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jueves, 13 de septiembre de 2012

Lectura con Audio de La Santa Biblia Reina Valera 2009 SUD: Día 208: Isaías 8-11


Capítulo 8
Cristo será piedra de tropiezo y tropezadero — Buscad al Señor y no a los adivinos murmuradores — Volveos a la ley y al testimonio para recibir orientación — Compárese con 2 Nefi 18.

1Y me dijo Jehová: Toma una tabla grande y escribe en ella con estilete de hombre tocante a Maher-salal-hasbaz.

2Y junté conmigo como testigos fieles al sacerdote Urías y a Zacarías hijo de Jeberequías.

3Y me llegué a la profetisa, y concibió y dio a luz un hijo. Y me dijo Jehová: Ponle por nombre Maher-salal-hasbaz.

4Porque antes que el niño sepa decir: padre mío y madre mía, será quitada la riqueza de Damasco y los despojos de Samaria delante del rey de Asiria.

5Otra vez volvió Jehová a hablarme, diciendo:

6Por cuanto este pueblo ha rechazado las aguas de Siloé, que corren mansamente, y se ha regocijado en Rezín y en el hijo de Remalías,

7por tanto, he aquí, el Señor hace subir sobre ellos las aguas del Río, fuertes y muchas, a saber, al rey de Asiria con toda su gloria. Él se desbordará sobre todos sus cauces y pasará sobre todas sus riberas;

8y, pasando por Judá, inundará y se desbordará hasta llegar a la garganta; y la extensión de sus alas llenará la anchura de tu tierra, oh Emanuel.

9Formad alianzas, pueblos, y seréis quebrantados; y dad oídos, todos los que sois de lejanas tierras; ceñíos y seréis quebrantados; apercibíos y seréis quebrantados.

10Reuníos en consejo, y será anulado; hablad palabra, y no permanecerá, porque Dios está con nosotros.

11Porque Jehová me habló de esta manera con mano fuerte y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo:

12No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración, ni temáis lo que ellos temen ni tengáis miedo.

13A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo.

14Entonces él será un santuario; pero a las dos casas de Israel será piedra de tropiezo y tropezadero para caer, y será trampa y red al morador de Jerusalén.

15Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán y serán quebrantados; se enredarán y serán apresados.

16Ata el testimonio; sella la ley entre mis discípulos.

17Esperaré, pues, a Jehová, quien esconde su rostro de la casa de Jacob, y a él aguardaré.

18He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová somos señales y prodigios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos que mora en el monte Sión.

19Y si os dijeren: Preguntad a los que evocan a los muertos, y a los adivinos, y a los que susurran y a los que murmuran, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?

20¡A la ley y al testimonio! Si no hablan conforme a esto, es porque no les ha amanecido.

21Y pasarán por la tierra fatigados y hambrientos; y acontecerá que, teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, levantando el rostro en alto.

22Y mirarán a la tierra, y he aquí tribulación y tinieblas, oscuridad de angustia; y quedarán sumidos en las tinieblas.

Capítulo 9

Isaías habla del Mesías — El pueblo que andaba en tinieblas verá una gran luz — Un niño nos es nacido — Será el Príncipe de Paz y reinará sobre el trono de David — Compárese con 2 Nefi 19.

1Sin embargo, no habrá oscuridad tal como la aflicción que hubo en el tiempo en que él livianamente afligió la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; y después la angustió más penosamente por la vía del mar, del otro lado del Jordán, en Galilea de las naciones.

2El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; a los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.

3Multiplicaste la gente y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se regocijan cuando reparten el botín.

4Porque tú quebraste el yugo de su carga, y la vara de su hombro y el bastón de su opresor, como en el día de Madián.

5Porque todo calzado del guerrero en el tumulto de la batalla y manto manchado en sangre, todo esto será para quemar, para pasto del fuego.

6Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado estará sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.

7El aumento de su dominio y la paz no tendrán fin, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

8El Señor envió palabra a Jacob, y cayó en Israel.

9Y todo el pueblo lo sabrá, Efraín y los moradores de Samaria, que con soberbia y con altivez de corazón dicen:

10Los ladrillos cayeron, pero edificaremos de cantería; cortaron los sicómoros, pero en su lugar pondremos cedros.

11Pero Jehová levantará a los adversarios de Rezín contra él y juntará a sus enemigos:

12los sirios por delante y los filisteos por detrás, y a boca llena devorarán a Israel. Ni con todo eso ha cesado su furor, sino que su mano aún está extendida.

13Pero el pueblo no se ha vuelto al que lo ha herido ni ha buscado a Jehová de los ejércitos.

14Y Jehová cortará de Israel cabeza y cola, rama y caña, en un mismo día.

15El anciano y venerable de rostro es la cabeza, y el profeta que enseña mentira es la cola.

16Porque los que guían a este pueblo lo hacen errar, y los que ellos guían son destruidos.

17Por tanto, el Señor no se complacerá en sus jóvenes, ni de sus huérfanos ni de sus viudas tendrá misericordia, porque todos son profanos y malhechores, y toda boca habla necedades. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que su mano aún está extendida.

18Porque la maldad se enciende como fuego; cardos y espinos devorará, y se encenderá en lo espeso del bosque, y serán alzados como remolinos de humo.

19Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscurece la tierra, y el pueblo es como pasto del fuego; ningún hombre tiene piedad de su hermano.

20Cada uno arrebatará a la mano derecha y tendrá hambre; y comerá a la izquierda y no se saciará; cada cual comerá la carne de su propio brazo:

21Manasés a Efraín, y Efraín a Manasés, y ambos contra Judá. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que su mano todavía está extendida.

Capítulo 10

La destrucción de Asiria es un símbolo de la destrucción de los inicuos en la Segunda Venida — Pocas personas quedarán después que el Señor venga de nuevo — El remanente de los de Jacob volverá en ese día — Compárese con 2 Nefi 20.

1 ¡Ay de los que decretan leyes inicuas y que prescriben opresión,

2para apartar del juicio a los necesitados y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo, para que las viudas sean su presa y para despojar a los huérfanos!

3¿Y qué haréis en el día de la visitación y en el asolamiento que vendrá de lejos? ¿A quién os acogeréis para que os ayude? ¿Y en dónde dejaréis vuestra gloria?

4Sin mí se doblegarán ante los presos y entre los muertos caerán. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que su mano aún está extendida.

5¡Oh Asiria, vara de mi furor! El bastón en su mano es mi indignación.

6La mandaré contra una nación impía, y contra el pueblo de mi ira la enviaré, para que quite los despojos y arrebate la presa, y lo ponga para ser hollado como lodo de las calles.

7Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera, sino que en su corazón estará el destruir y talar naciones no pocas.

8Porque él dice: Mis príncipes, ¿no son todos reyes?

9¿No es Calno como Carquemis, Hamat como Arfad, y Samaria como Damasco?

10Como mi mano ha hallado los reinos de los ídolos, y sus imágenes talladas excedían a las de Jerusalén y de Samaria;

11como hice a Samaria y a sus ídolos, ¿no haré también así a Jerusalén y a sus ídolos?

12Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte Sión y en Jerusalén, castigaré el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria y la gloria de la altivez de sus ojos.

13Porque dice: Con el poder de mi mano lo he hecho y con mi sabiduría, porque soy prudente, y he quitado las fronteras de los pueblos, y he saqueado sus tesoros y he derribado como un valiente a los habitantes;

14y halló mi mano como nido las riquezas de los pueblos; y como se juntan los huevos abandonados, así junté yo de toda la tierra; y no hubo quien moviese ala, ni abriese boca ni cantase.

15¿Se jactará el hacha contra el que con ella corta? ¿Se exaltará la sierra contra el que la mueve? ¡Como si el bastón levantase a los que lo levantan! ¡Como si levantase la vara al que no es leño!

16Por tanto, el Señor Jehová de los ejércitos enviará flaqueza entre sus robustos, y debajo de su gloria encenderá una hoguera como fuego abrasador.

17Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinos.

18La gloria de su bosque y de su campo fértil consumirá alma y cuerpo, y vendrá a ser como enfermo que desfallece.

19Y los árboles que queden en su bosque serán tan pocos en número que un niño los podrá contar.

20Y acontecerá en aquel día que el remanente de Israel y los de la casa de Jacob que hayan escapado nunca más se apoyarán en el que los hirió, sino que se apoyarán con verdad en Jehová, el Santo de Israel.

21El remanente volverá, el remanente de Jacob volverá al Dios fuerte.

22Porque aunque tu pueblo Israel sea como las arenas del mar, el remanente de él volverá; la consumación decretada rebosará justicia.

23Pues el Señor Jehová de los ejércitos hará la consumación ya determinada en medio de toda la tierra.

24Por tanto, el Señor Jehová de los ejércitos dice así: Oh pueblo mío, morador de Sión, no tengas temor a Asiria. Con vara te herirá y contra ti alzará su palo, a la manera de Egipto;

25porque de aquí a muy poco tiempo se acabará la indignación, y mi enojo será para destrucción de ellos.

26Y levantará Jehová de los ejércitos azote contra él, como la matanza de Madián en la peña de Oreb, y alzará su vara sobre el mar, a la manera de Egipto.

27Y acaecerá en aquel día que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz; y el yugo será destruido a causa de la unción.

28Ha llegado hasta Ajat, ha pasado a Migrón, y en Micmas ha dejado su bagaje.

29Han pasado el vado; se han alojado en Geba; Ramá tiembla de miedo; Gabaa de Saúl ha huido.

30Grita en alta voz, oh hija de Galim; haz que se oiga hasta Lais, oh pobrecilla Anatot.

31Madmena ha huido; los habitantes de Gebim buscan refugio.

32Aún vendrá el día en que, estando en Nob, alzará su mano contra el monte de la hija de Sión, contra el collado de Jerusalén.

33He aquí, el Señor Jehová de los ejércitos desgajará la rama con espantoso poder; y los de gran altura serán talados, y los altivos serán humillados.

34Y cortará con hierro la espesura del bosque, y el Líbano caerá por el poderoso.

Capítulo 11

La vara del tronco de Isaí (Cristo) juzgará con justicia — En el Milenio, el conocimiento de Dios cubrirá la tierra — El Señor levantará estandarte a las naciones y recogerá a Israel — Compárese con 2 Nefi 21.

1 Y saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.

2Y reposará sobre él el espíritu de Jehová: espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.

3Y su deleite estará en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos ni reprenderá por lo que oigan sus oídos,

4sino que juzgará con justicia a los pobres y decidirá con equidad a favor de los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el aliento de sus labios matará al malvado.

5Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad será el ceñidor de su cintura.

6Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; y el becerro y el leoncillo y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.

7Y la vaca y la osa pacerán; sus crías se echarán juntas, y el león, como el buey, comerá paja.

8Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.

9No harán mal ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.

10Y acontecerá en aquel día que la raíz de Isaí, la cual estará puesta como estandarte a los pueblos, será buscada por las naciones; y el lugar de su descanso será glorioso.

11Asimismo, acontecerá en aquel día que el Señor pondrá otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que haya quedado de Asiria, y de Egipto, y de Patros, y de Etiopía, y de Elam, y de Sinar, y de Hamat y de las islas del mar.

12Y levantará estandarte a las naciones, y juntará a los desterrados de Israel y reunirá a los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.

13Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán talados. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín,

14sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente y saquearán juntos a los hijos del oriente. Edom y Moab estarán bajo su mano y los hijos de Amón les rendirán obediencia.

15Y destruirá Jehová la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos y hará que pasen por él con sandalias.

16Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día en que subió de la tierra de Egipto.



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