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domingo, 16 de septiembre de 2012

Escuche a los profetas vivientes: Conferencia General: El 7 de Octubre del 2012

Conferencia General 7 de Octubre 2012

Venga y escuche a un profeta viviente

ESCUCHE A LOS PROFETAS VIVIENTES

Venga y escuche a un profeta viviente

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 210: Isaías 17-22


Capítulo 17
Israel fue esparcido por haberse olvidado de Dios — Sin embargo, las naciones que lo saqueen serán destruidas.

1 Profecía sobre Damasco: He aquí que Damasco ha dejado de ser ciudad y será montón de ruina.

2Las ciudades de Aroer están desamparadas; serán para los rebaños, y se echarán allí y no habrá quien los espante.

3Y cesará la fortaleza de Efraín, y el reino de Damasco y lo que quede de Siria; serán como la gloria de los hijos de Israel, dice Jehová de los ejércitos.

4Y acontecerá que en aquel día la gloria de Jacob menguará, y se enflaquecerá la gordura de su carne.

5Y será como cuando el segador recoge la mies y con su brazo siega las espigas; será también como el que recoge espigas en el valle de Refaim.

6Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden el olivo; dos o tres aceitunas en la rama más alta, cuatro o cinco en sus ramas más fructíferas, dice Jehová, el Dios de Israel.

7En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel.

8Y no mirará a los altares, obra de sus manos, ni verá lo que hicieron sus dedos, ni las imágenes de Asera ni los altares de incienso.

9En aquel día, sus ciudades fortificadas serán como lugares abandonados en el bosque, o como la rama más alta que fue abandonada delante de los hijos de Israel; y habrá desolación.

10Porque te olvidaste del Dios de tu salvación y no te acordaste de la roca de tu fortaleza; por tanto, plantarás plantas hermosas y sembrarás sarmiento extraño.

11El día en que las plantes, las cercarás con cuidado y por la mañana harás que su semilla brote; pero la cosecha será un montón en el día de la angustia y del dolor desesperado.

12¡Ay!, multitud de muchos pueblos que harán ruido como estruendo del mar, y el bramido de pueblos que braman como el bramido de muchas aguas.

13Los pueblos harán estrépito como ruido de muchas aguas; pero Dios los reprenderá, y huirán lejos; serán ahuyentados como el tamo de los montes delante del viento y como el polvo delante del torbellino.

14Al tiempo de la tarde, he aquí terror, pero antes de la mañana ya no existen. Ésta es la parte de los que nos despojan, y la suerte de los que nos saquean.

Capítulo 18

Jehová alzará el estandarte del Evangelio, enviará mensajeros a su pueblo esparcido y los recogerá en el monte Sión.

1¡ Ea !, tierra que hace sombra con las alas, que está más allá de los ríos de Etiopía,

2que envía mensajeros por el mar en naves de junco sobre las aguas. Id, ligeros mensajeros, a la nación esparcida y desollada, al pueblo temible desde su principio y después; nación subyugada y hollada, cuya tierra surcan los ríos.

3Vosotros, todos los moradores del mundo y habitantes de la tierra, cuando se levante estandarte en los montes, mirad, y cuando se toque trompeta, oíd.

4Porque Jehová me dijo así: Reposaré y miraré desde mi morada, como sol claro después de la lluvia, como nube de rocío en el calor de la siega.

5Porque antes de la siega, en cuanto el botón se abra y la flor se convierta en uva madura, entonces podará con podaderas los pámpanos, y cortará y quitará los sarmientos.

6Serán dejados todos a las aves de los montes y a las bestias de la tierra; y sobre ellos pasarán el verano las aves, e invernarán todas las bestias de la tierra.

7En aquel tiempo será traído obsequio a Jehová de los ejércitos, el pueblo esparcido y desollado, pueblo temible desde su principio y después, gente subyugada y hollada, cuya tierra surcan los ríos, al lugar del nombre de Jehová de los ejércitos, al monte Sión.

Capítulo 19

Jehová herirá y destruirá a Egipto — Finalmente Él lo sanará, y Egipto y Asiria serán bendecidos junto con Israel.

1 Profecía sobre Egipto: He aquí que Jehová va montado sobre una veloz nube y entrará en Egipto; y los ídolos de Egipto se estremecerán delante de él, y desfallecerá el corazón de los egipcios dentro de ellos.

2E incitaré a egipcios contra egipcios, y cada uno peleará contra su hermano y cada uno contra su prójimo; ciudad contra ciudad y reino contra reino.

3Y el espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de él, y destruiré su consejo; y ellos consultarán a sus ídolos, a los que murmuran, a los que evocan a los muertos y a los adivinos.

4Y entregaré a Egipto en manos de un amo cruel; y un rey violento se enseñoreará de ellos, dice el Señor Jehová de los ejércitos.

5Y las aguas del mar se secarán, y el río se agotará y quedará seco.

6Y hederán los ríos; se agotarán y se secarán los canales de Egipto; la caña y el junco se marchitarán.

7Los juncales junto al río, junto a la desembocadura del río, y todos los sembrados del río se secarán, se perderán y no serán más.

8Los pescadores también harán duelo; y se lamentarán todos los que echan anzuelo en el río, y desfallecerán los que extienden red sobre las aguas.

9Y los que labran lino fino y los que tejen redes serán avergonzados.

10Y sus fundamentos serán destruidos; y se entristecerán todos los que ganan salario.

11Ciertamente son necios los príncipes de Zoán; el consejo de los sabios consejeros de Faraón se ha vuelto desacertado. ¿Cómo diréis a Faraón: Yo soy hijo de los sabios, hijo de los reyes antiguos?

12¿Dónde están ahora tus sabios? Que te digan ahora y que te hagan saber lo que Jehová de los ejércitos ha determinado sobre Egipto.

13Los príncipes de Zoán han actuado neciamente; han sido engañados los príncipes de Nof; han hecho errar a Egipto los que son la piedra angular de sus tribus.

14Jehová ha mezclado espíritu de confusión en medio de él; y han hecho errar a Egipto en toda su obra, como se tambalea el ebrio en su vómito.

15Y no habrá para Egipto obra alguna que haga la cabeza o la cola, la rama o el junco.

16En aquel día los egipcios serán como mujeres, y temblarán y temerán por causa de la mano alzada de Jehová de los ejércitos que él agitará contra ellos.

17Y la tierra de Judá será un espanto para Egipto; todo aquel que de ella se acuerde temerá a causa del consejo que Jehová de los ejércitos ha determinado contra él.

18En aquel día habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto que hablen la lengua de Canaán y que juren lealtad a Jehová de los ejércitos; una será llamada la ciudad de destrucción.

19En aquel día habrá un altar para Jehová en medio de la tierra de Egipto, y un pilar a Jehová junto a su frontera.

20Y servirá de señal y de testimonio a Jehová de los ejércitos en la tierra de Egipto, porque a Jehová clamarán a causa de sus opresores; y él les enviará salvador y defensor, y él los librará.

21Y Jehová será conocido para Egipto, y los de Egipto conocerán a Jehová en aquel día; y harán sacrificio y ofrenda; y harán voto a Jehová y lo cumplirán.

22Y Jehová herirá a Egipto; lo herirá y lo sanará. Ellos se convertirán a Jehová, y él los escuchará y los sanará.

23En aquel día habrá una calzada desde Egipto hasta Asiria, y los asirios entrarán en Egipto y los egipcios en Asiria; y los egipcios servirán con los asirios a Jehová.

24En aquel día Israel será tercero con Egipto y con Asiria, para bendición en medio de la tierra,

25a quienes Jehová de los ejércitos bendecirá, diciendo: Bendito sea Egipto, pueblo mío, y Asiria, obra de mis manos, e Israel, mi heredad.

Capítulo 20

Asiria invadirá y avergonzará a Egipto.

1 El año en que vino Tartán a Asdod, cuando le envió Sargón, rey de Asiria, y peleó contra Asdod y la tomó,

2en aquel tiempo habló Jehová por medio de Isaías hijo de Amoz, diciendo: Ve y quita el cilicio de tus lomos y quita el calzado de tus pies. Y lo hizo así, andando desnudo y descalzo.

3Y dijo Jehová: De la manera que anduvo mi siervo Isaías desnudo y descalzo tres años como señal y prodigio sobre Egipto y sobre Etiopía,

4así llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y a los desterrados de Etiopía, a jóvenes y a ancianos, desnudos, y descalzos y descubiertas las nalgas para vergüenza de Egipto.

5Y se turbarán y avergonzarán a causa de Etiopía, su esperanza, y a causa de Egipto, su gloria.

6Y dirá en aquel día el habitante de esta costa: He aquí, tal ha sido nuestra esperanza, a la que nos acogimos buscando socorro para ser librados de la presencia del rey de Asiria; ¿y cómo escaparemos?

Capítulo 21

¡Ha caído, ha caído Babilonia! — Otras naciones también son destruidas.

1 Profecía sobre el desierto del mar: Como los torbellinos que pasan por la región del sur, así viene del desierto, de la tierra horrenda.

2Visión dura me ha sido mostrada. El traidor traiciona, y el destructor destruye. Sube, oh Elam; sitia, oh Media. Todo su gemido hice cesar.

3Por tanto, mis lomos se han llenado de dolor; angustias se han apoderado de mí, como angustias de mujer de parto; me he agobiado al oírlo, y al verlo me he espantado.

4Ha desfallecido mi corazón; el horror me ha intimidado; la noche de mi deseo se me ha vuelto en espanto.

5Ponen la mesa, extienden tapices, comen, beben. ¡Levantaos, oh príncipes, ungid el escudo!,

6porque el Señor me dijo así: Ve, pon centinela que haga saber lo que vea.

7Y vio hombres montados, parejas de jinetes, gente montada en asnos y gente montada en camellos. Luego miró más atentamente,

8y gritó como un león: Señor, sobre la atalaya estoy yo continuamente de día, y las noches enteras sobre mi guardia;

9y he aquí, vienen hombres a caballo y parejas de jinetes. Después habló y dijo: ¡Ha caído, ha caído Babilonia! Y todas las imágenes de sus dioses están destrozadas en tierra.

10Oh mi pueblo trillado, hijo de mi era, os he dicho lo que oí de Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel.

11Profecía sobre Duma:

Me dan voces desde Seir:
Guardia, ¿qué de la noche?
Guardia, ¿qué de la noche?

12El guardia respondió:

La mañana viene y después la noche;
si queréis preguntar, preguntad;
volved, venid.

13Profecía sobre Arabia:

En los montes de Arabia
pasaréis la noche,
oh caminantes de Dedán.

14Salid a encontrar al sediento; llevadle agua, moradores de la tierra de Tema, socorred con pan al que huye.

15Porque huyen ante la espada, ante la espada desnuda, ante el arco tensado, ante la violencia de la batalla.

16Porque así me ha dicho Jehová: De aquí a un año, semejante al año de un jornalero, toda la gloria de Cedar será deshecha;

17y los sobrevivientes del número de los valientes flecheros, hijos de Cedar, serán reducidos, porque Jehová Dios de Israel lo ha dicho.

Capítulo 22

Jerusalén será atacada y azotada — Su pueblo será llevado cautivo — El Mesías tendrá la llave de la casa de David, heredará gloria y será clavado como un clavo en un lugar seguro.

1 Profecía sobre el valle de la visión: ¿Qué tienes ahora, que con todos los tuyos has subido sobre los terrados?

2Tú, llena de alborotos, ciudad turbulenta, ciudad alegre; tus muertos no son muertos a espada ni muertos en guerra.

3Todos tus gobernantes huyeron juntos; sin arco fueron capturados; todos los tuyos fueron atados juntos, aunque habían huido lejos.

4Por esto dije: Apartad de mí la mirada; lloraré amargamente; no os afanéis por consolarme de la destrucción de la hija de mi pueblo.

5Porque día es de alboroto, y de atropello y de confusión, de parte del Señor Jehová de los ejércitos, en el valle de la visión, para derribar el muro y clamar al monte.

6Y Elam tomó la aljaba con carros y con jinetes, y Kir sacó el escudo.

7Y acaeció que tus hermosos valles se llenaron de carros, y los de a caballo se apostaron a la puerta.

8Y quitó la defensa de Judá; y miraste en aquel día las armas de la Casa del Bosque.

9Y visteis las brechas de la ciudad de David, que se multiplicaron; y recogisteis las aguas del estanque de abajo.

10Y contasteis las casas de Jerusalén y derribasteis casas para fortificar el muro.

11E hicisteis foso entre los dos muros para las aguas del estanque viejo, pero no tuvisteis en cuenta al que lo hizo ni mirasteis al que lo hizo hace mucho tiempo.

12Por tanto, el Señor Jehová de los ejércitos llamó en aquel día a llanto y a lamentación, y a raparse la cabeza y a vestir de cilicio.

13Y he aquí gozo y alegría, matando vacas y degollando ovejas, comiendo carne y bebiendo vino, diciendo: Comamos y bebamos, porque mañana moriremos.

14Y esto fue revelado a mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos: Esta iniquidad no os será perdonada hasta que muráis, dice el Señor Jehová de los ejércitos.

15Jehová de los ejércitos dice así: Ve, ve a este tesorero, a Sebna el mayordomo, y dile:

16¿Qué tienes tú aquí o a quién tienes tú aquí, que labraste aquí sepulcro para ti, como el que en lugar alto labra su sepultura o el que esculpe para sí una morada en una peña?

17He aquí, oh hombre poderoso, Jehová te arrojará con violencia, y te asirá con firmeza;

18te echará a rodar con ímpetu, como a bola por tierra muy extensa; allá morirás, y allá estarán los carros de tu gloria, oh vergüenza de la casa de tu señor.

19Y te arrojaré de tu lugar y de tu puesto te derribaré.

20Y acontecerá que en aquel día llamaré a mi siervo Eliaquim hijo de Hilcías.

21Y lo vestiré con tus vestiduras, y le fortaleceré con tu cinturón y entregaré en sus manos tu autoridad; y él será un padre para el morador de Jerusalén y para la casa de Judá.

22Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá.

23Y lo clavaré como un clavo en un lugar seguro, y será un trono de honra para la casa de su padre.

24Y penderán de él toda la honra de la casa de su padre, la descendencia y la posteridad, todos los utensilios menores, desde las tazas de beber hasta toda clase de tazones.

25En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, el clavo clavado en el lugar seguro será quitado, y será quebrado y caerá; y la carga que sobre él se puso será destruida, porque Jehová ha hablado.




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