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miércoles, 21 de marzo de 2012

Lectura con Audio de la Santa Biblia RV 2009 SUD: Día 76: Jueces 8-9


Jueces
..Capítulo 8
Gedeón persigue y destruye a los madianitas — Gedeón libra a los hijos de Israel, pero rechaza su invitación a gobernar como rey de ellos — Gedeón muere e Israel vuelve a la idolatría.

1 Y los de Efraín le dijeron: ¿Qué es esto que has hecho con nosotros, no llamándonos cuando ibas a la guerra contra Madián? Y le reprendieron fuertemente.

2A los cuales él respondió: ¿Qué he hecho yo ahora comparado con vosotros? ¿No es el rebusco de uvas de Efraín mejor que la vendimia de Abiezer?

3Dios ha entregado en vuestras manos a Oreb y a Zeeb, príncipes de Madián, ¿y qué pude yo hacer comparado con vosotros? Entonces el enojo de ellos contra él se aplacó, después que él les habló esta palabra.

4Y llegó Gedeón al Jordán, y lo pasaron él y los trescientos hombres que estaban con él, cansados, más todavía persiguiendo.

5Y dijo a los de Sucot: Yo os ruego que deis a la gente que me sigue algunos bocados de pan, porque están cansados, y yo persigo a Zeba y a Zalmuna, reyes de Madián.

6Y los príncipes de Sucot respondieron: ¿Están ya las manos de Zeba y de Zalmuna en tus manos, para que hayamos nosotros de dar pan a tu ejército?

7Y Gedeón dijo: Pues bien, cuando Jehová haya entregado en mis manos a Zeba y a Zalmuna, yo desgarraré vuestra carne con espinos y abrojos del desierto.

8Y de allí subió a Peniel y les dijo las mismas palabras. Y los de Peniel le respondieron como habían respondido los de Sucot.

9Y él habló también a los de Peniel, diciendo: Cuando yo vuelva en paz, derribaré esta torre.

10Y Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y con ellos su ejército de unos quince mil hombres, todos los que habían quedado de todo el campamento de los hijos del oriente, pues habían caído ciento veinte mil hombres que sacaban espada.

11Y subió Gedeón por el camino de los que habitaban en tiendas, al oriente de Noba y de Jogbeha, y atacó el campamento, porque éste estaba confiado.

12Y huyendo Zeba y Zalmuna, él los persiguió; y capturó a los dos reyes de Madián, Zeba y Zalmuna, y aterrorizó a todo el campamento.

13Y Gedeón hijo de Joás volvió de la batalla antes que el sol subiese,

14y capturó a un joven de los hombres de Sucot, y lo interrogó; y él le dio por escrito los nombres de los príncipes de Sucot y de sus ancianos, setenta y siete hombres.

15Y fue a los hombres de Sucot y les dijo: He aquí a Zeba y a Zalmuna, acerca de los cuales os burlasteis de mí, diciendo: ¿Están ya las manos de Zeba y de Zalmuna en tus manos, para que demos nosotros pan a tus hombres cansados?

16Y tomó a los ancianos de la ciudad, y espinos y abrojos del desierto, y castigó con ellos a los de Sucot.

17Asimismo derribó la torre de Peniel y mató a los de la ciudad.

18Luego dijo a Zeba y a Zalmuna: ¿Cómo eran los hombres que matasteis en Tabor? Y ellos respondieron: Como tú, así eran ellos; cada uno parecía hijo de rey.

19Y él dijo: Mis hermanos eran, hijos de mi madre: ¡Vive Jehová, que si les hubierais conservado la vida, yo no os mataría!

20Y dijo a Jeter su primogénito: Levántate y mátalos. Pero el joven no desenvainó su espada, porque tenía temor, pues aún era un muchacho.

21Entonces dijeron Zeba y Zalmuna: Levántate y mátanos tú, porque como es el hombre, así es su valentía. Y Gedeón se levantó y mató a Zeba y a Zalmuna, y tomó los adornos de lunetas que sus camellos traían al cuello.

22Y los israelitas dijeron a Gedeón: Sé nuestro señor, tú, y tu hijo y tu nieto, porque nos has librado de manos de Madián.

23Y Gedeón respondió: Yo no os gobernaré a vosotros, ni tampoco os gobernará mi hijo. Jehová os gobernará.

24Y les dijo Gedeón: Deseo haceros una petición: que cada uno me dé los zarcillos de su botín (pues, traían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas).

25Y ellos respondieron: De buena gana los daremos. Y tendieron un manto, y cada uno de ellos echó allí los zarcillos de su botín.

26Y fue el peso de los zarcillos de oro que él pidió, mil setecientos siclos de oro, sin contar las planchas, ni los joyeles ni los vestidos de púrpura que traían los reyes de Madián, y sin contar los collares que traían sus camellos al cuello.

27Y Gedeón hizo con eso un efod, el cual hizo guardar en su ciudad de Ofra; y todo Israel se prostituyó tras ese efod en aquel lugar, y fue tropiezo para Gedeón y para su casa.

28Así fue sometido Madián delante de los hijos de Israel, y nunca más volvió a levantar su cabeza. Y reposó la tierra cuarenta años en los días de Gedeón.

29Y Jerobaal hijo de Joás se fue y habitó en su casa.

30Y tuvo Gedeón setenta hijos que salieron de sus lomos, porque tuvo muchas esposas.

31Y su concubina que estaba en Siquem también le dio a luz un hijo, y le puso por nombre Abimelec.

32Y murió Gedeón hijo de Joás en buena vejez, y fue sepultado en el sepulcro de su padre Joás, en Ofra de los abiezeritas.

33Y aconteció que cuando murió Gedeón, los hijos de Israel volvieron a prostituirse en pos de los baales, e hicieron a Baal-berit su dios.

34Y no se acordaron los hijos de Israel de Jehová su Dios, que los había librado de todos sus enemigos de alrededor,

35ni mostraron bondad a la casa de Jerobaal, es decir, Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel.

Jueces
..Capítulo 9

Abimelec hijo de Gedeón es hecho rey — Abimelec mata a sus setenta hermanos — Jotam cuenta una fábula de árboles que escogen un rey — Los hombres de Siquem conspiran en contra de Abimelec — Matan a Abimelec en Tebes.

1 Y fue Abimelec hijo de Jerobaal a Siquem, a los hermanos de su madre, y habló con ellos y con toda la familia de la casa del padre de su madre, diciendo:

2Yo os ruego que habléis a oídos de todos los señores de Siquem: ¿Qué os parece mejor, que os gobiernen setenta hombres, todos los hijos de Jerobaal, o que os gobierne un solo hombre? Y acordaos de que yo soy hueso vuestro y carne vuestra.

3Y hablaron por él los hermanos de su madre a oídos de todos los de Siquem todas estas palabras; y el corazón de ellos se inclinó a favor de Abimelec, porque decían: Nuestro hermano es.

4Y le dieron setenta piezas de plata de la casa de Baal-berit, con las cuales Abimelec contrató a sueldo a hombres ociosos y vagabundos, que le siguieron.

5Y fue a la casa de su padre en Ofra y mató a sus hermanos, los hijos de Jerobaal, setenta hombres, sobre una misma piedra; pero quedó Jotam, el hijo menor de Jerobaal, porque se escondió.

6Y se reunieron todos los señores de Siquem con toda la casa de Milo, y fueron e hicieron rey a Abimelec, cerca de la llanura del pilar que estaba en Siquem.

7Y cuando se lo dijeron a Jotam, éste fue y se puso en la cumbre del monte Gerizim, y alzando su voz clamó y les dijo: Oídme, señores de Siquem, y que Dios os oiga.

8Fueron los árboles a ungirse para ellos un rey y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros.

9Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual se honra a Dios y a los hombres, para ir a regir sobre los árboles?

10Y dijeron los árboles a la higuera: Ven tú, reina sobre nosotros.

11Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto para ir a regir sobre los árboles?

12Y dijeron los árboles a la vid: Ven tú, reina sobre nosotros.

13Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ondear sobre los árboles?

14Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: Ven tú, reina sobre nosotros.

15Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me ungís como rey sobre vosotros, venid y refugiaos a mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore los cedros del Líbano.

16Ahora pues, si con verdad y con integridad habéis procedido al hacer rey a Abimelec, y si habéis actuado bien con Jerobaal y con su casa, y si le habéis recompensado conforme a la obra de sus manos

17(pues mi padre peleó por vosotros y arriesgó su vida para libraros de manos de Madián,

18y vosotros os habéis levantado hoy contra la casa de mi padre y habéis matado a sus hijos, setenta hombres, sobre una misma piedra, y habéis hecho rey sobre los de Siquem a Abimelec, hijo de su criada, porque es vuestro hermano);

19si con verdad y con integridad habéis procedido hoy con Jerobaal y con su casa, regocijaos en Abimelec, y que él también se regocije en vosotros.

20Y si no, salga fuego de Abimelec y consuma a los señores de Siquem y a la casa de Milo; y salga fuego de los de Siquem y de la casa de Milo y consuma a Abimelec.

21Y escapó Jotam, y huyó, y se fue a Beer y allí se quedó por miedo de su hermano Abimelec.

22Y después que Abimelec hubo reinado sobre Israel tres años,

23envió Dios un mal espíritu entre Abimelec y los señores de Siquem; y los señores de Siquem traicionaron a Abimelec,

24para que viniera la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal, y recayera la sangre de ellos sobre su hermano Abimelec, que los mató, y sobre los hombres de Siquem que fortalecieron las manos de él para matar a sus hermanos.

25Y los señores de Siquem pusieron en las cumbres de los montes hombres al acecho, los cuales robaban a todos los que pasaban junto a ellos por el camino; y le fue dado aviso a Abimelec.

26Y Gaal hijo de Ebed fue con sus hermanos, y pasaron a Siquem; y los señores de Siquem confiaron en él.

27Y salieron al campo, y vendimiaron sus viñas y pisaron la uva, e hicieron fiesta; y entrando en la casa de sus dioses, comieron y bebieron, y maldijeron a Abimelec.

28Y Gaal hijo de Ebed dijo: ¿Quién es Abimelec, y qué es Siquem, para que nosotros le sirvamos? ¿No es hijo de Jerobaal, y no es Zebul su ayudante? Servid a los hombres de Hamor, padre de Siquem; pero, ¿por qué hemos de servirle a él?

29¡Quién pusiera este pueblo en mis manos! Yo echaría a Abimelec. Y le diría a Abimelec: Aumenta tu ejército, y sal.

30Y cuando Zebul, gobernador de la ciudad, oyó las palabras de Gaal hijo de Ebed, se encendió su ira

31y envió secretamente mensajeros a Abimelec, diciendo: He aquí que Gaal hijo de Ebed y sus hermanos han venido a Siquem, y he aquí que están sublevando la ciudad contra ti.

32Levántate, pues, ahora de noche, tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscada en el campo.

33Y por la mañana, al salir el sol, te levantarás y atacarás la ciudad; y he aquí que cuando él y el pueblo que está con él salgan contra ti, tú harás con él según se te presente la ocasión.

34Y se levantó, pues, de noche Abimelec y todo el pueblo que con él estaba, y pusieron emboscada contra Siquem con cuatro escuadrones.

35Y Gaal hijo de Ebed salió y se puso a la entrada de la puerta de la ciudad; y Abimelec y el pueblo que con él estaba se levantaron de la emboscada.

36Y vio Gaal al pueblo y dijo a Zebul: He allí gente que desciende de las cumbres de los montes. Y Zebul le respondió: Tú ves la sombra de los montes como si fueran hombres.

37Y Gaal volvió a hablar y dijo: He allí gente que desciende de en medio de la tierra, y un escuadrón viene por el camino de la encina de Meonenim.

38Y Zebul le respondió: ¿Dónde está ahora tu boca con que decías: ¿Quién es Abimelec para que le sirvamos? ¿No es éste el pueblo que tenías en poco? Sal pues, ahora, y pelea con él.

39Y Gaal salió delante de los señores de Siquem y peleó contra Abimelec.

40Mas lo persiguió Abimelec, y Gaal huyó delante de él; y cayeron heridos muchos hasta la entrada de la puerta.

41Y Abimelec se quedó en Aruma, y Zebul echó fuera a Gaal y a sus hermanos para que no morasen en Siquem.

42Y aconteció al siguiente día que el pueblo salió al campo, y le fue dado aviso a Abimelec.

43Y él tomó gente, y la repartió en tres escuadrones y puso emboscadas en el campo. Y cuando miró, he aquí el pueblo que salía de la ciudad; y se levantó contra ellos y los atacó.

44Y Abimelec y la compañía que estaba con él acometieron con ímpetu y se situaron a la entrada de la puerta de la ciudad; y las otras dos compañías acometieron a todos los que estaban en el campo y los mataron.

45Y peleó Abimelec contra la ciudad todo aquel día, y la tomó y mató al pueblo que en ella estaba; y asoló la ciudad y la sembró de sal.

46Cuando oyeron esto todos los que estaban en la torre de Siquem, entraron en la fortaleza del templo del dios Berit.

47Y le fue dicho a Abimelec que todos los de la torre de Siquem estaban reunidos.

48Entonces subió Abimelec al monte Salmón, él y toda la gente que con él estaba, y tomó Abimelec un hacha en su mano, y cortó una rama de los árboles y, levantándola, se la puso sobre sus hombros, diciendo al pueblo que estaba con él: Lo que me habéis visto hacer, haced vosotros rápidamente como yo.

49Y todo el pueblo cortó también cada uno su rama y siguieron a Abimelec, y las pusieron junto a la fortaleza y prendieron fuego con ellas a la fortaleza, de manera que todos los de la torre de Siquem murieron, como unos mil hombres y mujeres.

50Y después Abimelec fue a Tebes, y puso sitio a Tebes y la tomó.

51En medio de aquella ciudad había una torre fortificada, a la cual se retiraron todos los hombres, y todas las mujeres y todos los señores de la ciudad; y cerrando tras sí las puertas, subieron al piso alto de la torre.

52Y fue Abimelec a la torre y la atacó, y llegó a la puerta de la torre para prenderle fuego.

53Mas una mujer dejó caer un pedazo de una rueda de molino sobre la cabeza de Abimelec, y le rompió el cráneo.

54Y llamó él apresuradamente a su escudero y le dijo: Saca tu espada y mátame, para que no se diga de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó, y murió.

55Y cuando los israelitas vieron muerto a Abimelec, se fue cada uno a su casa.

56Así pagó Dios a Abimelec el mal que hizo contra su padre al matar a sus setenta hermanos.

57Y todo el mal de los hombres de Siquem Dios lo hizo volver sobre sus cabezas. Y la maldición de Jotam hijo de Jerobaal vino sobre ellos.




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