habitantes de la tierra.



15

Él formó el corazón de todos ellos;

él entiende todas sus obras.



16

El rey no se salva por la multitud del ejército,

ni escapa el valiente por la mucha fuerza.



17

Vano para salvarse es el caballo;

la grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.



18

He aquí, el ojo de Jehová está sobre los que le temen,

sobre los que esperan en su misericordia,



19

para librar sus almas de la muerte

y para darles vida en tiempos de hambre.



20

Nuestra alma espera a Jehová;

nuestra ayuda y nuestro escudo es él.



21

Por tanto, en él se regocijará nuestro corazón,

porque en su santo nombre hemos confiado.



22

Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros,

según esperamos en ti.



Salmo 34



David bendice a Jehová en todo tiempo — David aconseja: Guarda tu lengua del mal, haz el bien y busca la paz — Él dice que ninguno de los huesos del Mesías será quebrado.

Salmo de David cuando cambió su conducta delante de Abimelec, y éste lo echó y se fue.

1

Bendeciré a Jehová en todo tiempo;

su alabanza estará de continuo en mi boca.



2

En Jehová se gloriará mi alma;

lo oirán los mansos y se alegrarán.



3

Engrandeced a Jehová conmigo,

y ensalcemos a una su nombre.



4

Busqué a Jehová, y él me respondió

y me libró de todos mis temores.



5

A él miraron y resplandecieron,

y sus rostros no se avergonzaron.



6

Este pobre clamó, y Jehová le oyó

y lo libró de todas sus angustias.



7

El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,

y los salva.



8

Probad y ved que es bueno Jehová;

bienaventurado el hombre que se refugia en él.



9

Temed a Jehová, vosotros sus santos,

pues nada les falta a los que le temen.



10

Los leoncillos pasan necesidades y sufren hambre;

pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.



11

Venid, hijos, escuchadme;

el temor de Jehová os enseñaré.



12

¿Quién es el hombre que desea vida,

que anhela días para ver el bien?



13

Guarda tu lengua del mal,

y tus labios de hablar engaño.



14

Apártate del mal y haz el bien;

busca la paz y síguela.



15

Los ojos de Jehová están sobre los justos,

y atentos sus oídos al clamor de ellos.



16

El rostro de Jehová está contra los que hacen mal,

para cortar de la tierra la memoria de ellos.



17

Claman los justos, y Jehová oye

y los libra de todas sus angustias.



18

Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón,

y salva a los contritos de espíritu.



19

Muchas son las aflicciones del justo,

mas de todas ellas le libra Jehová.



20

Él guarda todos sus huesos;

ni uno de ellos será quebrado.



21

Matará al malo la maldad,

y los que aborrecen al justo serán condenados.



22

Jehová redime el alma de sus siervos,

y no serán condenados cuantos en él se refugian.



Salmo 35

David se queja de sus enemigos y de los malos tratos de éstos — Pide a Jehová que le juzgue conforme a Su perfecta justicia.

Salmo de David.

1

Contiende , oh Jehová, con los que contra mí contienden;

combate contra los que me combaten.



2

Echa mano al escudo y al pavés,

y levántate en mi ayuda.



3

Y saca la lanza, cierra el paso a mis perseguidores;

di a mi alma: Yo soy tu salvación.



4

Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida;

sean vueltos atrás y sean avergonzados los que mi mal intentan.



5

Sean como el tamo delante del viento,

y el ángel de Jehová los acose.



6

Sea su camino tenebroso y resbaladizo,

y el ángel de Jehová los persiga,



7

porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo;

sin causa cavaron hoyo para mi alma.



8

Venga sobre él la ruina sin que lo sepa,

y la red que él escondió lo prenda,

caiga en ella con ruina.



9

Y mi alma se regocijará en Jehová;

se regocijará en su salvación.



10

Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú,

que libras al pobre del más fuerte que él,

sí, al pobre y menesteroso del que le despoja?



11

Se levantan testigos falsos;

de lo que no sé me preguntan.



12

Me devuelven mal por bien,

para afligir a mi alma.



13

Mas yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio;

afligí con ayuno mi alma,

y a mi pecho mi oración volvía.



14

Como por mi amigo o como por mi hermano andaba yo

como el que está de duelo por la madre, cabizbajo andaba yo.



15

Pero ellos se alegraron en mi tropiezo y se juntaron;

se juntaron contra mí gentes despreciables, y yo no lo sabía;

me despedazaban sin cesar;



16

como profanos burlones en una fiesta,

hicieron rechinar contra mí sus dientes.



17

Oh Señor, ¿hasta cuándo verás esto?

Rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los leones.



18

En la gran congregación te daré gracias;

te alabaré entre numeroso pueblo.



19

No se alegren de mí los que injustamente son mis enemigos,

ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo,



20

porque no hablan paz,

y contra los mansos de la tierra traman engaños.



21

Y ensancharon contra mí su boca;

dijeron: ¡Ajá, ajá, nuestros ojos lo han visto!



22

Tú lo has visto, oh Jehová; no calles;

oh Señor, de mí no te alejes.



23

Muévete y despierta para hacerme justicia,

para mi causa, Dios mío y Señor mío.



24

Júzgame conforme a tu justicia, oh Jehová, Dios mío,

y no se alegren de mí.



25

No digan en su corazón: ¡Ajá, ya lo tenemos!

No digan: ¡Le hemos devorado!



26

Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran;

vístanse de vergüenza y de ignominia los que se engrandecen contra mí.



27

Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa,

y digan siempre: Sea ensalzado Jehová,

que se deleita en la paz de su siervo.



28

Y mi lengua hablará de tu justicia

y de tu alabanza todo el día.



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jueves, 26 de julio de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 171: Salmos 26-31


Salmo 26
David declara que ha andado en integridad y obediencia — Él ama la casa de Jehová.

Salmo de David. 1

Júzgame, oh Jehová,
porque yo en mi integridad he andado;
he confiado asimismo en Jehová; no vacilaré.

2

Pruébame, oh Jehová, y examíname;
escudriña mi mente y mi corazón.

3

Porque tu misericordia está delante de mis ojos,
y en tu verdad he andado.

4

No me he sentado con hombres falsos,
ni iré con los que simulan.

5

Aborrecí la reunión de los malignos,
y con los impíos nunca me sentaré.

6

Lavaré en inocencia mis manos,
y andaré alrededor de tu altar, oh Jehová,

7

para exclamar con voz de acción de gracias,
y para contar todas tus maravillas.

8

Jehová, la habitación de tu casa he amado,
el lugar de la morada de tu gloria.

9

No lleves mi alma junto con los pecadores
ni mi vida con hombres sanguinarios,

10

en cuyas manos está el mal,
y su diestra está llena de sobornos.

11

Mas yo andaré en mi integridad;
redímeme y ten misericordia de mí.

12

Mi pie ha estado en rectitud;
en las congregaciones bendeciré a Jehová.

Salmo 27
David dice: Jehová es mi luz y mi salvación — Desea morar en la casa de Jehová para siempre — David aconseja: Espera en Jehová y esfuérzate.

Salmo de David. 1

Jehová es mi luz y mi salvación;
¿a quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida;
¿de quién he de atemorizarme?

2

Cuando se abalanzaron contra mí los malignos,
mis angustiadores y mis enemigos,
para devorar mis carnes,
ellos tropezaron y cayeron.

3

Aunque un ejército acampe contra mí,
no temerá mi corazón;
aunque contra mí se levante guerra,
yo estaré confiado.

4

Una cosa he pedido a Jehová;
ésta buscaré:
que more yo en la casa de Jehová
todos los días de mi vida,
para contemplar la hermosura de Jehová
y para meditar en su templo.

5

Porque él me esconderá en su escondite en el día del mal;
me ocultará en lo reservado de su tabernáculo;
me pondrá en alto sobre una roca.

6

Entonces levantará mi cabeza
sobre mis enemigos que me rodean,
y yo sacrificaré en su tabernáculo
sacrificios con voces de júbilo;
cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.

7

Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;
ten misericordia de mí y respóndeme.

8

Has dicho: Buscad mi rostro.
Mi corazón ha dicho: Tu rostro buscaré, oh Jehová.

9

No escondas tu rostro de mí;
no apartes con ira a tu siervo.
Mi ayuda has sido;
no me dejes ni me desampares, oh Dios de mi salvación.

10

Aunque mi padre y mi madre me abandonen,
con todo, Jehová me recogerá.

11

Enséñame, oh Jehová, tu camino,
y guíame por senda de rectitud
a causa de mis enemigos.

12

No me entregues a la voluntad de mis enemigos,
porque se han levantado contra mí testigos falsos
y los que respiran crueldad.

13

Hubiera yo desmayado si no creyese que he de ver la bondad de Jehová
en la tierra de los vivientes.

14

Espera en Jehová;
esfuérzate, y él alentará tu corazón.
Sí, espera en Jehová.

Salmo 28
David suplica a Jehová que oiga su voz y le conceda sus peticiones — David ruega: Salva a tu pueblo y bendice a tu heredad.

Salmo de David. 1

A ti clamaré, oh Jehová,
roca mía; no te desentiendas de mí,
no sea que, al callar tú delante de mí,
llegue yo a ser semejante a los que descienden a la fosa.

2

Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti,
cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.

3

No me arrastres juntamente con los malos
y con los que hacen iniquidad,
los cuales hablan paz con sus prójimos,
pero la maldad está en su corazón.

4

Dales conforme a su obra
y conforme a la maldad de sus hechos;
dales conforme a la obra de sus manos;
dales lo que merecen.

5

Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová
ni a la obra de sus manos,
él los derribará y no los edificará.

6

Bendito sea Jehová,
que ha oído la voz de mis ruegos.

7

Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
en él confía mi corazón, y me ayuda,
por lo que se regocija mi corazón,
y con mi cántico le alabaré.

8

Jehová es la fortaleza de su pueblo,
y el refugio salvador de su ungido.

9

Salva a tu pueblo y bendice a tu heredad;
susténtalos y enaltécelos para siempre.

Salmo 29
David aconseja: Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad — David describe la majestuosidad y el poder de la voz de Jehová.

Salmo de David. 1

Dad a Jehová, oh hijos de los fuertes;
dad a Jehová la gloria y el poder.

2

Dad a Jehová la debida gloria a su nombre;
adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.

3

Voz de Jehová sobre las aguas.
Truena el Dios de gloria,
Jehová, sobre las muchas aguas.

4

Voz de Jehová con poder;
voz de Jehová con majestuosidad.

5

Voz de Jehová que quebranta los cedros;
sí, Jehová quebrantará los cedros del Líbano.

6

Y los hace saltar como becerro;
al Líbano y al Sirión, como cría de toros salvajes.

7

Voz de Jehová que lanza llamas de fuego.

8

Voz de Jehová que hace temblar el desierto;
hace temblar Jehová el desierto de Cades.

9

Voz de Jehová que hace parir a las ciervas
y deja desnudos los bosques;
y en su templo todos proclaman su gloria.

10

Jehová reina en el diluvio,
y se sienta Jehová como rey para siempre.

11

Jehová dará fortaleza a su pueblo;
Jehová bendecirá a su pueblo con paz.

30
David canta alabanzas y da gracias a Jehová — David suplica misericordia.

Salmo. Cántico para la dedicación de la casa, de David. 1

Te glorificaré, oh Jehová, porque me has exaltado,
y no has dejado a mis enemigos alegrarse de mí.

2

Oh Jehová, Dios mío,
a ti clamé, y me sanaste.

3

Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol;
me diste vida para que no descendiese a la fosa.

4

Cantad a Jehová, vosotros sus santos,
y dad gracias por la memoria de su santidad.

5

Porque por un momento será su furor;
mas en su favor está la vida.
Por la noche durará el llanto,
y a la mañana vendrá la alegría.

6

Y dije yo en mi prosperidad:
No seré jamás movido.

7

Tú, oh Jehová, con tu favor
has afirmado mi monte con poder.
Escondiste tu rostro; fui conturbado.

8

A ti, oh Jehová, clamaré;
y al Señor suplicaré.

9

¿Qué provecho hay en mi muerte
cuando yo descienda a la sepultura?
¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?

10

Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí;
Jehová, sé tú mi ayudador.

11

Has cambiado mi lamento en baile;
desataste mi cilicio y me ceñiste de alegría,

12

para que a ti cante gloria y no esté callado.
Oh Jehová, Dios mío, te alabaré para siempre.

Salmo 31


David confía en Jehová y se regocija en Su misericordia — Hablando como el Mesías dice: En tus manos encomiendo mi espíritu — David aconseja: Amad a Jehová, todos vosotros, Sus santos, porque Jehová guarda a los fieles.

Al músico principal. Salmo de David. 1

En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo jamás avergonzado;
líbrame en tu justicia.

2

Inclina a mí tu oído; líbrame pronto;
sé tú mi roca fuerte y la fortaleza para salvarme.

3

Porque tú eres mi roca y mi fortaleza;
por amor a tu nombre guíame y encamíname.

4

Sácame de la red que han escondido para mí,
porque tú eres mi fortaleza.

5

En tus manos encomiendo mi espíritu;
tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.

6

Aborrecí a los que confían en ídolos vanos,
mas yo en Jehová he confiado.

7

Me gozaré y alegraré en tu misericordia,
porque has visto mi aflicción;
has conocido mi alma en las angustias

8

y no me entregaste en manos del enemigo;
pusiste mis pies en lugar espacioso.

9

Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia;
se han consumido de tristeza mis ojos, mi alma y mi cuerpo.

10

Porque mi vida se va gastando de dolor y mis años de suspirar;
se han agotado mis fuerzas a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.

11

De todos mis enemigos he sido objeto de oprobio,
y de mis vecinos en gran manera, y el horror de mis conocidos;
los que me ven afuera huyen de mí.

12

He sido olvidado de su corazón como un muerto;
he venido a ser como una vasija quebrada.

13

Porque he oído la calumnia de muchos;
hay miedo por todas partes,
mientras conspiran juntos contra mí
y traman quitarme la vida.

14

Mas yo en ti confío, oh Jehová;
yo digo: Tú eres mi Dios.

15

En tus manos están mis años;
líbrame de manos de mis enemigos y de mis perseguidores.

16

Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo;
sálvame por tu misericordia.

17

No sea yo avergonzado, oh Jehová, ya que te he invocado;
sean avergonzados los impíos; estén mudos en el Seol.

18

Enmudezcan los labios mentirosos
que hablan contra el justo cosas duras,
con soberbia y menosprecio.

19

¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen,
que has hecho para los que se refugian en ti, delante de los hijos de los hombres!

20

En lo secreto de tu presencia los esconderás de las conspiraciones del hombre;
los pondrás en un tabernáculo protegidos de la contención de lenguas.

21

Bendito sea Jehová,
porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fortificada.

22

Y decía yo en mi premura:
Excluido soy de delante de tus ojos;
sin embargo, tú oíste la voz de mis ruegos cuando a ti clamaba.

23

Amad a Jehová todos vosotros sus santos;
a los fieles guarda Jehová,
y retribuye abundantemente al que procede con soberbia.

24

Esforzaos todos vosotros, los que esperáis en Jehová,
y tome aliento vuestro corazón.




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sábado, 21 de julio de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 170: Salmos 20-25



Salmo 20
David ora para que Jehová oiga en tiempos de tribulación — Jehová salva a Su ungido.

Al músico principal. Salmo de David. 1

Jehová te oiga en el día de tribulación;
el nombre del Dios de Jacob te defienda.

2

Te envíe ayuda desde el santuario,
y desde Sión te sostenga.

3

Tenga él memoria de todas tus ofrendas
y acepte tu holocausto. Selah

4

Te dé conforme al deseo de tu corazón,
y cumpla todos tus propósitos.

5

Nosotros nos regocijaremos en tu salvación,
y alzaremos estandarte en el nombre de nuestro Dios;
cumpla Jehová todas tus peticiones.

6

Ahora sé que Jehová salva a su ungido;
le responderá desde sus santos cielos
con la fuerza salvadora de su diestra.

7

Éstos confían en carros, y aquéllos en caballos;
mas nosotros del nombre de Jehová, nuestro Dios, tendremos memoria.

8

Ellos se doblegan y caen;
mas nosotros nos levantamos y nos mantenemos de pie.

9

Salva, oh Jehová;
que el Rey nos responda el día en que le invoquemos.

Salmo 21

Salmo mesiánico de David — David cuenta acerca de la gloria del gran Rey — El Rey triunfará sobre todos sus enemigos — Los designios malignos de éstos fracasarán.

Al músico principal. Salmo de David. 1

Se alegra el rey en tu poder, oh Jehová;
y en tu salvación, ¡cuánto se regocija!

2

Le has concedido el deseo de su corazón
y no le negaste la petición de sus labios. Selah

3

Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien;
corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.

4

Vida te pidió, y se la diste,
largura de días eternamente y para siempre.

5

Grande es su gloria en tu salvación;
honra y majestad has puesto sobre él.

6

Porque le has dado bendiciones para siempre;
lo llenaste de alegría con tu rostro.

7

Por cuanto el rey confía en Jehová,
y por la misericordia del Altísimo no será removido.

8

Alcanzará tu mano a todos tus enemigos;
tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.

9

Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira;
Jehová los devorará en su furor,
y el fuego los consumirá.

10

Su fruto destruirás de la tierra,
y su descendencia de entre los hijos de los hombres.

11

Porque intentaron el mal contra ti;
fraguaron maquinaciones, mas no prevalecerán,

12

pues tú los pondrás en fuga;
en tus cuerdas dispondrás saetas contra sus rostros.

13

Enaltécete, oh Jehová, en tu poder;
cantaremos y alabaremos tu poderío.

Salmo 22

Salmo mesiánico de David — Éste predice acontecimientos de la vida del Mesías — El Mesías dirá: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? — Le traspasarán las manos y los pies — Aún se enseñoreará de todas las naciones.

Al músico principal: al son de Ajelet-sahar. Salmo de David. 1

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor?

2

Dios mío, clamo de día y no respondes;
y de noche no me quedo en silencio.

3

Pero tú eres santo,
tú que habitas entre las alabanzas de Israel.

4

En ti confiaron nuestros padres;
confiaron, y tú los libraste.

5

Clamaron a ti y fueron librados;
confiaron en ti y no fueron avergonzados.

6

Mas yo soy gusano y no hombre,
oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.

7

Todos los que me ven me escarnecen;
hacen muecas con los labios, menean la cabeza, diciendo:

8

Se encomienda a Jehová; que él lo rescate;
sálvele, puesto que en él se complacía.

9

Pero tú eres el que me sacó del vientre,
el que me hizo confiar desde que estaba a los pechos de mi madre.

10

A ti fui encomendado desde la matriz;
desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

11

No te alejes de mí, porque la angustia está cerca,
y no hay quien ayude.

12

Me han rodeado muchos toros;
fuertes toros de Basán me han cercado.

13

Abrieron sobre mí su boca,
como león rapaz y rugiente.

14

Derramado soy como el agua,
y todos mis huesos se descoyuntan;
mi corazón es como cera,
derritiéndose en medio de mis entrañas.

15

Como un tiesto se ha secado mi vigor,
y mi lengua se pegó a mi paladar;
y me has puesto en el polvo de la muerte.

16

Porque perros me han rodeado;
me ha cercado cuadrilla de malignos;
horadaron mis manos y mis pies.

17

Contar puedo todos mis huesos;
ellos me miran y me observan.

18

Repartieron entre sí mis vestidos,
y sobre mi ropa echaron suertes.

19

Mas tú, oh Jehová, no te alejes.
Oh fortaleza mía, apresúrate a ayudarme.

20

Libra de la espada mi alma,
de la garra del perro mi vida.

21

Sálvame de la boca del león.
De los cuernos de los toros salvajes me has rescatado.

22

Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
en medio de la congregación te alabaré.

23

Los que teméis a Jehová, alabadle;
glorificadle, descendencia toda de Jacob,
y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.

24

Porque no menospreció ni aborreció la aflicción del desvalido,
ni de él escondió su rostro,
sino que cuando clamó a él, le oyó.

25

De ti será mi alabanza en la gran congregación;
mis votos cumpliré delante de los que le temen.

26

Comerán los humildes y serán saciados;
alabarán a Jehová los que le buscan;
vivirá vuestro corazón para siempre.

27

Se acordarán y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,
y adorarán delante de ti todas las familias de las naciones.

28

Porque de Jehová es el reino,
y él se enseñoreará de las naciones.

29

Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo;
y nadie puede conservar viva su propia alma.

30

La posteridad le servirá;
como una generación de Jehová, ella será considerada.

31

Vendrán y anunciarán su justicia a un pueblo que ha de nacer,
que él ha hecho esto.

Salmo 23


David declara: Jehová es mi pastor.

Salmo de David. 1

Jehová es mi pastor; nada me faltará.

2

En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.

3

Confortará mi alma;
me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

4

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

5

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

6

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa de Jehová moraré por largos días.


Salmo 24

David testifica: De Jehová es la tierra y su plenitud — El limpio de manos y puro de corazón subirá al monte de Jehová — Jehová de los ejércitos es el Rey de gloria.
Salmo de David. 1

De Jehová es la tierra y su plenitud,
el mundo y los que en él habitan,
2

porque él la fundó sobre los mares,
y la afirmó sobre los ríos.

3

¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?

4

El limpio de manos y puro de corazón,
el que no ha elevado su alma a la vanidad
ni jurado con engaño.

5

Él recibirá bendición de Jehová,
y justicia del Dios de salvación.

6

Tal es la generación de los que le buscan,
de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Selah

7

¡Alzad, oh puertas, vuestras cabezas!
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
y entrará el Rey de gloria.

8

¿Quién es este Rey de gloria?
¡Jehová el fuerte y valiente!
¡Jehová el poderoso en batalla!

9

¡Alzad, oh puertas, vuestras cabezas!
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
y entrará el Rey de gloria.

10

¿Quién es este Rey de gloria?
¡Jehová de los ejércitos!
¡Él es el Rey de gloria! Selah

Salmo 25

David suplica ser encaminado en la verdad y pide perdón — La misericordia y la verdad son para los que guardan los mandamientos.

Salmo de David. 1

A ti, oh Jehová, elevaré mi alma.

2

Dios mío, en ti confío;
no sea yo avergonzado.
No se alegren de mí mis enemigos.

3

Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será avergonzado;
serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

4

Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;
enséñame tus sendas.

5

Encamíname en tu verdad y enséñame,
porque tú eres el Dios de mi salvación;
en ti he esperado todo el día.

6

Acuérdate, oh Jehová, de tus tiernas misericordias y de tu compasión,
que son perpetuas.

7

De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones, no te acuerdes;
conforme a tu misericordia acuérdate de mí,
por tu bondad, oh Jehová.

8

Bueno y recto es Jehová;
por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.

9

Encaminará a los humildes por el juicio,
y enseñará a los mansos su camino.

10

Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad
para los que guardan su convenio y sus testimonios.

11

Por amor de tu nombre, oh Jehová,
perdona mi iniquidad, porque es grande.

12

¿Quién es el hombre que teme a Jehová?
Él le enseñará el camino que ha de escoger.

13

Su alma morará en bienestar,
y su descendencia heredará la tierra.

14

La comunión íntima de Jehová es para con los que le temen,
y a ellos hará conocer su convenio.

15

Mis ojos se dirigen siempre hacia Jehová,
porque él sacará mis pies de la red.

16

Vuélvete a mí y ten misericordia de mí,
porque estoy solo y afligido.

17

Las angustias de mi corazón se han aumentado;
sácame de mis congojas.

18

Mira mi aflicción y mis afanes,
y perdona todos mis pecados.

19

Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado,
y con odio violento me aborrecen.

20

Guarda mi alma y líbrame;
no sea yo avergonzado, porque en ti he confiado.

21

Integridad y rectitud me guarden,
porque en ti he esperado.

22

Redime, oh Dios, a Israel
de todas sus angustias.



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Salmo 19-Dance of the Stars



David testifica: Los cielos cuentan la gloria de Dios, la ley de Jehová es perfecta y los decretos de Jehová son todos verdaderos y justos.

Al músico principal. Salmo de David. 1

Los cielos cuentan la gloria de Dios,
y el firmamento proclama la obra de sus manos.

2

Día a día emite palabra a otro día,
y noche a noche declara sabiduría.

3

No hay lenguaje ni palabras,
ni es oída su voz.

4

Por toda la tierra salió su voz,
y hasta el extremo del mundo sus palabras.
En ellos puso tabernáculo para el sol;

5

y éste, como esposo que sale de su alcoba,
se regocija cual hombre fuerte al correr su carrera.

6

De un extremo de los cielos es su salida,
y su curso hasta el término de ellos.
Nada hay que se esconda de su calor.

7

La ley de Jehová es perfecta: convierte el alma;
el testimonio de Jehová es fiel: hace sabio al sencillo.

8

Los preceptos de Jehová son rectos: alegran el corazón.
El mandamiento de Jehová es puro: alumbra los ojos.

9

El temor de Jehová es limpio: permanece para siempre;
los decretos de Jehová son verdaderos: todos justos.

10

Deseables son más que el oro,
sí, más que mucho oro refinado;
y dulces más que la miel,
y que el destilar del panal.

11

Tu siervo es, además, amonestado por ellos;
en guardarlos hay gran galardón.

12

¿Quién puede discernir sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos.

13

Guarda, asimismo, a tu siervo de los pecados de soberbia,
que no se enseñoreen de mí.
Entonces seré íntegro y estaré libre de gran
transgresión.

14

Sean las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón gratas delante de ti,
oh Jehová, roca mía y redentor mío.

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 169: Salmos 17-19


Salmos
..Salmo 17
David suplica a Jehová que oiga su voz y que lo guarde de hombres mundanos — David confía en llegar a ver el rostro de Jehová en justicia.

Oración de David. 1

Oye, oh Jehová, una causa justa; atiende a mi clamor;
escucha mi oración hecha de labios sin engaño.

2

De tu presencia salga mi juicio;
vean tus ojos la rectitud.

3

Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche,
me has puesto a prueba y nada hallaste;
he resuelto que mi boca no cometa transgresión.

4

En cuanto a las obras del hombre, por la palabra de tus labios
yo me he guardado de las sendas de los violentos.

5

Sustenta mis pasos en tus caminos,
para que mis pies no resbalen.

6

Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios;
inclina a mí tu oído; escucha mi palabra.

7

Muestra tus maravillosas misericordias,
tú que salvas a los que se refugian a tu diestra,
de los que se levantan contra ellos.

8

Guárdame como a la niña de tus ojos;
escóndeme bajo la sombra de tus alas,

9

de delante de los malos que me oprimen,
de mis enemigos mortales que me rodean.

10

Envueltos están en su grosura;
con su boca hablan con arrogancia.

11

Han cercado ahora nuestros pasos;
tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra.

12

Son como león que desea despedazar su presa,
y como leoncillo que, en los escondrijos, acecha.

13

Levántate, oh Jehová;
sal a su encuentro. ¡Derríbalo!
Libra mi alma de los malos con tu espada,

14

de los hombres con tu mano, oh Jehová,
de los hombres del mundo, cuya porción la tienen en esta vida,
y cuyo vientre llenas con tu tesoro escondido.
Abundan en hijos
y dejan lo que les sobra a sus pequeños.

15

En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia;
estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.

Salmo 18

David alaba a Jehová por Su grandeza y cuidado protector — El camino de Jehová es perfecto — Jehová ha dado bendiciones maravillosas — David testifica: Vive Jehová, y bendita sea mi Roca.

Al músico principal. Salmo de David, siervo de Jehová, quien dirigió a Jehová las palabras de este cántico el día en que Jehová le libró de manos de todos sus enemigos y de manos de Saúl. Entonces dijo: 1

Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.

2

Jehová, roca mía y baluarte mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en quien me refugio;
escudo mío y el poder de mi salvación, mi alto refugio.

3

Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
y seré salvo de mis enemigos.

4

Los lazos de la muerte me envolvieron,
y los torrentes de la iniquidad me atemorizaron.

5

Las ligaduras del Seol me rodearon;
los lazos de la muerte me confrontaron.

6

En mi angustia invoqué a Jehová,
y clamé a mi Dios.
Él oyó mi voz desde su templo,
y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.

7

Y la tierra fue conmovida y tembló;
y se conmovieron los cimientos de los montes,
y se estremecieron, porque se indignó él.

8

Humo subió de su nariz
y de su boca fuego consumidor;
carbones fueron por él encendidos.

9

E inclinó los cielos y descendió,
y había densas tinieblas debajo de sus pies.

10

Y cabalgó sobre un querubín, y voló;
voló sobre las alas del viento.

11

De las tinieblas hizo su escondite, su pabellón alrededor de sí;
oscuridad de aguas, densas nubes de los cielos.

12

Por el resplandor de su presencia, sus densas nubes pasaron;
granizo y carbones ardientes.

13

Jehová tronó en los cielos,
y el Altísimo dio su voz;
granizo y carbones de fuego.

14

Y envió sus saetas y los dispersó;
y lanzó relámpagos y los confundió.

15

Entonces aparecieron los abismos de las aguas,
y quedaron al descubierto los cimientos del mundo,
a tu reprensión, oh Jehová,
al soplo del aliento de tu nariz.

16

Envió desde lo alto y me tomó;
me sacó de las caudalosas aguas.

17

Me libró de mi poderoso enemigo
y de los que me aborrecían,
pues eran más fuertes que yo.

18

Me asaltaron en el día de mi calamidad,
mas Jehová fue mi apoyo.

19

Y me sacó a un lugar espacioso;
me libró, porque se agradó de mí.

20

Me ha premiado Jehová conforme a mi justicia;
conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.

21

Porque yo he guardado los caminos de Jehová,
y no me aparté impíamente de mi Dios.

22

Pues todos sus decretos estaban delante de mí,
y no me he apartado de sus estatutos.

23

Y fui íntegro para con él, y me he guardado de mi iniquidad.

24

Por tanto, Jehová me ha recompensado conforme a mi justicia,
conforme a la limpieza de mis manos delante de sus ojos.

25

Con el misericordioso te mostrarás misericordioso,
y con el hombre íntegro te mostrarás íntegro.

26

Limpio serás para con el limpio
y sagaz serás para con el perverso.

27

Porque tú salvarás al pueblo afligido,
y humillarás los ojos altivos.

28

Tú, pues, encenderás mi lámpara;
Jehová, mi Dios, alumbrará mis tinieblas.

29

Porque contigo desbarataré ejércitos,
y con mi Dios saltaré murallas.

30

En cuanto a Dios, perfecto es su camino;
acrisolada es la palabra de Jehová;
escudo es a todos los que en él buscan refugio.

31

Porque, ¿quién es Dios sino sólo Jehová?
¿Y quién es roca sino sólo nuestro Dios?

32

Dios es el que me ciñe de fuerzas,
y hace perfecto mi camino.

33

Él hace mis pies como pies de ciervas,
y me hace estar firme en mis alturas.

34

Él adiestra mis manos para la batalla,
y para tensar con mis brazos el arco de bronce.

35

Y me diste el escudo de tu salvación;
tu diestra me sustentó,
y tu benignidad me ha engrandecido.

36

Ensanchaste mis pasos debajo de mí,
y no han resbalado mis pies.

37

Perseguí a mis enemigos y los alcancé;
y no volví hasta acabarlos.

38

Los herí, y no pudieron levantarse;
cayeron debajo de mis pies.

39

Pues me ceñiste de fuerzas para la batalla;
has humillado debajo de mí a los que contra mí se levantaron.

40

Y me diste la cerviz de mis enemigos,
para que yo destruyese a los que me aborrecían.

41

Clamaron, y no hubo quien los salvase;
aun a Jehová, mas no les respondió.

42

Y los molí como polvo delante del viento;
los arrojé fuera como lodo de las calles.

43

Me has librado de las contiendas del pueblo;
me has puesto por cabeza de naciones;
pueblo que yo no conocía me sirve.

44

Así que al oírme, me obedecen;
los hijos de extranjeros me rinden obediencia.

45

Los hijos de extranjeros desfallecen
y salen temblando de sus refugios.

46

¡Viva Jehová y bendita sea mi roca!;
y exaltado sea el Dios de mi salvación,

47

el Dios que por mí hace venganza
y sujeta pueblos debajo de mí,

48

que me libra de mis enemigos.
También tú me enalteces sobre los que se levantan contra mí;
me libras del hombre violento.

49

Por eso yo te alabaré entre las naciones, oh Jehová,
y cantaré a tu nombre.

50

Él da gran salvación a su rey
y hace misericordia a su ungido,
a David y a su descendencia, para siempre.


Salmo 19

David testifica: Los cielos cuentan la gloria de Dios, la ley de Jehová es perfecta y los decretos de Jehová son todos verdaderos y justos.

Al músico principal. Salmo de David. 1

Los cielos cuentan la gloria de Dios,
y el firmamento proclama la obra de sus manos.

2

Día a día emite palabra a otro día,
y noche a noche declara sabiduría.

3

No hay lenguaje ni palabras,
ni es oída su voz.

4

Por toda la tierra salió su voz,
y hasta el extremo del mundo sus palabras.
En ellos puso tabernáculo para el sol;

5

y éste, como esposo que sale de su alcoba,
se regocija cual hombre fuerte al correr su carrera.

6

De un extremo de los cielos es su salida,
y su curso hasta el término de ellos.
Nada hay que se esconda de su calor.

7

La ley de Jehová es perfecta: convierte el alma;
el testimonio de Jehová es fiel: hace sabio al sencillo.

8

Los preceptos de Jehová son rectos: alegran el corazón.
El mandamiento de Jehová es puro: alumbra los ojos.

9

El temor de Jehová es limpio: permanece para siempre;
los decretos de Jehová son verdaderos: todos justos.

10

Deseables son más que el oro,
sí, más que mucho oro refinado;
y dulces más que la miel,
y que el destilar del panal.

11

Tu siervo es, además, amonestado por ellos;
en guardarlos hay gran galardón.

12

¿Quién puede discernir sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos.

13

Guarda, asimismo, a tu siervo de los pecados de soberbia,
que no se enseñoreen de mí.
Entonces seré íntegro y estaré libre de gran
transgresión.

14

Sean las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón gratas delante de ti,
oh Jehová, roca mía y redentor mío.



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viernes, 20 de julio de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 168: Salmos 9-16


Salmos
..Salmo 9
Salmo mesiánico de David — David alaba a Jehová por haber reprendido a las naciones (gentiles) — Jehová juzgará al mundo con justicia — Jehová morará en Sión — Los impíos serán arrojados al infierno.

Al músico principal: al son de Mut-labén. Salmo de David. 1

Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón;
contaré todas tus maravillas.

2

Me alegraré y me regocijaré en ti;
cantaré a tu nombre, oh Altísimo.

3

Cuando mis enemigos retrocedan,
caerán y perecerán delante de ti.

4

Porque has mantenido mi juicio y mi causa;
te has sentado en el trono juzgando con justicia.

5

Reprendiste a las naciones, destruiste al impío,
borraste el nombre de ellos para siempre jamás.

6

El enemigo ha llegado a su fin en desolación eterna;
y tú derribaste sus ciudades,
y su memoria pereció con ellas.

7

Pero Jehová permanecerá para siempre;
ha dispuesto su trono para juicio.

8

Y él juzgará al mundo con justicia;
juzgará a los pueblos con equidad.

9

Y será Jehová refugio para el oprimido,
refugio para tiempos de angustia.

10

Y en ti confiarán los que conocen tu nombre;
por cuanto tú, oh Jehová, no desampararás a los que te buscan.

11

Cantad alabanzas a Jehová, que habita en Sión;
proclamad entre los pueblos sus obras.

12

Porque el que pide cuentas de la sangre se acuerda de ellos;
no se olvida del clamor de los afligidos.

13

Ten misericordia de mí, oh Jehová;
mira mi aflicción que me infligen los que me aborrecen;
tú, que me levantas de las puertas de la muerte,

14

para que recuente yo todas tus alabanzas
en las puertas de la hija de Sión,
y me regocije en tu salvación.

15

Se hundieron las naciones en el foso que hicieron;
fue atrapado su pie en la red que escondieron.

16

Jehová se ha dado a conocer por el juicio que hace;
en la obra de sus manos es enlazado el malo. Higaión. Selah

17

Los malos serán trasladados al Seol,
todas las naciones que se olvidan de Dios.

18

Porque no para siempre será olvidado el necesitado,
ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.

19

Levántate, oh Jehová; no prevalezca el hombre;
sean juzgadas las naciones delante de ti.

20

Infunde, oh Jehová, temor en ellas;
conozcan las naciones que no son sino hombres. Selah

Salmos
..Salmo 10
David habla de varios hechos de los inicuos — Dios no está en los pensamientos de ellos — Pero Jehová es Rey eternamente y para siempre — Él juzgará al huérfano y al oprimido.

1

¿Por qué estás lejos, oh Jehová,
y te escondes en tiempos de tribulación?

2

Con arrogancia el malo persigue al pobre;
sean atrapados en los artificios que han ideado.

3

Porque el malo se jacta del deseo de su alma,
y bendice al codicioso y desprecia a Jehová.

4

El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios;
no está Dios en ninguno de sus pensamientos.

5

Sus caminos son torcidos en todo tiempo;
tus juicios los tiene muy lejos de su vista;
a todos sus adversarios desprecia.

6

Dice en su corazón: No seré sacudido jamás,
ni nunca me alcanzará la adversidad.

7

Llena está su boca de maldición, y de engaños y de fraude;
debajo de su lengua hay maldad e iniquidad.

8

Se sienta al acecho en las aldeas;
en los escondrijos mata al inocente.
Sus ojos acechan al desvalido.

9

Acecha en lo oculto, como el león desde su guarida;
acecha para atrapar al pobre;
atrapa al pobre trayéndolo a su red.

10

Se encoge, se agazapa,
y caen en sus fuertes garras muchos desdichados.

11

Dice en su corazón: Dios ha olvidado;
ha encubierto su rostro; nunca lo verá.

12

¡Levántate, oh Jehová;
oh Dios, alza tu mano!
No te olvides de los pobres.

13

¿Por qué desprecia el malo a Dios?
En su corazón ha dicho: Tú no habrás de pedir cuentas.

14

Tú lo has visto, porque tú miras la maldad y la vejación,
para dar la recompensa con tu mano;
a ti se acoge el desvalido;
tú eres el amparo del huérfano.

15

Quiebra el brazo del inicuo y del malvado;
persigue su maldad hasta que no halles ninguna.

16

Jehová es Rey de eternidad en eternidad;
las naciones han desaparecido de su tierra.

17

El deseo de los humildes has oído, oh Jehová;
tú dispondrás su corazón e inclinarás tu oído,

18

para juzgar al huérfano y al oprimido,
a fin de que no vuelva más a sembrar el terror el hombre de la tierra.

Salmos
..Salmo 11

David se regocija de que Jehová esté en Su santo templo — Jehová pone a prueba al justo y aborrece al impío.

Al músico principal. Salmo de David. 1

En Jehová he confiado;
¿cómo decís a mi alma:
Escapa al monte cual ave?,

2

porque he aquí, los malos tensan el arco,
disponen sus saetas sobre la cuerda,
para lanzarlas en oculto a los rectos de corazón.

3

Si son destruidos los fundamentos,
¿qué puede hacer el justo?

4

Jehová está en su santo templo;
el trono de Jehová está en el cielo;
sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.

5

Jehová prueba al justo,
pero su alma aborrece al malo y al que ama la violencia.

6

Sobre los malos hará llover calamidades;
fuego y azufre y un viento abrasador serán la porción de su copa.

7

Porque Jehová es justo y ama la justicia;
los justos verán su rostro.

Salmos
..Salmo 12
David censura los labios lisonjeros y la lengua jactanciosa — Él dice: Las palabras de Jehová son puras.

Al músico principal: con Seminit. Salmo de David. 1

Salva, oh Jehová, porque se han acabado los piadosos,
porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.

2

Falsedad habla cada uno con su prójimo;
hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón.

3

Destruirá Jehová todos los labios lisonjeros,
y la lengua que habla con jactancia,

4

los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos;
nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor sobre nosotros?

5

Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos,
ahora me levantaré, dice Jehová.
Pondré a salvo al que anhela la seguridad.

6

Las palabras de Jehová son palabras puras,
como plata refinada en horno de tierra,
purificada siete veces.

7

Tú, oh Jehová, los guardarás;
los protegerás para siempre de esta generación.

8

Los malos andan por todas partes
cuando la vileza es exaltada entre los hijos de los hombres.

Salmos
..Salmo 13
David confía en la misericordia de Jehová y se regocija en su salvación.

Al músico principal. Salmo de David. 1

¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre?
¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?

2

¿Hasta cuándo tomaré consejo en mi alma,
con pesar en mi corazón cada día?
¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?

3

Mírame; respóndeme, oh Jehová, Dios mío;
alumbra mis ojos para que no duerma de muerte,

4

para que no diga mi enemigo: Lo vencí.
Mis enemigos se alegrarán si yo resbalo.

5

Mas yo en tu misericordia he confiado;
se alegrará mi corazón en tu salvación.

6

Cantaré a Jehová,
porque me ha hecho mucho bien.


Salmos
..Salmo 14
David dice: El necio ha dicho en su corazón: No hay Dios — Israel se regocijará en el día de la restauración.

Al músico principal. Salmo de David. 1

Dice el necio en su corazón: No hay Dios.
Se han corrompido; han hecho obras abominables;
no hay quien haga el bien.

2

Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres,
para ver si había algún entendido
que buscara a Dios.

3

Todos se han desviado; a una se han corrompido.
No hay quien haga el bien; no hay ni siquiera uno.

4

¿No tienen conocimiento todos los que hacen iniquidad,
que devoran a mi pueblo como si comiesen pan,
y no invocan a Jehová?

5

Allí tiemblan de espanto,
porque Dios está con la generación de los justos.

6

Os habéis burlado del consejo del pobre,
pero Jehová es su refugio.

7

¡Oh, que saliese de Sión la salvación de Israel!
Cuando Jehová haga volver de la cautividad a su pueblo,
se regocijará Jacob, y se alegrará Israel.

Salmos
..Salmo 15
David pregunta: ¿Quién morará en el monte santo de Jehová? — Él responde: Los justos, los rectos y los que tienen integridad.

Salmo de David. 1

Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?
¿Quién residirá en tu santo monte?

2

El que anda en integridad, y hace justicia
y habla verdad en su corazón.

3

El que no calumnia con su lengua,
ni hace mal a su prójimo
ni contra su prójimo admite reproche.

4

Aquel ante cuyos ojos es menospreciado el vil,
pero honra a los que temen a Jehová;
el que, aun jurando en perjuicio propio, no por eso cambia;

5

el que no da su dinero con usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que hace estas cosas no resbalará jamás.

Salmos
..Salmo 16
Salmo mesiánico de David — David se regocija tanto en los santos que están en la tierra como en su propia redención futura del infierno; se regocija también en el hecho de que Dios no permitirá que Su Santo (Cristo) vea corrupción, así como en la plenitud de gozo que se halla en la presencia de Jehová.

Mictam de David. 1

Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.

2

Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor;
ningún bien tengo fuera de ti.

3

Para los santos que están en la tierra
y para los íntegros es toda mi complacencia.

4

Se multiplicarán los dolores de aquellos que se apresuran tras otro dios.
No ofreceré yo sus libaciones de sangre
ni en mis labios tomaré sus nombres.

5

Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;
tú sustentas mi suerte.

6

Los linderos cayeron para mí en lugares deleitosos,
y en verdad es hermosa la heredad que me ha tocado.

7

Bendeciré a Jehová que me aconseja;
aun en las noches me enseña mi conciencia.

8

A Jehová he puesto siempre delante de mí;
porque está a mi diestra, no seré conmovido.

9

Se alegra, por tanto, mi corazón y se regocijan
mis entrañas;
también mi carne reposará segura.

10

Porque no dejarás mi alma en el Seol,
ni permitirás que tu santo vea corrupción.

11

Me mostrarás la senda de la vida;
en tu presencia hay plenitud de gozo,
deleites en tu diestra para siempre.





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